miércoles, 27 de septiembre de 2006
INFOVOX de vuelta al ruedo
Después de idas y vueltas, maquinas enviruladas y reacomodos larga nuevamente la agenda de rosquetas culturales mas cachivache de Argentina.
Arrancamos con esta info que estará para alquilar balones
Ediciones VOX presenta
Diario de exploración afuera del cantero de Lucía Bianco
a cargo de los siguientes especialistas en presentaciones, comentarios y chamuyo
Tomo I Sergio Raimondi
Tomo II MarinaYuszczuk
Tomo III Mario Ortiz
Poesía primer A
Bar Chelsea (Lamadrid esquina Las Heras) domingo 1 de octubre , 20 hs Bahía Blanca – Buenos Aires – Argentina
lunes, 25 de septiembre de 2006
Jack Farfán / El Ego de los Poetas
Ellos tienen el orgullo más grande que su miseria, el honor en las estrellas. Se ofuscan como la hojarasca al ímpetu de huestes. Son sensibles a tal grado…“barómetros de la sociedad” –Esta frase está acuñada en algún prólogo a un poeta incendiario–. Tienen la suerte de ser auspiciados en sus sendas noches de bohemia, acto que sucede después de cada evento “culturoso”. A ellos no les interesa trabajar ni ser útiles a la sociedad, o, de alguna manera, ganarse el pan de cada día. Sueñan con ser grandes bajo el influjo de un rayo divino que les dicte su obra maestra. Esperan eternamente el espaldarazo, aunque nunca llegue. Nadie, aparte de ellos mismos, los lee.
Un joven poeta español, con el cual a veces mantengo correspondencia electrónica, manifestaba en uno de sus mensajes: “Sobre la poesía, en España, te decía que no había interés. Para ser plástico en la explicación me bastará decirte que los 'superautores' salen con ediciones que oscilan entre los mil y los dos mil ejemplares. Quiere esto decir que nadie les lee. Si esto ocurre con los grandes, te puedes imaginar con el resto”. Si esto sucede en España, imagínate en el Perú. Conclusión: la poesía es aburrida. Aclaración. La mala poesía es aburrida. Y no juzgamos aquí tal o cual forma de expresión, el fondo o la forma; “la imagen que es a poema” o que “la paleta es a pintor”, certeros postulados del cómo hacer literatura que tenía el che Cortázar.
Para mí la poesía, la buena poesía ES O NO ES; es simple, gusta o no gusta, es desastrosa o es sublime, fea o bonita. Punto. ¿El acto escritural tal vez tenga que ver con la grandeza del genio, tal vez tenga que ver con la educación recibida o con la iluminación que al momento de escribir, de manera milagrosa, reciba el poeta?. No, “El genio es el 1%, el resto es su trabajo”. Proveniente de la inspiración o del ahínco, lo cierto es que la poesía no debe ser repetitiva, panfletaria, comprometida, ni mucho menos; muy por el contrario, debe estar basada en la experimentación, ser un acto libre, puro, fecundo; una diaria invención de formas y modos expresivos basados en la ruptura, como un acto fuera de serie, y, algo muy cierto, “Con buenos sentimientos se hace mala literatura”. André Gide.
Bastaría con “Tirar el saco de ladrillos”, despercudirse de afectaciones, miedos, traumas, recuerdos rencorosos; sólo seguir el hilo de la realidad, dejar fluir el seso, en un acto transparente evocado desde las más sinceras entrañas, un vomitorio de ausencias acabadas.
Ahora bien, siempre me he planteado una pregunta: ¿el ego de los poetas es inversamente proporcional a su calidad poética? Al parecer la respuesta es afirmativa. Sucede que la mayoría de poetas tienen miedo a la incomprensión, ya que dudan de su capacidad creadora. Algunos tiemblan en los recitales, otros simplemente los rehuyen; y la gran mayoría se pavonea mostrando su gran cola de pavo real, repartiendo a diestra y siniestra panfletuchos en caligrafía palmer. Qué más les queda, ¿es todo lo que pueden ofrecer, “putas de la historia”?
En el Perú no existe gran diferencia en libros vendidos, entre un poeta que recién se inicia y uno ya establecido; la diferencia es mínima, como decía Ricardo Sumalavia en uno de sus talleres de narrativa ofrecidos: “la diferencia son 100 ejemplares” y creo que no exageró. En el Perú un poeta joven publica para un manojo de amigos y familiares y la cifra no aumenta con el correr de los años y el establecimiento de la “fama literaria”, que tal vez nunca llega y todos sabemos por qué.
Daría la impresión de que la poesía es un hobbie –al menos en mi país– , daría la impresión de que el ególatra poeta no valora su trabajo más que su ego; esto nos confirma en dónde está su autoestima, de ahí su gran ego.
Mientras más ego, evidenciamos menos talento en los poetas. Esto tiene que ver con su baja autoestima guión mala calidad poética.
La poesía debe ser fácil al oído, musical, de una sensualidad avasalladora; o bien, testaruda, parca y directa; aunque a veces el lector busca retos intelectuales refugiándose en poemas herméticos; otras, meditando sobre la existencia, o mejor aun, solazándose en la quietud de un haiku, iluminado “en esta paz de una sola línea”.
Al final, la voz de la verdad se hace escuchar y esta gran mentira que es la poesía, ciertamente es más real que la vida, que los egos de los que la gestan, que los destinos proscritos a cargar una cruz enchapada con vidrios.
Cielo e infierno en un solo lugar. Aquí ríes, aquí lloras. La vida transcurre mientras dejamos pasar el tiempo, –creo que escuché eso en algún lado–. Vayamos al encuentro del genio en su obra, no en sus actos cotidianos, ni en sus defectos; ni en su ego, signo inequívoco de pequeñez mental. “El mejor camino a la santidad es la corrupción”. Ser demonios para escribir como ángeles, arrastrar culpas no es lo prudente. Déjalas caer, deja caer las culpas, sólo “las niñas son de sus miedos”; los miedos, los miedos, tu arma es el ego. Que afloren las obsesiones, sigamos “con el diablo por dentro”, magros poetas. Vira en aquella platea desconocida. Abre la tapa del mundo. Un río furioso transcurre detrás de la memoria.
© Jack Farfán Cedrón, 2006
PAUL GUILLÉN EN NOVISSIMA VERBA 5 (CAMBIO DE HORARIO)
Miércoles 27 de setiembre
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Auditorio Facultad de Letras.
7:00 p.m.
Conversatorio en torno a las nuevas tendencias poéticas en América Latina a cargo de Eduardo Jorge (Brasil), Javier Norambuena(Chile) y Miguel Ildefonso(Perú).
Moderador: Eberth Munarriz
Recital de Poesía
-Ramón Peralta (México)
-Diego Sequera (Venezuela)
-Paul Guillén (Lima-Perú)
-Carlos Vaquerizo (España)
-Ramón Peralta (México)
-Diego Sequera (Venezuela)
-Paul Guillén (Lima-Perú)
-Carlos Vaquerizo (España)
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Eduardo Jorge (Brasil). Nació en Fortaleza, 1978. Ha realizado trabajos poéticos entrelazándolos con el vídeo y la danza. Ha publicado San Pedro en el 2004, libro de poesía también llevado al vídeo y la danza por el núcleo de danza de Alpendre. Se desempeña realizando proyectos de literatura en la ciudad de Fortaleza. En la actualidad prepara la publicación de un poemario llamado Espaçaria (Lummeeditor) y esta en el desarrollo de algunos proyectos con fotografía y literatura como el Caderno do Estudante de Luz.
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Javier Norambuena Ureta (Chile). Nació en Santiago en 1981. Estudia Licenciatura en Lengua y Literatura en la Universidad Alberto Hurtado. Ha participado en los talleres de escritura de Alejandra Costamagna y Guadalupe Santa Cruz. Investiga sobre novísima poesía chilena, neobarroco latinoamericano y escritura del cuerpo. Ha sido expositor en el VII Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana Estudiantes (JALLAE, 2005) y en el XIV Congreso de la Sociedad Chilena de Estudios Literarios (SOCHEL, 2006). Actualmente, corrige su primer libro de poesía titulado “Historia de los Nombres”.
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Ramón Peralta (México). Nació en Ciudad de México en 1972. Poeta y ensayista. Egresado de la licenciatura en Antropología social. Imparte talleres de creación literaria desde 2001. Es director de Ediciones Invisible y codirector de la revista de poesía Oráculo (publicación que se le ha otorgado el Apoyo Edmundo Valadés en 2001-2002, 2003-2004, 2005-2006 y 2006-2007), además de encargado de la sección de poesía en solario.com.mx. En 2003 obtuvo el apoyo Artes por todas partes y Mención Honorífica en el Premio Internacional Rey Ocho Venado. En 2005 la beca Jóvenes Creadores del FONCA. En ese mismo año fue coordinador del Primer Encuentro Iberoamericano de Poetas Jóvenes ESTOY AFUERA y del Primer y Segundo encuentro México-Argentina de Poesía de Cordel (2005 y 2006). Integra la Antología de poesía alegre (Planeta, 2003), Un orbe más ancho. 40 poetas jóvenes 1971-1983 (UNAM, 2005), en la antología Cardo (Redez, 2005) y en la Memoria del Primer Encuentro Internacional de Poesía en Delicias (Chihuahua Arde Editoras, 2006). Ha publicado los poemarios: Diáfanas espigas (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2003) y Fotosíntesis (Literal, 2005). Antóloga Luciérnagas se ocultan en la luna. Antología del haiku japonés (Ediciones Invisible, 2006).
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Diego Sequera (Venezuela). Nació en Caracas en 1983. Estudiante de Letras en la Universidad Central de Venezuela. Editor de la Colección Poesía Venezolana de la fundación editorial El perro y la rana. Ha participado en diversos recitales de poesía en Venezuela y La Habana. Forma parte del grupo de retaguardia La Oficina.
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Carlos Vaquerizo (España). Nació en Sevilla en 1978. Es licenciado en Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla. Ha colaborado en diversas revistas de difusión restringida en centros universitarios y culturales pero de escasa repercusión editorial. En febrero de 2006 logra publicar su libro Fiera Venganza del Tiempo, premio “Adonáis” 2005. Estuvo vinculado a la tertulia poética del legendario bar “La Carbonería”,auspiciada por personalidades del prestigio de Miguel Florián, consagrado poeta español. Entre sus miembros los poetas José Antonio Gómez-Coronado (2001) y Javier Vela (2003),consiguieron también el prestigioso “Adonáis”
LA POESÍA VALE UN PERÚ
1ª BIENAL METROPOLITANA DE POESÍA
II FESTIVAL INTERNACIONAL EN URUGUAY
LA POESÍA VALE UN PERÚ
DEL 2 AL 6 DE OCTUBRE 2006
15 POETAS DE PERÚ, CUBA, ARGENTINA Y CHILE
Carlos Germán Belli / Rodolfo Hinostroza / Ricardo Silva-Santisteban / Renato Sandoval / Carlos López Degregori /Pedro Granados / Mariela Dreyfus / José Kózer / Damaris Calderón / Rodolfo Häsler / Reynaldo Jiménez / Pablo Narral / Clarisa Pérez Villalobo / Daniel Muxica / Andres Ajens + 25 POETAS URUGUAYOS (recitales+ performance+ homenajes)
Proyecto y Dirección General:
Luis Bravo/ Silvia Guerra
INTERLUDIOS, NUEVOS POEMAS DE RICARDO FALLA
El Viernes 29 de septiembre a las 7.00 p.m. en el auditorio del Instituto Raúl Porras Barrenechea – UNMSM (Calle Colina 398, Miraflores) se presenta el libro de poemas Interludios de Ricardo Falla. En el acto intervendrán el Dr. Manuel Velásquez Rojas y la Mg. Gissela Gonzáles.
Ricardo Falla, poeta de la generación de los años 70’, anteriormente ha publicado Pequeña historia de conciencia (Lima 1971), Contra viento y marea ( Lima, 1973), Mi capital , con prólogo de Alejandro Romualdo (Lima, 1979) y Poesía abierta (lima, 1982). Sus poemas, además han aparecido en diversas antologías y en varios números de la revista Socialismo y Participación (Lima) y El cielo de Salamanca (España). En la actualidad, Falla es profesor de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y es autor de varios estudios sobre los espacios de comunicación del siglo XVII en el Perú. Igualmente, ha trabajado la muestra de poesía peruana Curso de realidad: Proceso poéticos 1945- 1980 (dos tomos) y un estudio acerca de la presentación pública de la primera promoción de la generación del setenta titulado Fondo de fuego: La generación del 70.
Interludios, reúne nuevos poemas de Ricardo Falla y ha sido impreso por Editorial San Marcos.
jueves, 21 de septiembre de 2006
ESTEBAN MOORE PRESENTA PARTES MÍNIMAS UNO-DOS
Presentación Partes Mínimas uno-dos
de Esteban Moore
Alción Editora tiene el agrado de invitar a Ud. A la presentación de
Partes Mínimas uno-dos de Esteban Moore.
Se referirán a la obra y al autor los poetas Luis Benítez y Horacio Salas,
Coordinará el evento Horacio Spinetto.
Miércoles 4 de octubre, 19 hs
Bodega del Café Tortoni
Av. De mayo 825
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
OSWALDO ROSES - QUE SE TRAGUEN ÉSTA
Yo no sé qué razón persigue el frío
entre la soledad en que me embarro
perdidamente, como muerte en lío,
pero al pie de mi pena yo me agarro.
Confío fuertemente en mí, seguro
de mi honradez, de que jamás en vida
demostrarán que maltraté, ¡os lo juro!,
a nadie, y tengo mi alma más florida
que el total Cosmos, que la Tierra entera,
que los anchos océanos, que el hielo
de los que mienten, roban sin piedad.
Que hablen -¡bah!- como una escupidera
más y más, que protejan más sin cielo
sus crímenes: no borrarán ¡crueldad!
HENRI MICHAUX PUBLICADO POR REVISTA FRACTAL
Henri Michaux. Dezplazamientos. Desprendimientos. México: Fractal/Conaculta, 2006.
“Una escritura que habla del otro que habita en nosotros mismos.” Así caracterizó recientemente Jean-Michel Maulpoix a la obra de Henri Michaux (1899-1984), que alguna vez definió a su propia literatura como un “recorrido”: “Escribo para recorrerme. Pinto, compongo, escribo: me recorro. Es la aventura de estar en la vida.” Diálogo interminable consigo mismo, la poesía de Michaux traza una travesía hacia los paisajes en que se despliega el “espacio interior” del ser: la imposibilidad de estabilizar la relación entre el ser y sí mismo, el sentimiento de una privación irremontable, de una inadecuación entre el yo y el mundo.
La colección de poemas, anotaciones y aforismos reunidos bajo la señal Desplazamientos Desprendimientos pertenece a los textos tardíos del autor, escritos probablemente entre los años 70 y los 80. Michaux ya no vió su publicación. Como la mayoría de los títulos de sus obras, éste también privilegia la travesía, la exploración, el movimiento. Michaux vuelve aquí a sus temas distintivos: una ciudad que lo ha dejado de habitar, la circulación de espacios imaginarios, la observación de la locura. No falta, por supuesto, su gran preocupación: el significado del signo pintado. Michaux es inconcebible sin la pintura y, en cierta manera, la pintura del siglo XX sería distinta sin él.
Henri Michaux nació en Namur, Bélgica, en 1899, en el seno de una familia religiosa. De joven ingresó a la orden de los padres benedictos y más tarde inició estudios de medicina. En 1919, abandonó la universidad y se enroló como fogonero en un navío de la marina mercante en el que viajó a Río de Janeiro y Buenos Aires. En 1922, de regreso en Bruselas, publica su primer texto, Cas de folie circulaire, en la revista Le Disque Vert. En 1923, fija su residencia en París, conoce el surrealismo y redacta sus primeros libros, Les rêves et le jambes (1923) y Qui je fus (1927). En 1928, vuelve a América Latina, en especial a Ecuador. De esos años data Ecuador (1929), que recoge sus impresiones de viaje. Un bárbaro en Asia (1933) es la memoria de su travesía por Extremo Oriente.
Michaux siempre rehuyó la prensa y las entrevistas personales, por lo que se conoce poco de su biografía íntima. Se sabe que en Montevideo se enamoró de Susana Soca, que su amigo más cercano fue el poeta Jules Supervielle, que participó en la Resistencia Francesa contra la ocupación alemana y que su segunda esposa, Marie-Louise Termet, murió a causa de las quemaduras que ella misma se infringió al incendiar su cama. Michaux convertiría a su literatura en un incansable recorrido de viajes reales e imaginarios -La noche se agita (1938), En otros lugares (1948)-, de su paso por el mundo alucinógeno de la mescalina -Miserable milagro (La mescalina) (1956), El infinito turbulento (1957)- y sobre todo, en un examen incondicional de sí mismo -Conocimiento por los abismos (1961), Modos del dormido, modos del que despierta (1969)-. En el siglo xx, es acaso el gran artífice de la narrativa del yo. Murió en 1984.
NUEVOS LIBROS DE LOS POETAS MEXICANOS DAVID HUERTA Y CORAL BRACHO
David Huerta. La calle blanca. México: Era/Conaculta, 2006.
En este libro deslumbrante, David Huerta recorre todo el teclado –del Lezama más hermético al Neruda más cotidiano–, y todo lo pone en duda con su voz genial, descompuesta y descoyuntada. El poeta lo absorbe todo, lo dice, lo traduce, lo traslada todo a la poesía. Este libro es, al mismo tiempo, una ética poética, una filosofía del conocimiento, una reflexión sobre los desquiciamientos de la percepción, una, o más bien muchas teorías poéticas, crípticas unas, otras que se burlan de sí, otras completamente inesperadas. Es también, y a cada paso, una parábola sobre la palabra, sus misterios y sus milagros, y una genealogía y una arqueología del pensamiento. Una voz que toma posesión de lo que le rodea del modo más sugerente y menos convencional. Sin duda el caso de David Huerta es un caso único entre nosotros. Su voz se ha afinado y el autor la domina y la convierte en un sinnúmero de instrumentos musicales, cada vez con mayor maestría, cada vez con más arte. David Huerta no es un iluminado, no es un artesano, no es un virtuoso. Es todo eso y es un artista, un notable y prolífico poeta, uno de los mejores entre nosotros. La historia del arte, la historia literaria, Florencia, el Renacimiento están presentes en este libro móvil y diverso desde una mirada a veces cubista, a veces expresionista, otras abstracta, neorrealista, no figurativa o llanamente anecdótica, pero siempre iluminadora, donde la literatura, la vida, la experiencia del arte, el ser, el deber ser no están confundidos, aunque estén invariablemente entremezclados.
David Huerta (México, 1949) ha impartido talleres de poesía en prácticamente todo el país; ha dado lecturas en México y el extranjero, y compilado varias antologías de poesía. Muchos de sus libros son hitos de la poesía mexicana: Cuaderno de noviembre (Era, 1976), Huellas del civilizado (1977), Versión (1978; Era, 2005, Premio Xavier Villaurrutia), Incurable (Era, 1987), Historia (1990, Premio Carlos Pellicer), Los objetos están más cerca de lo que aparentan (1990), La sombra de los perros (1996), La música de lo que pasa (1997), El azul en la flama (Era, 2002). Ha sido traducido al inglés, francés, finés, entre otros idiomas. Forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte y ha sido becario del Centro Mexicano de Escritores y de la Fundación Guggenheim.
***
Coral Bracho. Huellas de luz. México: Era/Conaculta, 2006.
En la poesía de Coral Bracho, la naturaleza entra en el lenguaje –trémula paradoja– sin haber nunca salido de él: desdoblándolo y replegándolo, desatando dentro de la sonoridad de las palabras un movimiento incesante, esmaltando cada ángulo y cada vértice con brillos y humedades inéditos. Pero ¿cómo entender esta extrañeza de lo que en estos versos ocurre: la naturalidad enlazada orgánicamente con el más sublime artificio? Por medio de la operación poética, entendida como radical y armoniosa suma de imágenes, concierto insaciable de correspondencias: la naturalidad de la poesía de Bracho consiste en haber surgido como una voz viva, como un torrente suave y enérgico. De ahí también su portentosa originalidad; es decir, el aliento indeleble de su origen, cifrado en la inteligencia de las formas rítmicas del lenguaje articulado. Poesía es aquí suprema atención al mundo y a las palabras, simultáneamente; puesta en práctica de esas visiones trascendentales que, de un modo entrañable, se recogen sobre sí mismas para ofrecernos los testimonios de una exploración única de los fenómenos, milagro de la expresión. Pocas veces en el ámbito de la poesía hispánica, a lo largo de su despliegue moderno de cinco siglos, hemos asistido, como ante los poemas de Huellas de luz, a una inmersión tan absoluta en los poderes de impregnación y sugerencia de los vocabularios y la sintaxis.
Coral Bracho (Ciudad de México, 1951). Entre sus libros de poemas se cuentan: Peces de piel fugaz (1977), El ser que va a morir (1982, Premio Nacional de Poesía de Aguascalientes), Tierra de entraña ardiente (1992, en colaboración con la pintora Irma Palacios), Jardín del mar (poesía para niños, con ilustraciones de Gerardo Suzan, 1993), La voluntad del ámbar (1998) y Ese espacio, ese jardín (2003, Premio Xavier Villaurrutia). Libros suyos han aparecido en francés, inglés y portugués. Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte y ha sido becaria de la Fundación Guggenheim.
Tomado de http://www.fractal.com.mx/
miércoles, 20 de septiembre de 2006
SOL NEGRO EN EL ITINERARIO DE LETRALIA
Publicación en formato weblog creada por el poeta peruano Paúl Guillén. Publica materiales de autores latinoamericanos, españoles, estadounidenses y franceses sobre crítica de poesía, publicacíón de poesía, presentaciones de libros, notas sobre recitales y difusión sobre concursos de poesía, entre otros temas.
Nuestro link se encuentra en el rubro "revistas de poesía"
martes, 19 de septiembre de 2006
2 POEMAS DE GUSTAVO REÁTEGUI
El Guerrero del Águila
" Dulce y hospitalario en la paz:
implacable en la guerra."
Tocqueville
" Y el Verbo se hizo carne..."
San Juan
" Todo ángel es terrible."
Rainer María Rilke
Concédeme oh Señor astucia ligereza y los abiertos ojos de neblina
sea mi brazo fiel reflejo de tu Luz en la batalla
- el guerrero del águila se ha manifestado-
fiel guerrero de la Luz que desciende a la altura de tus hombros
presto a tu cabeza pasada por la espada dragonera del draco más arcano de los tiempos
hombre alado surca silbando su lanza por tu centro
es su cuerpo fiero rostro que resarce la injuria de los tiempos
te divide con su golpe de pierna mazo alada
hombre alado
- se ha manifestado-
dios en su morada
es el viento su hermano más veloz
viajante del espacio-tiempo en-volturas mejorada creatura
el guerrero arcano ha iniciado su regreso del mañana
inclemente hado se ha transfigurado en el ritual de la sangre y la electricidad...
ahora te parece: ¿ La justicia no se cierne por tu cuello?
en eléctrico corcel correrá ...la sangre del maligno!
hombre alado en rasante vuelo escruta su mirada
ni cuerpo a tierra estarás a salvo
- el guerrero del águila se ha manifestado-.
Monte del ritual Jaguar
Nos veremos en el Monte del ritual jaguar a practicar el ritual de la danza
un salto de piernas y un golpe de brazo circular serán el camino de la sangre
ven a la danza del ritual jaguar el dios Kon guiará nuestros pasos nuestro centro
el equilibrio encontrarás en ella
ven a la danza jaguar del rito simbólico y eterno
con-fúndete en el rito del movimiento
nuestras pieles brillarán en la danza jaguar del mito
ven a la magia del sentirse vivo ven a la danza de la Tierra
ven a la danza en el Monte del ritual jaguar
es su furor el grito
y el equilibrio su paz concéntrica
gira nuevamente los músculos y canta
grita oarroarroarroarrrrrr!!!!! y gira nuevamente en la danza del ritual jaguar
acompaña al grupo sobre los huesos de los muertos sé uno y miles en el baile
en la danza de colores santos y tribales
únete a la tribu de la Raza en la danza jaguar del rito
seremos la primigenia simiente de la sangre
seremos fuera del tiempo
seremos el Árbol de la Vida en nuestro Monte
seremos vida creadora y constante
seremos un solo cuerpo evolucionante seremos desnudos múltiplos de uno
seremos uno
en la danza del ritual jaguar.
Gustavo Reátegui Oliva ( Lima, 1973) Poeta, artista interdisciplinario. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Desde 1998 ha integrado colectivos interdisciplinarios con los que participa en diferentes festivales de arte: Arte sin Argollas 1 y 2, Festival de Arte Contemporáneo Plataforma, Magdalenarte, entre otros, realizando intervenciones en el espacio (instalaciones), intervenciones urbanas, performances, apoyo audiovisual y escénico a grupos de rock, etc. Como actor ha hecho teatro y viene grabando una miniserie, hace mimo, ha realizado estudios de danza contemporánea con Patricia Awapara. Realiza performances en el C.C. Cafae-se así como en diferentes eventos, y actualmente dirige el grupo Calles Hybridas/ performances e intervenciones urbanas. Prepara la publicación de su primer poemario.
ABELARDO OQUENDO SOBRE GASTÓN FERNÁNDEZ
Sábado 16/9
¿Qué hacer con Gastón Fernández?
Abelardo Oquendo.
El número final de la revista more ferarum (9/10, Lima, 2002) no fue propiamente una revista sino un libro. Sus 560 páginas contenían, en edición de José Ignacio Padilla, los Relatos aparentes de un escritor singular: Gastón Fernández. Para entonces Fernández (Lima, 1940 – Bruselas, 1997) había muerto y ese era su primer libro de creación literaria publicado. Durante su vida habían aparecido unos pocos cuentos suyos en revistas peruanas y foráneas, todos con el mismo título: relato aparente. Uno de ellos, publicado en Hueso húmero (Nº 8, 1981), insólitamente intelectual y culto dentro de nuestra narrativa, lo situaba en un lugar de excepción entre nosotros.
Tan de excepción que nuestra república de las letras no supo bien qué hacer con ese nuevo autor, inasimilable al carácter de la literatura que alberga; como tampoco ha sabido qué hacer con su volumen de Relatos aparentes. Cuando lo dio a la luz, Padilla, el director de more ferarum, se preguntaba en la introducción al libro: “cómo escribir sobre un fantasma. qué decir. cómo explorar su ausencia.”
Cuatro años después otra revista inclasificable, Girabel, y el sello que la edita, tRpode, lanzan un segundo libro póstumo de Gastón Fernández, esta vez de poemas, en edición de Renato Gómez y transcripción de Rodolfo Loyola. En la línea inusual del libro de relatos, cuya tapa no declaraba ni título ni autor, este volumen de poemas viene con tapas de cartulina blanca, inmaculada la posterior, igual que el lomo, y solo con un vestigio de letras en la frontal que dicen, en un amarillo imperceptible: Breviario.
El tomo trae una separata donde Octavio Armand, director de Escandalar, escribe sobre la poesía de Fernández desde sus antípodas: la abundancia de palabras. Sin embargo, las aproximaciones de Armand lo son realmente y resultan útiles para ubicar al lector frente a una poesía austera, parca, hermética. Un texto, el de Armand, que hace ver pero que, sobre todo, quiere ser visto.
Es improbable que el corpus de la creación literaria de Fernández exceda su par de volúmenes póstumos. En cualquier caso, no necesita más para ocupar un sitio especial en la literatura peruana. No es muy probable, sin embargo, que nuestros estudiosos e historiadores literarios se lo otorguen. Es más: ha llegado tarde para ser considerado en las antologías del siglo XX, al que perteneció, y la suya es una escritura que exige mucho al lector, sobre todo su poesía, callada y honda. Frente a su obra el crítico no encontrará sin esfuerzo a qué otros autores nuestros agruparla, qué membrete colectivo ponerle. “bajo el silencio que cayó siempre sobre Gastón Fernández laten sus textos. pulsan. expulsan. agujero negro. (...) oscuridad que enceguece porque deslumbra” escribió Padilla. ¿Alguna vez la crítica alcanzará a verlo?
¿Qué hacer con Gastón Fernández?
Abelardo Oquendo.
El número final de la revista more ferarum (9/10, Lima, 2002) no fue propiamente una revista sino un libro. Sus 560 páginas contenían, en edición de José Ignacio Padilla, los Relatos aparentes de un escritor singular: Gastón Fernández. Para entonces Fernández (Lima, 1940 – Bruselas, 1997) había muerto y ese era su primer libro de creación literaria publicado. Durante su vida habían aparecido unos pocos cuentos suyos en revistas peruanas y foráneas, todos con el mismo título: relato aparente. Uno de ellos, publicado en Hueso húmero (Nº 8, 1981), insólitamente intelectual y culto dentro de nuestra narrativa, lo situaba en un lugar de excepción entre nosotros.
Tan de excepción que nuestra república de las letras no supo bien qué hacer con ese nuevo autor, inasimilable al carácter de la literatura que alberga; como tampoco ha sabido qué hacer con su volumen de Relatos aparentes. Cuando lo dio a la luz, Padilla, el director de more ferarum, se preguntaba en la introducción al libro: “cómo escribir sobre un fantasma. qué decir. cómo explorar su ausencia.”
Cuatro años después otra revista inclasificable, Girabel, y el sello que la edita, tRpode, lanzan un segundo libro póstumo de Gastón Fernández, esta vez de poemas, en edición de Renato Gómez y transcripción de Rodolfo Loyola. En la línea inusual del libro de relatos, cuya tapa no declaraba ni título ni autor, este volumen de poemas viene con tapas de cartulina blanca, inmaculada la posterior, igual que el lomo, y solo con un vestigio de letras en la frontal que dicen, en un amarillo imperceptible: Breviario.
El tomo trae una separata donde Octavio Armand, director de Escandalar, escribe sobre la poesía de Fernández desde sus antípodas: la abundancia de palabras. Sin embargo, las aproximaciones de Armand lo son realmente y resultan útiles para ubicar al lector frente a una poesía austera, parca, hermética. Un texto, el de Armand, que hace ver pero que, sobre todo, quiere ser visto.
Es improbable que el corpus de la creación literaria de Fernández exceda su par de volúmenes póstumos. En cualquier caso, no necesita más para ocupar un sitio especial en la literatura peruana. No es muy probable, sin embargo, que nuestros estudiosos e historiadores literarios se lo otorguen. Es más: ha llegado tarde para ser considerado en las antologías del siglo XX, al que perteneció, y la suya es una escritura que exige mucho al lector, sobre todo su poesía, callada y honda. Frente a su obra el crítico no encontrará sin esfuerzo a qué otros autores nuestros agruparla, qué membrete colectivo ponerle. “bajo el silencio que cayó siempre sobre Gastón Fernández laten sus textos. pulsan. expulsan. agujero negro. (...) oscuridad que enceguece porque deslumbra” escribió Padilla. ¿Alguna vez la crítica alcanzará a verlo?
lunes, 18 de septiembre de 2006
"Entrevista a Enrique Verástegui: Me he retirado de la Historia, hacia la biblioteca de donde salí para caminar por el mundo" por Miguel A. Malpartida
Miguel Ángel Malpartida, poeta y joven crítico peruano, ha tenido la feliz idea de entrevistar a Enrique Verástegui para la nueva edición de la revista barcelonesa La siega (http://www.lasiega.org). Aquí reproduzco la introducción y uno de los fragmentos más interesantes de la entrevista titulado "Teoría literaria y filosofía del lenguaje":
Encuentro a Enrique Verástegui, recostado entre cortinas de humo, como lo encontré la primera vez hace más de seis años en su exilio de Cañete, provincia del Perú que le sirvió de refugio durante largos años.
Enrique Verástegui Peláez (Lima, 1950), es uno de los poetas más importante de la generación poética peruana de los años setenta, innovador en el lenguaje, inconoclasta en sus primeros libros, y luego constructor de una filosofía poética que postula una vía luminosa entre aspectos tan disímiles como el misticismo, la recuperación del cuerpo como fuente, la conciencia política, la reflexión y replanteamiento constante de su propia poética, hacia el conocimiento del mundo, tomado como virtud gnóstica, como lo afirman sus poemarios más importantes : En los extramuros del mundo (1971); el proyecto Ética, conformado por Ángelus Novus Tomo I (1989) y Tomo II (1990), Monte de goce (1991), Taki Onqoy (1993) y Albus (1995); y El Teorema de Yu (2004). Así como sus libros de ensayo El motor del deseo (1987) y Apología pro totalidad. Ensayo sobre Stephen Hawking (2001), entre otros.
Pocas obras construyen, y conservan con el paso del tiempo, el verdadero carácter de totalizantes o totalizadoras, sin perder la autenticidad de su intención, ni la vigencia en la mirada, ni ese halo de culto marginal al que apoyan las ediciones agotadas, pero paradójicamente, no reeditadas; y que permite la línea esencial de transmisión, los libros pasados de mano en mano, y de boca en boca, contados y cantados como un mito.
La presente entrevista admite ser una introducción a la obra del poeta para los no iniciados (para ello se incluye una selección de sus textos), y a la vez un acercamiento crítico hacia algunos puntos de reflexión tales como: el proyecto de su vida, la Ética, sus lecturas, su Generación, su papel personal en el mundo, y sus posturas frente al lenguaje.
El artífice de esta imponente obra se aproxima al grabador y responde algunas preguntas, entre encendidas copas de vino y silencios inquietantes.
Teoría literaria y filosofía del lenguaje
Ahora que nos acercamos a la reflexión en torno del lenguaje, me interesa el tema específico de la Teoría Literaria. Según las lecturas que tengo de tu poesía y las opiniones de algunos de tus críticos destacados, como Paul Guillén, podrías declararte un estructuralista originario, radical, evidenciada tu preferencia por el formalismo ruso, específicamente por Sklovski, en contraposición a los aportes de Mijail Bajtin. ¿A qué debes esa inclinación, cuando muchos de tus textos delatan otras vertientes como la de Kristeva, que hasta cierto punto recoge y desarrolla algunos tópicos bajtinianos?
En la medida en que Bajtin sea un escritor formal, que considera el aspecto formal de la obra literaria, en esa medida yo puedo leer y entender a Bajtin; pero, en la medida en que Bajtin hace un sociologismo vulgar yo tengo un rechazo por él, aunque lo respeto, como respeto las opiniones de todos los escritores, pero tengo afinidades con el estructuralismo porque me parece que es la ciencia, que basada en la lingüística, analiza mejor el fenómeno literario.
Podemos sugerir una relación estrecha con la cientificidad del lenguaje, ya que tu preocupación es también lingüística, ¿qué importancia le das a la lingüística moderna en tu poesía?
En cierto modo, en mi poesía, la lingüística tiene el máximo de importancia, y sí que la tiene, y en cierto modo, yo, como Enrique Verástegui soy un producto de la lingüística, soy un producto del lenguaje de mi época, del lenguaje de las máquinas, del lenguaje de la cibernética, del lenguaje de la cosmología, del lenguaje de la ciencia, del lenguaje de las humanidades, en ese sentido estoy vinculado a la lingüística.
Dentro de esta línea de reflexión de la filosofía del lenguaje, quizás le debas cierta atención a algunos nombres fundamentales, se me ocurre Wittgenstein
Bueno, sí, se la debía hasta hace pocos meses, cuando escribí un texto llamado “Tractatus lógico matemáticus”, en el cual renunciaba a Wittgenstein' después de haberlo tenido como referente a lo largo de mi vida. Y espero se trate de una renuncia momentánea, puesto que sigo admirando a Wittgenstein, creo que es el máximo filósofo de Occidente en el siglo veinte, al lado de otros como Rudolf Carnap, el lógico positivista vienés, o de Nelson Goodman, el filósofo analítico norteamericano; sin mencionar a los marxistas como Luckács, o Goldman o Roland Barthes, o Henry Lefevre o Benjamin, por ejemplo, sin mencionarlos, porque el proyecto político se ha caído, aunque su pensamiento puede contribuir a este tipo de socialización que también quería Wittgenstein, un filósofo influido por su época, ciertamente, como son todas las personas, y por tanto, mi deuda con Wittgenstein es una deuda visible en el sentido en que me dio la conciencia del lenguaje como poder.
Por otro lado, presentas un texto acerca de Chomsky en tu libro de ensayos Apología pro totalidad: ensayo sobre Stephen Hawking.
Quizás te sientes personalmente más cercano al Chomsky activista político.
Considero que mi misión histórica en el aspecto socio político está cumplida cuando contribuí a llegar al poder a los gobiernos socialistas de Europa, y luego me he retirado de la Historia hacia la biblioteca de donde salí, para caminar por el mundo tal como Pitágoras en su juventud había caminado por Egipto y regresó a Grecia trayendo los conocimientos que había aprendido en los templos egipcios, en el mismo sentido, yo caminé por Europa, las islas Baleares y París, y traje los conocimientos al Perú.
LA VERSIÓN COMPLETA DE LA ENTREVISTA SE PUEDE LEER EN:
http://www.lasiega.org/index.php?title=Mes:_Septiembre_2006
http://www.lasiega.org/index.php?title=Mes:_Septiembre_2006
jueves, 14 de septiembre de 2006
ESTEBAN MOORE - PARTES MÍNIMAS*
* Este libro obtuvo el 2° premio del Fondo nacional de las Artes,
Régimen de Fomento a la Producción Literaria Nacional y Estímulo
a la Industria Editorial año 2002.
Jurado: Diana Bellessi, Santiago Sylvester, Luis O. Tedesco.
Partes Mínimas/
Minima Naturae
“Strahlenwind deiner sprache” 1
el viento que sopla desde el desierto cristalino
tan blando como un terso cielo –anunciará del
universo, infinitas desconocidas geometrías/el
más pequeño de sus detalles / los dominios de
una agregada luminosidad
“de manera que de sólo ver” 14
el siseo lejano de las aguas que desciende de las altas
cumbres/ despierta a las codornices -que con agilidad
y repentina gracia -sacuden su plumaje/ aletean -en el
nido/ --esas aves que no han visto nunca/ del deshielo
la desatada furia de los torrentes/ observan --de la luz
el brillo distinto/ reconocen en ella -señales –secretos
designios
“sand dunes of the white moon” 22
eso que parece una red / una tela de araña / -flameando
en el aire de tu horizonte inmediato - a través de la cual
se transparenta el paisaje -se transformará -paso a paso
en las ramas desnudas --del único árbol --de este arenal
impredecible /de estos médanos de arena amarilla --que
avanzan, se desplazan al atardecer hacia la luna ----que
comienza a crecer sobre puerto Pirámides
DATA
1) “Strahlenwind deiner Spragge”; “La ráfaga de viento de tu lenguaje”. Paul Celan, Sprachgitter, 1959.
14) “de manera que de sólo ver”. Santa Teresa de Jesús, Las Moradas, VI, cap.7.
22) “sand dunes of the white moon”
“dunas de arena de la luna blanca”
Carl Sandburg
Dunes. Chicago Poems, 1916.
HOJA DE RUTA
El viejo Bill explica un poema
Relata el poeta que -cuando regresó a visitar el lago --que
había conocido de niño ---recobró -desde una perspectiva
renovada -la imagen de aquellos cisnes que con elegancia
aún nadaban allí
él estimó el número de los
mismos en ------nueve y cincuenta /operación matemática
que no pretendía dar cuenta exacta -de la cantidad de aves
que -- sobre el agua verde cristalina ---sacudían sus largos
cuellos -y agitaban -el color -de sus alas extendidas -hacia
ese cielo cargado….
sólo buscaba
dice --la música de la cifra------------“lo demás me pareció
irrelevante”
Paisajes
“...caught in a sort of hell, how/shall he convert this underbrush, how turn
this unbidden place/ how trace an arch again/ the necessary goddess? “
Charles Olson
Una nueva cartografía del mundo------podrá estar
representada por un gran mapa ---que atravesado
de un número indeterminado -de rutas asfaltadas
y anchas autopistas
cruzándose -arbitraria -azarosamente constituyen
una compleja --y enmarañada red de encrucijadas
en ellas
podrás recorrer
en una fulgurante máquina último modelo
y --------------------------------cómodamente
en un ambiente climatizado
y con las ventanillas herméticamente cerradas
las distancias -que te separan de tu destino
velozmente podrás enfrentar
las curvas- contracurvas -rectas -y peraltes-
que
se multiplican –continua y
peligrosamente
en los sinuosos /y brillantes ríos de asfalto
que te aíslan del mundo circundante
ahí
desde ese -tu punto en eterno movimiento
observarás -con cierta ansiedad
el horizonte
la elipsis del sol en su caída
cuyo significado ---sancionado culturalmente
será recordado cuando ella te acaricie la nuca
y vos --------------soltás una mano del volante
para acariciarle la pierna
y ella te dirá que tiene hambre
y vos pensás en hacer una parada -en la próxima estación de servicio
donde protegidos -por el mismo aire acondicionado
y los mismos aromas -y la misma decoración
consumirán rápidamente la misma comida -que se sirve
en todos los restaurantes -de todas las estaciones de servicio
del mundo
y luego buscarán un hospedaje cuya escenografía interior
--magnifica
los deseos de Occidente
y en la mañana reiniciarán el viaje por los caminos de asfalto
que reproducen y sistemáticamente
su paisaje
de cruces -rotondas -curvas
contracurvas-puentes
distribuidores de tránsito-circunvalaciones
largas rectas
repetidas alambradas
el vallado metálico
que
guía a los viajeros
a héctor delfino
Tarde a la americana
Motherfucker…beautiful son of a bitch
!!!this guy…….. knows what he’s doing!!
Esas fueron las palabras que escuchamos ------por la radio en un bar de la
avenida Broadway --donde estabamos tomando unas cervezas ----pasando
una agradable tarde de verano a la americana -porrones de Miller ---cada
tres -Jack Daniels con limón –derecho viejo
El que casi las gritó fue Charles Bukowski -su vozarrón quemado por el alcohol
y el tabaco -tapó la voz de Peter Coyote y --no pudimos oir ---la parte final de su
lectura del soneto de Borges -A quien está leyéndome ---versión de Alastair Reid
Esto ocurrió demasiado rápido -los parroquianos se rieron y continuaron
dedicando su tiempo -a los chismes locales y a la cerveza -------mientras
esperaban la próxima ocurrencia del poeta -que ya se jactaba ---de haber
nacido para robar rosas --en las autopistas de la muerte
El conductor del programa --festejó tímidamente la salida de Bukowski
quien ahora reclamaba un sacacorchos -------------quería abrir la botella
de tinto -que algunos admiradores le habían hecho llegar al estudio
En el bar el patrón les preguntó a sus clientes habituales -si no sería mejor
poner un poco de música country
.....................No!!!!!!!!!NO!!!!!!!!!!!!!!!!
queremos al viejo en vivo --puteando por la radio
Las cosas comenzaban a complicarse -los teléfonos sonaban -una y otra
vez --oyentes furiosos -pedían que sacaran a Bukowski del aire --el viejo
les aullaba a través del micrófono --que no fueran comemierdas -----nazis
y reaccionarios -que pagaran sus impuestos para acabar con la pobreza
Todo era un torbellino de gritos e insultos que iban y venían ----Bukowski
lanzó varias amenazas al alcalde de la ciudad----------- quién ------según él
era un fascista -----lameculos -----impotente -que desconocía la existencia
de Isaiah Berlin
Ya no se sabía que podía pasar -entonces sucedió--una explosión--un
terrible golpe -el eco de un potente chispazo metálico -canceló por un
instante -los sonidos del mundo
Bukowski ----había estrellado la botella de vino ---contra el micrófono
todos callaron -el conductor tartamudeaba frases inconexas
La voz cascada de Bukowski fue la primera en reaparecer-- “Les
voy a leer un poema de un grandísimo hijo de puta” dijo “…de uno
que se sabe -el oficio” y…comenzó a leer el soneto de Borges
En esta ocasión -lo pudimos escuchar completo --sin interrupciones
y cuando recitó pausadamente los últimos versos:
” Dark, you will enter the darkness that expects you,
Doomed to the limits of your traveled time.
Know that in some sense you by now are dead.”
Borges estuvo ahí -con nosotros -en ese bar que olía a cerveza rancia
en Boulder; Colorado --y lo acompañaba Carlos Gardel ---te lo juro….
……………….que me caiga muerto………….
VERSIONES
Payaso en la luna
Mis lagrimas caen suavemente como los pétalos
de alguna rosa mágica.
Y todo mi dolor fluye del espacio abierto
de firmamentos y nieves imposibles de recordar.
Creo, que si acariciara la tierra,
ésta se desintegraría;
sí, todo es tan triste y tan bello,
tan trémulo
como en un sueño.
Dylan Thomas
*
La osa madre
Para hablar del modo en que come los salmones
ella se cubre el rostro
Me fastidia con
"Qué podés saber vos de mis costumbres"
Y me besa a través de la montaña
A través de sus estratos acumulados, sus
hondonadas, sus pliegues;
Su boca llena de arándanos,
Que compartimos.
Gary Snyder
***
Esteban Moore
Nació en Buenos Aires en 1952. Poeta, traductor y periodista. En poesía ha publicado: La noche en llamas (1982); Providencia terrenal (1983), Con Bogey en Casablanca (1987), Poemas 1982-1987 (1988), Tiempos que van (1994), Instantáneas de fin de siglo (Montevideo, 1999, Mención Honorífica, Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires), Partes Mínimas (Mar del Plata, 1999), Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003. Segundo Premio Fondo Nacional de las Artes).
En 2004 el Fondo Nacional de las Artes publicó una selección de su obra, Antología poética, en la Colección Poetas argentinos contemporáneos.
Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, América desierta y otros poemas, Colección de Obras Representativas de la UNESCO (Ediciones Graffiti/Unesco, Montevideo Uruguay, 1996); James Laughlin, Los poemas de amor, (Editorial Martín, La Pecera, Mar del Plata, Argentina, 2001); Craig Czury, Tecnología Norteamericana y otros poemas (Papel Tinta Ediciones, Buenos Aires, 2003); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (Ediciones Laberinto, México, 2004); Lawrence Ferlinghetti, Los Blues de la procreación y otros poemas (Alción Editora Córdoba, Argentina, 2005) y Lawrence Ferlinghetti, La vida sin fin (Editorial Arquitrave, Bogotá, Colombia, 2005).
Asimismo ha publicado en diarios y revistas traducciones de: Raymond Carver, Dylan Thomas, Allen Ginsberg, W.H. Auden, Jack Kerouac, John F.Deane, Gregory Corso, Gary Snyder, Bill Berkson, Anne Waldman, Andrei Codrescu, Seamus Heaney, Wallace Stevens y Dylan Thomas, entre otros.
Entre sus otras publicaciones se cuentan: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas., Buenos Aires, enero 2001) y Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, realizado en colaboración con Horacio Spinetto (Dirección de Patrimonio, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, diciembre 2003).
Ha participado los festivales de poesía de Medellín, Colombia; Montevideo, Uruguay; Rosario, Argentina; y fue invitado a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción. En 2005 dictó en la IX Escuela de Poesía de Medellín el seminario: La poesía de la generación Beat: sus poéticas y su legado.
Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, alemán, lituano y portugués e incluida en diversas antologías
Nació en Buenos Aires en 1952. Poeta, traductor y periodista. En poesía ha publicado: La noche en llamas (1982); Providencia terrenal (1983), Con Bogey en Casablanca (1987), Poemas 1982-1987 (1988), Tiempos que van (1994), Instantáneas de fin de siglo (Montevideo, 1999, Mención Honorífica, Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires), Partes Mínimas (Mar del Plata, 1999), Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003. Segundo Premio Fondo Nacional de las Artes).
En 2004 el Fondo Nacional de las Artes publicó una selección de su obra, Antología poética, en la Colección Poetas argentinos contemporáneos.
Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, América desierta y otros poemas, Colección de Obras Representativas de la UNESCO (Ediciones Graffiti/Unesco, Montevideo Uruguay, 1996); James Laughlin, Los poemas de amor, (Editorial Martín, La Pecera, Mar del Plata, Argentina, 2001); Craig Czury, Tecnología Norteamericana y otros poemas (Papel Tinta Ediciones, Buenos Aires, 2003); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (Ediciones Laberinto, México, 2004); Lawrence Ferlinghetti, Los Blues de la procreación y otros poemas (Alción Editora Córdoba, Argentina, 2005) y Lawrence Ferlinghetti, La vida sin fin (Editorial Arquitrave, Bogotá, Colombia, 2005).
Asimismo ha publicado en diarios y revistas traducciones de: Raymond Carver, Dylan Thomas, Allen Ginsberg, W.H. Auden, Jack Kerouac, John F.Deane, Gregory Corso, Gary Snyder, Bill Berkson, Anne Waldman, Andrei Codrescu, Seamus Heaney, Wallace Stevens y Dylan Thomas, entre otros.
Entre sus otras publicaciones se cuentan: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas., Buenos Aires, enero 2001) y Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, realizado en colaboración con Horacio Spinetto (Dirección de Patrimonio, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, diciembre 2003).
Ha participado los festivales de poesía de Medellín, Colombia; Montevideo, Uruguay; Rosario, Argentina; y fue invitado a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción. En 2005 dictó en la IX Escuela de Poesía de Medellín el seminario: La poesía de la generación Beat: sus poéticas y su legado.
Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, alemán, lituano y portugués e incluida en diversas antologías
PREMIO LUCIEN FREUD: PSICOANALISIS/CULTURA
La Fundación Proyecto al Sur anuncia la segunda edición del Premio Lucien Freud: Psicoanálisis/Cultura.
El premio se organiza con el propósito de distinguir textos referidos a las intersecciones e intercambios entre las producciones de la cultura, el psicoanálisis y el lazo social que ello implica.
Participantes
Dadas las características del Premio están invitados a participar todos aquellos- provenientes de diferentes prácticas y ámbitos- convocados por el espacio de cruce entre el psicoanálisis y la cultura. En esta segunda edición podrán participar residentes en cualquiera de los países de América y España. A partir del 3 de abril de 2006 podrá solicitarse información a: coordinación@proyectoalsur.org (1)
Recepción
Los trabajos-escritos únicamente en español-con una extensión mínima de 20 páginas y una máxima de 60 páginas, serán entregados por vía postal a la Fundación Proyecto al Sur o personalmente en la librería Paidós en la ciudad de Buenos Aires (2). Deberán enviarse a "Premio Lucien Freud/ Fundación Proyecto al Sur" un diskette y tres copias impresas de cada texto con un seudónimo, incluyéndose en sobre cerrado, los datos personales del autor.
El cierre de la recepción de trabajos será el 15 de Octubre del 2006.
Comité de Preselección
Luis Bilbao / Arturo Cuervo/ Luis Fau / Nora Fornari / Héctor Fuentes / Eduardo Gandolfo / Vera Gorali / Samuel Krynski / Silvia Manzini / Luis Mazella / Florencia Verlatsky
Jurado
El Jurado de selección 2006 está integrado por Carlos Brück (Fundación Proyecto al Sur,), Ana Amado, Ana Maria Gomez, Héctor Libertella, Rafael Parada (Chile), Norma de Lucca (Universidad Nacional de La Plata), Adriana Rubistein (Universidad Nacional de Buenos Aires) , Juan Ritvo (Universidad Nacional de Rosario), Rafael Parada (Chile), Raymundo Mier(Universidad Autónoma de México), Manuel Cruz (Universidad de Barcelona), Alicia Borinsky (Boston University), Julio Ortega (Brown University) y Randolph Pope (Universidad de Virginia).
Premio
El premio Lucien Freud consistirá en la edición del texto distinguido y en una obra de Mariano Betelu seleccionada de la serie "Ilustraciones sobre Witold Gombrowicz".
El jurado adoptará sus decisiones por mayoría de votos y sus fallos serán inapelables. Cualquier otra cuestión no contemplada en las bases será resuelta por la Coordinación del Premio y la Presidencia de la Fundación Proyecto al Sur.
El dictamen se dará a conocer en Marzo de 2007 en oportunidad de realizarse las próximas Jornadas de la Fundación Proyecto al Sur.
Dicho dictamen tendrá difusión pública y simultáneamente se anunciará la composición del Jurado para la nueva convocatoria del Premio.
(1) La Coordinación estará a cargo de Eva Dukasz y Eva Goodbar.
(2) Dirección postal: Premio Lucien Freud / Fundación Proyecto al Sur. Malabia 2363, piso 15 dep. D ( CP 1425), Capital Federal, Argentina. Entrega personal: Librería Paidós: Av. Las Heras 3741, Local 31 y Av. Santa Fe 1685, Capital Federal, Argentina.
ALDO NOVELLI - CAMPAÑA internacional para salvar al PELUDO
Salvador green
Desde hoy voy a darle un sentido a mi vida,
dejaré de beber como un desahuciado
de fumar como un escritor solitario
y de fornicar como un animal en celo.
Voy a cambiar radicalmente mi vida.
Ya basta de orgías desenfrenadas con mujeres sin fe
de apostar a la muerte en cada golpe de dados
de beberme el alba en alcoholes baratos
entre borrachos y poetas fantasiosos.
Me quitaré de la cabeza la idea de que el progreso fue un fracaso
de que el mundo es un deshecho de esta ambición sin fin
y que la llamada especie humana ha desaparecido definitivamente.
Dejaré de escribir papeles inútiles que nadie lee
intentando ganarme no se que cielo prometido,
el cielo está contaminado de misiles nucleares
y los ángeles murieron carcomidos por la radiación.
Ya no buscaré flores en el desierto
para dárselas a ellas como ofrenda de amor.
Voy a darle un vuelco a mi vida.
Me afiliaré a los buenos de Green Peace
formaré una fundación con artistas y deportistas
preocupados por los animales,
y me dedicaré enteramente a salvar al peludo patagónico
de las garras de los charanguistas.
Si bien aún no es una especie en extinción
pero si seguimos así, pronto lo será
el folklore los exterminara dentro de poco tiempo,
hasta usarán al quirquincho bola para jugar al fútbol playero.
¡No quiero ver ese día!
Seguirán muriendo de hambre niños en Bangladesh, Tucumán o Etiopía
continuarán muriendo mujeres y hombres del tercer mundo
de enfermedades curables en el primer mundo,
pero sepan ustedes una cosa
cuando desaparezcan los últimos sobrevivientes
el peludo patagónico estará vivito y coleando
y será gracias a mí
el salvador green de la patagonia.
¡Damaris Calderón en Ciudad de México!
La poeta Damaris Calderón (La Habana, 1967) autora de Los amores del mal, tercer título de Ediciones El billar de Lucrecia, editorial dedicada a la reciente poesía latinoamericana, estará en Ciudad de México presentando su libro, impartiendo una conferencia sobre poesía hispanoamericana y leyendo poesía con otros poetas mexicanos.
Te invitamos a que asistas a estas actividades para no perderte la oportunidad de escucharla y conocerla.
Presentación de Los amores del mal
Miércoles 20 de septiembre, 7 de la noche
Casa Refugio (Citlaltépetl 25, col. Condesa)
Presentan: Carla Faesler, León Plascencia Ñol y Sergio Téllez-Pon
Conferencia sobre Poesía hispanoamericana
Sábado 23 de septiembre, 5 de la tarde
Casa Vecina (1er Callejón de Mesones y Regina, col. Centro, entrando por Isabel la Católica)
Imparte: Damaris Calderón
Poesía Contemporánea: Mesa de lecturas de poesía y diálogo
Sábado 23 de septiembre, 7 de la noche
Casa Vecina (1er Callejón de Mesones y Regina, col. Centro)
Participan: Carla Faesler, Hernán Bravo Varela, Damaris Calderon, Pedro Serrano y Rocío Cerón
Modera: Rodrigo Castillo
Patrocinan: Casa Vecina, Hostería La Bota, Fundación del Centro Histórico, Textiles Kukuli y MotínPoeta.
ENTRADA LIBRE A TODAS LAS ACTIVIDADES
http://elbillardelucrecia.blogspot.com/
COLOQUIO DE LITERATURA
El miércoles 27 de septiembre a las 3:00 p.m. se inaugurará el XI Coloquio de Estudiantes de Literatura, un espacio académico en el cual un grupo de alumnos podrá leer sus trabajos críticos para entrar en diálogo con el público asistente. Asimismo, se realizarán diversas actividades complementarias como recitales, mesas redondas e intervenciones artísticas.
Días: del miércoles 27 al viernes 29 de septiembre.
Lugar: Auditorio de Humanidades de la PUCP.
Hora: de 3:00 p.m. a 8:00 p.m.
Ingreso libre
Miércoles 27 de setiembre
3.00 pm INAUGURACIÓN
3.30 pm Presentación de Auto sacramental, intervención artística de El Divino Narciso por José Luis Carranza.
5.00 pm. Mesa 1 Discursos Coloniales
* Blanco Chávez, Anaís. “La relación con ‘el otro’ a través de las tensiones entre el honor y la fama en la estructura narrativa de los cantos XXXII y XXXIII de La Araucana”
* Molina Campodonico, Ana María. “El sincretismo religioso en el Manuscrito de Huarochirí a partir de la imagen de don Cristóbal y el supay”
* Vidarte, Giuliana. “Vasallo del Rey y servidor de Dios: la construcción del buen conquistador cristiano en los Naufragios de Cabeza de Vaca”
Moderadora: Miryam Nacimento
6.30 pm. Recital de poesía. Rocío Fuentes, Alex Salas, Diego Alegría, Paul Forsyth (Laberinto, 2006) Manuel Fernández (Octubre, 2006) y el profesor Renato Sandoval (Suzuki blues, 2006, entre otros poemarios y traducciones de Rilke, Kafka, etc.).
Jueves 28 de setiembre
3.00 pm Mesa 2 Narrativa peruana
* Cárdenas Moreno, Mónica. “¿Por qué hacen tanto ruido?: más allá del simple cuestionamiento, respuesta creativa frente al caos limeño durante la década del 80”
* Gauger, Juan Manuel. “Un diario del siglo XIX: la edificación de la subjetividad en La tentación del fracaso”
* Herbozo, Jose Miguel. “Identidades Conflictivas. Las imposiciones del progreso en Aves sin nido y Cuentos malevolos.”
Moderador: Mateo Millones
4.30 pm Mesa 3 Teoría aplicada
* Alegría, Diego. “El génesis de la tierra media”
* Galarreta Aima, Diana. “Posibilidad del monólogo dialógico: un acercamiento a La Mansa de Dostoievski”
* Hibbett, Alexandra. “Toma lo bueno: un nuevo imperativo de goce”
Moderadora: Diana Ruíz
6.00 pm Anuncio de los ganadores del Primer Concurso de Poesía y Comentario "Javier Heraud"
6.30 pm Actividad de la editorial Estruendomudo
Viernes 29 de setiembre
3.00 pm Mesa 4 Mario Vargas Llosa
* Caballero Medina, Carlos Arturo. “Diario de Irak: guerra de civilizaciones”
* Tello Calmet, Juan Pablo. “El pez que por la boca muere. Problemas éticos y estéticos de la imagen ficcional llamada “Vargas Llosa” en los capítulos pares de El pez en el agua de Mario Vargas Llosa”
* Velayos Larrabure, Emmanuel. “De la distancia psíquica al desborde testimonial: mito genuino y tecnificado en uno de los ejes narrativos de La Casa Verde de Mario Vargas Llosa”
Moderador: Reynaldo Buendía
4.30 pm Mesa 5 Comparaciones
* Carrillo, Giuliana. “Pushkin y El convidado de piedra: tradición y ruptura en el mito de Don Juan”
* Flores, Judith. “Oliverio Girondo y Carlos Oquendo de Amat: una crítica a la modernidad”
* Gatti, Romina. “Un mismo amor. Transtextualidad en De sobremesa de José Asunción Silva y La vita nuova de Dante Alighieri”
Moderador: Jesús Hidalgo
6.00 pm. Mesa redonda La dramaturgia peruana actual
7.30 pm CLAUSURA
3.00 pm INAUGURACIÓN
3.30 pm Presentación de Auto sacramental, intervención artística de El Divino Narciso por José Luis Carranza.
5.00 pm. Mesa 1 Discursos Coloniales
* Blanco Chávez, Anaís. “La relación con ‘el otro’ a través de las tensiones entre el honor y la fama en la estructura narrativa de los cantos XXXII y XXXIII de La Araucana”
* Molina Campodonico, Ana María. “El sincretismo religioso en el Manuscrito de Huarochirí a partir de la imagen de don Cristóbal y el supay”
* Vidarte, Giuliana. “Vasallo del Rey y servidor de Dios: la construcción del buen conquistador cristiano en los Naufragios de Cabeza de Vaca”
Moderadora: Miryam Nacimento
6.30 pm. Recital de poesía. Rocío Fuentes, Alex Salas, Diego Alegría, Paul Forsyth (Laberinto, 2006) Manuel Fernández (Octubre, 2006) y el profesor Renato Sandoval (Suzuki blues, 2006, entre otros poemarios y traducciones de Rilke, Kafka, etc.).
Jueves 28 de setiembre
3.00 pm Mesa 2 Narrativa peruana
* Cárdenas Moreno, Mónica. “¿Por qué hacen tanto ruido?: más allá del simple cuestionamiento, respuesta creativa frente al caos limeño durante la década del 80”
* Gauger, Juan Manuel. “Un diario del siglo XIX: la edificación de la subjetividad en La tentación del fracaso”
* Herbozo, Jose Miguel. “Identidades Conflictivas. Las imposiciones del progreso en Aves sin nido y Cuentos malevolos.”
Moderador: Mateo Millones
4.30 pm Mesa 3 Teoría aplicada
* Alegría, Diego. “El génesis de la tierra media”
* Galarreta Aima, Diana. “Posibilidad del monólogo dialógico: un acercamiento a La Mansa de Dostoievski”
* Hibbett, Alexandra. “Toma lo bueno: un nuevo imperativo de goce”
Moderadora: Diana Ruíz
6.00 pm Anuncio de los ganadores del Primer Concurso de Poesía y Comentario "Javier Heraud"
6.30 pm Actividad de la editorial Estruendomudo
Viernes 29 de setiembre
3.00 pm Mesa 4 Mario Vargas Llosa
* Caballero Medina, Carlos Arturo. “Diario de Irak: guerra de civilizaciones”
* Tello Calmet, Juan Pablo. “El pez que por la boca muere. Problemas éticos y estéticos de la imagen ficcional llamada “Vargas Llosa” en los capítulos pares de El pez en el agua de Mario Vargas Llosa”
* Velayos Larrabure, Emmanuel. “De la distancia psíquica al desborde testimonial: mito genuino y tecnificado en uno de los ejes narrativos de La Casa Verde de Mario Vargas Llosa”
Moderador: Reynaldo Buendía
4.30 pm Mesa 5 Comparaciones
* Carrillo, Giuliana. “Pushkin y El convidado de piedra: tradición y ruptura en el mito de Don Juan”
* Flores, Judith. “Oliverio Girondo y Carlos Oquendo de Amat: una crítica a la modernidad”
* Gatti, Romina. “Un mismo amor. Transtextualidad en De sobremesa de José Asunción Silva y La vita nuova de Dante Alighieri”
Moderador: Jesús Hidalgo
6.00 pm. Mesa redonda La dramaturgia peruana actual
7.30 pm CLAUSURA
lunes, 11 de septiembre de 2006
UN ESPEJO CONVEXO: DOS IMÁGENES ALTERNAS EN LA POESÍA PERUANA DE LA DÉCADA DEL 70 Y 80 / PAUL GUILLÉN
Publicado en Galerna, revista internacional de literatura, número 4. New Jersey: Montclair University, 2006. p. 132-144.
Una aproximación a los procesos de modernización técnica de la escritura en la poesía peruana de las décadas del 70 y 80, nos hablaría de una agenda crítica poco organizada y no expuesta aún, salvo algunos estudios sobre el movimiento poético Kloaka y muy pocos sobre Hora zero1. Partiremos aclarando una equivocación demasiado general como para obviarla; la mayoría de críticos peruanos entienden el término tradición como un proceso lineal y ligado al “progreso” de la sociedad, justo por esta linealidad tienden a dividir los procesos en generaciones y no ven los múltiples círculos intermitentes y virtuales que se crean, transforman o superponen. Por ejemplo, a la supuestamente llamada “generación del 70” se le adscriben las características de una mayor narratividad y descripción de la realidad, junto a la disolución de los géneros literarios y la preponderancia del lenguaje de la calle, y son juicios que se repiten en la mayoría de antologías2, pero en esa situación que podríamos decir de otras poéticas que conviven a la vez en el 70 como la de Vladimir Herrera que está muy cercana al barroco o la de Walter Márquez muy cercana al simbolismo:
“La fragilidad de un balance es, en el mejor de los casos, tan patente como su utilidad, porque participa de las virtudes y deficiencias propias del enfoque histórico y la apreciación antológica. La historia moviliza criterios de interpretación, y la antología, de valoración”3
En la recepción crítica sobre la poesía del 70 estos elementos valorativos e interpretativos van a actuar como correlatos prácticos de la división propuesta por Alberto Escobar en su Antología de la poesía peruana (Lima: Peisa, 1973), en la medida en que necesariamente la mayoría de enfoques tienden a ser sociológicos y abundantes de una terminología marxista o “marxopositivista”4. Escobar traza dos líneas en la poesía contemporánea peruana. Una de ellas sería la de los fundadores de la tradición o tradiciones de la poesía peruana y usuarios de ella (Eguren y Vallejo hasta el fin de la década del 50) y la otra línea sería los cuestionadores de la tradición o tradiciones (60 en adelante). El crítico Edgar O’hara acota que en realidad no se podría hablar de “cuestionadores”, sino de fundadores de una nueva tradición que proviene de la “otra vanguardia” como la llama José Emilio Pacheco. Esta vanguardia desarrollada en México y el Caribe en los años 20, cuyos exponentes serían Pedro Henríquez Ureña, Salomón de la Selva y Salvador Novo, quienes practican una poesía coloquial de vertiente anglosajona.
Si para el contexto de la poesía del 70 los análisis marxistas o “marxopositivistas” son los que tienen más cabida e importancia. De un lado a otro (O’hara, Hora zero y hasta el propio Quijano), pecan de evaluar la obra de sus coetáneos con una excesiva valoración, según se alejen más o menos de sus respectivas poéticas. Por ejemplo, Edgar O’hara objeta los alcances de los discursos de Montalbetti o Morales Saravia, porque no se encuadran en el proyecto central de La Sagrada familia, por el contrario, valora excesivamente a Luis Alberto Castillo o Sánchez Hernani, mediante una operación de transferencia y reflejo especular, como un otro que es semejante, es decir, se crea la ilusión del desarrollo textual adecuado y políticamente comprometido con la lucha de clases para refrenar la culpa que se podría sentir al hablar de otras realidades generalizadas como “metafísicas”; los casos abundan y no es nuestra intención inventariar todos.
Los propios miembros productores de la poesía del 70 actúan en el texto crítico como “defensores” y “protagonistas” de su mismo espacio escritural5. Por eso, no es raro encontrar el elogio fácil y la concepción de ghettos cerrados. La crítica no puede leer con ojos nuevos, las propuestas escriturales efectuadas después del 60. A lo sumo, se estancan en encontrar las continuidades y semejanzas con las poéticas centrales del 60 (Hinostroza, Cisneros y Hernández). Los críticos se han acostumbrado a trabajar sólo con los presupuestos de la línea poética central del 60: narrativismo, disolución de los géneros literarios, ironía, distanciamiento, etcétera. Todo lo que no se encuadra ahí es tomado como pasadismo, sino cómo podríamos entender que voces insulares y diferentes a la línea central del 60 y 70 como Morales Saravia o Vladimir Herrera no se les dé ninguna cabida en la historia literaria de la poesía del 70, ¿qué comentario marxopositivista podría reparar en su barroquismo, en sus pliegues textuales, en sus yuxtaposiciones discursivas, en la auto-referencialidad de su lenguaje? Los únicos críticos que han notado su presencia son Edgar O’hara, Eduardo Espina, González Vigil, Lauer y Américo Ferrari. Algo similar ocurre con la poesía del 60. La crítica sólo reconoce dos vertientes principales, una anglosajona (Lauer, Cisneros, Hinostroza) y la otra españolizante (Calvo, Corcuera, Martos). Pero no ubica una línea que proviene del surrealismo y el simbolismo (Ojeda, Edgar Guzmán, Chirinos Cúneo, Raúl Bueno, Martínez Pizarro, Claros, Gutti, Brozovich)6, que tendría como antecedentes a Eguren, Moro, Westphalen, Adán, Eielson y Sologuren.
Hay que adscribir, abrir nuevas posibilidades de lectura de los sistemas literarios desde la poesía “culta” o “trascendentalista” hasta la poesía popular o la escrita en quechua o aymara, reparando que el Perú posee una tradición multicultural con fuertes raigambres de sincretismo no resuelto o bilingüismo cultural, una poesía ágrafa y una poesía que tiene escritura; todos estos sistemas conviven juntos, tienen relación cada uno con el otro, no se entiende una separación escolar del tipo puro / social o metafísicos / coloquiales; lo mismo ocurre cuando alguien cree que la poesía está reñida de la ciencia y que la poesía sólo es un gusto.
Hora zero y el poema integral
Hora zero fue un grupo parricida de inicios de los 70 que sólo reconocían como válidas las voces de Vallejo, Heraud y Tello, poetas que unían poesía y vida. Hora zero buscó crear una nueva poética y ésa fue el poema integral: “formalmente en ella cabía de todo como en una caja de sastre: la prosa, el verso, el ensayo, el lenguaje de las mass media”7. Tulio Mora reconoce conexiones con la vanguardia peruana y sus antecedentes serían Vallejo, Churata, Arguedas; Pound, Ginsberg, Williams; Pablo de Rokha, Parra, Lihn, Adoum, Gelman, Cardenal.
Juan Ramírez Ruiz, el teórico del movimiento junto a Enrique Verástegui y Tulio Mora, en su primer libro de poemas, Un par de vueltas por la realidad, anota las características y los presupuestos que tendría el poema integral como:
“una totalización, donde se amalgame el todo individual con el todo universal. Es decir, materia de un poema integral es la realidad acontecida y aconteciente; y que adviene en sucesos como expresión de los enfrentamientos de las clases en pugna”8
Una poesía que parta de hechos concretos con intenciones populistas, que se despoje de su voz para que en un impulso democratizador entregue la palabra escrita a los otros que tienen velada su voz (una secretaria, una prostituta, un borracho) y desde esos espacios silenciados por el sistema social refrene la discriminación y opresión étnica. Poemas polifónicos que socavan la voz autoral y la incorporan al tránsito y decurso de un diálogo abierto:
“la ruptura en el plano lingüístico es fundamental, se trata de ubicar al lenguaje sencillo, popular, directo, duro y sano en la capacidad de expresar toda la energía de una experiencia latinoamericana en un lenguaje latinoamericano (…) Hallará sus palabras en el habla popular, en el argot, en los giros populares y en la invención de nuevos términos”9
Dicha formulación es muy parecida a la de Ernesto Cardenal y a los poetas de la “otra vanguardia” de los años veinte. Cardenal escribió un poema titulado “Hora 0”, en donde efectúa un manejo magistral de los niveles de norma “culta” y norma “popular”, que debió ser un gran aliciente para los miembros iniciales de Hora zero (Pimentel, Ramírez Ruiz, Luna, Rodríguez, Nájar y Polar). Cardenal estuvo en el Perú para presentar el libro Poesía nicaragüense (La Habana: Casa de las Américas, 1973) selección y prólogo de EC:
“el exteriorismo es la poesía creada con las imágenes del mundo exterior, el mundo que vemos y palpamos (…) El exteriorismo es la poesía objetiva: narrativa y anecdótica, hecha con elementos de la vida real y con cosas concretas, con nombres propios y detalles precisos y datos exactos y cifras y hechos y dichos. En fin, es la poesía impura”10
El crítico peruano José Miguel Oviedo intenta hacer un juicio general sobre toda la poesía del 70 con la siguiente afirmación: “la poesía del setenta pasea por la calle y tiene los ojos bien abiertos, pero sólo para mirarse mejor el ombligo: es autista y a veces neurótica”11, uno de los presupuestos del 70 al asumir la poesía conversacional (Cardenal, Fernández Retamar, Lihn, Pacheco) es la poesía experiencial, poesía que parte de la experiencia y de la cotidianeidad, que por lo general es asumida como autobiográfica. Oviedo cree que su verismo define su radicalidad o exageración, porque hay referencias a nombres propios, direcciones y lugares provenientes del mundo real efectivo, cuando este procedimiento o estos elementos sólo funcionan para dar mayor verosimilitud a la experiencia narrada y no constituirse como alegato de autenticidad o validación biográfica, la poesía confesional no se puede asumir como algo estrictamente verdadero.
Por otra parte, cómo podemos entender a Hora zero sin dar cuenta de un pasado colonial que se constituiría como referencia inmediata para la formación de una tradición tan compleja como la peruana. La ciudad colonial, monstruo construido en su circularidad como una forma de poder aferrada a la palabra y al uso y manipulación de la elite letrada, representa el poder político-económico imperial de la conquista española. En ese sentido, Lima (ciudad capital) se constituiría como referencia inmediata a la colonia, y, más aún, como el lugar de la asunción de un neo-colonialismo que refrena todos los proyectos políticos modernizadores y reformistas. El símbolo de la ciudad caótica y cotidiana connotaría su pasado inmediato e identidad con relación al régimen colonialista y su imaginario cultural. Lo mismo ocurre con la polarización peruana en regiones geográficas (supuestamente, antes de las migraciones populares, la costa miraría a lo extranjero, mientras la sierra estaría directamente vinculada con la historia de la preconquista). Con las migraciones, que se dan a comienzos de la década del ’50 y a lo largo del ’60 hasta acabar en dos actos fundacionales como son Villa El Salvador y Comas (dos distritos ubicados en los conos de Lima con características económicas y sociales muy particulares), se estaría observando el hecho de que un correlato práctico entre la realidad y los textos artísticos no se produce de manera serial y directa, sino en tanto procesos de significación, su aleatoriedad y oscilación dependen de las distintas mediaciones entre la palabra y la historia: “la poesía no puede ser anterior a nada, ya que de por sí es historia, figuración alegórica del acontecer del hombre”12, pero al instalarse en la misma perspectiva que la sociedad media esa relación, mas no transfiere directamente las significaciones de la una en la otra. Los barrios populares, barriadas o asentamientos humanos se constituirían como una forma de problematizar el poder del centralismo y la ciudad caótica circular. Se formarían especies de extremidades poblacionales que deformarían lo central:
“en estos poetas Lima constituye ya un hecho consumado (…) Lima es sinónimo de muchas cosas: concentración demográfica, productiva, financiera y administrativa; pero también es el cruel escenario de la desocupación y el subempleo, el contexto de enfrentamientos políticos de clase, marco de recientes e importantes movimientos sociales”13
Una poesía que tiene que ser iracunda y apasionada: “nos ha tocado poetizar una catástrofe”14. Sujetos quebrados que deambulan por las calles de la ciudad caótica y marginal, sin sentido, sin desarrollo personal e histórico. Como sujetos descentrados y marginales. Sin pasado y sin historia reciente. No se logra un posicionamiento. Esta existencia es escéptica, dura, odiosa y deslumbrante. Desarraigo, ambivalencia de su condición de sujeto, “postergación de una juventud urbana que no encuentra ni tampoco desea un sitio en esta sociedad”15
Hora zero instaura una poesía de “ruptura” que en realidad es continuación de las poéticas centrales del 60 (Cisneros e Hinostroza principalmente). Para Mirko Lauer la ruptura no se da en el plano de escribir una nueva poesía, sino en las circunstancias objetivas y de apoderarse del espacio de enunciación que antes habían sido vedados para ellos, pero desde una posición contraria, ser no académicos, ser provincianos en Lima, carecer inicialmente de vinculación orgánica al sistema cultural establecido (cf. “Hacia la generación poética del ochenta”. En: Hueso húmero, número 1. Lima, abril-junio 1979). Sus presupuestos abogan por un nuevo plano estilístico–verbal, es decir, cuando intentan traducir en su poesía una experiencia latinoamericana tienen que servirse de un lenguaje latinoamericano:
“el lenguaje que ofrecen es inédito desde el punto de vista social: una Lima desconocida hasta entonces juzgada desde otros puntos de vista del país, personificado en los jóvenes que toman la capital por asalto”16
Para ellos, todo puede ser dicho en una mezcla de nacionalismo y experimentalismo, y su formulación trató de no tener vacíos prácticos, pero no encontraron resistencia teórica de la generación anterior. Hubo un vacío de poder. Los poetas del 60 o estaban en Europa y Estados Unidos o recluidos en su propia soledad. En esas circunstancias, Hora zero quiso combatir el poder del lenguaje oligárquico, con un nuevo lenguaje latinoamericano y:
“estableció una peligrosa relación con la palabra (…) Los grupos que detentan el poder político y económico también imponen su dominación a través del lenguaje. Y ellos se rebelaron contra este lenguaje; arriesgaron y avizoraron.”17
Carlos Z. Batalla llama a Hora zero neovanguardista siguiendo el postulado de Fernando Burgos (cf. “Modernidad y neovanguardia hispanoamericana”. En: Revista de Estudios Hispánicos, Universidad de Alabama, 1984), es decir: “una forma de reconstrucción estética mixta y composicional, no lineal y fragmentaria, esencialmente lúdica y mosaica, eminentemente aleatoria. Esto es, la exacerbación más acelerada del lenguaje”18. Su actitud de pretender escribir una ‘poesía de la calle’ y la inclusión en el texto poético del habla cotidiana, la jerga, el lenguaje vivo de los habitantes; la intensa actividad pública hacia las provincias habla de un intento honesto por darle un contorno popular a su poesía, quebrando el ambiente de elite donde se frecuentaba a los anteriores poetas. Marco Martos en su polémica con José Miguel Oviedo acota con relación a la procedencia de los miembros de Hora zero que: “más importante [es] el intento de romper el circuito cerrado de la vida literaria limeña”19. En verdad, para estos poetas la relación centro / periferia es de una verdadera exclusión. Oviedo responde:
“Justamente allí establezco yo la diferencia: a ninguno de esos provincianos del 50 se le ocurrió ‘descentralizar’ la agitación cultural, usar las periferias culturales y no el centro, intentar la articulación de ‘las formas de cultura local en un solo proyecto de alcance nacional’ como afirmo en mi prólogo”20
El símbolo de Lima estaba presente en poetas anteriores como Salazar Bondy, Delgado, Guevara, Rose, Leoncio Bueno, Cisneros o Lauer. Pero su perspectiva no fue de una verdadera exclusión y en algunos casos, o fue una nostalgia por el pasado o fue una crítica ácida de la modernidad, pero ninguno de ellos escribe desde los márgenes como los del 70. En uno de los balances sobre la poesía del 70 que se producen a inicios de la década del 80, para Enrique Verástegui: “Hora zero fue una eclosión de tipo instintivo contra la ciudad. De gente provinciana que sufre la agresión de la urbe y que por una razón instintiva se une para llevar una lucha literario-política”21. En tanto para Omar Aramayo: “Para mí Hora zero no llega a ser una ruptura. Es solo un intento de serlo”22. En ese sentido, los poetas de Hora zero distaban de ser tan innovadores como pretendían. Para James Higgins el verdadero momento de ruptura en la poesía peruana contemporánea fue la década del 60 cuando poetas como Cisneros e Hinostroza desarrollaron un discurso poético moderno para expresar un nuevo espíritu contestatario, y de hecho el proyecto de Hora zero no hace sino continuar y culminar desde otra perspectiva el proceso iniciado en los 60 (cf. Hitos de la poesía peruana. Lima: Milla Batres Editor, 1993).
Una aproximación a los procesos de modernización técnica de la escritura en la poesía peruana de las décadas del 70 y 80, nos hablaría de una agenda crítica poco organizada y no expuesta aún, salvo algunos estudios sobre el movimiento poético Kloaka y muy pocos sobre Hora zero1. Partiremos aclarando una equivocación demasiado general como para obviarla; la mayoría de críticos peruanos entienden el término tradición como un proceso lineal y ligado al “progreso” de la sociedad, justo por esta linealidad tienden a dividir los procesos en generaciones y no ven los múltiples círculos intermitentes y virtuales que se crean, transforman o superponen. Por ejemplo, a la supuestamente llamada “generación del 70” se le adscriben las características de una mayor narratividad y descripción de la realidad, junto a la disolución de los géneros literarios y la preponderancia del lenguaje de la calle, y son juicios que se repiten en la mayoría de antologías2, pero en esa situación que podríamos decir de otras poéticas que conviven a la vez en el 70 como la de Vladimir Herrera que está muy cercana al barroco o la de Walter Márquez muy cercana al simbolismo:
“La fragilidad de un balance es, en el mejor de los casos, tan patente como su utilidad, porque participa de las virtudes y deficiencias propias del enfoque histórico y la apreciación antológica. La historia moviliza criterios de interpretación, y la antología, de valoración”3
En la recepción crítica sobre la poesía del 70 estos elementos valorativos e interpretativos van a actuar como correlatos prácticos de la división propuesta por Alberto Escobar en su Antología de la poesía peruana (Lima: Peisa, 1973), en la medida en que necesariamente la mayoría de enfoques tienden a ser sociológicos y abundantes de una terminología marxista o “marxopositivista”4. Escobar traza dos líneas en la poesía contemporánea peruana. Una de ellas sería la de los fundadores de la tradición o tradiciones de la poesía peruana y usuarios de ella (Eguren y Vallejo hasta el fin de la década del 50) y la otra línea sería los cuestionadores de la tradición o tradiciones (60 en adelante). El crítico Edgar O’hara acota que en realidad no se podría hablar de “cuestionadores”, sino de fundadores de una nueva tradición que proviene de la “otra vanguardia” como la llama José Emilio Pacheco. Esta vanguardia desarrollada en México y el Caribe en los años 20, cuyos exponentes serían Pedro Henríquez Ureña, Salomón de la Selva y Salvador Novo, quienes practican una poesía coloquial de vertiente anglosajona.
Si para el contexto de la poesía del 70 los análisis marxistas o “marxopositivistas” son los que tienen más cabida e importancia. De un lado a otro (O’hara, Hora zero y hasta el propio Quijano), pecan de evaluar la obra de sus coetáneos con una excesiva valoración, según se alejen más o menos de sus respectivas poéticas. Por ejemplo, Edgar O’hara objeta los alcances de los discursos de Montalbetti o Morales Saravia, porque no se encuadran en el proyecto central de La Sagrada familia, por el contrario, valora excesivamente a Luis Alberto Castillo o Sánchez Hernani, mediante una operación de transferencia y reflejo especular, como un otro que es semejante, es decir, se crea la ilusión del desarrollo textual adecuado y políticamente comprometido con la lucha de clases para refrenar la culpa que se podría sentir al hablar de otras realidades generalizadas como “metafísicas”; los casos abundan y no es nuestra intención inventariar todos.
Los propios miembros productores de la poesía del 70 actúan en el texto crítico como “defensores” y “protagonistas” de su mismo espacio escritural5. Por eso, no es raro encontrar el elogio fácil y la concepción de ghettos cerrados. La crítica no puede leer con ojos nuevos, las propuestas escriturales efectuadas después del 60. A lo sumo, se estancan en encontrar las continuidades y semejanzas con las poéticas centrales del 60 (Hinostroza, Cisneros y Hernández). Los críticos se han acostumbrado a trabajar sólo con los presupuestos de la línea poética central del 60: narrativismo, disolución de los géneros literarios, ironía, distanciamiento, etcétera. Todo lo que no se encuadra ahí es tomado como pasadismo, sino cómo podríamos entender que voces insulares y diferentes a la línea central del 60 y 70 como Morales Saravia o Vladimir Herrera no se les dé ninguna cabida en la historia literaria de la poesía del 70, ¿qué comentario marxopositivista podría reparar en su barroquismo, en sus pliegues textuales, en sus yuxtaposiciones discursivas, en la auto-referencialidad de su lenguaje? Los únicos críticos que han notado su presencia son Edgar O’hara, Eduardo Espina, González Vigil, Lauer y Américo Ferrari. Algo similar ocurre con la poesía del 60. La crítica sólo reconoce dos vertientes principales, una anglosajona (Lauer, Cisneros, Hinostroza) y la otra españolizante (Calvo, Corcuera, Martos). Pero no ubica una línea que proviene del surrealismo y el simbolismo (Ojeda, Edgar Guzmán, Chirinos Cúneo, Raúl Bueno, Martínez Pizarro, Claros, Gutti, Brozovich)6, que tendría como antecedentes a Eguren, Moro, Westphalen, Adán, Eielson y Sologuren.
Hay que adscribir, abrir nuevas posibilidades de lectura de los sistemas literarios desde la poesía “culta” o “trascendentalista” hasta la poesía popular o la escrita en quechua o aymara, reparando que el Perú posee una tradición multicultural con fuertes raigambres de sincretismo no resuelto o bilingüismo cultural, una poesía ágrafa y una poesía que tiene escritura; todos estos sistemas conviven juntos, tienen relación cada uno con el otro, no se entiende una separación escolar del tipo puro / social o metafísicos / coloquiales; lo mismo ocurre cuando alguien cree que la poesía está reñida de la ciencia y que la poesía sólo es un gusto.
Hora zero y el poema integral
Hora zero fue un grupo parricida de inicios de los 70 que sólo reconocían como válidas las voces de Vallejo, Heraud y Tello, poetas que unían poesía y vida. Hora zero buscó crear una nueva poética y ésa fue el poema integral: “formalmente en ella cabía de todo como en una caja de sastre: la prosa, el verso, el ensayo, el lenguaje de las mass media”7. Tulio Mora reconoce conexiones con la vanguardia peruana y sus antecedentes serían Vallejo, Churata, Arguedas; Pound, Ginsberg, Williams; Pablo de Rokha, Parra, Lihn, Adoum, Gelman, Cardenal.
Juan Ramírez Ruiz, el teórico del movimiento junto a Enrique Verástegui y Tulio Mora, en su primer libro de poemas, Un par de vueltas por la realidad, anota las características y los presupuestos que tendría el poema integral como:
“una totalización, donde se amalgame el todo individual con el todo universal. Es decir, materia de un poema integral es la realidad acontecida y aconteciente; y que adviene en sucesos como expresión de los enfrentamientos de las clases en pugna”8
Una poesía que parta de hechos concretos con intenciones populistas, que se despoje de su voz para que en un impulso democratizador entregue la palabra escrita a los otros que tienen velada su voz (una secretaria, una prostituta, un borracho) y desde esos espacios silenciados por el sistema social refrene la discriminación y opresión étnica. Poemas polifónicos que socavan la voz autoral y la incorporan al tránsito y decurso de un diálogo abierto:
“la ruptura en el plano lingüístico es fundamental, se trata de ubicar al lenguaje sencillo, popular, directo, duro y sano en la capacidad de expresar toda la energía de una experiencia latinoamericana en un lenguaje latinoamericano (…) Hallará sus palabras en el habla popular, en el argot, en los giros populares y en la invención de nuevos términos”9
Dicha formulación es muy parecida a la de Ernesto Cardenal y a los poetas de la “otra vanguardia” de los años veinte. Cardenal escribió un poema titulado “Hora 0”, en donde efectúa un manejo magistral de los niveles de norma “culta” y norma “popular”, que debió ser un gran aliciente para los miembros iniciales de Hora zero (Pimentel, Ramírez Ruiz, Luna, Rodríguez, Nájar y Polar). Cardenal estuvo en el Perú para presentar el libro Poesía nicaragüense (La Habana: Casa de las Américas, 1973) selección y prólogo de EC:
“el exteriorismo es la poesía creada con las imágenes del mundo exterior, el mundo que vemos y palpamos (…) El exteriorismo es la poesía objetiva: narrativa y anecdótica, hecha con elementos de la vida real y con cosas concretas, con nombres propios y detalles precisos y datos exactos y cifras y hechos y dichos. En fin, es la poesía impura”10
El crítico peruano José Miguel Oviedo intenta hacer un juicio general sobre toda la poesía del 70 con la siguiente afirmación: “la poesía del setenta pasea por la calle y tiene los ojos bien abiertos, pero sólo para mirarse mejor el ombligo: es autista y a veces neurótica”11, uno de los presupuestos del 70 al asumir la poesía conversacional (Cardenal, Fernández Retamar, Lihn, Pacheco) es la poesía experiencial, poesía que parte de la experiencia y de la cotidianeidad, que por lo general es asumida como autobiográfica. Oviedo cree que su verismo define su radicalidad o exageración, porque hay referencias a nombres propios, direcciones y lugares provenientes del mundo real efectivo, cuando este procedimiento o estos elementos sólo funcionan para dar mayor verosimilitud a la experiencia narrada y no constituirse como alegato de autenticidad o validación biográfica, la poesía confesional no se puede asumir como algo estrictamente verdadero.
Por otra parte, cómo podemos entender a Hora zero sin dar cuenta de un pasado colonial que se constituiría como referencia inmediata para la formación de una tradición tan compleja como la peruana. La ciudad colonial, monstruo construido en su circularidad como una forma de poder aferrada a la palabra y al uso y manipulación de la elite letrada, representa el poder político-económico imperial de la conquista española. En ese sentido, Lima (ciudad capital) se constituiría como referencia inmediata a la colonia, y, más aún, como el lugar de la asunción de un neo-colonialismo que refrena todos los proyectos políticos modernizadores y reformistas. El símbolo de la ciudad caótica y cotidiana connotaría su pasado inmediato e identidad con relación al régimen colonialista y su imaginario cultural. Lo mismo ocurre con la polarización peruana en regiones geográficas (supuestamente, antes de las migraciones populares, la costa miraría a lo extranjero, mientras la sierra estaría directamente vinculada con la historia de la preconquista). Con las migraciones, que se dan a comienzos de la década del ’50 y a lo largo del ’60 hasta acabar en dos actos fundacionales como son Villa El Salvador y Comas (dos distritos ubicados en los conos de Lima con características económicas y sociales muy particulares), se estaría observando el hecho de que un correlato práctico entre la realidad y los textos artísticos no se produce de manera serial y directa, sino en tanto procesos de significación, su aleatoriedad y oscilación dependen de las distintas mediaciones entre la palabra y la historia: “la poesía no puede ser anterior a nada, ya que de por sí es historia, figuración alegórica del acontecer del hombre”12, pero al instalarse en la misma perspectiva que la sociedad media esa relación, mas no transfiere directamente las significaciones de la una en la otra. Los barrios populares, barriadas o asentamientos humanos se constituirían como una forma de problematizar el poder del centralismo y la ciudad caótica circular. Se formarían especies de extremidades poblacionales que deformarían lo central:
“en estos poetas Lima constituye ya un hecho consumado (…) Lima es sinónimo de muchas cosas: concentración demográfica, productiva, financiera y administrativa; pero también es el cruel escenario de la desocupación y el subempleo, el contexto de enfrentamientos políticos de clase, marco de recientes e importantes movimientos sociales”13
Una poesía que tiene que ser iracunda y apasionada: “nos ha tocado poetizar una catástrofe”14. Sujetos quebrados que deambulan por las calles de la ciudad caótica y marginal, sin sentido, sin desarrollo personal e histórico. Como sujetos descentrados y marginales. Sin pasado y sin historia reciente. No se logra un posicionamiento. Esta existencia es escéptica, dura, odiosa y deslumbrante. Desarraigo, ambivalencia de su condición de sujeto, “postergación de una juventud urbana que no encuentra ni tampoco desea un sitio en esta sociedad”15
Hora zero instaura una poesía de “ruptura” que en realidad es continuación de las poéticas centrales del 60 (Cisneros e Hinostroza principalmente). Para Mirko Lauer la ruptura no se da en el plano de escribir una nueva poesía, sino en las circunstancias objetivas y de apoderarse del espacio de enunciación que antes habían sido vedados para ellos, pero desde una posición contraria, ser no académicos, ser provincianos en Lima, carecer inicialmente de vinculación orgánica al sistema cultural establecido (cf. “Hacia la generación poética del ochenta”. En: Hueso húmero, número 1. Lima, abril-junio 1979). Sus presupuestos abogan por un nuevo plano estilístico–verbal, es decir, cuando intentan traducir en su poesía una experiencia latinoamericana tienen que servirse de un lenguaje latinoamericano:
“el lenguaje que ofrecen es inédito desde el punto de vista social: una Lima desconocida hasta entonces juzgada desde otros puntos de vista del país, personificado en los jóvenes que toman la capital por asalto”16
Para ellos, todo puede ser dicho en una mezcla de nacionalismo y experimentalismo, y su formulación trató de no tener vacíos prácticos, pero no encontraron resistencia teórica de la generación anterior. Hubo un vacío de poder. Los poetas del 60 o estaban en Europa y Estados Unidos o recluidos en su propia soledad. En esas circunstancias, Hora zero quiso combatir el poder del lenguaje oligárquico, con un nuevo lenguaje latinoamericano y:
“estableció una peligrosa relación con la palabra (…) Los grupos que detentan el poder político y económico también imponen su dominación a través del lenguaje. Y ellos se rebelaron contra este lenguaje; arriesgaron y avizoraron.”17
Carlos Z. Batalla llama a Hora zero neovanguardista siguiendo el postulado de Fernando Burgos (cf. “Modernidad y neovanguardia hispanoamericana”. En: Revista de Estudios Hispánicos, Universidad de Alabama, 1984), es decir: “una forma de reconstrucción estética mixta y composicional, no lineal y fragmentaria, esencialmente lúdica y mosaica, eminentemente aleatoria. Esto es, la exacerbación más acelerada del lenguaje”18. Su actitud de pretender escribir una ‘poesía de la calle’ y la inclusión en el texto poético del habla cotidiana, la jerga, el lenguaje vivo de los habitantes; la intensa actividad pública hacia las provincias habla de un intento honesto por darle un contorno popular a su poesía, quebrando el ambiente de elite donde se frecuentaba a los anteriores poetas. Marco Martos en su polémica con José Miguel Oviedo acota con relación a la procedencia de los miembros de Hora zero que: “más importante [es] el intento de romper el circuito cerrado de la vida literaria limeña”19. En verdad, para estos poetas la relación centro / periferia es de una verdadera exclusión. Oviedo responde:
“Justamente allí establezco yo la diferencia: a ninguno de esos provincianos del 50 se le ocurrió ‘descentralizar’ la agitación cultural, usar las periferias culturales y no el centro, intentar la articulación de ‘las formas de cultura local en un solo proyecto de alcance nacional’ como afirmo en mi prólogo”20
El símbolo de Lima estaba presente en poetas anteriores como Salazar Bondy, Delgado, Guevara, Rose, Leoncio Bueno, Cisneros o Lauer. Pero su perspectiva no fue de una verdadera exclusión y en algunos casos, o fue una nostalgia por el pasado o fue una crítica ácida de la modernidad, pero ninguno de ellos escribe desde los márgenes como los del 70. En uno de los balances sobre la poesía del 70 que se producen a inicios de la década del 80, para Enrique Verástegui: “Hora zero fue una eclosión de tipo instintivo contra la ciudad. De gente provinciana que sufre la agresión de la urbe y que por una razón instintiva se une para llevar una lucha literario-política”21. En tanto para Omar Aramayo: “Para mí Hora zero no llega a ser una ruptura. Es solo un intento de serlo”22. En ese sentido, los poetas de Hora zero distaban de ser tan innovadores como pretendían. Para James Higgins el verdadero momento de ruptura en la poesía peruana contemporánea fue la década del 60 cuando poetas como Cisneros e Hinostroza desarrollaron un discurso poético moderno para expresar un nuevo espíritu contestatario, y de hecho el proyecto de Hora zero no hace sino continuar y culminar desde otra perspectiva el proceso iniciado en los 60 (cf. Hitos de la poesía peruana. Lima: Milla Batres Editor, 1993).
Kloaka: la subterraneidad lumpen
A inicios de los 80 en la poesía peruana se podía percibir el agotamiento de la vertiente anglosajona del 60 (Cisneros e Hinostroza principalmente) y nuevos rumbos de escritura se proponían como caminos válidos para experiencias coyunturales como el inicio de la lucha armada en el Perú y la vuelta a la democracia a cargo del gobierno neoliberal de Fernando Belaúnde. Una de estas propuestas fue la del grupo poético Kloaka, quienes asumen su condición de sujetos marginales con relación al rock subterráneo, el erotismo desenfrenado, la mística, la jerga, la bohemia. Un discurso liberador y a la vez sórdido. El cuerpo completamente liberado por la mística y por la droga. Kloaka fue mucho más beatnik y radical que Hora zero. Santiváñez al retirarse de su incursión por los grupos Hora zero y La Sagrada familia funda en septiembre de 1982 junto a Mariela Dreyfus, Gutiérrez y Novoa un grupo poético relevante para la poesía del 80 que junto a la poesía escrita por mujeres (Carmen Ollé, Rocío Silva Santisteban, Rossella Di Paolo) se constituyen en lo más interesante de esa década. El núcleo inicial de Kloaka se expandió con la incorporación en sus filas de los poetas Domingo de Ramos, Velarde, Heredia, Soto y otros como los pintores Polanco o Fernando Bryce. Ellos dieron varios recitales poéticos acompañados de grupos de rock subterráneo, firmaron manifiestos y emitieron comunicados: “en los que se declaraban una suerte de ‘conciencia vigilante’ del país y adoptaban un aire anarcoide aunque firme y directo en su denuncia de la ‘albañalización’ progresiva de la sociedad peruana”23.
La poética central de Kloaka (1982-1984) estuvo caracterizada por una actitud hipercoloquial desarrollada en códigos icónicos subalternos. Una poesía que parte de la esquizofrenia y la lumpenización de la enunciación poética principalmente en las voces de Santiváñez y de Ramos. El coloquialismo-narrativismo que caracteriza a un sector mayoritario de la poesía del 60/70 aquí es reformulado desde una perspectiva elitista que en nada tiene que ver con el monólogo interior, descendiente de Browning y Pound, ni con la representación de la voz popular. Acusados por sus detractores de filosenderistas, siempre mantuvieron distancia con la posición extremista de Sendero luminoso, lo que se percibe en sus textos son las marcas de la violencia y quiebres morfosintácticos por una tensión de miedo e inseguridad, aunque lo más importante en ellos es el manejo híbrido que oscila entre un lenguaje culto y popular en donde las referencias eruditas conviven con toda una suerte de imaginería lumpen y marginal, uno de los rasgos más importantes de Kloaka fue: “el quiebre de la lógica denotativa para explotar formas de expresión cercanas al discurso esquizoide y a una suerte de neovanguardismo cuyos nexos pueden ser rastreados en el ya lejano pero aún influyente Trilce de Vallejo”24
Al respecto de su filiación con la tradición poética peruana, el propio Santiváñez no ha dudado en llamar a su último libro, Eucaristía, como “neobarroso platino andino”, este concepto claramente es una forma de volver a la vanguardia, a lo más polémico y álgido de la vanguardia que fue la confrontación entre las nociones de viejo/nuevo, en este caso, como él mismo afirma, sería la superación dialéctica de 50 años de conversacionalismo. Lo más importante de este proceso es la asunción de formas híbridas de vanguardia e indigenismo, entonces lo que intenta Santiváñez es engarzar su proyecto con una tradición que proviene de Vallejo y es lo que se conoce como el desarrollo de un español andino, pero desde el centro del sistema y no desde la periferia. Santiváñez intenta desde un lenguaje lumpen, híbrido, esquizofrénico y con figuraciones erótico-lúdicas en el texto, desarrollar este concepto de lo andino, en su caso este concepto sería un andino migrante de tercera o cuarta generación.
CODA
La imagen de Hoza zero y la imagen de Kloaka son dos imágenes constantes y preponderantes que obnubilan a la crítica peruana a no reconocer otros proyectos, otras vías de desarrollo, otras formas distintas de hacer y ver la realidad, es notorio que al margen de esos proyectos existieron poetas insulares muy importantes y originales como Vladimir Herrera, Morales Saravia, López Degregori, Montalbetti, Sánchez León, Inés Cook, Magdalena Chocano, Armando Rojas, Elqui Burgos, José Rosas Ribeyro, Antonio Cillóniz, José Cerna, Raúl Mendizábal, Frido Martín, Luis Rebaza, Renato Sandoval, José Antonio Mazzotti, Fernando Castro Ramírez, Bruno Mendizábal o Iván Suárez Morales. En ese sentido, la principal disyuntiva ocurre cuando la crítica peruana trata de homogeneizar, en un afán hegemónico y centralista, los discursos producidos en esa época como sólo la realización del primer Hora zero (1970-1973) o el discurso inicial de Kloaka (1982-1984), es decir, una poesía marcadamente coloquial que tiene sus referentes en una aparente realidad, la cual asume la identidad del ser peruano en su fragmentación y totalidad. En ese contexto no se pueden esgrimir otras líneas de lectura como la erótica (Vladimir Herrera, Enrique Verástegui, Óscar Málaga), la experimental (Juan Ramírez Ruiz, Enrique Verástegui), la neobarroca (Reynaldo Jiménez, Magdalena Chocano, José Morales Saravia). Vemos que los discursos no se circunscriben a una sola esfera de la escritura y que un mismo poeta puede transitar distintos niveles como por ejemplo Róger Santiváñez en su ya citado libro.
De las últimas voces dejamos por ahora sólo nombres como los de Rodrigo Quijano, Jorge Frisancho, Gonzalo Portals, Lizardo Cruzado, Xavier Echarri, Alberto Valdivia, Roxana Crisólogo, Ericka Ghersi, Victoria Guerrero, José Carlos Yrigoyen, Josemári Recalde, Javier Gálvez, Miguel Ildefonso, Yuri Gutiérrez, Edgar Saavedra, Renato Gómez, Gabriel Espinoza, entre algunos otros. Dentro de las revistas destaca sobre las demás Hueso húmero con veinticinco años de continua labor, en revistas digitales se puede consultar Ciberayllu y El Hablador, son importantes los periódicos Estruendo mudo y Distancia crítica.
NOTAS
1 Para la poesía del 70 cf. los libros de Edgar O’hara. Desde Melibea. Lima: Ruray editores, 1980 y La palabra y la eficacia. (Acercamiento a la poesía joven). Lima: Tarea / Latinoamericana editores, 1984. Para la poesía del 80 son fundamentales los libros de José Antonio Mazzotti. Poéticas del flujo: migración y violencia verbales en el Perú de los 80. Lima: Fondo editorial del Congreso del Perú, 2002 y el de Ulises Juan Zevallos. MK (1982-1984): cultura juvenil urbana de la postmodernidad periférica. Lima: Ojo de agua, 2002.
2 En algo aportan para cambiar semejante idea las antologías de César Toro Montalvo. Poesía peruana del 70: Generación vanguardista. Lima: Ediciones de La tortuga ecuestre, 1991; la de Jesús Cabel. Fiesta prohibida. Apuntes para una interpretación de la nueva poesía peruana 60/80. Lima: Ediciones SAGSA, 1986 y la de Ricardo González Vigil. Poesía peruana del siglo XX (Tomo II). Lima: Ediciones COPÉ, 1999.
3 González Vigil, Ricardo. “Poesía y narración en el Perú: 1960-1977”. En: Runa, número 5. Lima, 1974. p. 7.
4 Quijano, Rodrigo. “El poeta como desplazado: palabras, plegarias y precariedad desde los márgenes”. En: Hueso húmero, número 35. Lima, diciembre 1999.
5 Huamán, Miguel Ángel. “La rebelión del margen: poesía peruana de los setentas”. En: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, número 39. Lima, primer semestre de 1994.
6 Una antología que sienta las bases para la investigación de esta tercera línea es la de Carlos López Degregori y Edgar O’hara. La generación del ’60: apuntes y perspectivas. Lima: Universidad de Lima, 1999.
7 Mora, Tulio. “Hora zero, la última vanguardia latinoamericana de poesía”. En: Ateneo, número 14. Estado Miranda (Venezuela), 2000. p. 47.
8 Ramírez Ruiz, Juan. “Poesía integral / Primeros apuntes sobre la Estética del Movimiento Hora zero”. En: Un par de vueltas por la realidad. Lima: Ediciones del Movimiento Hora zero, 1971.
9 Ibídem.
10 Citado por: O’hara, Edgar. La palabra y la eficacia. (Acercamiento a la poesía joven). Lima: Tarea / Latinoamericana editores, 1984.
11 Oviedo, José Miguel. Estos Trece. Lima: Mosca azul editores, 1973. p. 21.
12 Consejo de Fenellosa a Ezra Pound. En: Espina, Eduardo. “Poesía peruana: 1970, 1980, 1990, etc.”. En: Revista Iberoamericana, número 164-165. Pittsburg, julio-diciembre 1993. p. 702.
13 Sánchez León, Abelardo. “Lima en la poesía de los años 70”. En: Quehacer, número 5. Lima, junio 1980. p. 105.
14 Palabras urgentes (1970). Otros manifiestos de la segunda etapa de Hora zero (1977-1981) son: Contragolpe al viento (1977) y Mensaje desde adentro (1978).
15 Sánchez León, Abelardo. Art. Cit.
16 O’hara, Edgar. “Sujeciones y avances en el lenguaje poético de la poesía joven peruana”. En: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, número 20. Lima, segundo semestre de 1984. p. 234.
17 Martínez, Cesáreo. “Hora zero: veinticinco años de continua ruptura”. En: Cuaderno de los encuentros. Crónicas sincrónicas. Lima: Municipalidad Distrital de Lurigancho-Chosica / Editorial San Marcos, 1999. p. 87.
18 Batalla, Carlos Z. “Hora zero, veinticinco años después”. En: Quehacer, número 92. Lima, noviembre-diciembre 1994. p. 95
19 Martos, Marco. “Los trece de Oviedo”. En: Hipócrita lector, número 3. Lima, julio 1973. p. 23.
20 Oviedo, José Miguel. “Remitido”. En: Hipócrita lector, número 4. Lima, enero 1974. p. 27. (Se refiere al prólogo de la antología Estos 13)
21 Los setenta y la poesía: aproximaciones a un balance / José Luis Ayala, Leoncio Bueno, Omar Aramayo y Enrique Verástegui. En: Auki, número 5. Lima, septiembre 1980. p. 20.
22 Ibídem.
23 Mazzotti, José Antonio. Poéticas del flujo: migración y violencia verbales en el Perú de los 80. Lima: Fondo editorial del Congreso del Perú, 2002. p. 132.
24 Op. citate. p. 134.
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