Gigante árbol que se mece
Tengo miedo porque escribo en vez de salir a la calle y hacer de mi tiempo algo más valiente,
Algo más corporal.
No lo digo a menudo, pero estoy solo.
Que no lo haya dicho a menudo no significa que no lo haya estado.
Igual no importa porque he aprendido a controlarme,
Y si olvido hacerlo es porque olvido antes otras cosas.
Cuando estaba drogado, recordé haber escrito un pequeño libro con textos bastante honestos
Una cosa que hice y subí a internet en pdf.
Una cosa que tenía como personajes invitados a moe szyslak y homero simpson.
Nadie lo leyó, supongo, y en realidad tampoco importaba
Sólo hacía eso para dejar rastro en la red de que,
Al igual que un montón de gente,
Yo también estaba aburrido.
Bueno,
Estaba drogado y recordar aquél libro en ese momento
Me avergonzó tanto que pensé en suicidarme.
La vergüenza empezó por el título
Ya que parecía una invitación alucinada y nerviosa a asistir a esos momentos en que uno piensa cosas interminablemente
Sólo porque no puede realizarlas.
Pensaba en el libro y quería suicidarme,
Sabía que no lo iba a hacer, porque era consciente de que la probabilidad de tener malos viajes
se había elevado considerablemente
En aquél periodo en
que era un experimentador inseguro y tímido
con las drogas.
Y las ideas suicidas eran parte de eso.
Pienso que escribir así está mal porque no me esfuerzo en usar una técnica mejor y sostener estas palabras con recursos literarios más sofisticados
Pero es que tampoco puedo pensar tanto.
El lenguaje es genial
Pero las condiciones emocionales que incomodan son como un lenguaje marciano que nadie quiere enseñarnos y vamos aprendiendo por nuestra cuenta,
Torpemente
No tendría que escribir esto si en verdad no quisiera hacer algo más valiente con mi vida y las ganas no me dieran más que para teclear algo.
Ya no voy a usar palabras denigrantes con mi alma
Pero tampoco voy a salir a hacer algo estúpido y valiente al mismo tiempo.
La escritura va corrigiendo mi comportamiento y me pone en cuarentena de las situaciones que ponen en riesgo mi vida.
Pero ahora no me gusta
Porque quisiera hacer algo que no sea escribir y que sea dejar esta habitación.
Los audífonos siempre son útiles para realzar la individualidad y hacer de las necesidades personales las más importantes del mundo
En ese momento,
Es una ola que levanta el cuerpo y lo conduce hacia el lugar calmado.
Mis audífonos se han perdido en una borrachera y desde entonces no he salido de casa y he presentido cosas
Me he puesto más paranoico y sólo quiero escribir porque no puedo hacer algo más porque además no tengo dinero
Porque no tengo alguna técnica sofisticada que me aproxime a lo que deseo realmente como ser humano.
Sé cómo puede pasar pero no me explico por qué no sucede.
Voy recordando cómo es sentirse incómodo con uno mismo a medida que veo que las cosas no resultan como debería si consideramos que soy una persona lo suficientemente normal como para merecer que le sucedan cosas geniales y le devuelvan las ganas de vivir.
Ahora uso unos audífonos gigantes que se han comido a mis orejas
Y subo todo el volumen para que la música sea casi real en mi cabeza
Me estoy vengando de mí mismo porque las cosas no me están saliendo bien
Y pienso que mejor me inclino ante una leve esquizofrenia pop generada por la música y pongo mis huesos a bailar una canción que suene sólo en mi cabeza.
Soy un escenario vacío
(Cada vez que suelto una frase nihilista me siento defraudado de mi talento y un poco valioso porque aún puedo hacerlo, pese a todo)
A donde acuden algunos músicos de alguna banda que me gusta remotamente
Lanzan su repertorio de canciones con un aire desganado pero no dejándolo evidenciar demasiado en sus voces
Mis ojos usan camisetas con el logotipo de la banda y miran fijamente el movimiento de labios y los dedos en las guitarras
Es toda la historia que me puedo ofrecer
Y es tortuoso en cierto sentido jocoso
Tal vez mi creatividad nunca me abandone porque precisamente mi creatividad es la sombra de quienes me han abandonado.
Siento que puse “el canal en donde toca ser honesto” en la tv de mi cerebro y la estoy viendo desde una proximidad peligrosa
Pegando los ojos a la pantalla
Como pequeñas lenguas que quieren lamer algo que
En público
Es vergonzoso.
Quiero explicar este estado explicando qué pensé al escuchar a un amigo que había empezado a tenerle pánico a estar solo
A estar y a sentirse
Solo.
Pensé que estaba bien
Que estar y sentirse solo y desesperar por ello era como un desafío que sacudía el polvo a los días
Si estás solo y te jodes poco a poco
Es momento de hacer algo,
De acudir a esa parte de ti que es capaz de hacer cosas que tu otra parte lamenta no poder hacer
Es una condición natural, le digo
Al final todos estamos solo, le digo
Y reímos cada uno con afectaciones diferentes.
Comprendo mejor a la gente solitaria cuando está conmigo y
Cuando están lejos los pierdo en mí
Se congregan en mí.
No sé si esto pueda producir dolor,
Pero mi otra parte que podría solucionar las cosas le ha dicho a mi parte que no puede hacer nada que no se puede hacer nada
La resignación es un estado del que uno no puede lamentarse del todo
La resignación es la hermana cuerda de la esperanza y quiero vestirme de la hermana cuerda
Es decir
Ser ella.
Mi cuerpo encerrando mi mente grafica perfectamente mi orgullo y mi negativa a nombrarte
Nombrarte en cualquier lugar no cambiará nada,
El universo es un perro que persigue su cola
El peor universo es la sociedad
Digo, la ciudad y sus costumbres.
La banda que toca en el escenario que soy es este poema interpretando una de sus canciones de mediano éxito y que está a punto de terminar luego de una parte instrumental que se ha extendido exageradamente hasta inducir a un trance bastante infantil entre los miembros.
Al parecer
Están acostumbrados a distenderse mientras puedan,
A hacer de cualquiera de sus canciones un ejemplo de cómo se hacen las cosas cuando éstas producen placer:
Prolongar
Distender
Cruzar la línea.
Estoy aprendiendo y mis huesos bailan
Mi cabeza se inclina en un movimiento de incredulidad
Aún no creo que las cosas estén saliendo así porque yo las esté destinando a ese resultado
Aún no creo
Y supongo que es parte de ésta paranoia intentar renunciar a las cosas e intentar tranquilizarme escribiendo.
Escribir es tan terapéutico como dormir y tan dañino como despertar.
Mis ojos encamisados y contornándose celebran algo que yo me niego a celebrar
Algo de mí es un monstruo que no sabe ser malvado y que se avergüenza de su poca capacidad de asumir las cosas con serenidad
Algo de mí escucha a ese otro algo de mí que es más importante en los casos en donde la ansiedad empieza a gobernar tiránicamente mis pensamientos.
Y lo que escucha son como noticias repetidas
Noticias como que tú no eres un cementerio en donde la hierba crece creyendo ser tu espíritu,
Como que por qué mejor no imaginas la ciudad vencida por el mismo aburrimiento que me obliga a tentar sospechas infundadas,
Como que por qué mejor dejas al más sabio de los fenómenos de universo actuar:
Al tiempo
Que al fin y al cabo ni me pertenece ni me importa.
Pero yo me obstino en que ningún poema mío termine sin algún final brillante pero
Mi poema es un rescatista sin escaleras y yo soy un gato trepado al árbol más alto que es la situación en la que me encuentro.
Tú vendrías a ser la semilla del árbol.
(2017)
IDENTIKIT
Nada es tan divertido como la nada descendiendo como una nube sobre la palma de mi lengua
Ostentando el brillo de las posibilidades.
Mi entusiasmo es el mismo baile
Con los zapatos distintos.
El movimiento desde la incomodidad y la imprecisión de verse limitado
Por las exigencias adaptativas:
No ser más que el último eco de la protesta.
Recibir lo que das
Es la última medida de la resignación.
Mi juventud es la eternidad rendida ante un dios que huye de sí mismo.
Todos mis dedos cuentan la misma historia mientras traman el próximo suicidio tenue
Mi espalda responde a todas las preguntas que mi boca plantea.
Mi cerebro es un cuchillo que canta.
Soy yo y la nada merodeando
Pero es divertida hasta que yo lo decida
O la soporte.
Todos los niños reúnen el futuro entre sus manos y no hablan porque hacerlo implica conflicto y se quedan como flores de piedra viendo cómo el nuevo lenguaje se hace sólo de aire.
Un 18 % de mi alma cae sobre un 45 % de mi cuerpo cansado
Trabajar no es un pretexto para
Sentir orgullo, es una metáfora insatisfactoria.
Hablar con las paredes sobre las contingencias que ofrece la soledad como letrero luminoso en la puerta de un teatro exuberante no es más que un discurso inverosímil de la razón deshaciéndose.
Detestar lo peor de mí no me hace mejor persona,
Hablar de mí en tercera persona no me exalta desde el anonimato
No me define como quiero descansar
Me esconde en la misma piel del mundo
Que transita un universo sórdido y extrañamente calmado
El día de hoy
En donde mi frente es cortada por una planta ancestral que devoro.
Mi falta de fe es un médico durmiendo en el pasillo de un hospital a las 3 y 56 de la mañana en que naces y eres un cúmulo de comportamientos futuros que rozará sensualmente los límites de la locura que oigo
Alucinado y sometido
Mi cuerpo restregado en este largo hospicio que cae ante tus pies para honrar tu
Nimia existencia haciéndose
Presente
En esta noche
En donde el único sentido que le puedo dar
A mi vida
Está signado por un par de pulmones conversando entre sí
Mientras
El mundo es el trayecto de tus pies hacia un olvido ruidoso.
Vello facial
Mi cara es un bebé con poco pelo
Un durazno lanzado hacia la parte trasera de un automóvil corriendo a 160 kph.
Mi cara se golpea a sí misma.
Hay veces en que quiero decir más de lo que digo realmente dentro de mí.
Hay veces en que mi cara poco peluda me parece lo suficientemente peluda como para hacer estallar al mundo.
Me pregunto en algunas ocasiones si mi cara es lo que realmente hace que tenga problemas con la vida, que si mi cara es la causa de que haya dejado de escribir o empezado a escribir mal o arruinado mis relaciones personales.
Mi cara se extiende por todo mi cuerpo y lo cubre como una piel imperceptible a los ojos de los demás.
Mi cara es un revoltijo repleto de pelos que devora mis huesos de metal y mi cerebro visiblemente hinchado como un globo.
Aire, aire. Aire.
Mi cara es una isla en donde me doy unas vacaciones para pensar mejor qué quiero hacer con mi vida y termino pensando en chicas en bikini.
Mi cara habla de mí la mayor parte de las veces y aún no sé si sentirme avergonzado o hacer como si nada pasara y controlar el ritmo cardíaco en mi corazón, que no se asemeja a nada hermoso ni a nada horrible.
Es una hoja en blanco, una tajada de un pastel que llevó casi toda su existencia flotando en el espacio.
Hay poco pelo en mi cara y ese es el principio de una serie de asuntos que tienen que ver inevitablemente conmigo intentando responder preguntas que no tiene caso ser respondidas.
Una relación de pertenencia que se sostiene en la costumbre de identificar todos los errores como procesos de aprendizaje que van reajustando mis piezas sólo para comprobar que los pelos de mi cara pueden seguir siendo contados fácilmente hasta acabarse.
El rostro de poco pelo no tiene miedo de…
La ansiedad es divertida cuando ya nada llega a ser divertido
El rostro de poco pelo no es en ningún caso una oportunidad de exploración literaria,
Es una cara que es un puño haciendo pedazos un espejo en el baño de un colegio excesivamente ruidoso y demente.
Un rostro que aprecio como si fuera un hijo indeseado que ha aprendido a portarse bien ocupando su tiempo en organizar su tiempo para no desperdiciar más su valioso tiempo.
Una cara que significa que alguien ha comprendido que la enfermedad mental es una cara que copia a la original, que la sociedad es una gran cara informe, un monstruo que opina que la autoestima es una lata de sopa vencida.
Que nada termina sino con un inexplicable gesto congelado entre los labios/cara/ojos/ y supuesta profundidad de los ojos.
La honestidad es sólo un pretexto para arruinar la diversión.
J. Estiven Medina Ortiz (Apurímac, 1995). Publicó "Hablemos de mí mientras las hormigas devoran el sol". Lo demás está desperdigado en internet.
2 comentarios:
Por fin, después de varias semanas de búsqua halla en la web un sitio y un poeta realmente que su nombre se ecribe con mayúsculas, ESTIVEN MEDINA, quien presenta aquí tres poemas de buena marca. Una poesía que se equilibra la épica y la lírica, conversacional - que en los sesenta en Espana, se la habría ubicao entre los poetas de "la experiencia", como así lo fue en el Perú la poesía de Cisneros. Un abrazo, poeta, felicitaciones, gracias por compartir.
por favor corregir mi entrada, algunas letras no se marcaron.
Por fin, después de varias semanas de búsqueda, ahora hallo en la web un buen sitio y a un poeta realmente de excelencias cuyo nombre quisiera escribirlo con mayúsculas, ESTIVEN MEDINA, quien presenta aquí tres poemas de buena marca. Una poesía que se equilibra entre la épica y la lírica, conversacional en que el poeta no canta, simplemente habla con sus interlocutores- una poesía que en los sesenta en Espana, la crítica de entonces la habría ubicado entre los poetas de "la experiencia", como así lo fue también en el Perú la poesía de Anronio Cisneros. Un abrazo, poeta, felicitaciones, gracias por compartir.
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