lunes, 1 de abril de 2024

Cuatro poemas inéditos de Ludwig Saavedra


 

Oración pagana del amor mochilero

 

¿El corazón merece perdón?

Todo el silencio es despiadado

Todo silencio es una playa

De tiempo es esta canción entre las rocas

Asediadas por las olas

Hecha trizas la canción

De tiempo en esquirlas

Y dice así:

No sufriré nunca por amor

Por amor solo seré dichoso

Iré a conciertos    encenderé fogatas   y joins

Limpiaré todas las lagunas    todos los ríos

Bailaré   probaré platillos insólitos

Pero no sufriré nunca por amor

Seré

Como

Un

Tunantero.

 

 

  

Oración pagana para mi nera

 

Nerita las formas de diluirse el tiempo

Este sueño precario de los días

Que como un regalo inmerecido se abre

como un jardín de destellos sobre el mar

Me aterra a veces

Pensar

Que el tiempo fluyendo y tú en las alturas

Que soy un tipo tierno y solitario

Y que eso hace que me saborees agridulce

Que me he quedado en medio del sol

Sobre la arena como una roca:

a) Escribiéndote este verso

b) Solo por saber si el incendio que llevo conmigo

se siente diluirse como el tiempo

en medio del fragor del sol en la playa desierta

 

Una gentil brisa muy suave y fresca

Empieza a fluir

Y parece el sentido del poema

 

Y parece venir de tu risa

Criatura del sol.

 

 


Oración pagana en lugar de adiós

 

“Todos los escritores son unos cerdos. Especialmente los de ahora”  

Artaud

 

Sonríes como los árboles dan aves al vuelo

O la herida verso

Olas invisibles   frías mareas que vagan intermitentes por las calles del Centro

y forman delicados remolinos de furia en Plaza San Martín

y te levantan la falda y desordenan tu peinado más de lo que suele estar

Mis amigos chillan en rap   yo hago una reverencia al silencio

Estoy enfermo o será que amo la exacta velocidad de la miel de tu vida resbalando por mi cuerpo

O será que amo la yegua blanca que te traes galopando en el aroma magnético de tu cuello

Pero en verdad lo que amo es la libertad  y por eso   amo la música  tu baile

Y a veces   la poesía

Detesto no hacerte un rap más crudo  algo recién matado

Por hienas por ejemplo

Hienas sonrientes que ronronean en tus manos

Y no sé si las hienas ronronean

Y no sé si tu ronroneaste cuando estabas hecha marea y orilla

Pero ninguna rima es virgen

Ahora lanzo

Mi amor al río Rímac

Para que sea combustible  y abrigue a los clanes de pasteleros y gallinazos

Quizá más de tres noches.

 



Oración pagana

 

La precariedad de las cosas conserva el mismo atractivo de siempre

Es misterioso todo bien mirado      en insomne vigilia

Todo es misterioso

Porque el espectro fluctúa entre el amor y la muerte

Todo misterio

Todo ronda

Todo quebrado   trizas   fractal

 

El acto de pulir palabras   vasijas 

De barrerlas  hojas secas

De contarlas  granos de arena

De mirarlas  insectos terribles vibrando en la hoja en blanco

Como un animal antediluviano añorando atardeceres frente a un holograma táctil

O quizá un águila inmóvil volando en la realidad virtual con esas gafas ventanas puestas

Todo fractal trizas quebrado.

 

 


Ludwig Saavedra. Juanjuí, Perú, 1985. Orillas del río Huallaga. Creció luego en el puerto de Chorrillos en Lima. Estudió exitosamente Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Menciones honrosas en concursos distritales Mar del Sur y Prima Fermata Literaria de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Ha publicado las plaquettes de poesía: Florece, 2009. El mar de vinilo, 2015; ambos con el sello Paracaídas editores; los poemarios Los arrecifes, edición cartonera a cargo de Amaru Cartonera, Hartado de sonidos con el sello cusqueño Kunha y Al pie de la explosión con Octaedro, 2017 y 2018 respectivamente. Ha participado en diferentes festivales de poesía, ferias de libro, en Perú, Ecuador, Chile, Bolivia y el norte argentino, entre estos el Poquita fe de Santiago de Chile, el Festival internacional de poesía de Lima, el Festival de Poesía Enero en la palabra de Cusco (Perú), Feria de libro de Arequipa (Perú), Feria de libro de La Paz (Bolivia), Festival de Poesía de Pucallpa (selva del Perú), Feria del libro de Huancayo (ande del Perú), Festival de poesía Kanibal Urbano de Quito (Ecuador), Festival de Poesía Sumergible de Jujuy (Argentina), entre otros festivales y ferias de libro. Ha dictado talleres de libros cartoneros, participado y organizado recitales y conferencias de poesía. Su trabajo está publicado en diversas páginas y blogs de poesía en la web, como Libélula vaga de Cuba-Suecia, Ablucionistas de Venezuela, LP5 de Chile, Cinosargo de México, Círculo de poesía de México, Nueva York Poetry de Estados Unidos, Altazor de Chile, entre otros. Ejerce la declamación de poesía itinerante, la docencia de Literatura y Lenguaje, es librero, editor del sello Huachumera editorial y la Revista Latinoamericana de Poesía Obayareti. Prepara tres nuevos libros. Acaba de publicar la plaquette poética nombrada Free style, con el sello Huachumera editorial y Lliu Yawar de Huancayo; la cual ha sido presentada en la Feria del libro de Arica, Chile y en la Feria internacional del libro de Chiclayo. 

viernes, 29 de marzo de 2024

Siete poemas de Fray Luis Valle Goicochea OFM

 

Fr. Luis Valle Goicochea es el cuarto, de izquierda a derecha, en la fila de a pie.
Fuente: Libro Poemas franciscanos.   



A CRISTO ENCLAVADO

Brama, figura del deseo,
símbolo inefable de mis ansias...
ya nada tengo, soy el otro,
el de las soledades largas...

Llamé a las puertas de los hombres,
mendigué un poco de ternura,
fui uno, aquel esperanzado
que hace silencio de su angustia.

Mas, si la tierra y los humanos
en mi esperar nada pusieron,
Tú, Jesús Amigo, hablaste al alma;
y lo hiciste con acento nuevo.

Fue desde la cruz y en la congoja
que por el mundo padecías...
Un don de lágrimas promete
hacer mi soledad tranquila...

Tú llegarás a mi deseo,
a su tortura, como lluvia
de paz o nuevo don de lágrimas...
¡Será para no irte nunca!

De que te tengo Jesús mío,
o he de tenerte, estoy seguro...
Pueden ahora darme hieles:
y ser el dolor, aun más rudo.

Pues ya soy el otro, quien espera
en Ti tan sólo, no en el mundo...


                    (de Revista Ensayos, número 38, 1944)
 

Fr. Luis Valle Goicochea sentado al centro del grupo de franciscanos
en una visita en Arequipa. Fuente: Poemas franciscanos.


AL OÍDO DE MI SERÁFICO PADRE

Ahora soy un niño tembloroso,
el alma llena de inefables cosas
mas ni una acierto a referir, mi propia 
felicidad me azora.
El niño soy en un regazo nuevo
pero entrañable, oh Padre San Francisco,
no esperaba esta dicha que me abruma,
don tan grande me agobia. Padre mío.

Me aturdo como un niño que de pronto
ve llegar mil presentes adorables:
no caben todos en sus brazos, mira
incrédulo y feliz a todas partes.

Como el niño a su padre a ti me acerco,
para contarte todos mis secretos:
un rayo de tu luz hay en mis ojos
y un soplo de tu espíritu en mis versos.

Soy ahora un rapaz con el deseo
de tal pureza que replica al cielo,
un pequeño sin sombras en el alma
que se pone a jugar con tu recuerdo;
el rapaz que traía muchas cosas
para decirte y cállase de pronto
y respirando anhelo abre fantásticos,
muy grandes, contemplándote, los ojos...

                (de Tema inefable)




PROFESIÓN

Padre: tengo mi dicha en la pobreza
y un gran amor, aquel que has escondido
en este corazón inmerecido
colmándolo de paz y de belleza.

Francisco de Asís, yo te descubro
el tesoro infantil de mis secretos:
ninguna aparto, Padre, ni una encubro
de las cositas de mi reino inquieto.

En no tener tengo yo mi riqueza,
tengo mi propia desnudez vestido,
y un gran amor, aquel que has encendido
como custodio fiel de mi pobreza.

                (de Tema inefable)





PLEGARIA A SAN FRANCISCO

Padre San Francisco, es bajo tu signo
que me pongo triste por el ave herida…
Santo Padre mío, no me siento digno
de los claros dones que das a mi vida.

El árbol que sufre por los leñadores,
el agua que enturbian manos de rapaces,
hacen mi tristeza, causan mis dolores…
Hago lo que hacías y haré lo que haces…

Hago lo que hacías: me doy en amores
y claras ternuras… ¡Hago lo que hacías!
Los de mis hermanos son mis sinsabores,
son las de los otros, mis tristezas pías.

Y todo en tu nombre, dulce y pensativo,
La flor que dimana perfumes de Cristo:
En tu nombre sueño y en tu nombre vivo,
¡tú lo sabes, Padre, porque tú lo has visto!

Padre, haré lo que haces en tus hijos santos
que cuidan temblando tu blanca memoria,
dando su esperanza, curando quebrantos
y haciendo la gloria de Cristo tu gloria.

Padre, haré lo que haces en tus hijos fieles
que al seguro alero ceñidos del templo,
silenciosamente prodigan sus mieles
al secreto impulso de tu bello ejemplo...


                (de Tema inefable)




LAS COSAS Y YO

Silencio adormido
en la tarde cándida.
Urde la dulzura
una paz tan casta,
sencillez tan pura
la tarde devana,
que yo me sonrojo
si miro a mis ansias.

(Crisoles de fuego,
crepitantes llamas,
Ángel de Isaías,
quemad mis palabras.
Devolvedlas luego
ya purificadas...)

Abrasa mis labios,
Caridad hermana,
tu rojo delirio
prende en mis entrañas,
en amor de Dios
incéndiame el alma.

La tarde apacible, apacible,
frágil la distancia,
luz por todas partes
y el cielo sin mancha.

La fuente cantando
y en la fuente el agua,
temblando de gozo
oigo que me llama.

Me acerco, me miro
en su linfa clara,
y el rubor de nuevo
vuelve y me anonada.

                (de Tema inefable)





SATIS

Basta que el Señor me mire
y que mi lengua te alabe;
viéndole al cantor expire
en sus loanzas acabe.

Otra dicha no comprende
el alma siempre suspensa:
otra palabra no entiende,
cosa diversa no piensa.

Otra cosa que no sea
aunque mínima, loor...
recreo que la recrea
y recrea a su Señor.

Y mi esperanza está en Él
que es sosiego y fortaleza,
dora mis versos su miel
y yo canto su belleza.

                (de Tema inefable)




RESIGNACIÓN

Dame el sufrir, si ya llegó la hora:
Me doblego a las pruebas que me envías.
¡Contempla con mirada bienhechora,
Señor, la tala de mis alegrías!

De mi panal tomad todas las mieles:
Nada me importa si Su amor me mira.
Unten mi boca merecidas hieles,
nada me importa si Su amor me inspira.

Brioso torcedor, dolor avieso,
Nada me importan, ni menguada pena.
¡que en el amor de Dios yo voy ileso
como la abeja fiel en su colmena

                (de Tema inefable)


Luis Valle Goicochea. Rinono y Papagil. Lima: Ed. Colmillo Blanco, 1989.


Luis Valle Goicochea (La Soledad, Parcoy 1910 – Barrios Altos, Lima 1953). Poeta, escritor de literatura infantil, narrador y periodista. Estudió en el Seminario de San Carlos y San Marcelo en Trujillo. En 1929, abandona los estudios. De esta época son sus columnas periodísticas conocidas como "Hilvanes" para el periódico La Industria. Poco tiempo después, se traslada a Lima y publica, con la ayuda de Enrique Bustamante Ballivián, su primer poemario Las canciones de Rinono y Papagil. En ese mismo tiempo, frecuenta El Círculo del duende, que es integrado por José María Eguren, entre otros personajes. En 1934, sigue estudios de Letras en la Universidad Católica. Al parecer por estas fechas empiezan sus problemas con el alcohol a la par que continúan sus colaboraciones periodísticas en diferentes medios escritos. Entre 1943 y 1945, el poeta fue fraile franciscano: "Ingresó como novicio en el Convento de San Francisco de Lima en 1943 para luego trasladarse hacia el Convento de San Antonio del Cusco, más conocido como La Recoleta, donde Valle cursó estudios de Filosofía y Teología en el llamado Coristado franciscano. Academia Scoto" (Poemas franciscanos de Fr. Luis Valle Goicochea OFM (2011), investigación realizada por Fr. Abel Pacheco Sánchez OFM (director del Archivo San Francisco de Lima) y el periodista Lic. Nivardo Vasni Córdova Salinas, 9). Entonces, tenemos que esta etapa de su vida es un retorno al camino espiritual, donde escribe obras poéticas como Tema inefable, Jacobina Sietesolios (1946), que se basa en la etapa final de la vida de San Francisco de Asís y poemas publicados en revistas franciscanas como Ensayos. En 1945, el poeta se instala en Arequipa y también prosiguen sus artículos periodísticos con el diario El deber, que dirige un fraile mercedario. Regresa a Lima en 1948, donde trabaja en la Biblioteca de Letras de San Marcos, colabora en El Comercio. En 1950, aquejado por una débil salud producto del alcoholismo pasa sus días en el hospital Hermilio Valdizán. A sugerencia del psiquiatra Humberto Rotondo, el poeta escribirá para paliar sus crisis, son las cartas dirigidas a Esther M. Allison y que son conocidas como "Diario de Hospital". Se trata de su lucha contra el demonio del alcoholismo. En la mañana del 13 de agosto de 1953, el poeta es encontrado moribundo, debajo de una banca, en la plaza Italia de Barrios Altos. Tal vez había sido arrollado por un automóvil. Fue conducido a la morgue.
    Poemarios: 
- Las canciones de Rinono y Papagil. Lima 1932. Compañía de Impresiones y Publicidad.
- El sábado y la casa. Lima 1934. Compañía de Impresiones y Publicidad.
- La elegía tremenda y otros poemas. Lima 1936. Compañía de Impresiones y Publicidad.
-Parva. Trujillo 1938. Imprenta Blondet.
-Paz en la tierra. Lima 1939. Compañía de Impresiones y Publicidad.
-Miss Lucy King y su poema. Lima 1940. Compañía de Impresiones y Publicidad.
-Jacobina Sietesolios (Últimos momentos de San Francisco de Asís). Cuadro dramático en verso. Arequipa 1946.
- Obra poética. Lima, 1974. INC. Suma a las anteriores publicaciones: Sal, 1939. Amor acecha, 1939. Marianita Coronel, 1943. Tema inefable: Cusco-Arequipa, 1945 y Poemas sueltos.
-  Al oído de este niño. Lima: Los Reyes Rojos, 1984.
- Rinono y Papagil. Lima, 1989. Colmillo Blanco. Recoge: Las canciones de Rinono y Papagil, El sábado y la casa, Al oído de este niño (1943-1944, según Jorge Eslava en la ed. del INC se le tituló como Marianita Coronel. Versos para niños) y El naranjito de Quito (prosa, 1939).
- La pared torcida. Poesía completa. Ed. Jorge Eslava. Lima: Universidad Alas Peruanas 2005.
Poemas franciscanos de Fr. Luis Valle Goicochea OFM. Ed. de Fr. Abel Pacheco Sánchez OFM y Nivardo Vasni Córdova Salinas. Lima, Rimactampu-Ed. Urgentes, 2011. Recoge los poemas publicados en revistas franciscanas y una reedición de Jacobina Sietesolios y una antología de Tema inefable.

Otros libros:
Los zapatos de Cordobán. Escritos en prosa (1928-1949). Ed. de Luis Valle Cisneros y Chrystian ZegarraSan Marcos. Lima, 2012.
Hilvanes: Poemas y Crónicas (1926-1952). Ed. de Chrystian Zegarra. Hipocampo Editores. Lima, 2012.

jueves, 28 de marzo de 2024

Cinco poemas de Esther M. Allison


Retrato de Esther Margarita Allison Bermúdez,
profesora de la Facultad de Educación de la PUCP.
Fuente: Esther M. Allison [fotografía]    (pucp.edu.pe)


La barca

Cuando venga la barca,
he de dejarlo todo...
Mis pájaros, mis flores,
no subirán a bordo...
Estrictez de la regla:
se viaja solo...
Y la carne y la sangre
también acatan el expolio.
Quedarán en la tierra...
Mas nada puede despojar al alma
de sus tesoros.
Porque son ella misma
sus pulsos recónditos.
Su propia esencia.
Su perfil propio.
(¿Desnuda de equipaje?...
No, Antonio...)
mis lágrimas, mis gozos.
Mi amor, en fin, una palabra
para decirlo todo...
Porque vendrán conmigo
Yo no soy mi estatura
ni mi rostro.
No soy esta nevada de otoño.
Ni estos labios sin rosas
ni estos ojos rotos.
Ni estas manos, moteadas
como hojas secas, de oro.
Ni estos pies, extenuados
entre sismos y escollos.
Yo no soy, yo no soy
esta carga de agobios.
No me limita el tiempo.
No me fija contornos.
Soy mi espíritu, libre
de circuitos mortuorios.
Y es lo mío, en mi espíritu,
inaccesible a robos.
Soy mi espíritu, exento
de asfixias y de escombros.
Mi amor irá conmigo.
Y eso no es estar solo.
Y aun comanda la nave
Capitán que conozco.
Capitán de mi vida,
mi dulzura, mi apoyo.
¿Ir, con miedo, a sus brazos?
¿Serle niño medroso?...
En amor, ¿desconfianzas
y recelos y azoros?...
¡Si Él no anuncia el ocaso,
sino el orto!
No el fin, sino el Principio.
Yendo al beso, ¿el sollozo?
Y en la barca los dos.
Ni sola yo, ni Él solo.

           
            (de Preparación de la ceniza




Alba lírica

    ¡Mas es mía el Alba de Oro!
    Rubén Darío

Alba lírica, alba de oro,
alborada diamantina
quisiera yo que tú fueses,
alborada de mi vida.

¿Cómo poder convertir
mis cantos en poesías?

¿Y cómo dar a las blancas 
y silvestres margaritas
una fragancia que no 
le ha sido concedida?
¿Y cómo ser ruiseñor
si se nace golondrina?
¡Ah, corazón! ¡Si vivieran
las buenas hadas madrinas
que todo lo transformaban
con su encantada varita...!

Entonces... en un minuto
todo, todo cambiaría.

El aroma de los lirios
las margaritas tendrían, 
y romperían en trinos
Sublimes, las golondrinas
Osea, que mis canciones
podrían ser poesías.

Pero las hadas han muerto
y el país de Maravillas
no sé sabe dónde queda...
ni el lugar en que existía.

Y en la tarde moribunda
yo me quedo pensativa...

¡Mas los laureles del triunfo
los lograré por mí misma,
tornando en flor de verdad
el sueño azul de mi vida!

Para decir cuando muera: 
"Alba de Oro!, ¡Fuiste mía!"


            (de Alba lírica)  

Número especial de la revista La Manzana Mordida
dedicado a la poeta


Tea

No te acerques a mí, porque te quemo.
Soy flor de hoguera transformada en vida,
y si me tocas sentirás mi herida,
ese amor vivo de abrasar supremo.

Abrir llaga en Tu mano es lo que temo,
que estoy en el amor enardecida,
y en dulce y lento arder se va mi vida,
con la esperanza de tu incendio extremo.

Dulce y lento morir de cada instante
en pequeña centella fulgurante,
pequeña flor perfecta y encendida...

Prende en tu amor mi puro amor de hoguera,
y si en tu beso me consumo entera,
¡muera en Tu fuego el fuego de mi vida!


                                 (de Alleluia)


Alba triunfante: juicios sobre Alleluia de la Dra. Esther M. Allison.
Autor: Arnaldo Pedro Parrabère. Editado en Montevideo por Florensa y Lafon en 1947. 


Poema 4
Relación de tu muerte

Sencillamente te di mi muerte
y te arrojé, ya muerto, al mar.
Flotaste apenas, pero inerte, 
y n i hubo tiempo de llorar.

Nueve puñales fueron. Nueve,
más que de acero, de final.
Unos de noche, otros de nieve...
Todos se hicieron de coral.

La dura piedra de la ausencia
les afiló la soledad
y cada cual con propia urgencia
buscó en tu pecho cavidad.

Tiempo aguzado en herramienta
para el frenético desmán,
en impetuosa cornamenta
y en engarfiado gavilán

Chorro por chorro, gota a gota,
ya por lo fiero o por lo rapaz, 
supo tu sangre la derrota,
exprimidísima torcaz.

En nueve hielos, nueve sombras,
se fue agotando tu raudal,
y corazón ya no te nombras,
porque eres ya muerte plural.

Te me tornaste en enemigo: 
yermo delante, abismo atrás...
Si no la sed, el desabrigo...
Siempre el dolor, y nada más.

Y aunque ahora es rojo vacío
lo que antes fuera tu lugar
y me quedé sin lo más mío, 
te hube por eso de matar.

Un estertor...
Un calofrío...
Luego, ni tiempo de llorar.


                    (de Relación de tu muerte)
  
Esther M. Allison: una poeta peruana en Monterrey: libro de Leticia M. Hernández
Martín del Campo. Publicado en Ciudad de México por Oficio en 2008.


NO SÉ QUÉ, NO SÉ CÓMO, NO SÉ DÓNDE....

No sé qué, no sé cómo, no sé dónde,
No sé cuándo, no sé, pero es tan claro
que a todos los misterios que acaparo
les conozco la cifra, aunque se esconde.

Por más que cada enigma se me ahonde
para aún más ahondarme al desamparo,
cada fin anticipo a su reparo
aunque si indago no se me responde.
No sé qué, no sé cómo, no sé cuándo...
Ay incógnito amor, clave ocultada!
Pero todo lo sé de contrabando.

En cada vez que le pregunto, en cada,
sólo el silencio, sigiloso, blando...
Pero todo lo sé sin saber nada.


* Los poemas "La barca", "Alba lírica" y "Poema 4. Relación de tu muerte" provienen de la tesis de maestría "Acercamiento a la vida de Esther M. Allison y a sus tres primeras obras publicadas", de Leticia Magdalena Fernández Martín del Campo. Universidad Autónoma de Nuevo León, 2003.  
** Poema "Tea" extraído de la antología Poesía peruana del siglo XX (Tomo I), de Ricardo González Vigil. Lima: COPÉ, 1999.  

Fuente: Protestante Digital

Esther Margarita Allison Bermúdez (Huacho, 4 de noviembre de 1918 - Lima, 4 de noviembre de 1992). Poeta, escritora de literatura infantil y periodista. Estudió pedagogía en la Universidad Católica del Perú, donde ejerció la docencia. Su poemario Alleluia fue distinguido con la Medalla de Oro de la Municipalidad de Lima en 1947. En 1962, se le concedió el Premio Nacional de Literatura por su obra de teatro La hoja del aire, editada por la Universidad de San Marcos, siendo premiada también ese mismo año en los Juegos Florales Eucarísticos Hispanoamericanos de Toledo, España por Villancicos para el cenáculo. Desde 1968 se instaló en Monterrey, México. En 1984, retornó a Lima. Ricardo González Vigil considera la poesía de Allison tan valiosa como la de la propia Gabriela Mistral o Juana de Ibarbourou. Sin duda, Esther M. Allison es una de nuestras más grandes poetas místicas. Poemarios:  Alba lírica (Lima, 1935), Alleluia (Lima, Rímac, 1946), Asumpta est María (Lima, 1950), Himnos eucarísticos marianos (Lima, 1954), Relación de tu muerte (Monterrey, Sierra Madre, 1961), Villancicos para el cenáculo (Toledo, 1962), Mester de niñería (Lima, 1965), Antología poética. Presentación de Joaquín Antonio Peñalosa (Monterrey, 1967), Florerías (México, Sierra Madre, 1968), Cancioncillas morenas a Guadalupe (México, Impresora Patria, 1976), Amor y mar (México, 1976), Lectura de hoy (Monterrey, Sierra Madre, 1977), Treinticuatro sonetos en honor de Juan Pablo II (Monterrey, Eds. al Voleo, 1980), Sámaras (Monterrey, Instituto Tecnológico  y de Estudios Superiores de Monterrey, 1981), Pajaritos en Belén (Monterrey, 1982), Indiana morenez (En la elevación de Juan Diego a los altares) (Monterrey, Eds. de Caminos de Luz XET, 1990). Entre su obra inédita se encuentran los poemarios Inolvido del ángel (1987), Reverberos (1987) y Preparación de la ceniza (sin fecha conocida).  

miércoles, 27 de marzo de 2024

Poesía del turco Hasan Erkek

Fuente: Revista Cardenal

A los que fueron quemados en Sivas1


ENDECHA PARA TRES VOCES
DEDICADAS A LAS GRULLAS2


Aquí van subiendo gritos desde los pozos de mi corazón
"¡la masacre está permitida!"3
rompe sobre mis oídos
no puedo mover mis brazos atados



Una piedra colosal oprime la ciudad
serpientes han encarcelado su cuerpo
hasta el sol nubla su rostro
y en el cielo planean grullas sin fin



y se arremolinan sin remedio



1 En 1993 a la salida de un festival, un grupo de intelectuales turcos compuesto en gran parte de miembros de la comunidad Alevi (poetas, bardos, músicos), fue atacado y quemado por fanáticos en su hotel en Sivas.

2 Las grullas son aves sagradas por la comunidad Alevi, según las leyendas, tienen la misma voz que Ali, el León de Dios, uno de los califas sucesores de Mahomet.

3 Alusión a una antigua oración religiosa.

Madrid: Torre de Lis, marzo 2024 


Cazan el sol encima de mi cabeza
su manta de tinieblas tendida ante el cielo
su veneno derramado por las calles de la ciudad



La ciudad apagó a los siete bardos
que eran sus estrellas
viajeros o ropavejeros la rechazarán todos
se oxidará su carretera y se tornará glauca su agua
¡esta mancha tizna tu frente, Anatolia!
ningún velo puede ocultar su infamia



Se van las grullas, ojos llenos de humo y niebla




Como una nube amarga abatiéndose sobre nosotros
la triste noticia se propaga de prisa
y quedamos atónitos



Aquí yacen nuestros muertos tendidos uno al lado del otro
como tantos cipreses cruzando nuestros pechos se lanzaban al cielo
ahora en el suelo forman un corro
al compás de los cantos fúnebres



Las grullas llenas de dolor van a romper en llanto


Teatro Gaviota (Cuba, 2019)


¿Dónde está, ay Sivas, tu hospitalidad?
¿tus alcachofas, las hojas de menta
creciendo al borde de tu arroyo?
¿quién te robó las manos de los trabajadores?
¿cómo calientas esas serpientes en tu seno?
asesinaste a tus heroicos huéspedes
y en nombre de la justicia divina
ni les has ofrecido tu yogur y tu pan



Se fueron, dejando atrás sus poemas y canciones
cubrimos con flores sus cuerpos florecientes
reprimiendo los sollozos
los llevamos en el seno de la tierra



Y las grullas están de luto




Era yo
yo en el Hotel Madimak ardiendo en "Sivas la Sangrienta"4
yo era treinta y siete personas
era un bardo lleno de esperanza
y de canciones justo antes del incendio
poemas frescos
y al son de mi saz subían las grullas al cielo
se encamaraban allí sobre las notas
mas después del incendio solo réquiems me siguieron
¡todo mi ser lo había dedicado a Sivas!



La sombra de Pir Sultan ronda por las calles
hasta el amanecer
no se toca más ahora que un saz quebrado
huérfano en Sivas
son lamentaciones mezcladas con el viento



Las alas de las grullas están rotas y sus ojos quemados



4 Nombre dado a Sivas en el siglo XVI después de la ejecución del gran poeta alevi Pir Sultan, acusado de fomentar una rebelión a favor del Sha de Irán.


"El umbral, una de las piezas más aclamadas de Hasan Erkek, obtuvo el Premio
Yunus Emre, concedido por el Municipio de Bakirköy, en 1997" (Ediciones Antígona)


Sangran mis dedos bajo las cuerdas del bağlama5
convertidas en cardos y son agujas las canciones en mi lengua
cualquier cosa que haga no puedo
refugiarme en ninguna ciudad
puesto que llevo ahora Sivas en mí



Sivas se ha convertido en una ciudad vergonzosa de este mundo
lleva el deshonor frente al universo
¡que no puede soportar esta infamia!



Pero aquí las grullas se han despojado de su luto



5 Instrumento de cuerda, variedad del saz.




De aquí en adelante no lloraré más
porque he lanzado mi corazón al incendio de Sivas
aquí he dejado mi ser endeble como un pelo
y han muerto mis sentimientos a excepción de mi ira
vuelta más cortante que una espada
mi cuello es el de treinta y siete personas
ya no se inclina



Las grullas pasan delante de mis ojos llenas de esperanza



Julio 1993
Ankara


* Traducción de Ada Mondès y Osmany Echevarría Velazquez.

** Tuve el placer de conocer a Hasan Erkek en un Festival de Poesía en La Habana Cuba en el 2020. Todos los textos pertenecen a Oh vida hazme renacer y fueron seleccionados por Paul Guillén.



Hasan Erkek nació en Adiyamn, Turquía, en 1970. Es dramaturgo, poeta y profesor de Teatro con una vasta trayectoria. Actualmente radica en París. Galardonado con más de 20 premios literarios, ha publicado alrededor de 25 libros científicos y artísticos en países como Turquía, Francia, España, Alemania, Rusia, Croacia, Armenia, Georgia, Bulgaria, Rumanía, Albania, Azerbaiyan y Hong Kong. Sus obras de teatro se han representado en más de 40 teatros de diversos países, incluyendo de forma prioritaria el Teatro Nacional de Turquía.
    Ha publicado: ”No hay paz” (Ankara, 1995); “El diario de Ezgi” (1997); “Radio Juegos de Niño” (Ankara, 1999); “Viva la paz” (Ankara, 1999); “Juego dentro del juego” (Ankara, 1999); “El Umbral” (Ankara, 2001); “Juegos de narrativa” (Ankara, 2001); “Juegos de radio” (Eskişehir, 2003); “Juegos de escenario para niños -1” (Estambul, 2004); “Umbral” (Estambul, 2007); “Wettstreit um die Freiheit” (“La competencia por la libertad” (Berlín, 2007); “Círculo sagrado” (Estambul, 2007); “Porog” (“Umbral”) (Azerbaichán, 2007); “Una canción de juventud” (Estambul, 2008); “Escenarios de cine” (Eskisehir, 2008); “Bogac Han” (Estambul, 2008); “Juegos” (Tiflis, 2008). Ha obtenido numerosos premios y reconocimientos (Fuente: Giselle Lucía Navarro en Revista Cardenal y Poesía inexorable blog).

martes, 26 de marzo de 2024

Cinco poemas de Luis La Hoz

 

Fuente: Revista En Lima


Las jaulas y los pájaros

Cómo no ser dueño de nada ni de nadie.
Cómo abrir esta jaula y dejar libres los pájaros.
Pro vita sua.

Digo lo de Empédocles: “Yo fui un muchacho
y su muchacha, un pez torpe en la corriente”.

Digo ahora: Es difícil rescatar antiguos versos,
lejanas sensaciones que hoy no corresponden
al movimiento de la mano.

Se trata quizá de ordenar viejos datos,
diamantes guardados en la memoria,
notas acerca de alguien que fue torpe y dulce
y torpe una vez más.

Creo que esto es la Poesía. Libres los pájaros,
absueltas las equivocaciones y las culpas,
limpia por fin el alma. Pro vita sua.


Fuente: UTADEO


Caminar, Baucis


Caminar, Baucis, por las hierbas de los parques. Mirar postes, nubes, gente que cruza. Sentir el resplandor de los versos que tú amas. No soy nada / Nunca seré nada / No puedo querer ser nada. Y continuar. Aire de la mañana o de la tarde. El mar que es inmenso. Todo lo conocido. Pero también lo otro. Destellos, actos o presencias que están allí, azar, detrás de puertas o ventanas, como un murmullo que no es anuncio ni llamado. Latido, quizá, o tigre o descarga eléctrica a punto de tocarnos.

Fuente: blog Poesía desde el fondo


Nocturno

Después de todos estos años
sólo tengo una casa en alquiler,
reproducciones de Duchamp y algunas plantas.
Poco es en verdad, oh heroica posesión
de quien no fue príncipe azul
ni guerrero sobre un mustang acerado.

Mi casa sólo son diez pasos,
libros y una música dulcísima.
No he querido más ni lo he pedido.
En las noches puedo beber un buen licor,
sentirme alegre y decírselo a Mariella.

Poco es en verdad, eso dicen. Mis plantas
son lirios, lilas, clásicos geranios
y otras cuyos nombres son menos hermosos.

A eso de las seis los niños hacen las tareas
mientras la garúa moja los cristales.
¿Alguno de ellos será poeta, sufrirá
y se irá a la mar con desconocida nostalgia?
Quién sabe. Sobre Barranco cae la noche
como una fina lámina de acero.
Los ojos de un gato brillan en la oscuridad.

Manuel Fernández, Luis La Hoz y Rossella di Paolo.
Presentación del libro Geografía inútil.
Fuente: Armando Arteaga 


Birds in the Night

Los pájaros que deambulan por la noche
suelen contarte grandes historias de pájaros,
de plumas, picos y de vuelos a galaxias
que por lo general terminan en desastre.

Los pájaros que deambulan por la noche
aman a sus pájaras en casa de otros pájaros.
Alguna veces las olvidan, las comparten
o las beben como el vino dulce de un verano.

Los pájaros que deambulan por la noche
mienten, escupen, escriben en los baños.
Cuídate, escapa, corre de ellos,

Te comerán los ojos, el estómago, las piernas.
Te enseñarán y para siempre que el amor
es solo un pájaro que deambula por la noche.

Fuente: blog Poesía desde el fondo

Escorpio


Cuesta caro escribir
Extraña confesión después de tanto verso,
de tanta historia que hoy es un puñado de líneas.

Lo demás casi no lo entiendo.
Pétalos de una flor de noviembre,
arquitectura del agua pasando por mis dedos,

escorpión insaciable,
medusa de maravillosos colores,
crisol de brujo donde todo debe convertirse en canción.

Lo vuelvo a decir. Pude ser mejor pero no más dulce.
Dos o tres veces me pregunté por qué escribía
y siempre fue como si llegara, desde lejos, un perfume.


* Todos los textos pertenecen a Cosa de nadie, 100 poemas y fueron seleccionados para esta muestra por Paul Guillén.

Mercedes Cebrián, Enrique Sánchez Hernani, Sergio Laignelet, Luis La Hoz, 
Jordi Virallonga y Juan Pablo Roa en el Festival de Poesía de Bogotá.
Fotografía: Camilo Penagos - Oficina de Comunicación Utadeo

Luis la Hoz (Lima, 1949) es poeta, editor, periodista y promotor cultural. Entre sus publicaciones se encuentra: Poesía (im)pura (antología, 2018), El sol entre las islas (2017), Cosa de nadie, 100 poemas (antología, 2010), 10 aves raras de la poesía peruana (antología, 2007), Geografía inútil (2006), Una flor amarilla (2004), Los poemas de Federico (2003), Oscuro y diamante (1998), El antiguo ardor (1993), Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, 33 poetas suicidas (antología, 1988), Los adolescentes (1987), Los setenta (antología, 1985), Ángel de hierro (1984). Fue fundador del diario limeño La República y codirector de la revista literaria Auki. Ha dictado talleres de poesía en diversas universidades de Lima. Dirigió la Casa de Poesía Eguren, el Departamento de Cultura del distrito de Miraflores, el Centro Cultural del Ministerio de Educación, el Centro Cultural de la Escuela de Bellas Artes, y la Gerencia de Cultura, Educación y Turismo del distrito de Barranco. Organizó legendarios recitales y conversatorios sobre poesía en los bares limeños Ekeko, Nosferatu, Patagonia, Sancho Panza y Jazz Zone. Reside en Barranco-Lima. (Fuente: Poesía desde el fondo).

Escucha algunos poemas en la propia voz del poeta: Poemas (Audiopoema) - hdl:20.500.12010/18989 (utadeo.edu.co)

lunes, 25 de marzo de 2024

4 POEMAS + 6 HUAIKUS DE MARTÍN CÓRDOVA BRAN


RECUERDOS DE UNA TARDE CUALQUIERA


Esta es una tarde cualquiera
y, como una tarde cualquiera, trenzará pájaros en los tejados
y, como una tarde cualquiera, lloverá otra vez y habrá fiesta
y, como es una tarde y no un desfile de malos augurios,
la calle se abrirá como una flor que atrae a las abejas,
porque en todas las tardes la señora Aurora tejía,
a la puerta de su casa, trajes para diablicos en el pueblo.
Y como es una tarde, como cualquier otra tarde,
los muchachos saldrán a buscarse la vida
con la dureza que tiene la av. Abancay delante de los espejos.

Allá, lejos, donde el sol cae con mayor distancia,
la tarde, siendo más larga, es también una tarde cualquiera
y allá la vida fluye despacio como las aguas
que discurren apacibles por el canal Rideau.
Incluso la menos cualquiera de todas las tardes
al pie de un árbol del que cuelgan mariposas amarillas
y, a pesar de la vitalidad del río Magdalena,
se hunde y se marcha como un gitano cualquiera.

He amado las tardes como una persona cualquiera
y como en un barrio cualquiera, o al pie de una montaña,
como lo es cualquier otra montaña con su hondo horizonte,
también he construido mis más puros anhelos;
aunque en el gran concierto del mundo,
sean a los ojos de todos los ojos anhelo cualquiera.

Pero esta ya no es una tarde cualquiera,
es la tarde infinita en la que empiezo a tejer el recuerdo
de lo que será a lo largo del tiempo otra tarde cualquiera.

Luna Negra Editores, 2022


AHORA viajo solitario hacia la noche.
Soy el que navega y observa
remontando una quebrada alta,
una roca como una barcaza a la deriva,
una roca en ti brotándote como un grito
que es un eco que viaja lento en el tiempo;
es el viaje hacia el origen de la noche,
el viaje íntimo que me reserva,
el viaje contenido que me exalta;
porque en ti la oscuridad se torna viva
y la vida es la sombra mayúscula donde habito
exiliado en los confines de mi cuerpo,
porque en mí habita la noche
y la contemplo y me contemplo huido de mi cuerva;
ojo que vigila desde el siglo otoñal que nos asalta,
desde la hora final que trae la sentencia punitiva
para la vida nuestra y esta condición del delito,
del delito inocente como un niño que lanza su trompo
y juega y juega a reinventar la noche…
¡Qué necesario es volver a mirarla en hora incierta!
recordar que en el silencio nos hace falta
distinguir la noble voz y la diatriba
y señalar, desde la antigüedad de la roca el rito,
el canto madre, el instinto de lo que no se sabe cierto.
Las verdades no se ocultan en la noche,
se abren entre las sombras y son luz para el que la pretenda,
como el amor que agazapado espera el ícor que le ata,
porque todo momento es aquí y ganancia es todo lo que se viva.
Oh, Dioses de la noche larga, bajo qué alero habita el mito,
la fe de nuestro tiempo, flor que se clava en el desierto,
flor que amanece entre los arcanos de la noche
noche que florece entre el ramaje del papelillo y su ofrenda;
ante ti se postra mi extasiada cabellera que delata
el gozo por tu reino que seduce el ansia y esta sensitiva
sangre que recorre el nervio desde el barro al infinito
para darle vida y hálito de viento a todo cuanto yace muerto.



BOSQUE,
camino de hojas
que reproducen un canto de pisadas
como un lento crepitar de latidos verdes,
bajo la mirada de un ánen1 milenario
como un código que el viento atesora
hacia tus días en que estás más próximo
al descubrimiento de la voz que llama...



1: Palabra awajún que significa canción o poesía de amor. Fuente: Diccionario Awajún – Castellano, Castellano - Awajún, 2020. Nota del blog.

Martín Córdova Bran en un bosque de
Santa María de Nieva, Amazonas


CANCIÓN DE LAS SONORAS INTUICIONES

III

Febril, mi corazón te alcanza
y tú puedes, con él, regocijarte;
te ofrezco goces y frescas enredaderas
como un ritual de frutas y de danzas.

A tu cuerpo subo como a una torre,
allá donde se saben altas las luciérnagas
y no son más que letreros incendiando el aire,
pero tu cuerpo es otra luz, más alta, y si vieras
cómo se iluminan mis manos al tocarte
y cuántas veces me he preguntado
si en el mundo se saben los amantes altos como una torre.
TU BOCA se abre y yo devoro el infinito
y agarrado a tus brazos/ o a tus pechos/ o a tus nalgas
descubro que el amor no es suficiente para salvarnos,
pero nos salva de nosotros mismos
y es un acto suficiente que a los dos alcanza.
A tu corazón subo también como a una torre
y desde allí arrojo una piedra
que cae sobre la conciencia de los seres;
aunque levanten la mirada
no podrían alcanzar tu corazón,
que hacia mí se abre
y yo lo acaricio y lo muerdo como una manzana.
Tú solo cierras los ojos y me ves amamantado,
dulce y extasiado de tus jugos gloriosos.




HUAIKUS

27

La muerte busca.
En presuroso salto
huyen venados.


28

Corren las nubes,
en sus entrañas llevan
las furias de Dios.


53

Baja el río con sus peces y sus lodos.
Con sus rezos y sus lloros
bajan campesinos de los cerros.


57

En el campo, el canto, el llanto;
no son gorriones los cantores,
Son las madres sin sus vientres.


60

La muerte que viene de lejos,
los brujos que espantan la muerte.
La muerte y los brujos se entienden.


70

¿Es injusto el lobo
que mata en la mañana
o es injusto el hombre que mata la montaña?



* Selección de poemas: Miguel Urbizagástegui


Martín Córdova Bran (Piura, 1985) 
Estudió Periodismo en la Universidad Nacional de Piura.  Como escritor, perteneció al grupo literario “Plazuela Merino” y a la Asociación Cultural Sicanni. Poemas suyos han sido publicados en las revistas literarias Plazuela Merino, Sietevientos, Pensamiento Profano, Granizo Lunar, Piel de Kamaleón. Ha publicado el libro de poesía Arquitectura y Destrucción del Arcoiris (2015) y Ese pájaro ardiente (2022). Formó parte de la comitiva peruana que participó en el XIII Parlamento de Escritores de Colombia realizado en Cartagena de Indias, asimismo en recitales organizados por la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Ha realizado diferentes conferencias sobre Periodismo y Literatura tales como: “El ángulo de la noticia y el periodismo de hoy” (2016) “Medios de comunicación, periodismo y democracia” (2016) “Nuevos Horizontes Del Periodismo Desde Una Perspectiva Crítica Decolonial” (2018), en Piura; “El Mito en José Carlos Mariátegui” (2017) y “Apuntes sobre la literatura de Piura en la primera década del siglo XX” (2018) en Chiclayo.

Cuatro poemas inéditos de Ludwig Saavedra

  Oración pagana del amor mochilero   ¿El corazón merece perdón? Todo el silencio es despiadado Todo silencio es una playa De tiempo es esta...