Ya salió Metrópolis, número 24, con los poemas de:
Julián Bejarano (Buenos Aires, Argentina)
Dolores Dorantes (Córdoba, Veracruz, México)
Carlos López Degregori (Lima, Perú)
Jerónimo Pimentel (Lima, Perú)
Javier Acosta (Estancia de Ánimas, México)
Bruno Pólack (Lima, Perú)
Tanya Huntington Hyde (Estados Unidos), en traducción de Hernán Bravo Varela (Ciudad de México)
Con diseño de Liliana Castro (Guadalajara) y la obra plástica de Rubén Maya (Huimilpan, Querétaro, México).
Búscala en nuestra página web (www.revista-metropolis.com) o consíguela en Guadalajara en:
Fondo de Cultura Económica
Café Morgana
Casa Bolívar
Dear Deer
Estación de Lulio
Museo de las Artes
Casa ITESO Clavigero
Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz
Museo Raúl Anguiano
Casa Vallarta
Librería Ítaca
y otros centros culturales de la ciudad, además de que estará rolando en el Verano de la Poesía de Guadalajara (del 23 al 26 de junio).
Son 3,000 ejemplares gratuitos.
Julián Bejarano (Buenos Aires, Argentina)
Dolores Dorantes (Córdoba, Veracruz, México)
Carlos López Degregori (Lima, Perú)
Jerónimo Pimentel (Lima, Perú)
Javier Acosta (Estancia de Ánimas, México)
Bruno Pólack (Lima, Perú)
Tanya Huntington Hyde (Estados Unidos), en traducción de Hernán Bravo Varela (Ciudad de México)
Con diseño de Liliana Castro (Guadalajara) y la obra plástica de Rubén Maya (Huimilpan, Querétaro, México).
Búscala en nuestra página web (www.revista-metropolis.com) o consíguela en Guadalajara en:
Fondo de Cultura Económica
Café Morgana
Casa Bolívar
Dear Deer
Estación de Lulio
Museo de las Artes
Casa ITESO Clavigero
Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz
Museo Raúl Anguiano
Casa Vallarta
Librería Ítaca
y otros centros culturales de la ciudad, además de que estará rolando en el Verano de la Poesía de Guadalajara (del 23 al 26 de junio).
Son 3,000 ejemplares gratuitos.
***
Toda la noche hablaste con los árboles
Pasé toda la noche hablando con los árboles.
Les decía una palabra y ellos se alejaban sacudiendo sus ramas, aterrados en el viento nocturno.
Les decía otra palabra y corrían todavía más, como una luna huyendo de otra luna o la sombra que se levanta en el bosque para saltar a otra sombra más vasta.
¿Pero qué les decías a los árboles?
¿Les contabas historias de ciego terciopelo?
¿Encendías de carbón sus corazones en un anuncio mortal?
¿Les hablabas dormido?
¿Los seguía volando tu lengua desprendida desde el sueño?
No lo sé.
Yo sólo hablaba con los árboles y ellos temían mis palabras: como si guardaran algo que no cabe en ellas: el revés de lo que podemos decir:
y es un grito imposible
de ira
de castigo
de amor.
Carlos López Degregori, Lima, Perú (1952)
www.revista-metropolis.com
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