Reconocido poeta del 70 era buscado desde hace medio año, pero estaba muerto. Cuerpo fue hallado en cementerio. Fue uno de los fundadores del movimiento Hora Zero.
En el marco de una entrevista que le hicimos para el diario La República en 1996, a propósito de Las armas molidas (Arteidea editores), el poeta Juan Ramírez Ruiz se confesó como un combatiente, cuya única arma, además de su intensa rebelión que le hervía dentro, era el lenguaje. Allí está, para comprobarlo, entre otros documentos, el manifiesto Palabras urgentes con el que animó junto a Jorge Pimentel y otros poetas el Movimiento Hora Zero en los años 70.
Este poeta, de pensamiento épico, y auténtico por donde se le mire, había muerto en Trujillo en junio del 2007 y nadie lo sabía. Había muerto como había vivido, solo. El viernes pasado, después de haberse perdido por meses, la policía tras largas indagaciones lo halló sepultado con la nominación NN en el cementerio Parque Eterno de Huanchaco.
Según su hermano José, Juan Ramírez "se había vuelto impredecible. El día menos pensado nos daba la sorpresa y llegaba a visitarnos a Chiclayo". Su hermano comenta que el 17 de junio del 2007, el poeta se encontraba en Virú y cuando intentó cruzar la Panamericana un ómnibus de la empresa de transportes América Express lo atropelló y le provocó su muerte. Como no tenía identificación, lo sepultaron como NN la familia realiza los trámites para trasladarlo a Chiclayo.
ÉPICA E IRONÍA
El poeta Juan Ramírez Ruiz es una de las voces más altas de la Generación del 70. Alberto Escobar en la Antología de la poesía peruana II dice lo siguiente: "Su discurso de adensa con incisiones de ironía ante lo cotidiano e instantáneos paisajes de lirismos, pero el temple que prevalece en su discurso fluye de la tensión concentrada con el dramatismo que lo avecina a las formas de una épica contemporánea".
El poeta nació en Chiclayo en 1946 y viajó a Lima para seguir estudios en la Universidad Federico Villarreal. Allí conoció al poeta Jorge Pimentel con quien fundó el Movimiento Hora Zero cuya propuesta fue el poema integral. Formarían parte de HZ también Enrique Verástegui, Tulio Mora, Mario Luna, Jorge Nájar, Bernardo Rafael Álvarez, entre otros.
Hicieron que la poesía se nutra del lenguaje y ruido de la calle, que se parezca al lenguaje del común.
Juan Ramírez publicó tres poemarios: Un par de vueltas por la realidad (1971), Vida perpetua (1977) y Las armas molidas (1996). El poeta ya no está. Su poesía, crítica, sigue dando vueltas por nuestra realidad.
En el marco de una entrevista que le hicimos para el diario La República en 1996, a propósito de Las armas molidas (Arteidea editores), el poeta Juan Ramírez Ruiz se confesó como un combatiente, cuya única arma, además de su intensa rebelión que le hervía dentro, era el lenguaje. Allí está, para comprobarlo, entre otros documentos, el manifiesto Palabras urgentes con el que animó junto a Jorge Pimentel y otros poetas el Movimiento Hora Zero en los años 70.
Este poeta, de pensamiento épico, y auténtico por donde se le mire, había muerto en Trujillo en junio del 2007 y nadie lo sabía. Había muerto como había vivido, solo. El viernes pasado, después de haberse perdido por meses, la policía tras largas indagaciones lo halló sepultado con la nominación NN en el cementerio Parque Eterno de Huanchaco.
Según su hermano José, Juan Ramírez "se había vuelto impredecible. El día menos pensado nos daba la sorpresa y llegaba a visitarnos a Chiclayo". Su hermano comenta que el 17 de junio del 2007, el poeta se encontraba en Virú y cuando intentó cruzar la Panamericana un ómnibus de la empresa de transportes América Express lo atropelló y le provocó su muerte. Como no tenía identificación, lo sepultaron como NN la familia realiza los trámites para trasladarlo a Chiclayo.
ÉPICA E IRONÍA
El poeta Juan Ramírez Ruiz es una de las voces más altas de la Generación del 70. Alberto Escobar en la Antología de la poesía peruana II dice lo siguiente: "Su discurso de adensa con incisiones de ironía ante lo cotidiano e instantáneos paisajes de lirismos, pero el temple que prevalece en su discurso fluye de la tensión concentrada con el dramatismo que lo avecina a las formas de una épica contemporánea".
El poeta nació en Chiclayo en 1946 y viajó a Lima para seguir estudios en la Universidad Federico Villarreal. Allí conoció al poeta Jorge Pimentel con quien fundó el Movimiento Hora Zero cuya propuesta fue el poema integral. Formarían parte de HZ también Enrique Verástegui, Tulio Mora, Mario Luna, Jorge Nájar, Bernardo Rafael Álvarez, entre otros.
Hicieron que la poesía se nutra del lenguaje y ruido de la calle, que se parezca al lenguaje del común.
Juan Ramírez publicó tres poemarios: Un par de vueltas por la realidad (1971), Vida perpetua (1977) y Las armas molidas (1996). El poeta ya no está. Su poesía, crítica, sigue dando vueltas por nuestra realidad.
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EL DATO
EXTRAVIADO. Hace medio año se buscaba al poeta. Nadie sabía su paradero. La familia refiere que el 17 de junio del 2007 el poeta se encontraba en Virú y fue atropellado por un ómnibus. Su cuerpo fue hallado en el cementerio de Huanchaco como NN.
ENCUENTRO CON EL TERROR
A ti te conozco terror, te conozco:
tú preguntabas por mí, hurgando en
mis ojos
con una luna chueca; y yo a ti te encontré
mirando suelo y cielo, solo,
buscando mi error con las dos manos.
Tú querías matarme con astros bizcos,
tú columpiabas mi mente expelida por un golpe:
a ti te conozco terror, te conozco.
Pero si oscuro va el bosque,
lo que ocultas (¡aquí está!) va más oscuro todavía:
¡remolino de hechos que vomita
un incendio antropomórfico, mi cuerpo
como látigo se agitaba contra mí
con el peso del ojo en la mirada!
Te conozco, a ti te conozco terror;
tú ya no puedes mi mente columpiar.
–De Las armas molidas, 1996
OPINIÓN
Poesía insurrecta
Jorge Luis Roncal
Poeta/ editor
A fines de los 60 e inicios de los 70, insurge el Movimiento Hora Zero, que buscó proyectar la beligerancia de las proclamas y manifiestos a la realización poética integral que plasme estéticamente el concierto de voces surgidas en una ciudad literalmente tomada por la migración. Juan Ramírez Ruiz, co-fundador y teórico de Hora Zero, plasmó tal insurrección creadora en los tres libros que publicó, y en todas las páginas que ha dejado inéditas. Su poemario Las armas molidas es una las más altas aventuras poéticas de las últimas décadas: lengua, historia, sociedad, ternura y rebelión, en lenguaje alfagramático, como le llamó el poeta.
EL DATO
EXTRAVIADO. Hace medio año se buscaba al poeta. Nadie sabía su paradero. La familia refiere que el 17 de junio del 2007 el poeta se encontraba en Virú y fue atropellado por un ómnibus. Su cuerpo fue hallado en el cementerio de Huanchaco como NN.
ENCUENTRO CON EL TERROR
A ti te conozco terror, te conozco:
tú preguntabas por mí, hurgando en
mis ojos
con una luna chueca; y yo a ti te encontré
mirando suelo y cielo, solo,
buscando mi error con las dos manos.
Tú querías matarme con astros bizcos,
tú columpiabas mi mente expelida por un golpe:
a ti te conozco terror, te conozco.
Pero si oscuro va el bosque,
lo que ocultas (¡aquí está!) va más oscuro todavía:
¡remolino de hechos que vomita
un incendio antropomórfico, mi cuerpo
como látigo se agitaba contra mí
con el peso del ojo en la mirada!
Te conozco, a ti te conozco terror;
tú ya no puedes mi mente columpiar.
–De Las armas molidas, 1996
OPINIÓN
Poesía insurrecta
Jorge Luis Roncal
Poeta/ editor
A fines de los 60 e inicios de los 70, insurge el Movimiento Hora Zero, que buscó proyectar la beligerancia de las proclamas y manifiestos a la realización poética integral que plasme estéticamente el concierto de voces surgidas en una ciudad literalmente tomada por la migración. Juan Ramírez Ruiz, co-fundador y teórico de Hora Zero, plasmó tal insurrección creadora en los tres libros que publicó, y en todas las páginas que ha dejado inéditas. Su poemario Las armas molidas es una las más altas aventuras poéticas de las últimas décadas: lengua, historia, sociedad, ternura y rebelión, en lenguaje alfagramático, como le llamó el poeta.
OPINIÓN
Fuerza del caos
Enrique Verástegui
Poeta
Lo conocí a los 19 años en la puerta de la U. Villarreal. Yo era sanmarquino y un amigo me dijo que conocía a Jorge Pimentel. Nos hicimos amigos y viajamos a Chiclayo. Allí publiqué por primera vez algunos poemas. Era un joven provinciano de clase media que venía a la universidad. Ellos me aceptaron de inmediato. Organizamos congresos, llegamos a hacer películas, fotografía, música. A modo personal creo que su obra tiene valles y cumbres. Vida perpetua es una de esas cumbres en su poesía. Juan Ramírez tiene un alto rol en la poesía peruana, pues logró darle forma al caos interno y también al caos en que siempre ha vivido el país. Esa era su visión del mundo.
Fuente: www.larepublica.com.pe
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