La Bauhaus no sólo fue una escuela que se dedicó a la enseñanza de la arquitectura y el diseño, sino un intenso “training” esclarecedor y ordenador: una búsqueda revolucionaria para devolverle a la arquitectura y el diseño su función social.
En la primavera de 1919, Gropious funda en Weimer la Bauhaus. De carácter estatal hasta el 10 de abril de 1933, en que dos centenares de agentes de la policía cercaron el local establecido provisionalmente en una vieja fábrica de Berlín y detuvieron a 32 alumnos. La Bauhaus empezó y acabó con la Primera República Alemana. Varias veces cambió de sede y resulta paradójico que el primer centro de la máxima modernidad estuviese establecido y funcionase en dos antiguas residencias prusianas y principescas.
Atacada, por los nacional-socialistas por ser lo que estos llamaban exponente de un “arte degenerado”, “incubadora del bolchevismo cultural”, la Bauhaus no languideció jamás.
¿Qué hace en sí la naturaleza de la Bauhaus?. ¿Cómo se distingue de otras academias o escuelas de arquitectura? Oskar Schlemmer en sus Cartas y diarios dice: “La verdadera estructura de la Bauhaus se expresa en la propia persona de su director –Walter Gropius- no comprometido con ningún dogma y dotado de una exquisita sensibilidad para todo lo nuevo y actual que se mueve en el mundo y con la voluntad de asimilar lo importante para un habitat y darle estabilidad a todo ello, y reducirlo a un común denominador y crear un código universal e internacional” La actitud de apertura que mostraba Gropius ante todo advenimiento de lo incierto, hizo surgir una forma abierta, por eso no sucumbió en el mero esquematismo, todas las posibilidades fueron acogidas por la Bauhaus. La libertad creadora fue en ella el clima dominante.
Revista
Gropius convocó a representantes de la pintura abstracta y cubista (Kandinsky y Klee) porque en ella veía en acción aquel constructivismo que condujo a una nueva arquitectura.
La pintura tuvo vigencia dentro de la estructura del espacio, en combinación con la arquitectura. Maholy-Nagy relizó diseños en forma plástico-espaciales dispuestos en equilibrio rítmicamente asimétrico. Alberts realizó un largo estudio de la tendencia del comportamiento de los materiales y creó un método de acuerdo con los principios funcionalistas, lecciones que volvió a repetir en el Blackmountain College y en Yale. Stuttgart adoptó el método “varkus” que más tarde se introdujo en las academias de Inglaterra y Japón.
Las antiguas escuelas de arquitectura y arte –escribió Gropius en un manifiesto- no fueron capaces de crear esa unidad entre la actividad plástica y la construcción, y ¿cómo iban a lograrlo si el arte y la arquitectura no es cosa que se enseñe?, dichas escuelas deben plasmarse en el taller. Ese mundo de dibujantes, de diseñadores y de profesionales de los oficios artísticos, mundo de sólo dibujar y pintar, ha de ser, por fin constructivo. Arquitectos, escultores, pintores, ¡todos hemos de retornar a la artesanía!, pues en efecto, no existe un “arte profesional”. No existe diferencia esencial alguna entre el artista y el artesano.
Muchos desfilaron por la Bauhaus dejándonos su enseñanza y dando muestras de su inteligencia: Hans Meyer, Meis Van der Rode, Yamawaki, Stam, Golberg, Hilberseimer, Hirche, Marcel Breuer. La Bauhaus contribuyó en el mundo a la enseñanza de la arquitectura, a la formación artesana y técnica de los nuevos creadores, enseñó un nuevo lenguaje de las formas para expresar de modo visible las ideas. Puso las cosas en su respectivo sitio, ordenándolas.
*Del libro "La modernidad en la Arquitectura".
(Publicado en el diario “El Observador”. 20/03/83).
Tomado de http://laarquitectura.blogspot.com/
La pintura tuvo vigencia dentro de la estructura del espacio, en combinación con la arquitectura. Maholy-Nagy relizó diseños en forma plástico-espaciales dispuestos en equilibrio rítmicamente asimétrico. Alberts realizó un largo estudio de la tendencia del comportamiento de los materiales y creó un método de acuerdo con los principios funcionalistas, lecciones que volvió a repetir en el Blackmountain College y en Yale. Stuttgart adoptó el método “varkus” que más tarde se introdujo en las academias de Inglaterra y Japón.
Las antiguas escuelas de arquitectura y arte –escribió Gropius en un manifiesto- no fueron capaces de crear esa unidad entre la actividad plástica y la construcción, y ¿cómo iban a lograrlo si el arte y la arquitectura no es cosa que se enseñe?, dichas escuelas deben plasmarse en el taller. Ese mundo de dibujantes, de diseñadores y de profesionales de los oficios artísticos, mundo de sólo dibujar y pintar, ha de ser, por fin constructivo. Arquitectos, escultores, pintores, ¡todos hemos de retornar a la artesanía!, pues en efecto, no existe un “arte profesional”. No existe diferencia esencial alguna entre el artista y el artesano.
Muchos desfilaron por la Bauhaus dejándonos su enseñanza y dando muestras de su inteligencia: Hans Meyer, Meis Van der Rode, Yamawaki, Stam, Golberg, Hilberseimer, Hirche, Marcel Breuer. La Bauhaus contribuyó en el mundo a la enseñanza de la arquitectura, a la formación artesana y técnica de los nuevos creadores, enseñó un nuevo lenguaje de las formas para expresar de modo visible las ideas. Puso las cosas en su respectivo sitio, ordenándolas.
*Del libro "La modernidad en la Arquitectura".
(Publicado en el diario “El Observador”. 20/03/83).
Tomado de http://laarquitectura.blogspot.com/
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