Casi después de 20 años de la irrupción de los poetas del 70, un grupo de jóvenes se reunían con la sola convicción de desarrollar una práctica literaria de la forma más libre y personal posible. Fue para ellos la época de la desilusión social, de la aversión a los cargos estudiantiles, de los acercamientos a la música trova, de las lecturas surrealistas, etc.
Los tres grupos que para entonces existían en la Universidad Villarreal: Neo-Babel, Estigma y Mural, fueron desbordándose a tal punto que la fusión fue inevitable. Dando origen, a inicios del año 90, a la agrupación poética Noble Katerba.
La etapa primera de constitución de sus agrupaciones constituyó para ellos una especie de talleres de aprendizaje a través del cual compartieron no sólo lecturas sino acepción de mundo y de arte, sin perder nunca la noción de que el acto poético era un acto estrictamente personal y solitario.
Concientes de haber superado una primera etapa se confluyeron a la idea de una agrupación mayor. Así la hermandad que se había creado en pequeñas cofradías tuvo que romperse para admitir una mayor diversidad de pensamiento y de creación. Cedieron terreno a la idea de una conciencia de grupo, de un sistema de fuerzas en acción para lograr generar sus propias representaciones: recuerdos, sentimientos, creencias, aspiraciones, diferencias, juicios de valor, los cuales eran explicables sólo por el agrupamiento de sus individuos.
Como grupo, Noble Katerba, se preocupó por evadir las ilusiones y falsedades que la generación traía consigo: la generalización indiferenciada, la ideologización, la futilidad del lenguaje, el estridentismo, la figuración, el mesianismo, los gestos retóricos, etc. Octavio Paz reclamaba la necesidad de que cada generación deba crear su propio lenguaje, así lo entendieron, apostaron por algo más racional, algo más suyo, enfrentaron la creación literaria de la forma más consecuente con su percepción de mundo, aspiraron con su arte a reproducir fielmente, en un lenguaje formal, al hombre de hoy como diría Goethe.
Creemos que en Noble Katerba confluyeron personas precisas en el momento preciso para compartir experiencias tan distintas y comunes a la vez. Así vemos agruparse a Johnny Barbieri, Leoncio Luque, Valentín Parco y José Gamboa del grupo Neo Babel, Manuel Cadenas, Alan Morales y Rodrigo Manrique del grupo Estigma, Roxana Crisólogo, Iván Segura, Gonzalo Málaga, Raquel Álvarez, Armando Agüero, Milagros Lazo y Teddy Panitz del grupo Mural y Pedro Perales que se sumaba después de una experiencia personal en la dirección de una revista cultural.
Esta antología, esperada muchos años, agrupa trabajos de algunos de ellos, textos de casi veinte años de trabajo continuo y apasionado. Existen poemas recogidos de una primera etapa y poemas mucho más recientes, a fin de presentar un panorama amplio en el proceso de creación que han tenido nuestros poetas. Esta primera antología estamos seguros constituirá la muestra más significativa de una generación que se sumió a vivir de la forma más libre y desenfadada en su bella e incomprensible desilusión.
Los editores
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