Ejemplares "Carta para Mónica Santa María". Créditos: Gabriela Zamata
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Presentación leída en Cien fuegos (París) el 19.01.2018
Esta noche tengo el enorme placer de presentar
un pequeño artefacto poético. Se trata de un objeto
delicado que nos proviene de otros tiempos y espacios, y es, a su vez, presente
y actual: una carta de esas de verdad, una de esas lindas, con sobre y
estampilla, escrito sobre un cartón un poco amarillento que contiene, una vez
desplegado, un poema largo para la difunta Mónica Santa María,
cuya cara luce, además, en una de las estampillas, con la indicación conmemoración,
1994 – 2004.
Un poema epistolar para Mónica entonces, ángel de los niños de una generación peruana, e
incluso latinoamericana. Conductora del programa infantil Nubeluz entre
1990 y 94, la dalina se suicidó un 13 de marzo de ese mismo año y traumó a una
generación de niños que aprendió a través de ella la palabra suicidio:
la
sordidez de una falange decidiendo jalar el gatillo hacia la noche
un cascarón azul crujiendo ante
la incontenible belleza de ser un monstruo distinto al
que
nos enseñaste a anidar en las pantallas (Baca: 2017)
Muerte súbita escandalosa: la cara
publicitaria se voló la cabeza con una pistola, dejando, literalmente, un hueco
en el paisaje capitalista de la propaganda y del programa infantil.
Pero
también dejó un hueco en toda esa generación de niños-arcoíris
a la que pertenece Robert, quien nació en 1986 y quien creció con la imagen de
esta bella de ojos claros que cantaba esas canciones de Nubeluz que algunos
acá presentes recuerdan tal vez, canciones como “Yo quiero ser
(astronauta y llegar a las estrellas)”. Es que toda una generación aplastaba
sus narices contra las
viejas
Panasonic heredadas por los abuelos
para
verte
para
verte siempre emerger desde los horarios matinales
como
una planta carnívora enlutando al insecto technicolor de la infancia (Baca:
2017)
Una muchacha joven prometiendo estrellas a los
niños, mientras que los vende, a través de su figura, al mercado capitalista,
al mismo tiempo que este la transforma en una estrella cada vez más grande,
voraz, que frente a tanto éxito y presión siente la necesidad de volarse la
cabeza. El poema epistolar “Carta a Mónica Santa María” busca otorgarle una suerte de vox a esta generación que aplastó sus narices contra las viejas TVs,
ya que se trata de un poema polifónico que evita usar la primera persona del
singular, que intenta encontrar una respuesta al vacío que dejó el suicidó de
Mónica, que busca “extraer (…) algunas notas musicales para reparar la
infancia” (Baca: 2017).
Sin
embargo, estas notas no llegan a ser armónicas, este poema no repara nada: al
contrario, la carta para Mónica Santa María formula una crítica, tanto al sistema político del aquel
entonces ¾esto es la irrupción del capitalismo y la
incorporación del Perú en una dinámica económica
global¾, como a la transformación de todo en
mercancía. Así se denuncia por ejemplo el enriquecimiento
incesante y espiral de la joven estrella en este contexto capitalista al que se
vio incorporado el Perú en los años 90: “los
cursores palpitantes ampliando cifra a cifra los números bancarios/ en
las pantallas de esta turbia velocidad provocada por el orbe” (Baca: 2017), o aún: “Mónica, ¿alguna vez
soñaste con el monstruo/ y sus millones de orificios en las pantallas de los
cajeros automáticos?” (Baca: 2017).
Para
que el capitalismo funcione, todo, hasta lo intangible, se convierte en mercancía,
como la imagen de la joven modelo que se vuelve deseo en este mundo que es,
según el autor, un animal subterráneo, oponiéndose a todo el campo léxico aéreo de Nubeluz. Los niños-arcoíris de esta generación van
encarrilados por “la ruta que trazan las vías públicas del deseo” (Baca: 2017) ¾este deseo que es tu imagen, Mónica, tu risa, tu boca por la que
introdujiste la pistola¾, convirtiendo “tu
carencia en la TV/ [en] la peor de las necesidades” (Baca: 2017). De golpe los
nubecinos se toparon con la muerte y el deseo, que obviamente no se
satisfizo con la aclaración bastante frívola del
director de Nubeluz que tenían grabado tres emisiones más, y mucho más
material, y que los pobres niños no se preocuparan: su dalina de corazón iba a sobrevivir en la televisión. Esto sería entonces
aprender a los ocho años lo que es un simulacro, supongo yo.
Presentación de artefactos en París: Gianna Schmitter, Robert Baca y Diego Trelles. Créditos: Victoria Márquez Feldman |
Esta carta recuerda y pregunta, pero también
reprocha. La carta para Mónica, que lleva la fecha del 12 de marzo del 2004, es
decir que está fechada a casi diez años después del suicidio (13.03.1994),
demuestra que el niño de antaño, que había
hasta ahí ignorado lo que significaba suicidarse, se hizo adulto, y
busca las razones de la tragedia en confluencias que van más allá de lo personal. Así, se
superponen y entrelazan varias capas en este poema polifónico: lo aéreo, lo animal y natural, lo capitalista y lo técnico, lo
mitológico y lo global, y obviamente lo moribundo.
Es por esta mirada más amplia que Carta para Mónica Santa María es el primer artefacto poético que Robert publicó en el 2017 con las editoriales El Pasto Verde Records-Aletheya y que viene anunciando un poemario mucho más extenso sobre su
ciudad natal Arequipa ¾ tierra de poetas sin ser
una ciudad que pueda contar con una imagen fuerte y emblemática construida por
y en la literatura, contrariamente a Lima, Buenos Aires u, obviamente, París.
Una ciudad ausente, o, como la llama Robert en el membrete: “ciudad invisible”.
Y sin embargo, estos artefactos que viene publicando el autor se vinculan cada
vez con una mirada que conecta el afuera con el adentro, tanto a nivel de los
espacios ¾aquí Lima, el mercado globalizado, y los niños
peruanos y latinoamericanos en general que miraban Nubeluz¾, como en los tiempos: los artefactos van recorriendo la Historia
de manera anacrónica, empezando por los años noventa y llegando a la revolución amazónica
del mítico Juan Santos Atahualpa. Asimismo,
transformar a Mónica en interlocutora literaria inscribe a su vez lo popular,
lo capitalista y global en el seno de la literatura, un adentro-afuera que se
puede igualmente observar en el manejo de las tradiciones literarias. Robert
recorre con esta carta a tradiciones literarias que conocemos más bien de las
(neo-)vanguardias, con el arte correo por ejemplo, o los numerosos artefactos
del gran Nicanor Parra (que en paz descanse). A su vez, el suicidio de Mónica
es un ejemplo de convergencias y lógicas mucho más transnacionales y globales.
Desde la “ciudad invisible” (Baca: 2017), que podría ser cualquier lugar al
final, para toda una generación que creció en un contexto similar y se enfrentó
a
problemas parecidos: aquí es la pertenencia
generacional la que importa.
Al final me queda solo retomar las palabras de
una canción que cantaba Mónica: “Escápate con un libro al mundo de la imaginación (…) un libro es como
un viaje del que no quieres volver” ¾ estamos
todos esperando con muchas ganas de “escaparnos” muy pronto con tu poemario,
Robert, que estos artefactos poéticos, los cuales estamos
presentando esta noche aquí, lo vienen anunciando.
Biografías
Gianna Schmitter (Aachen, Alemania, 1989), malabarista lingüística. Vive y trabaja en París, pero en cuanto puede se escapa a
América del Sur. Está haciendo una tesis de
doctorado sobre narraciones intermediales en Argentina, Chile y Perú (2000-2015) en la
Universidad Sorbonne Nouvelle-Paris III y la
Universidad Nacional de La Plata. Es docente, co-editora de Traits-d’Union, y
co-organizadora del proyecto TransLiteraturas.
Robert BACA (Arequipa, Perú, 1986). Egresado de la escuela de Literatura y Lingüística de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA). Luego de realizar un postgrado en Estudios Hispanoamericanos en la Universidad Sorbonne-Nouvelle (Francia), cursa el máster en Artes y Lenguajes de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París, ciudad donde radica actualmente. Su trabajo de investigación se orienta a las relaciones entre literatura, cine y artes visuales producidas entre el área amazónica y andina. Publicó los libros de poesía Ideograma (2006), Poemaoffroad (2010). La aparición de Carta para Mónica Santa María (2017) forma parte de una serie de artefactos poéticos, ...desde la República de Repúblicas (2018) es la segunda entrega.
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