La historia que sostiene de cabo a cabo la arquitectura de Torres de la soledad, de Marcos Yauri Montero, es la de un sujeto lírico migrante que se refugia en la memoria para sobrellevar la cotidianidad, el desencanto y el desamor citadino. Este desplazamiento simbólico que define al sujeto lírico como alguien que está donde no es, permite comprender de poema en poema, de verso en verso, que sólo se recuerda lo que se pierde. De esta manera, las imágenes que aparecen y, luego, se borran, son testimonio de los sentidos de un sujeto escindido que busca evitar precipitarse infinitamente en el olvido.
A través de los protéicos elementos que figuran en Torres de la soledad, Marcos Yauri Montero parece comunicarnos que en todo acto de memoria existe una relación ética y utópica con aquello que se recuerda.
Javier Morales Mena
1 comentario:
Cuando elucubramos sobre "Torres de la soledad", es como que nuestros sentimientos se apresuran en salir de la isla y buscar un barco,para luego zarpar...sí al horizonte...allí donde el sol brilla, donde la ucronía se hace realidad y palpable...allí el lozano inexorable de la vida encuentra su razón de ser: la soledad...y las torres que vendrían a ser, algo así como,la muralla entre el amor y la soledad,el querer y el no querer, el ser y el no ser, la añoranza y la soledad...en fin...Torres de la soledad...
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