viernes, 13 de julio de 2007

Presentación al libro de relatos De bellas y brujos de Arturo Ríos Ramírez por Róger Rumrrill


EL REALISMO MARAVILLOSO AMAZÓNICO

En el prólogo de El cuento peruano 1980-1989, una compilación imprescindible, Ricardo González Vigil, su autor, destaca cronológicamente los brotes generacionales en el itinerario de las formas narrativas en el siglo XX peruano.

Uno de esos brotes emergió hacia 1934 y 1935. En este periodo, de acuerdo con el destacado estudioso de la literatura peruana, se produce el tránsito del regionalismo tradicional hacia una nueva narrativa: el realismo maravilloso o mágico de José María Arguedas, Ciro Alegría, Arturo D. Hernández y Francisco Izquierdo Ríos y el neo-rrealismo urbano.

En un breve ensayo titulado "Una trocha para la literatura amazónica" (Shupihui, Iquitos, 1981), nosotros hemos estudiado este periodo en su vertiente amazónica, sobre todo a partir de la aparición de la revista Trocha en Iquitos, en setiembre de 1941, que marca el surgimiento de una generación de escritores importantes oriundos de la región amazónica, los trocheros literarios de la Amazonía.

No son muchos, pero son como la sal de la tierra: Juan E. Coriat, César Lequerica Delgado, Víctor Morey, César Calvo de Araujo, Humberto del Aguila, Arturo Burga Freitas, Arturo D. Hernández y Francisco Izquierdo Ríos.

De todos estos autores, Arturo Burga Freitas es quien posiblemente estuvo más cerca de lo que, en nuestra opinión, debe ser el gran sujeto de la narrativa amazónica de las nuevas generaciones: el mito y la cosmovisión indígena como una alternativa de recreación de uno de los valores fundamentales de la cultura popular amazónica. Tanto en Ayahuasca como en Mal de gente y sobre todo en sus relatos acerca de la cosmogonía del pueblo shipibo, Burga explora y recrea desde los límites de su concepción occidental y desde la formalidad acartonada de una prosa recargadamente adjetival y una estructura lineal, el universo indígena amazónico que penetra con todo su poder transformador, como la naturaleza amazónica que se recicla perennemente en los predios de la realidad de hoy.

Tanto Arturo D. Hernández como Francisco Izquierdo Ríos nos proponen una visión de descubrimiento y asombro del universo amazónico. En ambos casos, este universo está dominado por fuerzas extrañas y misteriosas, y penetrado por el mito y la brujería. La fatalidad con un peso cósmico marca el destino de cosas y hombres.

Sin embargo, Izquierdo Ríos resuelve este dilema y aparente dicotomía a partir de la asunción de lo social como respuesta a las fuerzas ciegas y vitales de la naturaleza instintiva y del determinismo histórico. Para este autor, más allá de los poderes misteriosos e incomprensibles, están las fuerzas y los conflictos sociales, desviando o enderezando el cauce de las vidas individuales de las gentes o colectivas de los pueblos.

En sus obras, la injusticia social que ahoga los días de sus personajes, marginales y cálidamente humanos, no es el resultado de un orden natural irreversible, sino el producto de relaciones de dominación social y económica impuestas por los mismos hombres y las cuales es preciso cambiar a través de la rebeldía organizada.

En sus hermosos y sencillos cuentos para niños, la maldad social no es inmanente a la conducta humana, sino que es producto de la desigualdad social y económica, curando por lo sano el riesgo de una concepción maniquea del bien y del mal.

Izquierdo Ríos no sólo propone la menos exotista y tremendista visión de la realidad amazónica, tentación en la que sucumbieron muchos escritores de la misma generación, sino que en su afán de huir de los monstruos de la antiliteratura a veces camina al mismo borde del prosaísmo. Sin embargo, su instinto de lo popular y su olfato y sensibilidad poética le salvan oportunamente. Izquierdo Ríos y Hernández nos aportan la primera visión integradora de la realidad amazónica, desde la única perspectiva de la que es posible aproximarse a la realidad totalizadora: la vida arquetípica de sus personajes, míticos como Sangama o prosaicamente cotidianos como Pablo Lucero.

En el mismo prólogo que hemos citado, Ricardo González Vigil pone de relieve los principales aportes narrativos peruanos de los años 80, entre éstos: "el Realismo Maravilloso, donde destacan el arribo -por fin- a una narrativa amazónica cabalmente desde adentro (los cuentos de Rumrrill y Panaifo, y las novelas Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía de César Calvo y El hablador de Mario Vargas Llosa; sorprendentemente, este último por fin se identifica con la óptica popular ajena a la "modernidad occidental".

En efecto, desde la aparición del Grupo Bubinzana, en el Iquitos de los años 70, y del Grupo Urcututu, en los 80, así como de otros movimientos culturales en Pucallpa, Tarapoto, Moyobamba, Rioja, Puerto Maldonado, en toda la Amazonía se ha estado dando un proceso de decantación del viejo selvismo y paisajismo que caracteriza aún a la literatura regional amazónica.

En este lapso se ha producido una notable confluencia, además, entre las dos grandes vertientes temáticas de la literatura en la Amazonía: lo mítico y lo social. La realidad amazónica de hoy no es -irremediablemente- la que novelaron Arturo D. Hernández y Francisco Izquierdo Ríos.

Ahora coexisten y se infiltran entre sí dos realidades que en el pasado parecían antagónicas en la Amazonía: lo rural y lo urbano. La urbe refracta al mundo rural y viceversa.

Lo mítico y lo social, evidentemente, no son opciones antagónicas. Al contrario, la totalidad de la realidad amazónica sólo puede ser entrevista y vislumbrada desde estas opciones y perspectivas. En consecuencia, la postulación de una cultura popular amazónica, así como de una literatura amazónica, pasa por la confluencia de estas dos grandes vertientes.

Hay, sin embargo, una preocupación soslayada y una limitación casi invencible para las generaciones precedentes: el problema del lenguaje. Para los escritores amazónicos de hoy el lenguaje es un problema crucial. Es el arma que buscamos para penetrar sin riesgos mortales en el bosque de la devoradora realidad amazónica.

Por eso sorprende gratamente que Arturo Ríos Ramírez, un escritor que recién publica su primer libro, haya sorteado con habilidad y destreza poco comunes los riesgos y las trampas en los que otros escritores, con más experiencia y trayectoria, sucumbieron.

Arturo Ríos Ramírez, nacido en Moyobamba, en la Alta Amazonía, con su libro De bellas y brujos, se instala con méritos propios en la corriente de los cultores del Realismo Maravilloso Amazónico, méritos que tienen que ver con un empleo eficaz, moderno, funcional del lenguaje para crear las atmósferas en las que se mueven sus personajes y las tensiones psicológicas de los dramas humanos que construye.

En pocos escritores amazónicos de la última generación hemos visto, como en Arturo Ríos Ramírez, el uso dosificado e inteligente del humor. En algunos cuentos -tal es el caso de "Chullachaquis"-, este elemento, sumado a la técnica del final de sorpresa, convierten a esta narración en una pieza antológica.

En la mayoría de los cuentos del libro, revelando esa fusión y confluencia de lo mítico y social, los personajes habitan en las dos orillas de la realidad, en la orilla de la ruralidad y en la orilla de lo urbano. Chimban, para decirlo en el lenguaje amazónico, de una a otra orilla a veces con naturalidad y otras veces desgarradoramente, como se producen hoy el encuentro y el desencuentro entre lo rural y lo urbano en la realidad amazónica moderna.

De bellas y brujos es un libro que revela a un autor de talento. Saludamos alborozados su aparición. El Realismo Maravilloso Amazónico está de plácemes.


Arturo Ríos Ramírez. (Moyabamba, San Martín, 1948). Extasiado ante tan lindo llullito, el Reverendo Padre Domingo de Totoricagüena auguró que sería Obispo de la ciudad. Contrariando semejantes expectativas, devino en periodista, publicista y narrador. De bellas y brujos es su primer libro. Actualmente prepara un segundo volumen de relatos y una novela corta.

http://es.geocities.com/relatos_selva/index.htm

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA CIUDAD DE SALTA, ARGENTINA, CONMOCIONADA POR LAS MALDICIONES DE UN CONCEJAL ESOTERICO:

El ex edil Guillermo Capellán, siendo Presidente de la Comisión de Hacienda del Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta, quiso cobrarle los impuestos al hermano del Alcalde/Intendente Alejandro San Millán, Antonio San Millán.

El Poder Sanmillanista contrató al Abogado Roberto Elio Gareca y este letrado a su vez contrató a un delincuente juvenil, Rodrigo Chavarría (taxi-boy menor de edad a quien Gareca conoció en el Parque San Martín de la Ciudad de Salta) y lo denunciaron por violación. Estuvo 101 días preso y desde la cárcel vaticinó que saldría el día de la Lealtad Peronista, horas más horas menos salió en la madrugada del 18 de Octubre de 2003. Al salir del presidio en Concejal dijo "Quienes participaron en el complot pagarán muy caro lo que me hicieron":

"Al Juez le pasará lo mismo a que a mí, se quedará sin cargo". A los seis meses abogados de la Ciudad de Salta pidieron Juicio Político al Juez de la causa, Luis María Agüero Molina lo destituyeron por motivos relacionados al caso edil ocultista.

"Rodrigo Chavarría, pupilo de Roberto Gareca, hizo una denuncia falsa siendo menor de edad y eso es delito, cuando sea mayor vivirá preso".

Chavarría siendo mayor cometió una estafa y fue condenado por un año, quedó en libertad condicional y a los tres meses cayó nuevamente en manos de la Justicia Federal por "Usurpación de Títulos y Honores y Estafa" y sigue preso.

"Destruyeron mi vida, y ese tipo participó en el estrépito mediático es un empresario de medios y publicidad, yo lo escuchaba desde mi celda decir cosas espantosas... tendrá su merecido" El empresario al que se refería el Concejal Ocultista sería Julio Castillo a quien lo internaron en una clínica con un fuerte dolor de cabeza, se le declaró un tumor cerebral fulminante y murió en horas.

"En el Diario El Tribuno se ensañaron conmigo y el Abogado Gareca publica todas las barbaridades que quiere porque su hermano es el Jefe de Redacción de Noticias Policiales en ese matutino... no importa, ya llegará el día..." Se refería al periodista Sergio Alberto Gareca a quien le descubrienron un cáncer galopante y murió en poco tiempo.

La predicción o "maldición" pulica más dura y contundente del Concejal Astrólogo y Esotérico es cuando vaticinó en la FM Pacífico 92.9 en el Programa del periodista Daniel Salmoral aseguró: "Los San Millán pagarán con lágrimas de sangre lo que me hicieron" Inexplicablemente, el hijo de Antonio San Millán de 16 años murió aplastado por una cortadora de cesped minitractor. La gigantesca empresa de materiales de construcción conocida como Corralón El Milagro" se fundió y dejó un tendal de empleados sin indenmizar.

"Siguen haciendome daño por lo tanto siguen acumulando desgracias" En esta frase se refiere elipticamente al Empresario-locutor Martin Grande y al Abogado Roberto Elio Gareca sindicados como los principales responsable de la conspiración por cuanto el presunto violado y delincuente Rodrigo Chavarría los sindicó en su confesión como los autores ideológicos de la denuncia contra Guillermo Capellán. Con respecto a ellos el Esotérico Edil dijo: "tengo todo el tiempo del mundo para verlos caer, ellos son las frutillas del postre"

Salta es la capital turísitica de todo el Norte de Argentina donde viven 600.000 habitantes y en todos los rincones de la Ciudad se comenta: "Las Maldiciones del Concejal Capellán se están cumpliendo". ¡Esto es para pensar porque el edil lo dijo en los medios con mucha anticipación! Si quiere leer el artículo completo escriba en cualquier buscador: "Cadena Global+maldiciones del Concejal" y tendrá mas detalles sobre este tema. Porque la brujería parece que existe...

Cuatro poemas inéditos de Ludwig Saavedra

  Oración pagana del amor mochilero   ¿El corazón merece perdón? Todo el silencio es despiadado Todo silencio es una playa De tiempo es esta...