miércoles, 29 de septiembre de 2021

Nueva traducción al inglés de Blanca Varela

A la edición de la breve antología Rough Song, publicada con The Song Cave (Brooklyn, New York) en traducción de Carlos Lara en 2020, ahora se suma The Blinding Star, amplia antología (184 páginas) de Blanca Varela, publicada recientemente en setiembre de 2021 por Tolsun Books, editorial localizada en Flagstaff, Arizona, las traducciones han estado a cargo de Lisa Allen Ortiz y Sara Daniele Rivera. En esta antología se incluye de manera integral los poemarios El libro de barro y Concierto animal. Se puede comprar el libro en este link: https://www.spdbooks.org/Products/9781948800440/the-blinding-star.aspx 

Rough Song de Blanca Varela (New York: The Song Cave, 2020. 98 págs.). Primer libro de Varela traducido al inglés por Carlos Lara. Rae Armantrout, una de las más reconocidas Language Poets ha dicho: "Los poemas de Varela son casi violentos en su brevedad. Poco sentimentales y a menudo sombríos, siempre son sorprendentes. Descubrirla amplía mi imagen del mundo". Link para comprar el libro: https://the-song-cave.com/.../rough-song-by-blanca...

lunes, 13 de septiembre de 2021

POEMAS DE LIUDMYLA DIADCHENKO (UCRANIA)

 


Liudmyla Diadchenko (1988). Poeta, ha sido vicepresidente de la Asociación Ucraniana de Escritores; miembro de la organización de rating de la literatura ucraniana “Libro del Año”; Doctora en filología (Teoría de la literatura) y estudiosa de la mithopoesis y la hermenéutica, entre otros temas.

Autora de los libros Cuota de entrada (2011), Una gallina para el turco (2017), Kedem (2021), este último laureado con el premio germano-ucraniano “Olecia Gonchara” (2017) y en el concurso literario “Poesía a la sombra del granado” de la Asociación de la diáspora de Azerbaiyán (2018). Lіudmyla Diadchenko es miembro de la Unión de escritores de los pueblos del mundo en Kazajistán. Ha participado en el Festival Internacional de Poesía y Literatura de Estambul (Turquía 2017 y 2019); Festival Noches de Sapanca (Turquía, 2018); VI Festival de poesía de Sidi Bou Said (Túnez, 2019) y en el Festival Internacional de Poesía “Fikret Demir” (Chipre, 2019), 30 ° Festival Internacional de poesía de Medellín (Colombia, 2020), I Festival Internacional de Poesía y Literatura de Kahramanmarash (Turquía, 2020). Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, árabe, еspañol, bosnio, chino, croata, georgiano, ruso, azerbaiyano y turco. Vive y trabaja en Ucrania (Kyiv).



Traducciones de Tallulah Flores


*

¿qué quedará de ti? ¿hojas marchitas y este par de pieles 

que te quitaste como una serpiente? ¿tallos de ajenjo muertos? 

¿brotes de ambrosia? los dioses griegos gustaban de esta hierba 

pero la carne de los dioses es el veneno de la mujer los dioses no somos nosotros 

el néctar produce alergia (como chador he ahí la mascarilla quirúrgica) 

y las hojas muertas hacen ruido en noches de delirio 

¿qué quedará de mí? Antes, te despojaste de todo 

y la travesura de la sota de corazones frente a eso es una parodia juvenil,

mientras que nos preguntamos ¿qué nos queda?: símbolos, recuerdos o solo mentiras? 

de jesús —la cruz, de van gogh —los girasoles, de hugo —quasimodo 

y del mundo —los huesos de todos aquellos que fueron conducidos por Dios 

a la aventura de esta tierra bajo el cielo.



*

Aquí, desde estas latitudes que son tu norte,

Estrechando el horizonte de ocasos dorados, 

Como sardina en lata, desvelada por más de uno       

(al observar nuestras piernas, nuestra longitud común)

Leo signo a signo las claves del horóscopo:

En general, nada cambia los fines de semana.

Sería más fácil consultar a las estrellas, a esa alegría

Tan suya que abruptamente   

Colma la habitación, y a los vecinos cercanos.

¿Qué hay de mi desierto? ¿Se ha secado la arena?

Atravesarlo no es nada del otro mundo para ellas.

Así que aquí, después de interferir tus relaciones, cualquiera que ellas sean, 

Las palomas vuelan hacia el cielo como una oración a Dios.



*

Julio me dejó unas cuantas tormentas magnéticas,

Tú me dejaste una que otra neurosis nueva.

Estoy amasando agosto para que crezca todo.

Amaso la estancia respondiendo a las huellas y tomando extraños cursos.

Para leer recetas y la alegría de hornear un poco.

Este es mi interior, mi verdad palpable. 

Todo barján es modelado por vientos solitarios,

Pero la arena es la misma, el desierto es el mismo, plenos de temor.

Tan sólo levanta algunos escarabajos, chacales o cualquier otro compañero

Y despréndete de tu indecorosa compasión.

Deja que tu agosto triunfe por completo,

Y haz que tus dedos se embadurnen como lo hicieron los caquis.



*

 Un libro de Kafka corrobora el absurdo de los últimos quince días.

Unas copas de vino corroboran la fiesta de la última noche.

Es un tanto difícil mirar de frente la verdad o las fantasías de los escritores.

Y nuestra historia es como una manta arrugada con los primeros rayos del sol.

"¡Por el futuro!", dices levantando la mano y haciendo una venia a la ventana,

Dispuesta frente a las plazas y a los cuerpos elípticos, silenciosos.

Ni las radiografías podrían mostrar esta irritante razón tan prolongada,

¿Por qué el alma tiene los pelos de punta? Si eres inteligente, lo descifrarás.

¿Y qué necesitan? ¿Por qué no reposan en las ventanas o en las mantas?

¿Y por qué se ocultan entre los remos en quietud en medio de la niebla?

Las perspectivas vuelan desde los ojos como de las manos un pájaro hambriento.

Entonces mañana ya no habrá silencio, no, Kafka, ya no habrá pájaros.



*

Ikebana son las grullas que emigran hacia tierras y arenas extrañas.

Cuando se cuelgan sobre mi mesa, conquistan mi corazón.

¿Qué beneficios tendrán? Como se les enseñó a los patos, ellas saludan,

Mientras afuera, una calle sumisa besa los talones de alguien.

Un final de otoño,  querida, trae virus, tos y un cielo amargo,

Frotando sarcásticamente mi nariz en el manojo de errores cometidos alguna vez.

Un pato morderá una estrella en medio de la noche y compartirá la presa

                                                                                                                   con algún  joven,

Volará hacia el este cubriendo apenas su rostro con un chador.

Sucumbo a mi camino y soy devoto como todo vagabundo.

Dos maletas, traslados nocturnos, una taza de té barato sin azúcar.

Hay una grulla en el cielo. ¿Puedes ver? Puedes preguntarte esto...

¡Saluda a la grulla! ¡Deséale "Buen viaje"! ¡Madura! 



*

La matemática no tiene esperanza. La lógica es desayuno luctuoso.

El cereal de alguien se enfría.

El espacio es tan libre que incluso engañando  

Nadie tomará la iniciativa ni se asustará ante las penas de prisión.

Aunque fragmentos de este cielo se fijen a la ventana,

Las moscas y las hadas pasarán sin problemas a través de los marcos,

Y el eco, afirmando la buena acústica del dormitorio

Sin ninguna resistencia, seguirá deambulando por allí.

Son las ocho y veinte. Un infinito pródigo de arenas y de olas.

No permite enfocar el drama de la vida eterna.

Tu lengua materna te compromete: un "cuco" asustado se escapa,

Esta fue la primera palabra pronunciada por Adán.



*

 Capitán, ¡veo tierra donde desembarcar!

Hay una ciudad con murallas pero sin torre,

Donde los pavos reales desfilan al mediodía,

Donde los arcángeles miran desde los rascacielos en reposo,

Y comparan los acontecimientos con las aplicaciones de la tabet

Hundiéndose felizmente en el dióxido de carbono... Capitán,

                  ¡Esta capital me sumerge hasta el fondo!

¿Se me ha volado el sombrero o me estoy volviendo loco?

Hastiado por lo visto a través del telescopio,

Ahogado por la tristeza agarrando mi garganta

Capitán, dé una orden

                                        Me bajaré del barco.

Capitán,

            Permítame bajar.

                                         Lo que deseo es la tierra.



*

Uno al lado del otro con los genios. Aquí

Se encuentran. ¡Solo frota una tetera eléctrica!

Tienes mis números. Si lo deseas, llámame

O pasa la noche aquí, no hay problema.

Las amas de casa tienen ollas y otras cacerolas.

Pero yo tengo algunos arenques, agua y tengo al genio

Empacando mi dote en la maleta,

Pero le hace falta tiempo. ¿Cómo podría arreglárselas solo?

Sin separar los calcetines, al principio,

Por lo que todo quedará en manos del destino.

"Ábrete Sésamo", dirás, mientras me abandonas

Y serás observado por mis genios.




Traducciones de un traductor de Venezuela


***

mi capitán, ya el ancla tocó fondo y

ante los ojos se levanta una ciudad

sin torres, amurallada. durante el día

sus lugareños redoblan con tambores

marchas en fastuosos desfiles.

y arriba en lo oculto, desde sus edificios

vigilan arcángeles para que todo obedezca

a las normas escritas en las tablas.

desde el dióxido de carbón

el rostro hundido emerge.

capitán, esta ciudad tan hondo me carcome,

me arrebata el sombrero, arranca los techos.

agotado de todo lo visto detengo la mirada,

en mi catalejos veo la tristeza jadear asfixiada

por unas manos.

capitán, quiero bajar, dé la orden,

permítame quedarme en esta orilla.

  


*** 

tengo un asno  —arrímale heno, dale zanahorias–, que no se le ocurra pensar,

porque a su lado se extiende un país tan posible como todos los rumbos en

los que cabemos tú y yo.

haz dos atados con ese manjar de nueces,

en la sombra eleva una oración al sol.

decídete a elegir una ruta

y si aquí has llegado a querer a alguien,

no le mires –bien sea Caín o bien Abel–, definitivamente

no hay milagros. sólo existe este camino que se extiende

ante los ojos.

ya el asno se tragó su zanahoria.

elevo mi voz, grito y sólo el polvo y la arena me responden.

emprendo el viaje junto a ti,

ya veremos –mientras vamos–, si al menos Dios

no nos ha olvidado



*** 

aquí.

comprimiendo el horizonte hasta tus latitudes norte,

donde el otoño es ahora dorado.

acomodados como sardinas en la estrecha lata –y justo es decir que vistas desde acá,

nuestras piernas tienen una longitud común–, y


los horóscopos en los periódicos, por cierto,

son iguales para todos en cualquier día de la semana –sus páginas raídas…


es más fácil consultarle a las estrellas: con sus jugosas sonrisas

que inundan la habitación –inclusive la de abajo.


¿cómo seguirá allá mi desierto? ¿se habrán resecado sus arenas?

se han colado hacia la tierra –sus perspectivas son de un tímido optimismo.

Aquí estoy. contigo y tus alas recogidas,

mientras en el cielo las palomas las extienden,

como elevando en silencio una plegaria



*** 

cruzar Venecia –no por su lado más hondo–,

                                                         sino a lo largo,

de arriba a abajo. recogiendo sueños, tropezando góndolas;

es un territorio en el que no se ve adónde ni desde dónde

han caído esas lluvias

ahora es invierno en tus tierras

tienes frío. se oculta la madriguera en la arena

y es evidente que su clima es cambiante como en las mujeres

es hora de encender las fogatas

y navegar con buen viento hasta la orilla

¿acaso no conocen el invierno sureño y el frío metido entre las uñas?

aquí están las máscaras de mi carnaval… nada ha servido para acercarme

ni un gramo más a ti; voy a las redes bajo el agua

los gondoleros te hacen señas y tu los llamas “barqueros”



***

codo a codo con los genios. los hay por aquí –frota

la tetera eléctrica y verás.

mis números están anotados –si quieres llama–

y así, casualmente, te quedas esta noche.

las ollas y los calderos se fueron con los dueños–

hay arenques agua y ginebra

mi dote cabe en una maleta,

a él no le dará tiempo porque él empaca solo.

no vayas a dejar tirados tus calcetines,

al final –será lo que el destino quiera.

ring-ring suena la puerta y tu susurras: “abre”.

así te traerán mis genios  



*** 

fobia a los números. el coro de mulas

de la posta sordamente oprime el borde

de mi angustia

tú escribirás de cómo las cigüeñas elevan plegarias

con sus picos, yo escribiré acerca de las Baba-Yagás

–esas nada fáciles hechiceras–

fobia a esas cifras que mañana colgarán sus neblinas:

encalladas en este tiempo que pretende ser vida

en silencio observo –juntas la manada y yo nos asustamos–

tiendo sobre la cama mi camisón de lino y lo visto

y para que todo se torne más horrible agrego un grito

y así aceptar el humilde nido de los años furiosos.

sobre la ventana desmenuzo migajas a las aves:

tengo fe que en la mañana me despierte su respuesta



*** 

en medio de la noche. páginas. ni risas

ni pecado. sólo un despojo polvoriento.

toma del camino mis golondrinas

duelen sus picos y sus alas de tanto cielo.

el hecho es que el radio del vacío rebasa

cada día los límites permitidos

por eso el viento ha soltado la nieve antes

que el fuego –con su humo.

tu que atesoras cada carta con todos sus detalles,

que has sabido ser fiel hasta la tumba,

cuida mis golondrinas –vendrá la primavera– entonces,

regrésalas todas de vuelta a su camino



*** 

carruseles, caramelos mecidos por el viento

–venid hasta mí.

por estos lados cuidar de uno mismo no es de gran ayuda

y lo más horrible es que ni la fe en el destino sirve para nada,

aquí lo que más falta hace es tiempo que al menos salva

tanto a buenos como a malos.

como esos carruseles con sus caballos de plástico,

seguimos adelante –reunir recuerdos será más difícil

que a un perro sus pulgas.

vendrán tiempos de máscaras /alimento/graznidos de gaviotas /ladridos/

maullidos. Esto –a bien decir– no es poco y, tampoco demasiado.

es la vida tuya, lugares que viste y que cambiaste

porque no te quisieron

sábado, 11 de septiembre de 2021

LOS POEMAS DE AMOR DE MARICHIKO TRADUCIDOS DEL JAPONÉS POR KENNETH REXROTH


Ayer escuchando la presentación del libro póstumo Diario de amor de Anahí de Hugo Gola en Komorebi ediciones de Chile y con las presentaciones de Tania Favela y Felipe Cussen se mencionó un par de veces a Los poemas de amor de Marichiko que es un conjunto presentado como una traducción de una poeta japonesa vertidos al inglés por Kenneth Rexroth. Dice Tania Favela en la contratapa del libro de Hugo Gola: "Hugo Gola, a la manera y tal vez inspirado por Los poemas de amor de Marichiko, de Kenneth Rexroth, en este libro, hasta ahora inédito, escrito alrededor del 2008, asume la voz de la joven Anahí y escribe sus poemas de amor y de añoranza". 
En una de las revistas que dirigió Hugo Gola El poeta y su trabajo, número 5, otoño 2001 se publicaron las versiones al español debidas a Gloria Gervitz de Los poemas de Marichiko (pp. 54-65). Comparto aquí esas versiones.


LOS POEMAS DE AMOR DE MARICHIKO. Kenneth Rexroth
Selección y traducción del inglés: Gloria Gervitz


I

Me siento en mi escritorio
¿De qué puedo escribirte?
Enferma de amor,
Sólo anhelo verte.
Sólo anhelo escribir,
"Te amo. Te amo. Te amo".
El amor me traspasa el corazón
Y me desgarra por dentro.
Espasmos de añoranza me sofocan
Y no cesan.



IV

Me preguntas en qué pensaba
Ames de que fuéramos amantes.
La respuesta es simple.
Antes de conocerte
No tenía nada en qué pensar.



V

El otoño cubre al mundo
Con un viejo brocado chino.
Los grillos cantan, "Ropa vieja que remendar"
Ellos son más frugales que yo.



VI

Sólo tú y yo.
En nuestra pequeña casa
Lejos de todos,
Lejos del mundo,
Sólo el sonido del agua sobre la piedra.
Entonces te digo
"Escucha. Oye al viento en los árboles".



VII

Hacer el amor contigo
Es como beber agua de mar.
Entre más bebo
Más sedienta estoy,
Hasta que nada puede apagar mi sed
Sino beberme el mar entero.



IX

Me despiertas,
Entreabres mis muslos, y me besas.
Te doy el rocío
De la primera mañana del mundo.



XIII

Tendida sobre la hierba, abierta a ti
Bajo el sol del mediodía,
Un humo leve apenas oculta
Mis pétalos de rosa.



XV

Porque sueño
Contigo cada noche,
Mis solitarios días
Sólo son sueños.



XVIII

Fuegos
Arden en mi corazón.
No hay humo.
Nadie sabe.



XXIV

Grito mientras muerdes
Mis pezones, y el orgasmo
Vacía mi cuerpo, como si me
Hubiesen cortado en dos.



XXXIV

Cada mañana, despierto
A solas, soñando que mi
Brazo es tu dulce carne
Presionando mis labios.



XL

Así como la rueda sigue a la pezuña
Del buey que jala la carreta,
Mi pena sigue tus pasos,
Cuando me dejas al amanecer.



XLVI

Emitiendo un haz de luz,
Inundado de luz por dentro,
Nuestro amor fue oscurecido por
Fuerzas que venían de afuera.



XLVII

Hace ya cuánto, cuánto tiempo.
Bajo el puente en Uji,
En nuestra pequeña barca,
Nos deslizamos a través de nubes de luciérnagas.



L

En el parque un cuervo despierta
Y grita bajo la luna llena,
Y yo despierto y sollozo
Por los años que se han ido.



LI

¿Me tomaste porque me amabas?
¿Me tomaste sin amor?
¿O acaso sólo me tomaste
Para experimentar con mi corazón?



LV

La noche es demasiado larga para el insomne.
El camino demasiado largo para los pies llagados.
La vida demasiado larga para una mujer
Vuelta loca por la pasión.
¿Por qué encontré un guía tan malvado
En los torcidos senderos del amor?



LIX

Odio esta sombra de fantasma
Bajo la luna llena.
Paso mis dedos a través de mi cabello encanecido,
Y me sorprendo, ¿cómo es que me he puesto tan flaca?

viernes, 10 de septiembre de 2021

7 POEMAS DE ISABEL MATTA BAZÁN





SOBREVIVIENTES COTIDIANOS


Una araña estira sus extremidades para sostenerse en la ribera
la fuerza parece acabarse en sus delicados miembros
se pone a pensar si será capaz de soportar la ardua tarea de no morir. 
El río Tambopata la traga con su exótica boca remolino.
El pez furibundo se muerde a sí mismo, se hinca con sus propias espinas. 
El arcoíris se ha manchado con la nocturna bruma de mis ojos.
El cuerpo de un arácnido flotando cerca de los botes
aprende el método para sobreponerse a la angustia
(como si una piedra pudiera transformarse en arena 
  en lacónicos segundos).


(poema inédito)




LUZ ARROLLADORA


La diosa que hoy se hunde en el pantano emergerá cual loto al alba
y todas sus derrotas se convertirán en palmas sobre su frente,
monumento y victoria, trueno y relámpago.
Se hablará de la batalla que libró en las Termopilas
de cómo un Leónidas emergió de su corazón para vencer los reveses
de cómo sobrevivió en el inframundo mezclada entre las diosas ctónicas
Se hablará por supuesto
de la magia que poseía en los pies para saltar las murallas,
del poder de su talón, de su melena
y empezarán la historia así:
Érase una vez una diosa telúrica que se convirtió en Loto, en luz arrolladora.


(De “Últimas Moradas”)





TIEMPO DE LA PARÁLISIS


Sobre la línea del tiempo la maquinaria funciona
arrastra pérdidas sustanciales y victorias fatuas
fatuos impulsos, veneno en las piezas superiores
soles desolados, silencios, sabiduría enterrada. 
Funciona como las patas del minotauro herido
y el aceite se derrama y el ímpetu se vuelve piedra.
Piedra que medita sobre el tiempo de la parálisis
de los pasos no dados, de los engranajes secos. 


(De “Últimas Moradas”)





FUEGO DE PRIMAVERA


Escribo desde ese espacio conectado a un no ser, que es, indefectiblemente.
Un no ser, un no era, una constante inexistencia auténtica,
ángel de la muerte que vivió como ángel de ensueño
subyugado por imágenes y fenómenos absurdos,
por siglos rodeado de figuras impuestas, diseñadas por tentáculos,
y ya, estas ventosas sofocan el último fuego de primavera

y el fuego y el fuego

es necesario para quemar la voz silenciosa,
 la acción detenida,
 la libertad encadenada.

Este ser se evapora como una gota de veneno sobre las catedrales
y el dueño de los templos no escucha ni responde
y creo que estas manos han hecho tan poco como la nada. 


(De “Últimas Moradas”)





S/T

Cuando las brujas se meten en mi patio
los olores son de muerte y aloco al mundo.
Entonces no comprendo las erres dislocadas,
el sueño del gran elefante, ni los sonidos de su trompa.

Detesto esas noches de pisos que parecen techos
de camas-ataúdes, de estrellas negras, de luna apagada.
¿Para qué lado mi cabeza, para qué lado mis pies?

La amargura se cuela entre mis dientes como un fuego.
El agua de las flores es un charco de sangre espesa. 

Si las respuestas se atraparan como mariposas en el bosque…

Ay, el dolor de huesos, de heridas, de presente, de preguntas.
¿Y si la muerte me atrapa sin respuestas, sin árboles agitándose, 
sin el recordado aroma de mi padre?

Dejen que me vaya arrastrando la almohada azul por las escaleras.

(De “Reina Moribunda”)





S/T

A veces sueña en morir, otras en matar,
en ponerse boca abajo, boca adolorida
de náusea mínima, óleo seco, honor expuesto.

Esa mujer ha enloquecido al tiempo,
a los papeles de fax, a la herida de los leones. 
No se alimenta de habas ni de arroz.
Con su boca apuntando al cielo aspira el hermetismo
que nace del techo frente a su imagen fantástica. 

Esa mujer se deshace recostada sobre una mesa
desnuda como un seno al viento,
de su cabeza brotan insectos, galaxias,
mas quebrada toda, algo de ella perdura.

(De “Reina Moribunda”)





SOLEDAD NUESTRA

¿Merecíamos acaso el amor y las caricias de los insectos?
No, ni sus patas rozando la soledad de nuestros genitales.
Los hombres partieron a la guerra dejando cuerpos femeninos 
a merced de las hormigas-soldado, de las cucarachas-murciélago.
Sé que nuestros hombres fornican atrás de los cerros
con rameras de nalgas firmes y pezones botón.

Hay una araña en mis cabellos y hace su nido.  

(De “Soledad Nuestra”)

Portada de Últimas moradas, reciente poemario
publicado por Isabel Matta Bazán

Isabel Matta Bazán (Lima 1971) Estudió Comunicación Social y Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es diplomada en Salud Pública por la Universidad Ricardo Palma y en esa misma casa de estudios se formó para ser profesora de español para extranjeros. Es fotógrafa y trabajó como redactora en el Suplemento Dominical del diario El Comercio. Asimismo   laboró en la Agencia ANDINA de noticias  y Canal N.  Fue facilitadora de español y cultura en el Cuerpo de Paz de la Embajada de los EEUU. Actualmente se dedica enseñar español como segunda lengua a personas sordas y a extranjeros. Empezó su trayectoria poética en el año 1989 y fue miembro del Movimiento Cultural Neón. En el 2016 presentó su exposición fotográfica “La Belleza del Perú” en Gifu, Japón.
Tiene publicados los poemarios: “Soledad Nuestra” (1999), “Reina Moribunda” (2005), “Últimas Moradas” (2021) y tiene en preparación el poemario titulado “Distimia”.

CINCO POEMAS DE JAVIER DÁVILA DURAND (Iquitos, 1935-2024)

EPÍSTOLA A JUAN OJEDA Te recuerdo una tarde de la patria mía. Volvías del Brasil desengañado. Acababas de quemar tus naves en el Puerto...