jueves, 23 de septiembre de 2010

Entrevista a Cecilia Podestá por Carlos M. Sotomayor

La obra poética de Cecilia Podestá ha traspuesto fronteras. La primera anunciación, su segundo poemario, acaba de ser publicado en Paraguay por el sello independiente Felicita cartonera. Qué mejor pretexto para charlar con su autora sobre aquel libro.

¿Qué significa para ti, como autora, la reedición de La primera anunciación en Paraguay?

Como autora, es bastante grato que mi libro, sea editado y leído en otro país. Toda publicación es un registro de escritura, siempre lo repito y si mi registro y discurso dentro de ese libro, puede salir y tener otros lectores, me va a interesar mucho el intercambio. Como editora, se lo difícil que es gestionar y publicar un libro, por lo que me siento bastante agradecida a Felicita Cartonera y claro, a Cristino Bogado por interesarse en mi libro y publicarlo.

¿Cómo así elegiste a José el carpintero como protagonista de este poemario?

Escribí el libro hace cinco años y lo publiqué hace cuatro. Tomar a José como protagonista fue completamente gratuito, ya que al empezar el primer verso, tenía planeado escribir una obra de teatro cuyo primer parlamento le pertenece a un hombre preso que le dice a su mujer yo quiero que ese niño nazca muerto. Este hombre es un pederasta y por ahí es que iba la historia, pero cuando la llama María, el tema cambió completamente y se tornó violentamente religioso y no paró.

Al leer el libro advierto una búsqueda por humanizar al personaje. ¿Así lo planteaste?

Sí. Porque es un canto de amor, es un ruego amoroso, erótico, doloroso.

¿Recibiste alguna crítica preveniente del catolicismo por la temática del libro?

No, excepto por una señora que me pegó después de un recital y otra que me llamó ramera del diablo o algo por el estilo, lo que la verdad, no me molestó. La ficción también se convierte en carne, asi sea por un golpe… ja.

Uno advierte, además, un lenguaje totalmente distinto al que empleaste en tu primer libro: Fotografías escritas.

Fotografías escritas es un libro al que le tengo mucho cariño pero que tiene un lenguaje con búsquedas ajenas a procesos literarios en los que uno ya asume que lo que hace es un trabajo que durará mucho tiempo. Lo reedité unos años después y lo cambié completamente y terminé ocultándolo en cajas que sostuvieron caballetes de mi taller por algún tiempo. Si, son muy distintos. El primero es absolutamente personal, el segundo tiene una distancia del autor que me parece importante.

Fuente: Carlos M. Sotomayor

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