-NÚMERO 2: Tengo que coser los árboles para el velo de nuestra señora pues yo me proclamo sastre...(hunde su puñal en un tronco de árbol) Las hojas gritan y algunas ramas sangran...Pero este alcohol de cabeza de madera carece de sabor.¡Tengo sed!
-NÚMERO 3: Os saludo con todos mis colmillos; ¡y que la lepra consuma vuestros disfraces!(...)¡A la hora determinada de una cifra exacta que es XII -y esta hora no varía- aparecerá, en la encrucijada de los espacios que faltan, el caballero Sagitario cuya montura, la montura de espectro, pisa un sol de disco!... El
NÚMERO 4: !Muy buenos días según la costumbre y las cortesías de perro! (...)
NÚMERO 1: La muerte no tiene importancia ya que no es más que una especie de genuflexión. Pero mi brazo ha chocado y mi cráneo me duele, abierto sobre un abismo en mi interior...
NÚMERO 2:...¡Igual que mis asas o, si prefieres, mis brazos! Me desvelan un vacío flotando dentro del vaso de mi cuerpo; ¡y pronto veré heridas en mis dedos o fuera! Pero ni sangro ni sudo...
...¡Pero cojeo! Y mi pata izquierda es demasiado corta para mí... (arranca su máscara y reaparecen todos sus rasgos de loco-furioso-como-cojo)
EL LOCO:¡Me falta un signo! Mi cojera es testigo.
NÚMERO 1: Sueño de vampiro...¡Cristal
VOZ DEL NÚMERO 1: Llegamos tarde, pero ¡no importa!... Mordamos a los muertos y hagamos a los vivos signos imposibles a los que atribuiré, sin embargo, un sentido netamente negativo. La batalla está en su apogeo... Pero nosotros dejamos aquí nuestras insignias de perros...
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