Quien vivió en paz,
que en paz descance
Juan Gonzalo Rose
El cable informa que el lusitano premio nobel comunista a forro
murió de cáncer y tristeza / murió de alocada pena y contaminación,
mientras yo esperaba a Sofía Loren en Plaza San Miguel
con dos coca-colas y una chata de ron. Se había puesto
botas negras y un blue jeans que le levantaba el culito
a la máxima expresión.
El curita Cardenal declara a la prensa y dice que Saramago
fue un ser humano extraordinario, comprometido con las
causas más nobles de la especie y los pueblos,
mientras veo llegar con media hora de retraso a
mi Sofía Loren cubierta de un saco pana plomizo
muy a tono con el cielo maldito de Lima-limón.
Los predicadores en la calle no saben quién carajo
escribió "El Evangelio según Jesucristo", tampoco
les interesa saberlo a pesar de que en Quilca por
diez lucas tienes una punk edición,
pero más bella es mi Sofía Loren cuando me
coje del brazo y me dice "Papi, esta noche
seré tuya". Y así fue, aunque trabajo me costó
bajarle sus bombachas color café light.
Leo que cremarán sus restos en Lisboa y
arrojarán sus cenizas en Lanzarote,
días después de discursos o de las lágrimas de
mi amiga María Fernanda de Abreau,
mientras seguramente Sofía Loren y yo
estemos revolcándonos como dos alucinados
en un telo (mereces) de 30 lucas.
Un caldo de gallina con huevo duro para nuestros cuerpos
y que José Saramago descanse en paz.
* Sandro Chiri (Callao, 1958). Dirige la revista literaria La Casa de Cartón. Ha ejercido la docencia universitaria en la Universidad de San Marcos de Lima (1989-2004), labor que continúa pero en las aulas de Temple University (Filadelfia). Es autor de los poemarios El libro del mal amor (1989), Y si después de tantas palabras (1992), Viñetas (2004) y Poemas de Filadelfia (2006, edición bilingüe). Ha publicado en coautoría las selecciones Cuento peruano contemporáneo (1991), Narrativa de vanguardia en el Perú (1994) y El cuento en San Marcos (2000).
que en paz descance
Juan Gonzalo Rose
El cable informa que el lusitano premio nobel comunista a forro
murió de cáncer y tristeza / murió de alocada pena y contaminación,
mientras yo esperaba a Sofía Loren en Plaza San Miguel
con dos coca-colas y una chata de ron. Se había puesto
botas negras y un blue jeans que le levantaba el culito
a la máxima expresión.
El curita Cardenal declara a la prensa y dice que Saramago
fue un ser humano extraordinario, comprometido con las
causas más nobles de la especie y los pueblos,
mientras veo llegar con media hora de retraso a
mi Sofía Loren cubierta de un saco pana plomizo
muy a tono con el cielo maldito de Lima-limón.
Los predicadores en la calle no saben quién carajo
escribió "El Evangelio según Jesucristo", tampoco
les interesa saberlo a pesar de que en Quilca por
diez lucas tienes una punk edición,
pero más bella es mi Sofía Loren cuando me
coje del brazo y me dice "Papi, esta noche
seré tuya". Y así fue, aunque trabajo me costó
bajarle sus bombachas color café light.
Leo que cremarán sus restos en Lisboa y
arrojarán sus cenizas en Lanzarote,
días después de discursos o de las lágrimas de
mi amiga María Fernanda de Abreau,
mientras seguramente Sofía Loren y yo
estemos revolcándonos como dos alucinados
en un telo (mereces) de 30 lucas.
Un caldo de gallina con huevo duro para nuestros cuerpos
y que José Saramago descanse en paz.
* Sandro Chiri (Callao, 1958). Dirige la revista literaria La Casa de Cartón. Ha ejercido la docencia universitaria en la Universidad de San Marcos de Lima (1989-2004), labor que continúa pero en las aulas de Temple University (Filadelfia). Es autor de los poemarios El libro del mal amor (1989), Y si después de tantas palabras (1992), Viñetas (2004) y Poemas de Filadelfia (2006, edición bilingüe). Ha publicado en coautoría las selecciones Cuento peruano contemporáneo (1991), Narrativa de vanguardia en el Perú (1994) y El cuento en San Marcos (2000).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario