domingo, 3 de noviembre de 2013

La poesía visual en México de Samuel Gordon, por Eva Castañeda

La poesía visual en México
Samuel Gordon (compilación, estudio y edición)
Universidad Autónoma del Estado de México,
México, 2011.

La poesía visual en México es considerada por muchos un fenómeno reciente y novedoso, algunos han escrito alrededor del tema, como si éste fuera un descubrimiento que se ha incorporado repentinamente al terreno lírico; se toma por poesía visual casi cualquier ejercicio que fusione de manera más o menos arriesgada, texto e imagen. Frente a este escenario de aparente desconcierto y falta de investigación, se vuelve necesaria la presencia de bibliografía que de manera seria dé cuenta de aquellas vetas poéticas que rebasan la concepción de la poesía de discursividad tradicional.

Samuel Gordon ha desarrollado un proyecto cuya edición y coordinación estuvo a su cargo. La poesía visual en México es un libro que sin lugar a dudas es ya referencia obligada para acercarse al tema. El lector encontrará en este volumen un amplio panorama sobre el desarrollo y los derroteros por los que ha transitado la poesía visual de nuestro país. Por ejemplo, en el Estudio introductorio titulado Poesía para ver antes que leer que hace el propio Gordon, repasa los distintos momentos de la poesía visual, desde sus primeras manifestaciones durante la Nueva España, hasta la lista que conforman José Juan Tablada, el Estridentismo, Octavio Paz, Jesús Arellano, Marco Antonio Montes de Oca, Víctor Toledo y José Alfredo Nava Hernández. Todos ellos autores que representan algunos de los momentos más emblemáticos de esta dicción poética.

El coordinador del libro precisa desde las primeras páginas que hay ciertos cuestionamientos sobre poesía visual que no pueden evadirse. El autor los hace explícitos en una serie de interrogantes:



¿Cómo juzgar la calidad estética de la poesía visual?, ¿Cómo determinar criterios de calidad?, ¿sobre qué bases? ¿Habría que examinar, adicionalmente, muchas de las esferas provenientes de distintos cauces de la poesía “experimental”, tales como la permutacional, la verbofónica, la visiva, la especialista, la signista?; ¿es arte poética, arte plástica o arte gráfica?



Tales cuestionamientos se verán enriquecidos con las interrogantes planteadas por los demás ensayistas en sus propios textos. Este punto de partida resulta fundamental pues al preguntar, se abre la posibilidad de continuar con el estudio del fenómeno poético, además de asumir un papel crítico frente al objeto de estudio.

El libro está dividido en tres secciones: Aspectos teóricos, Aspectos historiográficos y Estudios monográficos, lo cual permite que la información se organice de manera atinada. Iniciar con los Aspectos teóricos proporciona al lector algunas de las herramientas necesarias para acercarse al estudio de la poesía visual a través de un marco referencial sólido. Hacia una lectura sintáctica de la poesía visual escrito por María Andrea Giovine, especialista en poesía en medios alternativos, deja en claro que: “[…]  la decodificación de la poesía visual no puede realizarse mediante los códigos interpretativos clásicos; en ella todos los planos que conforman nuestra idea convencional de “poesía” se han visto modificados o llevados al límite”. Es este sentido, el acercamiento teórico a esta poesía también debe proponer nuevas rutas de análisis, hecho que la ensayista cumple, pues en modo alguno su lectura sigue los viejos paradigmas. Su planteamiento sobre la sintaxis de la poesía visual es en sí mismo revelador, en tanto hecha por tierra aquellos supuestos que ignoran la existencia de sintaxis en la poesía visual.

Tentativa para la tradición de una poesía visual en México es el título del único ensayo que conforma los Aspectos historiográficos. Alejandro Palma rastrea el decurso de la poesía visual en México desde sus primeras manifestaciones hasta llegar a las muestras más recientes, y aborda el tema desde una posición crítica “en torno a su tradición y el contexto bajo el cual se generan”. Esta actitud que rebasa por mucho el mero muestreo histórico, ofrece al lector una lectura que reflexiona concienzudamente sobre estos aspectos. Desde las primeras líneas hace manifiesta su crítica a las lecturas reduccionistas de la poesía visual como una práctica minusvaluada frente a la poesía tradicional:



Tanto los creadores como la crítica literaria insisten en considerar las exploraciones figurativas y visuales en la poesía como un mero divertimento, estrafalario a veces, que desde luego no merece la atención que sí requiere la obra poética inscrita en lo puramente verbal. […] la literatura occidental en general ha confiado demasiado en su potencia verbal descuidando las ventajas de una dimensión figurada.



La actitud que mantiene a lo largo del ensayo, deviene en una reflexión final, que me parece, apunta a uno de las zonas más polémicas e interesantes de la poesía mexicana actual. Palma señala que “debe aceptarse una tradición de la poesía visual desde la Colonia”, pues es a partir de este reconocimiento que podemos apostar por una “renovación e innovación del lenguaje poético”. En la medida que esto ocurra se saldrá “del letargo y redundancia poética en que se han sumido las generaciones jóvenes de poetas mexicanos.” El lector puede o no estar de acuerdo con tales aseveraciones, puede cuestionarlas, refutarlas y, por supuesto, fijar su posición frente a un tema que se ha vuelto ineludible, pero no puede dejar de reconocer que el trabajo historiográfico de Palma constituye una aportación insoslayable para un estudio integral de la tradición poética mexicana que la considere en todas sus manifestaciones, no solamente la producción escrita.

Por su parte, los ensayos que componen el apartado de Estudios monográficos hacen un análisis sintáctico y semántico de poemas visuales representativos de nuestra tradición. Estos ensayos son además un reconocimiento al trabajo que han realizado en este campo, poetas como Octavio Paz, Jesús Arellano, Raúl Renán, Enrique González Rojo y Víctor Toledo.

La poesía visual en México es, como líneas arriba señalé, un libro necesario para el estudio de esta veta poética. Cumple a cabalidad con el objetivo de proporcionar al lector un panorama completo de la poesía visual en México, al tiempo que genera una reflexión y un dialogo con las formas no tradicionales del ejercicio lírico. La ardua labor de investigación por parte de los ensayistas y la atinada dirección de Samuel Gordon, dan como resultado un libro destinado a convertirse en una referencia obligada al momento de escribir la historia integral de la tradición poética mexicana.

http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=2135&Itemid=81

No hay comentarios.:

CINCO POEMAS DE JAVIER DÁVILA DURAND (Iquitos, 1935-2024)

EPÍSTOLA A JUAN OJEDA Te recuerdo una tarde de la patria mía. Volvías del Brasil desengañado. Acababas de quemar tus naves en el Puerto...