domingo, 3 de junio de 2007

CONTRACORRIENTE DE TEDI LÓPEZ MILLS


A Tedi López Mills le fue dado remontar varios ríos, que son uno, en este ejercicio caudaloso llamado Contracorriente. Pero vale más hablar de agua: agua recordada, agua inventada, agua literaria, agua clara y revuelta. Agua quebrada por el braceo de una poesía tenaz, tensa en su poder significante y suelta en sus ondulaciones. Apoyada en el desarrollo del alfabeto, cada una de cuyas letras (que a su manera son personajes) detona al poema y lo concatena con el siguiente, la voz que habla en este libro propone al agua como una devoción y un espejo: de tanto invocarla, lo que el agua le devuelve es un reflejo en partículas, pedazos de vida. Y entre ambas -la voz que invoca y el agua que devuelve- se interpone la figura crucial del hermano, coordenada mortal y destinatario de esta oscilante letanía. No hay que olvidar que se va contracorriente: el libro no es apto para quien gusta nadar de muertito; quien quiera ganarse la complicidad de sus páginas deberá, también, aventurarse y quebrar las aguas del facilismo lírico.

Sin mayores aspavientos y con notable constancia, Tedi López Mills ha ido levantando una obra poética sin concesiones, fiel al rigor de su voltaje intelectual y al mismo tiempo arriesgada, exploradora. Su voz destaca por su independencia y seguridad, porque el único rasero contra el que se mide es el impuesto por ella misma. Contracorriente ha subido, nuevamente, la medida.

Tedi López Mills nació en la ciudad de México. Es autora de los siguientes libros de poesía: Cinco estaciones (1989), Un lugar ajeno (1991), Segunda persona (Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta, 1994), Glosas (1998), Luz por aire y agua (2002) y, el más reciente, Un jardín, cinco noches (y otros poemas) y del volumen de ensayos La noche en blanco de Mallarmé. Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte

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