Después de unos meses de contacto e intercambio de correos, Daniel Alarcón nos concedió esta controversial entrevista en Lima, donde se tocan temas polémicos como su visión y su escritura (por ratos efectista, pero siempre con destreza y finura literaria) que enfoca al Perú y la realidad sudamericana no obstante haberse criado en Estados unidos y escribir en inglés. Asimismo, nos habla sobre su nueva producción El Rey siempre está por encima del pueblo, un volumen de cuentos donde se incluyen historias que narran particularidades de Lima y de Estados Unidos trayendo a colación otro debate dentro del debate: “En qué momento se jodió USA”.
Alarcón también nos habla de sus proyectos y de su relación (no muy cercana) con las polémicas de escritores peruanos (a los cuales se siente ajeno, más aún con este asunto de lo andino-criollo). Cabe anotar que su novela Radio Ciudad Perdida fue considerada Novela del año, PEN-USA, 2008 (la novela fue escrita en inglés y, luego, traducida al español) y en el 2007 fue nombrado por la revista Granta como uno de los mejores novelistas jóvenes de Estados Unidos y por el Hay Festival como uno de los mejores escritores de América Latina menores de 39 años.
Antes de la presente entrevista el autor de esta nota le hizo conocer sus reticencias en relación a algunos puntos políticos y ciertos enfoques literarios por cuestiones del trasvase idiomático, la lejanía (aparente) del escritor con respecto a la realidad que se cuenta o la interpretación (hermenéutica) de un hecho histórico novelable en la cual el escritor-artista puede modificar, arreglar, maquillar de acuerdo a sus intereses y conveniencia. No obstante ello, este y otros puntos fueron dev(b)elados y explicados en las respuestas del novelista.
— R Y. Estamos aquÍ con Daniel Alarcón, él ha publicado tres libros: Guerra a la luz de las velas en el 2006, Radio Ciudad Perdida en el 2008 y ahora acaba de publicar El Rey siempre está por encima del pueblo, edición Seix Barral. Esta es una entrevista que teníamos pendiente hace varios meses en contacto por correo, y bueno, está dividida en dos partes, la primera que va a tratar sobre la obra de Daniel y la segunda, sobre el libro recientemente publicado.
¿De qué manera un autor que lee primero a MVLL, Bryce Echenique en inglés y que no vive en el Perú puede asumir una peruanidad digamos relativa, puede escribir sobre la guerra interna o sobre la miseria tercermundista?
— DA. Es una buena pregunta, para comenzar yo crecí en un ambiente peruano, en una casa peruana, en un entorno peruano, donde se hablaba mucho del Perú, de los familiares, se hablaba español para comenzar y si bien no era…. Sí había un cariño y una presencia peruana muy fuerte no es que en ningún momento dejé de sentirme peruano ahora, yo entiendo que eso es relativo, no es de la misma manera que alguien que se crió acá pero nadie me quita la identidad, nadie me quita la nacionalidad, nadie me quita el derecho de escribir sobre mi país. En mi caso lo que a mí me interesaba, justamente, mi familia por razones de suerte, cosas de la vida, nos fuimos en los años 80s justo cuando comienza la guerra, cuando comienza el conflicto interno y la violencia insensata que cobra tantas miles de vidas, entonces en el momento de querer examinar; al comienzo de mi carrera literaria cuando estoy pensando lo que quiero escribir, tenía una cosa pendiente muy presente. Era indagar sobre estos años que me perdí y de toda esta tragedia de la que yo me salvé , no por una cuestión… digamos yo tenía tres años, nadie me preguntó, ni pidió mi opinión y menos con toda la suerte que he tenido voy a tener remordimientos, hubiera querido decir oh hubiera crecido mejor acá, mi vida está bien y eso es lo que me ha tocado vivir pero hay una frase en inglés que dice… que quiere decir la culpabilidad de los que sobreviven y no es que me sienta culpable pero la idea de que todos los peruanos que se quedaron acá mientras yo me criaba en el extranjero, en Estados Unidos y sufrieron y de alguna manera vivieron este trauma emocional de manera mucho más directa que la mía, entonces parte del proyecto literario ha sido recuperación de esa memoria, recuperación de esos eventos, indagación, porque yo entré distinto, con más preguntas que respuestas en estos temas; entonces esa era la manera de comenzar .En mi caso, yo siempre considero que el arte, la literatura en específico es el proceso de narrar preguntas, tratar de comprender cosas que yo no entiendo entonces siguiendo ese hilo…
— RY. Yo recuerdo que el día de ayer, en una conferencia hablaste que habías estado en un país árabe invitado (Turquía, Estambul), y que los árabes te incriminaban por el proceso de guerra que se vive en el Golfo Pérsico, y que incriminaban, a su vez, a los ciudadanos norteamericanos y dijiste que saliste con tu banderita diciendo soy peruano, pero también soy norteamericano. Dijiste si este país nos ha dado cosas buenas porque no asumir también las cosas malas. O sea que también te asumes como ciudadano norteamericano…
— DA. …con la responsabilidad que esto implica. Digamos USA es un país poderoso, súper poderoso económicamente, militarmente, políticamente, culturalmente, en todo sentido, esto implica también que puede causar mucho daño como país; y ser ciudadano de un país grande implica asumir la responsabilidad por el daño que pueda causar y no permitir… tratar de amortiguar esas cosas, eso lo hago en mi vida como ciudadano, en mi vida como artista y esto va ha repercutir en mi obra obviamente, pero mi vida como ciudadano me la tomo muy en serio tanto en el Perú como en USA.
— RY. Sobre esto me interesa saber, ¿Cuál es tu posición frente al dilema que se planteó hace unos años aquí y que reventó en España en torno a los escritores criollos y andinos me interesa saber tu opinión por que estas dos posiciones responden a una visión diferenciada con lo que ocurrió aquí en la guerra interna , los escritores andinos están parcializados en cierta forma con uno de los grupos beligerantes, mientras los otros reflejan las visión criolla, la defensa de la seudo democracia , la seudo libertad, etc.
— DA. Yo me sentí muy al margen de esta conversación y es más, el momento en que me he sentido más extranjero fue en esa discusión porque no la entendía, no entendía de lo que estaban hablando. El escritor de los Estados Unidos es bastante despolitizado, digamos, tu vida artística y tu vida como ciudadano se ve reflejada en tu obra pero nadie me pregunta si voy a votar por Obama, que me declare en estos momentos, yo tengo amigos y autores a quienes respeto mucho que quizás están en ambos lados de este debate entre criollos y andinos y que realmente yo he hablado con escritores de generaciones anteriores les he pedido hablar, un consejo ya que entre ellos no se hablan, los respeto como seres humanos y como artistas; entonces yo venía a la cosa con cierta ignorancia porque yo no pensaba que en el marco de una conferencia literaria se iba a debatir la guerra, eso quizás se pueda interpretar como inocencia mía pero para ser totalmente honesto me sorprendió plenamente. Finalmente no seguí muy de cerca, escuché retazos de esto y de lo otro. No lo seguí, me pareció extra literario.
— RY. También me interesa saber —y esto se relaciona con lo otro y con la mística del escritor—, tú has venido al Perú y sé que estás dictando talleres en los penales, que vas a los pueblos jóvenes a San Juan de Lurigancho a dictar talleres con jóvenes. Dijiste ayer que te interesaba indagar sobre la realidad para que esto te sirva para tu literatura, pero también entiendo que ir a dictar taller a un penal significa querer apoyar (solidarizarse) en algo que ocurrió. Escuchar la otra parte, a las personas que están presas o a los jóvenes que están dentro de este proceso.
— DA. Sí, claro y es más yo siempre termino aprendiendo mucho más de lo que yo puedo dar, y yo intento aportar y ya no como artista, como escritor, mi experiencia en San Juan de Lurigancho, yo tenía 17, 18 años, o sea no era escritor, era un chibolo que escribía, yo hice eso simplemente porque me sentía identificado con esa marginalidad, eso de estar en las fronteras de una sociedad que no terminas de comprender.
— RY .Claro que no te integra.
— DA. Digamos, a mí me pasó eso en USA, claro a pesar de tener otra realidad y no tener las mismas carencias que tenían estos jóvenes fue una experiencia entre dos mundos conversando y aprendiendo mutuamente, estos no eran los más marginales, tampoco, hay que decir las cosas como son, en mi experiencia ha sido muy difícil hablar con los chicos más marginales digamos con los chicos drogados, siempre puedes encontrar a alguien más marginal , siempre hay un reto mayor que te puedes poner como ser humano para tratar de hacer un trabajo, de botar algo, además yo vengo de una familia de profesores: mi abuelo, mi papá, mi hermana, mi mamá, todos han sido de alguna manera… han sido profesores, para mí lo más natural fue ir después de la universidad, ir a dictar clases al colegio nacional de Palm Beach. Eso fue lo que hice y cuando vine al Perú lo único que yo sabía hacer o sé hacer es dictar clases, entonces es como normal en mi familia hacer este tipo de cosas.
— RY. Sobre la estigmatización del terrorismo, tú seguro te has enterado que a mediados de los 90s se dio una ley que era la ley de apología al terrorismo, que si tu hablabas o tenías una conversación, como la que estamos teniendo ahora, inmediatamente ibas preso hasta por 15 años. Yo creo que esa fue una de las razones por la cual no se desarrolló la literatura de guerra o sobre la guerra en este país; no hubo durante todos estos años cuentos, no había novelas, había poesía (sobre este tópico) en algunos círculos que estaban ligados a Sendero, al MRTA. Jovaldo, un poeta que murió en la matanza de los penales, y ahora estamos haciendo un remember de este asunto con Patria Libre que quiere integrarse a la sociedad después de haber sido la fachada en algún momento del MRTA y que ahora están constituyéndose como Partido. Cómo ahora un escritor que quiere narrar los hechos que ocurrieron en esas épocas se aleja de este estigma de la apología, cómo se pueden narrar las cosas realmente como son (sin comprometer su independencia).
— DA. Mira yo no escribo apología
— RY. No estoy diciendo que escribas apología (risas)
— DA. (risas) Yo recibo muchas veces mails de mucha gente que asume que conoce mis puntos de vista políticos porque ha leído mi novela, y recibo mails de gente que es abiertamente senderista o pro Sendero (PCP-SL) y que dicen que este huev… es senderista y de ninguna manera. Yo creo que puedes leer mi novela y decir que este tipo está en contra de la violencia, está en contra de los abusos, en contra de los corruptos, pero no entiendo…
— RY. O sea, tú logras entender que si tu novela se hubiera presentado en 1990 y no en el 2007- 2008 sería distinta la visión?
— DA. Sí, quizás
— RY. Pienso que si Roncagliolo hubiera presentado el libro que escribió sobre Abimael unos años antes hubiera tenido serios problemas ¿no es cierto?... y no la aceptación que ha tenido del público y la prensa.
— DA. Y esas leyes son bastante peligrosas, toda ley que atenta contra la libertad de expresión es peligrosa, ahora yo siempre veo las cosas humanas y todo es imperfecto porque el ser humano es bastante imperfecto, cada vez más yo encuentro muy difícil hablar de candidatos que apoyo o partidos que apoyo porque cuando voy indagando a ese partido, con lupa, todos son corruptos: izquierda, derecha, extrema izquierda, extrema derecha, centro, centro izquierda todos estos huev…, todos son corruptos y gente que tú ves en la tele hablando de la justicia social y en el fondo también no son gente decente, y yo si creo que todos estos sistemas que existen izquierda derecha, serían menos crueles y la gente menos corrupta eso yo diría que es la lucha principal, claro, hay programáticas que se deberían discutir, que se deben discutir , debatir y cambiar, pero comencemos por lo obvio que no usen la plata para metérsela al bolsillo o que no usen su poder para sacar ventaja , te aseguro que esto pasa en Venezuela como pasa en Colombia…me fui por otro lado
— RY. Está bien.
— DA. Pero lo que tú decías,… tú diriges la entrevista, discúlpame.
.
— RY. No, está bien, está bien. Tu literatura tiene mucho de real; o sea se podría dar uso como de reportaje a lo Truman Capote, Radio Ciudad Perdida que es la busca personas, el conflicto de la guerra interna que hizo una espórula; la gente dejaba sus pueblos, asesinaban personas, la gente desaparecía, la gente buscaba a personas, a su familia. O sea eso ocurrió, eso habla la novela, pero eso ocurrió, podría ser eso una historia real de lo que ocurrió en cualquier momento, igual con algunos cuentos de acá (El Rey siempre está por encima del pueblo)…y acá ya entro con este libro; por ejemplo lo que ocurrió en este cuento entre las avenidas Paseo de la República y Grau, que narra la indigencia de un ciego, el trabajo infantil donde un niño es obligado a trabajar con un ciego , o sea yo veo tu literatura así, ¿no me equivoco? Qué opinas tú?
— DA. En ese cuento lo que intenté hacer es imaginarme simplemente una lucha de poder entre dos personas en mucha desventaja, el ciego adulto criollazo y el niño indefenso que es vidente, ¿quien allí tiene el poder? Y en realidad es una disputa hasta el final
— RY. El niño arroja la lata con monedas…
— DA. Pero igual va a regresar a su casa donde le van a sacar la mugre, es el cuento más realista, es un cuento que podrías decir que pertenece al primer libro en cuanto a la estética; y me pregunté incluso si lo metía en este libro o si lo guardaba, creo que el texto de una colección; funciona y hubiera funcionado también dentro del primer libro porque sigue esa línea, pero siento que los nuevos cuentos sin perder esa chispa de la realidad van por otro lado y eso me gusta.
— RY. Pero yo veo que en este libro se intenta tener las dos visiones de cosas que suceden acá, Los Miles por ejemplo, el cuento que trata sobre la visa, habla sobre Lyncoln homosexual, me parece que tu lado peruano y tu lado norteamericano de alguna forma llegan a confluir aquí en este libro…
— DA. Este cuento que mencionas que es El Presidente Idiota, es el eje donde va cambiando, donde el peruano que anhela a una visión de USA, rara, diferente. Lo que he querido hacer en el último cuento es retratar aspectos de la realidad peruana dentro de una visión un poco surrealista de USA.
— RY. A propósito, ese cuento está trabajado al modo de Rashomon de Akutagawa, es una visión pesimista, aquí nadie se salva.
— DA. Nadie se salva. Si eres sensato, hermano, eres pesimista, si estás prestando atención es difícil decir: ah, que lindo, cuéntame como ser optimista si lees el periódico todos los días…
— RY. Lo increíble es que el instrumento, el médico también muere
— DA. Hay más humor en este libro que en el libro anterior y que yo en general te puedo decir que soy bastante pesimista en algunas cosas, no soy un tipo depresivo, ni paro llorando todo el tiempo, hay que reír.
— RY. El vibrador me hizo reír.
— DA. Claro, esta parte donde todos terminan apuntados, el presidente, el ingeniero, el de la cárcel y el doctor, y todos salen con su fotito como de historieta idénticos, es burlándose de esto, ¿no? ¿Qué más nos queda?
— RY. Si, pues, es pesimista. En la página 45 de tu libro encuentro una frase con la que no estoy de acuerdo y quisiera una explicación; en la que se habla sobre que “el aire tenía el olor dulzón de los gases de los tubos de escape”. Aquí en Perú se usa mucho la gasolina de 84 octanos que es full plomo, imagino que en USA tienen la gasolina ecológica y no sé, intuyo…y creo que ese olor dulzón de los gases no corresponde a la realidad de acá.
— DA. Por supuesto que no. Esos son los detalles que por ejemplo si lees el cuento con detenimiento, al comienzo Mayco, el protagonista, el niño, siente el olor ácido, agrio, desagradable… en este momento cuando él está cobrando fuerzas para el acto final donde le bota la plata al ciego ya le huele bien. O sea no es que el olor haya cambiado lo que ha cambiado es su perspectiva. Obviamente nadie que camine por las calles de Lima puede confundir el olor a manzana con el olor a gas, pero en ese momento no importa la realidad, importa la realidad como la ve el chico en ese momento.
— RY. Claro, hay que recordar que en Latinoamérica, en países como Brasil, los niños se drogan con el humo de los tubos de escape y tienen marcada la cara. Es horrible.
De otro lado, ¿por qué no se acentúa la palabra “guión”?
(risas)
— DA. Eso yo también lo marqué y mi editor dice que según la Real Academia ya no se acentúa.
— R.Y. En la página 99 hay una contracción de la palabra “humanos” le falta la letra a (“humnos”). Es un error para corregir.
— DA. Bueno.
(risas)
— RY. Y, finalmente, sobre la frase feliz de este libro: “En qué momento de jodió USA? Aquí en Perú se debatió mucho tiempo esto, ¿En qué momento se jodió el Perú? Esto lo sacó Milla Batres en un libro.
— DA. La traducción es… ¿Cuándo se fue todo al carajo? En este ámbito de la Casa Blanca en tinieblas con bombas era bastante peruano, torturando gente en el sótano de la Casa Blanca, quise ser explícito en lo que ya se sobre-entendía para el lector peruano, esa fue la idea.
— RY. Un poco que resume también la visión del “Septiembre negro” norteamericano, ese terrorismo que se vivió allá se vivió acá antes. Nosotros vivimos un terrorismo fuertísimo lleno de coches bombas, desapariciones, asesinatos, etc.
— DA. En USA la gente no entendía cómo puede pasar eso acá, nosotros somos Estados Unidos, y luego cuando pasó todo lo de Afganistán, Irak, lo de Guantánamo, todas estas desgracias, te daba más cólera tu país , más vergüenza, uno sentía que ya no te pertenecía y que no había forma de arreglarlo, sentías a tus conciudadanos a gente que cómo podía apoyar esto, cómo es que la gente no está en las calles, es increíble, y esa pregunta es la que yo me hacía como ciudadano americano, como gringo, y bueno, quería que sea explícita la conexión Perú-Estados Unidos.
— RY. En el libro pasado, critiqué mucho que a un terrorista latinoamericano le pusieras el nombre “Alaf” que más corresponde a un terrorista islámico, árabe, no sé si fue un desliz o adrede este nombre.
— DA. Fue totalmente un accidente. Yo tenía un gran amigo que conocí en Ghana que tenía 7 nombres y uno de ellos era Alaf, y siempre me gustó el nombre, me parecía muy poderoso. Honestamente, ni siquiera me percaté. No creo que sea un nombre árabe, yo he estado en el mundo árabe, y nunca he escuchado “Alaf”. Ahora que lo mencionas cualquiera que me conoce sabe que yo no soy de los que piensan que todos los árabes son “terrucos” (terroristas).
Ese personaje, para mí, es bastante complejo, es alguien que se humaniza con su relación con su hija y además está lleno de una furia enceguecedora y que lo lleva a cometer actos de violencia, así para mí el tipo no es un monstruo, es un tipo humano que hace actos monstruosos, simplemente le puse el nombre de un amigo que aprecio.
— RY. Ese fue el punto donde muchos críticos y autores, novelistas, se apoyaron para decir que tú no conocías sobre realidad peruana y que de alguna forma no tenías autoridad para escribir sobre esto, lo cual me parece pésimo porque todos tenemos el derecho a opinar sobre este o cualquier tema…
— DA. Y todos tienen el derecho de decir esto. Si la gente cree que no estoy autorizado, esa es una conversación que podemos tener, pero es totalmente legítimo, suena inverosímil que alguien que sea peruano pero que ha crecido desde los tres años en USA escriba esto, pero sin embargo los he escrito, hablemos del texto, hablemos de mí también, podemos hablar de mi historia, mi familia, yo encantado.
— RY. Sobre el libro en sí...
— DA. Hay errores en el libro, ningún libro es perfecto. Hay frases sobre todo en inglés, está lleno de correcciones.
— RY. A propósito, este libro lo has editado primero en español pero lo has escrito en inglés.
— DA. Sí.
— RY. Ayer te preguntaban sobre cuándo te decides a escribir en español.
— DA, En algún momento lo haré, pero tengo mucho que hacer, ahorita estoy dedicado a una novela en inglés.
— RY. Justamente esa es la pregunta, cuéntanos qué estás escribiendo, cuándo es tu próxima publicación?
— DA. Tengo muchísimos proyectos en mente.
— RY. ¿Novela o cuento?
— DA. Todo. Vamos por partes. Primero, para terminar de responder la primera pregunta de cuándo voy a escribir en español, yo comencé a escribir mi texto en español que se llama El Barco, que, curiosamente, me (hizo) sentí(r) más libre escribiendo en español sobre USA y me gustó mucho ese ejercicio y usé el texto para escribir. Sobre África, también, estuve seis meses viviendo en África, fue hace más o menos hace 10 años y sentí mucha libertad usando el idioma de mis padres; en parte por que yo sólo tengo un registro del español, el coloquial, el hablado como te hablo a ti, entonces me gusta mucho un idioma donde no me puedo esconder detrás de una prosa elegante, no la tengo, simplemente no la tengo, se puede ser más honesto, menos pulido, estéticamente más duro como alguien que no sabe bailar haciendo un zapateo, pero por ahí sale algo interesante y tiene otra estética que a mi me gusta lo que hace, cómo cambia mi narrativa el no tener acceso a esa prosa entonces ese es uno de los proyectos que quiero hacer.
Para comenzar, en noviembre estoy publicando un cómic que es una colaboración con Sheyla Alvarado, una artista peruana, una gran artista y es como un cómic de Ciudad de Payasos, es el cuento que ya se conoce, que ha sido publicado, pero llevado a otro lenguaje; o sea ella está haciendo todo el arte, o sea cada página la estamos discutiendo entre ella y yo, y luego estoy poniendo el texto en la página y es algo totalmente diferente para mí trabajar con un lenguaje visual y es algo muy bonito trabajar con otros códigos que me está obligando a reflexionar visualmente sobre un cuento ya escrito, ya terminado, y excavar sobre la memoria, es muy bonito y porque Sheyla es una gran artista, está quedando de puta madre, no hay otra forma de decirlo, ella es realmente extraordinaria. Terminé ya un libro de entrevistas a novelistas que se está publicando en inglés que se llama El Milagro Secreto, y este libro es básicamente para gente que escribe, esto no es libro para lectores de novelas sino para gente que quiere escribir, jóvenes, mayores, para cualquiera que tiene ese bicho de querer escribir, esto es un libro de entrevistas.
— RY. Qué autores aparecen ahí?
— DA. Ahorita te voy a decir. Varios, varios. Tenemos como 40 preguntas, no, un poco más, preguntas puntuales sobre cómo se escribe, cómo es tu escritorio, cuántas palabras por día, cómo organizas tu horario, cómo desarrollas tus personajes, qué constituye una escena, qué es un capitulo, cosas así del gremio, muy detallista en cuanto al proceso de escribir una novela, con escritores de todos los rangos desde primera novela hasta veteranos como Paul Auster, Murakami, MVLL, Paul Toiby, gente que ha ganado muchísimos premios y mucha fama, gente que vende un huevo como Stephen King, gente como Mario Bellatín, como Dino Minietstu, Alá Alaswami, un escritor egipcio, escritores como de bastantes países, bastante (gente) internacional, con la idea que sea una conversación entre veteranos y jóvenes.
— RY. De peruanos sólo Bellatín (MVLL), aunque Bellatín se ha nacionalizado mexicano…
— DA. Sí. Está Roncangliolo y está MVLL, latinoamericanos están Fresán, Zambra, quisimos a (Paulo) Lins pero no pudo, varios otros. Estoy escribiendo dos crónicas largas que quiero terminar este año y luego mi novela que quiero terminar para el próximo año, eso es un poco el panorama.
— RY. Bueno pues, agradecerte la entrevista que tenía ya tiempo planeada. Sé que tienes una agenda un poco recargada y estaremos atentos a tus otras novelas o crónicas o entrevistas. Gracias.
— DA. Muchas gracias.
(Imágenes: Rodolfo Ybarra y Daniel Alarcón en La Parada y portada del nuevo libro de D.A.)