AGALIARETH
La heredad
Letal
De ver todo
Como lo hacen ver los pensamientos
Es todo cuanto ve el reflejo de lo que posas
Una a una
Ramillas de romero
O de espanto sobre el surtidor de ese país
conmocionado de las lágrimas
El destello del ojo cerrado por el manto negro
A la hora en que todo
Hasta el desliz
Se hace innecesario
Tomarás en la siniestra unas cuantas estrellas
Y en la diestra el poder de pensar lo que vuelve
Y se revierte
Según tus predilecciones suicidas
Que alistan guerras o sanaciones
Con la sobria intrepidez de un opúsculo roto
Habitando el corsario intrépido que por arma tomas
Hasta preceder lo que ocurre
Ahora que la impronta de los padecimientos termina
Y los ciegos baluartes del mal se ensombrecen en su
puño cerrado
Ahora que Salmos de auscultación ennoblecen lo
recorrido
La suerte volátil encandila estas praderas en que todo
es lo que pienso
DIOS
Habiendo superado el temor a los
difuntos, a los vivos y malvados,
a los que acechan con la risa ansiosa
de la viuda negra
tendiendo su redada
que chamuscará en el fuego eterno de la
envidia;
heme aquí, libre de todo mal y todo
maligno deseo.
Lo que digan de mí, como Wayne Dyer
dijo, no es asunto mío;
sino más bien mi tesoro de logros,
por esa suerte de fijación de los
contrarios y las fuerzas del mal y del bien
compenetrándose para favorecerse
en lo más detestado en sus esencias
superadas
por un gozoso acercamiento pueril,
o el resuello de un cachorro en la cara
del fiel compañero.
Dios que a lo largo del camino,
como en los confines del charco
aleja los destinos de los que más se
acercan un instante;
donde los otros temían separarse por no
ser la exacta coincidencia tanto esperada,
pero los que por un solo instante
se vieron con la mirada frente a sí
negando la aparición de cualquier
sagrado movimiento,
fueron los iluminados ese vasto
instante
que existe al más fulgido movimiento.
Cual ser dos veces el mismo amador,
cual ascender la duplicada ensoñación
de los espejos
que se saben hacia el flujo del muro
confluidas
para ya no más regresar la mueca
amoldada
de los otros soñados,
que silentes se advierten
y se ofician báculos en nombre de una
fiera desconocida
para ellos arada sobre un mar
que ilusamente se distiende cerca,
donde flotan las esporas de la
fructificación
y la multiplicación de los verbos
estelares
avanzando a un sordo estallido entre
los flujos
que lo sagrado en llamas relumbra;
mientras nacemos bajo el agua nítida el
vuelo,
rozando el milagro que nos donas,
Dios,
cada chispa voluntariosa aflorándonos,
velas de una oscuridad elegida
mora el Magnificat orado a imagen y semejanza
de lo que jamás flota en nosotros;
porque seguro, inerme, bucea,
como una culpa perdiéndose al sosegado
hundimiento
de los flancos en las aguas flotados,
bajo corrientes extenuantes,
que hallan el dominio divino hacia la
sombra o haz crepuscular de los designios recibidos
desde el gran milagro de los hombres
que trotando muy temprano
amanecen al vuelo levitado de los seres
de luz,
de semilla;
ellos, como ellos o átomos,
apuran el elixir milagroso de una dicha
irrenunciable
apagando todo lo que roza su flujo
inamovible entre las frondas librado,
vago destello cuyo insigne movimiento
se toca.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS
Todo está bien, un indicador de que la
bomba de tiempo transcurre a una precisión ensordecedora.
Tanta calma no podría hacernos pensar
sino en el ático sosegado que predice
el estallido,
la voladura en pedazos del cuerpo
calcinante.
Aquellos suicidas que anuncian su caída
con la pinta de duelo en las ojeras
no lo volverán a hacer.
Una vívida ocasión descorre el teatrín.
El resto compone escena, parafernalia,
solemne de negro levita.
Atar a una duda corroyendo el vicio,
la broma pesada que despide una nota
deslizada por el retrovisor de la
puerta
en su vano interfecto impenetrable,
al vaivén segundero
comprende la estampida final,
acaso la burla repetida frente a la
palma reflejada:
el angustioso espejo desde el lago
turbio torcido,
desde el mismo centro de flejes
arrancados
elevando la maquinaria de bofe, carne y
mente
volátil,
un bocado caníbal que aguarda por ti
morderse,
excretarse, palanca adentro
donde las cloacas de la ciudad
angustiosa
expelen hedor a mortandad,
vela en popa de soluciones
trasnochadas,
pegadas en el libro en blanco sobre la
mesita de polvo para noctambular
la lámpara que mira la luz al opúsculo
maldita
del impacto fatal extintamente
maculado;
luz que, hierática, en torno al
sepulcro que embebe un índice,
un arco podrido elevando los colores a
extraños firmamentos,
expira.
O, el poco tino para contar con un
puchero abjurado a la dicha que compone la insensata sinfonía de los sordos,
que aun calmados miran un punto
oscurecer, de frente,
donde cabe el más liviano de los
recuerdos
que en nosotros se queda,
oscilando unos viejos zapatos llenando
el aire de gotas,
simiente apocalíptica de los ahorcados
que al polvo rociado oran sus
preguntas,
el foco de acabar con su astado
ventrílocuo
que ya no eructará más sentencias.
Raya el oro bendito
del sol
Enjuga su gran ojo incandescente
Las cenizas de un porvenir que no se
hunde
Ni moja todas las
lágrimas necesarias
Qué imagen ocupa tus nobles
pensamientos,
claro mundo reinante
donde el ser empequeñece
más sus ruinas.
Diré que el simple aullido,
el llanto
sangrientamente corre dentro.
Diré que mientras bailo,
Tus párpados calarán la ruina del sueño
entre mis hombros a ti asidos.
Jack Farfán Cedrón
De: El ritmo de los designios (inédito)
Jack Farfán Cedrón
[Perú, 1973] Entre otros volúmenes líricos ha publicado Pasajero irreal (2005),
Gravitación del amor (2010), El Cristo enamorado (2011) y Las consecuencias del
infierno (2013). Modera los blogs ‘El Águila de Zaratustra’ & ‘Exquioc’,
además de editar la revista digital Kcreatinn. En 2012 dio a conocer un volumen
de reseñas literarias alrededor de célebres novelas: El fragor de las quimeras,
bajo la producción de Kcreatinn Organización, de la cual forma parte. Algunas
de las revistas virtuales en las que han aparecido textos suyos: Periódico de
poesía (UNAM, México); Letralia (Venezuela); Revista de Letras; La comuna de
los desheredados; Sol negro (Perú); Los
poetas del 5 (Chile); El Hablador (Perú); Destiempos (México); Letras
hispanas y Síncope (México). En 2016 participará en el III
Festival Internacional de Poesía de Lima.
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