jueves, 24 de febrero de 2022

Tres poetas ucranianos

 

Taras Shevchenko

Grygórovych Shevchenko (en ucraniano, Тарас Григорович Шевченко; Morinchi, hoy en el distrito de Zvenigorod del Óblast de Cherkasy, (9 de marzo de 1814-San Petersburgo, 26 de febrero de 1861), fue un poeta, humanista, y pintor ucraniano, uno de fundadores de la literatura moderna ucraniana.


 

 

 

TESTAMENTO

 

Cuando muera, enterradme

en una tumba alta,

en medio de la estepa

de mi adorada Ucrania.

¡Así yo podré ver los campos anchurosos,

el Dnipró, sus represas agitadas,

y podré oír también

cómo braman sus aguas!

Y cuando el río arrastre atravesando Ucrania

hasta la mar azul

tanta sangre adversaria,

entonces dejaré los campos y los montes

y volaré hacia Dios

a alzarle mi plegaria,

pero hasta que ello llegue

de Dios no sabré nada …

¡A mí, enterradme, mas de pie vosotros,

las cadenas que os atan quebrantad,

y con la impura sangre derramada

la Libertad sagrada salpicad!

¡Y ya en familia inmensa,

familia libre y nueva,

no olvidéis recordarme

con una palabra buena!

 

Traducción De Ángel J. Battistessa

 

Iván Yákovich Frankó

Iván Yákovich Frankó) nació en Nahuiévychi, Reino de Galitzia y Lodomeria, Imperio austrohúngaro - ahora distrito de Drogóbich, región de Leópolis, Ucrania  (27 de agosto de 1856 y falleció en Leópolis, el 28 de mayo de 1916). Era, poeta y dramaturgo; crítico literario, editor y periodista; lingüista, folklorista, etnógrafo, historiador y filósofo, publicista en algunos ámbitos de economía, derecho, psicología, estudios bíblicos y otras ramas del conocimiento. También fue un gran traductor y gran hispanista. Tradujo Cervantes al ucraniano y estaba muy familiarizado con los poetas del siglo de oro de la poesía española.




 

Un destello de fuego

Un poderoso águila posado en un pico nevado,

Mira alrededor con ojos rápidos y certeros,

Y desde peñascos grandes, levanto vuelo -

Con  potencia más  arriba, dominando el cielo azul.

 

Su ala abierta rozó un terrón de nieve;

Cayó y comenzó a  caer peñascos abajo;

Convoco poderío, una fuerza inimaginable,

Una avalancha que nadie podría parar.

 

Así que Kotlyorevsky, recordó tiempos más felices, 

Comenzó a cantar su canción del alma,

  Canto que fue burlado, zaherido, denigrado.

 

De su  canto irradiaba hermosa y maravillosa,

Una chispa de fuego que ante nada sucumbiría,

El canto ascendió e ilumino nuestra desolada jornada.

 

Ivan Franko, 1873  [Original poem called “Kotlyorevsky”]

 

Iryna Vikyrchak

Iryna Vikyrchak. Nació en Ucrania en 1988. Poeta y directora ejecutiva de Meridian Czernowitz, festival internacional de poesía que se lleva a cabo en la ciudad de Chernivtsi, en el oeste de Ucrania.




EL CIELO

 

Dondequiera que vayas,

el cielo estará contigo.

Dondequiera que te ocultes,

será tu último escondite.

Pase lo que pase,

el cielo estará contigo.

Puedes dejar la orilla y

tomar el camino del mar.

Puedes dejar el mar y

volar por las grandes alturas,

el cielo estará contigo.

Así que entre todos los mapas

estudia el mapa del cielo,

sus tamborileos que respiran,

los movimientos de su diafragma–

ardiente y redondo.

 

Toma al cielo de la mano.

Estás en su correa

hecha de invisibles impulsos.

Es tu último techo con

bombillas de luz eterna en él.

Toma al cielo de la mano

y nunca te abandonará.

Él dicta el tiempo y

lo divide en día y noche.

Dicen, hay un paraíso arriba en el cielo,

pero ese no es el punto.

 

 

 

*

 

 

 

Estuve allí

Contigo

Cuando mis manos temblaban

Estaba allí

A tu lado

Besaba tus labios

Permanecía hombro a hombro contigo

Sobre el Puente Mirabeau

Reíamos con humor negro

Sobre las calles de Chernivtsi

Leche negra bebía contigo

Al desayuno y a la cena

Y grité

Toda la noche

¡Paul! ¡Paul!

Ahora hago eco desde el fondo

De tu alma

Permanecía contigo sobre el Puente Mirabeau

Gritaba y perdía mi voz

Perdía mis manos

Mi cabello

Mi mente…

Con tu corazón

Estuve allí

Permanecía hombro a hombro sobre el Puente Mirabeau

Podía sentir el sudor en las palmas y el

Latido del corazón

Vi el último latido…

Pero permanezco.

Mi nombre es Poesía.

 

 

HUSOS HORARIOS

 

Mañana al atardecer

Será tu mañana

Para viajar a través de los Husos Horarios

Para encontrarnos

En medio de mi crepúsculo y tu amanecer

Para atrapar el tacto

En la punta de los dedos

Vía telefónica.

 

 

 

*

 

 

 

Mi cerebro

Se burla de mí-

Haciéndome girar

Sobre mi carrusel

Aburrida

Cansada

Calcinada bajo el sol

Macerada en canela

Remojada en cidra

Sazonada en azafrán

Diluida hasta el polvo

Agujereada por una lanza

En un andamio de Marte

Aún así toda tuya.

 

 

 

*

 

 

 

Él vino,

haciendo dispersar a todos.

Una chica con perfume de lilas,

se puso una linda gorra rosada.

Él transcurrió

para retornar al útero de su madre,

a las profundidades de la tierra.

Él fue la lluvia de verano.

 

 

 

*

 

 

 

¿Quién se ocupa de la grandeza

Cuándo todo alrededor está empapado en el patetismo?

Tal es la naturaleza de nuestra mentalidad,

Originándose desde el mosaico del caos.

No es mi responsabilidad

Que las cosas sean tan evanescentes,

Y que tus ojos tengan una habilidad penetrante,

siempre tan iridiscentes.

No vale la pena reemplazar la seudorealidad

Con crisantemos, ocres o caobas.

Las hazañas de los genios son para la posteridad,

En una solitaria mañana de Octubre.

Los días pasan, atrapados en laberintos.

¿Tiempo suspendiéndose?  En vano.

Sobre letras de periódicos en blanco y negro

Las sombras tocan jazz en escala menor.

 

 

 

*

 

 

 

Blanca nieve cae sobre negras trenzas de cabello,

Creando un duro contraste entre los dos añejos colores.

Los copos de nieve son lágrimas congeladas,

Traídas por las nubes desde lejanas tierras.

Cada pequeña gota contiene su propia historia trágica,

Una guerra, una calamidad…

Aterrizando en una cálida palma, los copos de nieve pintan

Un cuadro modernista…  Cuán silencioso es…

El viento trae el aullido de alguien desde la nada.

Mantenlos en tu oración, ¡no seas duro de corazón!

¡Todos somos humanos!

El agua continúa goteando desde el cielo…

 

 

LA CIUDAD

 

Gimiendo, los pájaros se dirigen al sur,

No saben para que están aquí.

Sumida en ruido y mugre,

La ciudad está atiborrada, harta y cansada…

La vida, como en una columna de periódico,

Sólo viene en tres colores: negro, blanco, y gris…

Todo lo que ves es senderos, caminos y autopistas de asfalto,

Pero lo único que necesitas es sólo un pequeño sueño, un ensueño.

Asfixiándose en polvo, la ciudad trata de atrapar una bocanada de aire fresco

Y agujerea el cielo con sus tejados puntiagudos.

Un amargo, astringente aroma de ajenjo se extiende por doquier.

Me agota. Me aburre. Me hace querer respirar.

 

 

 

 

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