sábado, 30 de julio de 2011

PRESENTACIÓN DE “CINCO MANERAS DE ARMAR UN TRAVESTI” DE CÉSAR EDUARDO CARRIÓN


Domingo, 31 de julio a las 4:00 p.m. En la 16ª Feria Internacional del Libro de Lima, Sala Ciro Alegría (Avenida Salaverry, cuadra 17, Parque Los Próceres, Jesús María).

Participan: José Donayre Hoefken y José Córdova.

Sobre el libro:

«En Cinco maneras de armar un travesti, César Eduardo Carrión nos ofrece una riquísima y ambiciosa elaboración poética a partir de diversos poetas de la tradición hispanoamericana, entre ellos José Lezama Lima y Octavio Paz. Se trata de una aventura de reescritura, como se practica últimamente por varios poetas, como Maurizio Medo o Héctor Hernández Montecinos. Quizá el “travesti” del título alude a esos travestimientos de escritura que le sirven a Carrión como plataformas de lanzamiento de sus versos» (Roberto Echavarren).

viernes, 29 de julio de 2011

PRESENTACIÓN DE MARTÍN 24, NÚMERO DEDICADO A JOSÉ MARÍA EGUREN

El domingo 31 de julio a las 7 pm en la Sala Jossé María Arguedas de la FIL-Lima 2011 (Avenida Salaverry, cuadra 17, Parque Los Próceres, Jesús María) se presenta el número 24 de la revista Martín, dedicado a Eguren. Con este número se cumplen 10 años de la revista. Entre sus páginas se pueden encontrar ensayos de Jorge Basadre, Ricardo Silva Santisteban, Ricardo González Vigil, Arturo Corcuera, Mariela Dreyfus, Paul Guillén, José R. Valles Calatrava, Eduardo Lino, Floriano Martins, Armando Rojas, Jesús Ruiz Durand, entre otros.

Un rapto de asombro. Sobre "Latitud de fuego" de Andrea Cabel, por Alonso Rabí do Carmo

Una de las vertientes centrales del discurso poético consiste en poner en escena un juego tenso y dramático entre el dolor y el placer, la presencia del cuerpo y del deseo frente a su recuerdo. Un gesto de la memoria, un rapto de lucidez y de asombro nos conduce a un espacio donde la certeza cobra una dimensión de conocimiento y esa dimensión es el espectáculo íntimo de la soledad, que encuentra en la escritura bien algún alivio, o bien expresar la desazón por la imposibilidad de alcanzarlo. De manera que la llamada poesía amorosa es bastante más que el normal significado de la etiqueta, bastante más que una simple descripción temática. Latitud de fuego, reciente libro de Andrea Cabel, lo demuestra fehacientemente.

En la superficie de este libro, nos hallamos frente a un lenguaje sensual y brillante; en el fondo, nos conmueve una atrevida exposición que combina, precisamente, el placer de la memoria y el dolor ante la ausencia.Las palabras se yerguen así como el conjuro de este juego: “por ti visto mis manos de soledad y esperanza, por ti mi cuerpo es el color rojo, por ti mi vida se escapa y descansa. He decidido hoy, como todos los días, alimentar tu lenguaje de vacío, y dejarlo secar al sol” (“Lágrima en la arena”), advierte a su interlocutor el hablante.

Los poemas de este libro de Andrea Cabel nos invitan a asistir a un tránsito que va de la desesperación, de la crispación interior ante la soledad y el feroz destino de los solitarios, a una serenidad que toma la forma de una invocación, en las últimas líneas del poema que cierra el conjunto: “no tengas miedo del tiempo o de la velocidad de los coches/ estamos dormidas, llévame a cualquier lugar,/ produce un silencio ocioso, santifica unas rejas blancas, extiende mi destino,/ apóyate en mi corazón que jadea y se despierta/ escucho a la luna, cada martes, muy lejos de cualquier piano/ muy lejos de mis dedos consumidos por la profundidad” (“Lima, hoy”).

Sin embargo, pese a la claridad de estas revelaciones que el lenguaje va desnudando con lentitud y prolijidad a lo largo de Latitud de fuego, queda siempre un lado oculto, envuelto en brumas y al que solo es posible acceder después de traspasar el umbral del secreto.

Ese y no otro es el reto del lector que se enfrente a estas páginas, que son una reflexión sobre muchas cosas, desde la vida cotidiana trasegada por la intimidad hasta la desolación de la amante que practica una catarsis, logra aproximarse a un estado de autoconocimiento, pero no desdeña el retorno del cuerpo del Otro. Esa melancolía, ese abatimiento y la angustia que lo acompaña, es lo que mejor iluminan los versos de Latitud de Fuego.

Se publica el libro "En tus ojos, mis sueños" de César Tezza

En tus ojos, mis sueños. Fugaces reflejos de algún sentimiento. Felicidad, depresión, sonrisas y miedos alzando la voz al infinito de tu subconsciencia. La consciencia aletargada poco a poco abrirá los ojos, empezando a despertar, queriendo saber un poco más.

Estas son las palabras con las que se está dando a conocer "En tus ojos, mis sueños" el libro que ha publicado con la editorial Círculo Rojo el escritor argentino Cesar Tezza . Ya se puede conseguir en las librerías o en distintas páginas de internet.

Una historia contada con canciones que guardan la máxima expresión de la tristeza y la felicidad. Convirtiendo sueños y sentimientos, en sencillas palabras escritas.

Evocando el amor y el dolor. Encontrando entre derrotas, motivos para no dejar de luchar. Desarmando el complejo laberinto de emociones que habitan en los ojos de cualquier persona.

El libro ya está en las librerías y en internet, a la espera de que la curiosidad de los lectores se deje hipnotizar por las palabras que guarda en su interior.

http://editorialcirculorojo.com/publicaciones/c%C3%ADrculo-rojo-poes%C3%ADa/en-tus-ojos-mis-sue%C3%B1os/
http://www.youtube.com/user/SerTezza

PRESENTACIÓN DEL CATÁLOGO DE CASA KATATAY

Este sábado 30 de julio, a las 16.00 hs. en la 16 Feria Internacional del Libro Lima, se realizará la presentación del catálogo de la editorial Casa Katatay. Presentando los siguientes títulos, Ágape de espectros, de Félix Méndez; El elegido, de John Martínez; Taller sub verso, de Giancarlo Huapaya; y, Mares, de Diego Lazarte. La ceremonia será en la Sala César Vallejo, a las 16.00 hs. Avenida Salaverry, cuadra 17, Parque Los Próceres, Jesús María.

Como parte de la plataforma de gestión de proyectos culturales que ha planeado la Asociación Cultural Casa Katatay, la edición de poesía joven es uno de sus objetivos. En esta primera entrega se presentan cuatro poetas jóvenes peruanos. Tanto Lazarte, Huapaya y Martínez, ya tienen publicados poemarios y esta entrega no hace sino confirmar su presencia en el panorama poético nacional.

El caso de Méndez es su primera publicación. Méndez ganó, junto a Hugo Yuen, el primer premio del II Concurso de poesía “Javier Heraud” que organizó la Fundación Yacana el 2009. En busca de reparar errores y de volver a la escena cultural con fuerza, la Fundación Yacana, publicará ambos títulos este año. El primero de ellos, Ágape de Espectros, a presentarse dentro del Catalogo Katatay.

Esta es una oportunidad para oír y leer a la joven poesía peruana. A los autores los acompañarán, José Pancorvo, Frido Martín y Paul Guillén. Habrá un brindis de honor.

ESCRITORA COLOMBIANA, PALOMA LASERNA, PRESENTA “OTRAS CULPAS” LIBRO DE CUENTOS EDITADO POR BORRADOR EDITORES

Borrador Editores tiene el agrado de presentar el libro “Otras culpas” de Paloma Laserna, el día 30 de julio a las 7:00 p. m. en la sala Blanca Varela de la Feria Internacional del Libro de Lima.
Los presentadores serán el crítico Gabriel Ruiz Ortega y el escritor Julio César Vega

Paloma Valencia Laserna —gracias a una visión lúcida e irónica— logra llevarnos en Otras culpas a uno de los capítulos más violentos y actuales de Latinoamérica, pero lo hace con otra mirada: la del escritor que penetra en el corazón de sus personajes para entender quién es él mismo. Al leer estos relatos, uno es consciente de que la esperanza quiere sobrevivir en ellos. Ya sea debajo de los escombros o en pleno simulacro de sismo. También, en la mente de una niña que extraña a su perro o en la de una esposa que descubre la infidelidad de su marido, luego de averiguar su clave de e-mail. Pero el escenario del libro tiene que ver con cosas que podemos atestiguar cada vez que prendemos la televisión en un noticiero colombiano. Un rehén cuya única vía de escape es la mental: contemplar a una mariposa aleteando puede ser la liberación tan soñada. Las diferentes versiones de un asesinato —desde la óptica de un periodista, un niño o un poeta—, nos acercan a una realidad calidoscópica, donde parece que no queda otra cosa que sonreír aunque uno esté frente al mismo diablo.

Los personajes de Otras culpas buscan vivir la normalidad en medio de la violencia e incertidumbre. Son hombres y mujeres genuinos con los que logramos identificarnos, porque tienen que tomar decisiones en medio del caos. En su día a día, nos miran con ojos repletos de humanidad, esperando una respuesta que demora en llegar.

Sobre la autora:
Paloma Valencia Laserna (Pompayán). Es abogada y filósofa egresada de la Universidad de los Andes en Bogotá. Hizo un master en Escritura Creativa en la New York University. Es columnista de opinión en el diario El Espectador y en el diario El País, en su edición de Cali. Otras culpas es su primer libro.

La autora estará en Lima del 27 al 31 de julio invitada por la Cámara Peruana del Libro y Borrador Editores.

Para entrevistas con la autora:
Fonos: 7870151 - 990048108
Mail: prensa@borradoreditores.com

domingo, 24 de julio de 2011

ACTIVIDADES DESTACADAS DE LA 16ª FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE LIMA

Desde el 20 de julio hasta el 2 de agosto de 2011 se realizará la 16ª Feria Internacional del Libro de Lima, con sede en el Parque Los Próceres (Jesús Maria), este año el invitado de honor es Venezuela. Se contará con cuatro salas: Auditorio César Vallejo (ACV), Sala José Maria Arguedas (SJMA), Sala Blanca Varela (SBV) y Sala Ciro Alegría (SCA).

El lunes 25 a las 5:30pm en el ACV, tenemos dentro del Ciclo Homenaje "Calandria de fuego: Creadores contemporáneos en diálogo con Arguedas". “Integración y conflicto”. Lectura artística de fragmentos de la obra de José María Arguedas”. Participan: Diana Collazos, Carlos Estela, César Romero. Organiza: CPL. A las 7:00 pm en el ACV, se dará un Homenaje de la Cámara Peruana del Libro a Oswaldo Reynoso. Organiza: CPL. A las 8:15 en SBV se presenta el libro “¿He vivido en vano?” Mesa redonda sobre Todas las sangres de José María Arguedas (junio 1965) de Guillermo Rochabrún (editor. Participan: Mirko Lauer, Juan Carlos Ubilluz. Organiza: Instituto de Estudios Peruanos.

El martes 26 a las 5:30pm en el ACV, se presentan algunos libros de Ediciones Altazor: Del otro lado de la ventana del ecuatoriano Augusto Rodríguez; y Disidentes. Antología de narradores de Gabriel Ruíz Ortega. Participan: Augusto Higa, Alina Gadea, Rossana Díaz, Harold Alva. Organiza: Ediciones Altazor. A las 7:00pm en la SJMA habrá un homenaje póstumo a Carlos Iván Degregori. Participan: Jürgen Golte, Maria Isabel Remy Simatovic, Roxana Barrantes. Organiza: CPL, IEP. A las 8:15pm en la SBV se presenta la novela Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía de César Calvo. Participan: Antonio Melis, Roger Rumrrill, Hildebrando Pérez. Organiza: Ediciones PEISA.

El miércoles 27 a las 4:00pm en la SJMA Presentación de libro Entrevistas a Martín Adán. Participa: Andrés Piñeiro. Organiza: Fondo Editorial de la PUCP. A las 7:00pm en la SCA Presentación de libro: Belaunde: El pueblo lo hizo de Henry Pérez Vasquez. Organiza: Fondo editorial de la Universidad Alas Peruanas.

El jueves 28 a las 4:00pm en la SCA se llevará a cabo la Conferencia “Biblioteca Ayacucho Digital”. Dicta: Humberto Mata (Pdte. Fundación Biblioteca Ayacucho). Organiza: República Bolivariana de Venezuela.

El viernes 29 a las 4:00pm en el ACV Presentación musicalizada de libro infantil Como te vaca de Juan Luis Dammert. Organiza: CPL, Grupo Santillana. A la misma hora en la SJMA El quechua en la FIL II: Presentación de libros bilingües Ankamanta - El águila y Aguarumaq Kawsayninmanta Willakuykuna - Cuentos Aguarunas. Participan: Jorge Alejandro Vargas Prado, Pedro Favarón, Sócrates Zuzunaga, Cecilia Granadino. Organiza: Centro Cultural Guamán Poma de Ayala. A las 5:30pm en la SJMA Recital de poesía: Raúl Zurita, Omar Lara, Antonio Cisneros y Arturo Corcuera. Organiza: Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes del Gobierno de Chile.

El sábado 30 a las 4:pm en el ACV Presentación y lanzamiento del catálogo de "Casa Katatay". Taller Sub Verso de Giancarlo Huapaya y Mares de Diego Lazarte Participan: Rocío Castro Morgado, Paul Guillén y Frido Martin. Organiza: ENEUPE(EstaNoEsUnaPutaEditorial). A las 7:00pm en la SJMA Conferencia “Biblioteca Ayacucho: lo fundamental del pensamiento y cultura de América Latina y el Caribe”. Participan: Humberto Mata. Presidente de la Fundación Biblioteca Ayacucho. Organiza: República Bolivariana de Venezuela. A la misma hora en la SCA Presentación de libro Cartas desde la azotea de Domingo de Ramos. Participan: Oswaldo Reynoso, Carlos Calderón Fajardo, Julio León. Organiza: Grupo Editorial Mesa Redonda.

El domingo 31 a las 4:00pm en la SCA Presentación de libro Cinco maneras de armar un travesti del ecuatoriano César Eduardo Carrión. Participa: José Donayre, José Córdova. Organizan: Embajada de Ecuador y Cascahuesos Editores. A las 5:30pm en la SJMA Presentación de libro Miniaturas postales de Rocío Fuentes. Participan: Cecilia Podestá, Humberto Currarino, Gabriel Ruiz Ortega. Organiza: Tranvía Editores. A las 7:00pm en la SJMA Presentación y ceremonia de 10º Aniversario de la Revista Martín, número dedicado a José María Eguren. Organiza: Universidad San Martín de Porres. A las 8:15pm en la SBV Conversatorio “Presencia de José María Arguedas en Chimbote”. Participan: Carmen María Pinilla, Fernando Cueto, Jaime Guzmán Aranda. Organiza: Centro Cultural Centenario de Chimbote.

El lunes 1 de agosto a las 5:30pm en la SCA Presentación de libro Ensayos y Relatos de Luis Loayza. Organiza: Universidad Ricardo Palma. A las 7:00pm en el ACV Recital poético musical “Purita carne”. Participan: Victoria Guerrero, Cecilia Podestá, Karina Valcárcel, Elsie Ralston, Shila Alvarado, Alessandra Tenorio, Vanessa Martinez, Melissa Patiño, Gabriela Ibañez, Rocío Fuentes. Música: Danitse Palomino, Claudia La Hoz, La lá. Organizan: Rocío Fuentes, Gabriela Ibañez. A las 8:15pm en el ACV Presentación de libro Ten en cuento a La Victoria. Participa: Alberto Sánchez Aizcorbe. Organiza: Municipalidad de La Victoria. A la misma hora en la SJMA Presentación de libro Itinerarios epistolares. La amistad de José María Arguedas y Pierre Duviols en 16 cartas. Editora: Carmen María Pinilla. Organiza: Fondo Editorial de la PUCP. Y también a las 8:15pm en la SBV Presentación de libro El pirata de Eloy Jáuregui. Organiza: Grupo Editorial Mesa Redonda.

El martes 2 de agosto a las 5:30pm en la SBV Presentación de libro La polémica Arguedas-Cortázar, un mundo dividido de José Luis Ayala. Participan: Armando Arteaga, Martín Guzmán. Organiza: Importadores y Distribuidores Peruanos. A las 7:00pm en la SJMA Presentación de libro La muerte de Montaigne de Jorge Edwards. Organiza: CPL. A la misma hora en la SBV Homenaje a Constantino Carvallo. Organiza: Grupo Santillana.

INVITACIÓN de EDICIONES PEISA: LAS TRES MITADES DE INO MOXO, DE CÉSAR CALVO‏


Estimados amigos:

Tenemos el agrado de invitarlos al lanzamiento de la nueva edición de la novela Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía, del recordado César Calvo.

Esta novela, cuya primera edición data de 1981, fue traducida al italiano y publicada por Feltrinelli en 1982. En 1995 sería publicada en inglés. No obtante su alta calidad literaria y el vívido retrato del mundo amazónico que ofrece, esta obra ha permanecido fuera de circulación en nuestra lengua durante más de tres décadas. Entregamos ahora, a los lectores del Perú, esta nueva edición de una obra destinada a convertirse en un clásico de nuestras letras, cuya incorporación al catálogo de PEISA nos llena de satisfacción.

Los comentarios sobre esta excepcional obra y el homenaje a César Calvo estarán a cargo de los distinguidos profesores Antonio Melis, Roger Rumrrill e Hildebrando Pérez Grande. Participará, asimismo, Rubén Gil Calvo, en representación de la familia del autor, cuyo natalicio se conmemora en ese fecha.

Será un placer para nosotros contar con su presencia el martes 26 de julio, a las 8:00pm, en el auditorio Blanca Varela de la 16ª Feria Internacional del Libro de Lima, FIL-Lima 2011, Jesús María.

Ediciones PEISA

Calandria de fuego - homenaje a JM Arguedas‏

La 16ª Feria del Libro de Lima, conmemorando el centenario del nacimiento de José María Arguedas, le rinde homenaje a uno de nuestros más importantes escritores a través de una muestra artística y diversos espectáculos paralelos, en un conjunto titulado Calandria de Fuego: creadores contemporáneos en diálogo con Arguedas.

Este conjunto de actividades consiste en una recopilación de piezas artísticas y eventos de muy diversas características y formatos, con un rasgo en común: su diálogo con los temas fundamentales que atraviesan la obra de José María Arguedas.

De esta manera, los curadores, Luz Vargas y César Romero, buscan acercar a los asistentes a la 16ª Feria del Libro de Lima a la obra del gran autor andahuaylino, a través de una muestra múltiple y dinámica del arte actual peruano, un arte que, en gran medida, Arguedas contribuyó a forjar.

Entre los artistas participantes en la muestra figuran Diana Collazos, Eliana Otta, Elliot Túpac, Gedión Fernández, Gloria Arteaga, Javier Ramos Cucho, Jesús Cossío, Jesús Ruiz Durand, Jorge Miyagui, Juan Javier Salazar, Leoncio Veli, Lici Ramírez, Luis Antonio Torres Villar, Marcial Ayala, Mauricio Delgado, Miguel Det, Mónica Mirós, Nancy Viza, Primitivo Evanán, Rossanaconda, Sixto Seguil y Tomás Tello.

De los espectáculos paralelos, se presentarán la narradora oral Tania Castro, acompañada de los músicos Chimango Lares, Sonia Ccahuana y Rafael Carrasco, así como los danzantes de tijeras Pachakchaki y Torbellina de Mayo Luren, y la compañía “Dinastía andina”; los músicos folclóricos Chalena Vásquez y el trío Los Cholos, la soprano aymara Edith Ramos, la banda de rock fusión La Nueva Invasión, entre otros. También se realizará una sesión de lectura interpretativa de varios pasajes de la obra de Arguedas, a cargo de distintos escritores y performers, así como la proyección del cortometraje Danzak (mejor corto estudiantil Cannes 2009), de Gabriela Yepes, basado en “La agonía de Rasu Ñiti”.

Son cuatro los ejes que componen el homenaje: palabra y vida, tradición y modernidad, integración y conflicto, muerte y renacimiento. En el primer eje, se exploran los retos que la creación planteaba para un artista comprometido con su realidad. En el segundo, el público se interna en una preocupación clave para Arguedas: ¿cuál es el destino de la cultura andina? ¿Cómo integrar los elementos foráneos de la modernidad occidental sin perder la propia identidad cultural?

Con el tercer eje, nos situamos en un tema clave de la obra arguediana: ¿cómo caminar hacia la integración nacional en medio de los conflictos sociales que nos enfrentan? Finalmente, en el cuarto eje, se encara el tema de la muerte y cómo esta es concebida en el mundo andino, concepción también asumida en la obra de Arguedas.

Presentaci​ón de Disidentes 1 Antología de nuevas narradoras peruanas. Martes, 26 de julio en la Sala César Vallejo de la 16° FIL de Lima. 5:30pm


Comentarios de los escritores Alina Gadea y Gabriel Ruiz Ortega. Lugar: 16ª Feria Internacional del Libro de Lima. Sala César Vallejo (Parque de los Próceres, Av. Salaverry cuadra. 17, Jesús María). Día: Martes, 26 de julio Hora: 5.30 p.m.

Autoras antologadas Rossana Díaz, Katya Adaui, Alessia Di Paolo, Susanne Noltenius, Patricia Miró Quesada, Bethsabé Huamán, Alina Gadea, Andrea Jacobini, Julia Wong, Jennifer Thorndike, Julie de Trazegnies, Nastia T., Karina Pacheco, Yeniva Fernández, Nataly Villena.

TALLER DE LECTURA: SHAKESPEARE ILUMINADO A CARGO DE PABLO TORCHE

viernes, 22 de julio de 2011

PRESENTACIÓN DE LAS TRES MITADES DE INO MOXO (PEISA, 2011) DE CÉSAR CALVO EN LA FIL-LIMA


Ediciones PEISA tiene el agrado de anunciar que ha puesto en circulación una nueva edición de la celebrada novela de César Calvo:

Las tres mitades de Ino Moxo
y otros brujos de la Amazonía

Esta excepcional novela será presentada el martes 26 de julio, a las 8:00pm, en la sala Blanca Varela de la Feria Internacional del Libro de Lima, FIL-LIMA 2011 (Parque Próceres de la Independencia, Av. Salaverry s/n, Jesús María). Los comentarios estarán a cargo de los escritores Antonio Melis, Roger Rumrrill e Hildebrando Pérez Grande. Participará, asimismo, Rubén Gil Calvo, en representación de la familia del autor cuyo natalicio se conmemora en ese fecha.

LA NOVELA
Las tres mitades de Ino Moxo… es el relato —nos dice el autor— de la travesía que lo llevó a entrevistar, entre visiones y extraordinarias revelaciones, al shirimpiare Ino Moxo —don Manuel Córdova—, Brujo de Brujos que libró del exterminio a los nativos amazónicos del Gran Pajonal. Uno de los vehículos para llevar a cabo esta búsqueda es el ayawaskha, la liana-del-muerto, que es una puerta no para huir sino para eternar, para entrar en diversos mundos, para vivir en miles de rostros. Una puerta que nos conduce a un río con tres, cuatro o cinco orillas. Así, las visiones inducidas por la liana-del-muerto harán que el tiempo regrese, avance, retroceda y se detenga.
César Calvo realiza, en esta novela, un viaje hacia sí mismo y hacia esos miles de rostros que son las diversas caras del Perú: el mundo amazónico, el andino, el costeño, el afroperuano. Pero Las tres mitades de Ino Moxo… es más que una novela. Es también un poema, un testimonio, el libro de un visionario. El relato de una travesía que nos permite vislumbrar un país que se reconoce en la sabiduría ancestral.

EL AUTOR
César Calvo Soriano (Iquitos, 1940-Lima, 2000). Poeta, narrador, ensayista, periodista, compositor de canciones, guionista. Publicó: Poemas bajo tierra (poemas, 1961), Ausencias y retardos (poemas, 1963), Ensayo a dos voces (poemas con Javier Heraud, 1967), El cetro de los jóvenes (poemas, 1967), Poemas de César Calvo y Pablo Vitali (poemas, 1972), Pedestal para nadie (antología poética, 1975), Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía (novela, 1981), Como tatuajes en la piel de un río (poemas, 1985), Los lobos grises aúllan en inglés (periodismo, 1985), La verdad y solamente la verdad (periodismo, 1985), Campana de palo (periodismo, 1986), Puerta de viaje (poemas con José Pavletich, 1989), Los lobos aúllan contra Bulgaria (periodismo, 1990), Edipo entre los inkas (ensayo, 2001) y Variaciones rumanas (traducciones, 2005). Calvo fue distinguido con el Premio Poeta Joven del Perú, en 1960; Mención Honrosa en el Premio Casa de las Américas, en 1966; Premio Nacional de Fomento de la Cultura, en 1970; Premio Hispanoamericano de Literatura, en 1974; y Premio Nacional de Poesía José Santos Chocano, en 1975.

EL LIBRO
Formato: 14.5cm x 22.5cm
Páginas: 352
ISBN: 978-612-305-015-3

El libro está a la venta en las librerías al precio de S/. 48.00.

Para informaciones relacionadas con esta edición o la trayectoria del autor comunicarse a los siguientes números telefónicos: 2215988 o 4410473 (Ediciones PEISA) o 4481601 (Sra. Helwa Calvo).

Pedidos: Gastón Bertrand o Liz Abregú 221-5988 o 99811-9650 (ventas@peisa.com.pe)

Presentación del libro “Obra poética completa” de Edgar Guzmán


Presentación del libro “Obra poética completa” de Edgar Guzmán

Día y hora: Domingo, 24 de julio a las 5:30 p.m. Lugar: 16ª Feria Internacional del Libro de Lima, Sala Blanca Varela (Avenida Salaverry, cuadra 17, Parque Los Próceres, Jesús María). Participan: Dr. Ricardo González Vigil, Dr. Pablo Quintanilla y José Córdova.

Sobre el libro:
«Ya es hora de incluir a Guzmán entre las voces más admirables de una hornada pródiga en notables poetas, la llamada Generación del 50. Desde sus primeras composiciones, escritas entre 1955 y 1957, difundidas parcialmente entonces, asistimos a la plasmación de un lenguaje poético original, de rara densidad simbólica y pulimento verbal» (Ricardo González Vigil).

jueves, 21 de julio de 2011

EL BARROCO DE SANTIVÁÑEZ

¿Te consideras partícipe del lenguaje neobarroco en tus últimos libros?
Me siento bien en el neobarroco, si es que lo es. Yo prefiero hablar de poesía del lenguaje, terreno al que he llegado después de muchos años de trabajo en la poesía conversacional. La evolución empezó en el año 1995, en la soledad de un departamentito en Pueblo Libre. Estos son trabajos que buscan la secuencia fónica y un lenguaje que se autoilumina.

¿No es un poco oscuro para el lector?
Hay algo de hermetismo, pero la poesía no tiene por qué tener una semántica realista. Es otro lenguaje, autónomo, referencial y tiene su propio arte.

El neobarroco tiene más arraigo en Argentina, México, Uruguay. ¿Te ligaste a él por vivir fuera?
Ya lo había empezado en Lima y lo desarrollé a fondo estando en Estados Unidos, donde vivo refugiado en la poesía. Leo, escribo y soy profesor en la universidad.

Tratas la palabra como materia independiente de su significado…
Exacto, en su valor intrínseco, en el sonido, en su color y articulación. En Estados Unidos conocí José Kozer, Eduardo Espina, a Reynaldo Jiménez, que vive en Buenos Aires, y a unos mexicanos más jóvenes. Este es el movimiento de la poesía del lenguaje, originada en el neobarroco y en la antología de poesía latinoamericana “Medusario” de Roberto Echavarren.

¿En qué contexto ves tu poesía?
Nosotros nos vemos como latinoamericanos porque en Estados Unidos no hay colombianos, brasileños, bolivianos ni paraguayos: somos latinos. No hay diferenciación.

¿Te has desprendido de tu identidad peruana?
No puedo desprenderme. Martín Adán y Eielson están muy metidos en mí.

Tras estar en una línea que viene de los 60 y 70, ¿en tu evolución has ido hacia los clásicos anteriores?
Siempre es bueno retroceder para avanzar. Nací como poeta mientras imperaba el conversacionalismo. Era imposible sustraerse, era el tono de la época. Pero luego tienes que encontrar tus propios caminos, enroscarte con las palabras y pasar a otras playas.

¿El Perú está presente, así sea de manera cifrada?
Siempre lo estará, porque llevo al Perú en el alma. Y se filtra a través de una memoria, de un objeto. En la construcción del poema, a pesar de que yo trabajo los sonidos como si se tratase de notas musicales, voy encontrando una semántica secreta que se incorpora.

¿A qué poetas peruanos te sientes más próximo?
A Mario Montalbetti, por la lectura de su obra, aunque eventualmente nos comunicamos.

¿“Amaranth”, el otro libro que presentas, se relaciona con “Roberts Pool Crepúsculos”?
Lo escribí cuando estaba en la Universidad de Princeton, el 2009. Está emparentado en algún sentido con “Roberts Pool Crepúsculos”, aunque el trabajo es más barroco acá. En “Roberts…”, el lenguaje es más órfico, más plástico. “Amaranth” es una fantasía verbal fónica.

¿Tu vínculo con la escritura parte de la lectura y la meditación? ¿No influencian la música y lo lúdico?
Lo lúdico está en el trabajo con el lenguaje. La música es fundamental. No puedo vivir sin ella, sobre todo rock and roll, aunque también puedo escuchar a Bach, dependiendo del momento. La música es central, por su capacidad evocadora; me trae muchas memorias oír una canción que escuchaba hace treinta años, me mueve los sentimientos.

Plegaria

Amo tu sonrisa de rosa sobre mí
Moviéndote eres un mar devastador
Que posee entera paradisíaca luz

En la penumbra densa & ligera
Brillas como del firmamento
La más lejana estrella sur

Monte deleitoso me das el dulce estilo
Ahora que el aire es leve brizna q’ se mueve
& me abre las compuertas del deseo

Un ansia enferma mi corazón esmalta
Como a los arrozales el surtidor alcanza
O la neblina ciega el amanecer en Lima

Fuente: El Comercio

EL QUIRÓFANO EDICIONES EN LA FIL DE LIMA, PERÚ 2011 Y EN LA FERIA DE LIBROS DE CARACAS, VENEZUELA 2011

El sábado 23 y domingo 24 de julio El Quirófano Ediciones presenta sus revistas y sus libros en la FIL, Feria de libros de Lima, Perú 2011. El 23 de julio será el Recital poético: Palabras para abrir un mundo (Lecturas de poetas jóvenes de Ecuador y Perú) donde los poetas jóvenes ecuatorianos leerán sus más recientes obras junto a destacados jóvenes poetas peruanos. El 24 de julio será la Presentación de las revistas y libros del Quirófano Ediciones, una nueva visión de la literatura ecuatoriana donde se lanzarán los más recientes libros de la editorial: Las ardillas del Orden Enano de Luis Alberto Bravo, Efecto secundario-antología-del Taller literario El Quirófano, Las islas vírgenes de tu cuerpo al árabe de Augusto Rodríguez, Simulacro de vuelo de María Fernanda Campos, El sueño de las mariposas de Raquel González y La mujer de Helio de Dina Bellrham. Junto a estos poetas, leerán los jóvenes escritores Lucero Llanos Orellana, Giovanni Salvatore Bayas, Adolfo Santistevan López y Evelyn Pacheco. Organizan: El Quirófano Ediciones, el grupo cultural Buseta de papel y La Embajada de Ecuador en Perú.

Posteriormente el viernes 29 de julio, el escritor y editor Augusto Rodríguez presentará sus más recientes libros, la antología Cajita de música, Poetas Españoles y de América del siglo XXI y todas las revistas y los libros del Quirófano Ediciones en la Feria de Libros de Caracas, Venezuela. Organizan: El Quirófano Ediciones, el grupo cultural Buseta de papel y La Embajada de Ecuador en Venezuela.

Poetas ecuatorianos que participan en la FIL de Lima, Perú, 2011:

Augusto Rodríguez (Guayaquil, 1979) Ha publicado los poemarios: Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La bestia que me habita (2005), Cantos contra un dinosaurio ebrio (Barcelona, España, 2007), Matar a la bestia (Guadalajara, México, 2007), La gramática del deseo (La Paz, Bolivia/ Neuquén, Argentina/ Guadalajara, México, 2009), Voy hacia mi cuerpo (Lima, Perú 2010) y Las islas vírgenes de tu cuerpo (2011). Sus textos aparecen en varias antologías locales y del extranjero. Es miembro fundador del grupo cultural Buseta de papel y dirige el taller literario El Quirófano.

Dina Bellrham (Milagro, 1984). Estudiante de Medicina en la Universidad de Guayaquil. Reside entre Guayaquil y Naranjito. Ha participado en varios recitales organizado por los diferentes grupos poéticos del país. Miembro del grupo cultural Buseta de papel. Ha publicado los poemarios: Con plexo de culpa (2008) y La mujer de Helio (2011). Está por publicar su segundo libro. Primera Mención del Premio de Poesía Joven Ileana Espinel Cedeño 2008, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas.

Adolfo Santistevan López (Guayaquil, 1986) Tiene estudios en Periodismo en la Universidad Estatal. Actualmente estudia Hotelería y Turismo. Primera Mención de Honor del III Premio Nacional de Poesía Joven Ileana Espinel Cedeño 2010, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas. Integrante del Taller literario El Quirófano.

Giovanni Salvatore Bayas (Guayaquil, 1990) Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Casa Grande. Su poesía está publicada en revistas locales. Ha leído su poesía en la Feria de libros de La Habana, Cuba, 2011. Integrante del Taller literario El Quirófano.

Lucero Llanos Orellana (Guayaquil, 1990) Estudiante de Periodismo de la Universidad Casa Grande. Su poesía está publicada en revistas literarias de la ciudad. Integrante del Taller literario El Quirófano.

Evelyn Pacheco (Guayaquil, 1991) Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Casa Grande. Integrante del Taller literario El Quirófano.


EL ESCRITOR ECUATORIANO AUGUSTO RODRÍGUEZ PRESENTARÁ SUS MÁS RECIENTES LIBROS EDITADOS POR EDICIONES ALTAZOR EN LA FIL DE LIMA, PERÚ 2011

El martes 26 y el sábado 30 de julio respectivamente, el escritor, poeta y editor ecuatoriano Augusto Rodríguez presentará sus dos más recientes libros editados por Ediciones Altazor: El libro de cuentos Del otro lado de la ventana y una breve novela denominada El cuaderno de K en el libro Rescatando a los clásicos sobre la vida y obra de Franz Kafka junto a una novela del reconocido escritor peruano Carlos Calderón Fajardo en la FIL, Feria de libros de Lima, Perú 2011.

Posteriormente el viernes 29 de julio, el escritor Augusto Rodríguez presentará sus más recientes libros; la antología Cajita de música, Poetas Españoles y de América del siglo XXI en la Feria de Libros de Caracas, Venezuela. Organizan: El Quirófano Ediciones, el grupo cultural Buseta de papel y La Embajada de Ecuador en Venezuela.

Augusto Rodríguez (Guayaquil, Ecuador, 1979) Periodista, poeta, escritor, editor y catedrático. Ha publicado los poemarios: Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La bestia que me habita (2005), Cantos contra un dinosaurio ebrio (Barcelona, España, 2007), Matar a la bestia –recopilación- (Guadalajara, México, 2007), La gramática del deseo -recopilación- (La Paz, Bolivia 2009/ Monterrey, México 2009/ Neuquén, Argentina 2009), Voy hacia mi cuerpo (Lima, Perú, 2010), Las islas vírgenes de tu cuerpo (2011), la novela El cuaderno de K (Lima, Perú, 2011) y el libro de cuentos Del otro lado de la ventana (Lima, Perú, 2011). Se dedica a la cátedra y colabora en publicaciones periódicas con artículos, reseñas, entrevistas, comentarios literarios en el Ecuador y en el extranjero. Sus textos aparecen en varias antologías locales y del extranjero. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vázquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005), Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005), Finalista del III Premio Internacional de Poesía Màrius Sampere (España, 2007), Finalista del VII y VIII Premio Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos (España, 2008-2009). Es uno de los fundadores del grupo cultural guayaquileño Buseta de papel. Ha participado en importantes festivales poéticos, encuentros literarios, ferias de libros dentro y fuera de su país natal. Parte de su obra poética está traducida al inglés, al árabe, al portugués, al catalán y al francés. Poemas suyos han salido en importantes periódicos y en revistas impresas o virtuales del Ecuador y del extranjero. Editor de la revista literaria El Quirófano y de El Quirófano Ediciones.

domingo, 17 de julio de 2011

PRESENTACION DE AMARANTH DE ROGER SANTIVAÑEZ

Día Martes, 19 de julio. Hora: 7:00 p.m. Lugar: PABELLÓN MORISCO. EN EL GRAN PARQUE DE LIMA.

ROGER SANTIVAÑEZ PRESENTA AMARANTH

...EDITADO POR TRANVÍAS EDITORES EN EDICIÓN DE COLECCIÓN (150 EJEMPLARES)

Santiváñez irrumpe en la escena poética del Perú a comienzos de los 80 de la mano de movimientos de (post)vanguardia. Tras su paso por Hora Zero funda el Grupo Kloaka, que reproduce el ethos de los vanguardismos históricos actuando de forma organizada y militante, produciendo manifiestos, polemizando con la sociedad y sus estructuras opresoras. Interactuando con artistas y músicos de rock; “despertando con sus acciones, manifiestos, desplantes y recitales tumultuosos las más controvertidas opiniones que sobre grupo alguno de poetas se haya dado en el Perú” (Juan Zevallos). Amaranth constituye la quintaesencia del trabajo de Santiváñez. Y la poesía, siempre tan bien integrada al topos aunque lejos de las formas miméticas del coloquialismo, vuelve mayormente al Perú particular del poeta. Y dentro de su peculiar aproximación formal, el lenguaje vuelve a solazarse en la gozosa mixtura de fragmentos de la jerga urbano/marginal con otros cultos. Como en Rimac’s lumpen: “Cielo oscuro cúrame el dolor de amor/Bruñida moneda no es nanga en el ñeque/ Morador del escarpado patuleco cual gallina/ clueca caldo & cebollita china bajo toldo abrigador”. Y profundiza en la integración de elementos provenientes de la observación y de la reflexión (incluso sobre el poema) pero astillada, lejos de buscar un sentido unívoco.

Andrés Fisher
Triplett, Carolina del Norte

El sordo caminar del tiempo en “La belleza no es un lugar” de Juan Carlos de la Fuente, por Andrea Cabel

Estamos ante un poemario que nos presenta un constante fluir de espacios. Debemos estar preparados para ello. Primera llamada: a los que no sepan el lenguaje de los mapas, no se preocupen, pueden oler el clima, y saber que la belleza habita en todos los lugares, incluso, en los que están poblados de palabras. Segunda llamada:

"Entre tu cuerpo y mi cuerpo
arde el mundo
Y también está lejos"

A los que le tengan miedo a la soledad: la distancia no es excusa para no salir del vínculo, para regresar a el, para no buscar el reencuentro,

“Regálame esta vez, la primera palabra
o la última
La cubriré de calles, de olas
y colores transparentes
Pues yo también me pierdo
en esta historia, Nachiketas
Como todos nos perdemos en nosotros”

La belleza comienza a latir y nos mira a los ojos. Nos enceguece el poder de lo sencillo, no se necesitan juegos verbales que nos ensordezcan, la claridad y la honestidad vencen la fuerza de una ola sobre la roca más grande del mundo. El dolor de sentirnos vivos reaparece, el dolor de saber que uno se pierde todo el tiempo y que pocas veces encuentra el valor para reencontrarse. Segunda llamada entonces, todos los pasajeros que acepten que no hay destino si no solo camino, que acepten que las palabras y las alas pueden quebrarse, que pueden cargar el triunfo y la tristeza de la infinita caída libre, que es aceptar la incertidumbre, vamos.

Última llamada, todos los que quieran conocer, o conozcan los lagos, las avenidas de cielos, las preguntas y silencios, los ríos, precipicios, la bruma, las casas vacías, cubiertas de recuerdos, las sensaciones que habiten su origen. Y en medio del movimiento que es la perseverancia de respirar, nos damos cuenta de que aunque seamos parte del paisaje, estamos contra el tiempo. Es decir, que el lenguaje compite con el silencio, y el silencio le da ventajas, es entonces, cuando aparece este vértice de re-conocimiento y el poeta empieza el viaje, el viaje interior. Todos los paisajes están en uno, en los ojos de quien los ve. El poeta camina, nada se incendia en el intento de encontrarse:

“Recuerdo de ave grabado en la sombra
Donde un ojo se abre mientras otro se pierde”

Nos perdemos entre el tejido entre imágenes y movimientos que nos hacen, como lectores, volver los ojos hacia nosotros mismos, y ese es el viaje más largo y doloroso. Más difícil de emprender. Uno debe ser valiente para enfrentar la verdad, la que cambia todos los días, la que no depende de nosotros si no de las fuerzas más grandes:

“Otra pared crece
como el viento
Y como el viento
se va
a crecer en otro mundo”

Un objeto concreto y sólido como la pared en manos de la poesía se deshace en algo vital e inaprehensible como el viento, el viento es de otro mundo, de uno que no nos pertenece, ni a nosotros, ni a nuestros miedos, ni a nuestra fragilidad. Y el principal mérito de este poemario, considero, como viajera de palabras y paisajes, como pasajera del amor, es buscar el camino propio, la identidad propia en vez de buscar el camino exterior que todos los demás intentan enfrentar.

“busco mis pasos
como otros buscan peces”

El poeta no busca rutas, traza las suyas, las escribe conforme un verbo junto al otro se arriesga a ser pintado de vida, de realidad. Una palabra nace cuando es nombrada, cuando los labios generan un sonido que viaja por el aire y perfora con ternura y soledad al Otro. A ese Otro gran ser que nos mira con los ojos y el corazón. El poeta no da direcciones con su verso, lo que hace es perseguir al mundo que se construye todos los días dentro suyo y lo valioso en ello, no es solo hacerlo, si no conseguir preguntas, palabras para envolver una sensación.

Vistámonos de Odiseo, tejamos como lo hizo Penélope, pero ahora con emociones y palabras, y desnudemos la distancia, la posibilidad del abandono, vayamos hacia el vacío pleno de la incertidumbre donde no todo es amargo, donde el vértigo puede durar una vida o un segundo, un segundo o una mirada, una mirada o la totalidad del amor. La belleza no es un lugar, la belleza es lo que nos conmueve, lo que nos permite participar de la dinámica del otro, lo que nos mueve, lo que nos hace reconocer que no estamos solos. La belleza es esta estrella vestida de memoria.


Bienvenidos al viaje.

martes, 12 de julio de 2011

PUBLICACIÓN DE CARLOS HERRERA. “Claridad tan obscura”. De qué escribir cuando todo acabe

SE TERMINA EL MUNDO EN LA NOVELA DEL BRILLANTE ESCRITOR AREQUIPEÑO. MIENTRAS QUE LA VIDA DE ANTONIO RUIZ DE MONTOYA ILUMINA A UNO DE LOS SOBREVIVIENTES

Por: Enrique Planas

Una historia posapocalíptica, la biografía de un hombre santo, un ensayo sobre el inútil arte de escribir… “Claridad tan obscura” es uno y muchos libros a la vez. Y sin embargo es, básicamente, el testimonio de un escritor, sobreviviente de una hecatombe mundial, protegido en un cómodo refugio al lado de su terapeuta, una secretaria y un sacerdote jesuita. Pasado el estruendo, el autor encuentra un motivo para sobrellevar los días escribiendo un libro sobre Antonio Ruiz de Montoya, sacerdote jesuita, misionero y escritor peruano que dedicó su vida a trabajar por las tribus indígenas guaraníes.

Dos mundos disímiles, descritos por un narrador escéptico que escribe un diario y que descubre el goce de escribir una biografía cuando ya no existen lectores.

Para Carlos Herrera, ambas historias tejidas en “Claridad tan obscura” son dos viejas obsesiones. La disolución de un mundo extinto era para el escritor y diplomático un temor real, el recuerdo del Quito amenazado por la erupción del volcán Pichincha, en el que vivió en los años noventa. “Todos los días esperábamos la explosión y la lluvia de cenizas”, recuerda. Influido por ese ambiente apocalíptico, Herrera escribió el primer capitulo del libro, pero luego lo dejó encerrado en un cajón.

Mas tarde empezaría otro proyecto, la biografía de Ruiz de Montoya. “Me interesé en él porque soy un producto jesuita. Mi colegio en Arequipa era de esta compañía, y aunque mi fe no sea la que tenía a los 8 años, mi formación está marcada por esta impronta”, explica.

Pero “Claridad tan obscura” excede los estrechos márgenes de la novela histórica, hoy tan en boga. La historia épica de este personaje extraordinario corre paralela a la de aquellos cuatro sobrevivientes que, en un mundo sin Internet, sin vías de comunicación, cubierto todo por una nieve sucia, solo pueden sentarse a conversar. Escribiendo y reescribiendo ambas historias, Herrera encontró entre ambas puentes, resonancias y contrapesos inesperados.

“No sé si mi miedo a las redes sociales fue una motivación secreta para hacer una novela histórica que respirara libre de las tecnologías actuales. Quizás escribí estas historias porque pronto cumpliré 50 años y ya no soy estrictamente “contemporáneo”. Sé que hay otras generaciones que pueden hablar con mucha más propiedad que yo sobre los fenómenos de hoy”, señala Herrera.

UN HOMBRE DE MISIONES
El título del libro del autor de “Blanco y negro” proviene de la frase escrita por el mismo Ruiz de Montoya “Tan ciego en claridad tan obscura”, oxímoron que alude a la incapacidad humana para entender a Dios por las vía de nuestros sentidos.

Para el escritor, resulta extraño que Ruiz de Montoya no hubiera sido canonizado o beatificado en su época. “Hay cosas absurdas en los procesos de canonización, como es la obligación de acreditar milagros. Y si no se le descubrió milagros en su momento, es difícil que hoy los descubran. Además, Ruiz de Montoya no ha sido objeto de culto popular. Lo fue en vida, cuando los guaraníes lo adoraban por motivos no necesariamente religiosos, sino por haber sido el gran organizador de las misiones jesuitas. Su legado resulta por ello más histórico e intelectual”, dice.

Fuente: El Comercio

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA LA NOCHE AMERICANA (PEISA, 2011) DE LUIS HERNÁN CASTAÑEDA


Estimados amigos:

Tenemos el agrado de invitarlos a la presentación de la novela de Luis Hernán Castañeda, La noche americana.

En esta sorprendente y divertida novela --que nos complace incorporar a la serie del Río Hablador-- Luis Hernán Castañeda nos invita a celebrar la ocasión de escapar de la banalidad, pero también a reflexionar sobre los riesgos del delirio. Esta nueva obra será comentada por los escritores Iván Thays y José Miguel Herbozo.

Será un placer para nosotros contar con su presencia el miércoles 13 de julio, a las 7:30pm, en el local de Pescados Capitales --Av. La Mar N.º 1337, Miraflores.

Ediciones PEISA

lunes, 11 de julio de 2011

ACCIÓN POÉTICA DE ROCÍO CERÓN (MÉXICO) EN EL CENTRO POMPIDOU (FRANCIA)

AMÉRICA/AMÉRIQUE from nomada on Vimeo.



América formó parte de Poésies sonores et performances ciclo realizado por la BPI del Centro Pompidou, París, Francia.

Amérique, a fait partie de Poésies sonores et performences présentés dans BPI, Centre Pompidou, Paris, France.

Realizador/Producteur audiovisuel: Alex Rodríguez
Poesía/Poésie: Rocío Cerón
Chelo/Violoncello: Natalia Pérez Turner
Voz y Traducción/Voix et Traduction: Agnés Mérat
Video/Vidéo: Nómada
Paisaje sonoro/Paysage sonore: Bishop
Arte gráfico/Art graphique: Raúl Calderón Gordillo

viernes, 8 de julio de 2011

Presentación de la novela La noche americana (PEISA, 2011) de Luis Hernán Castañeda

Presentación de la novela La noche americana (PEISA, 2011) de Luis Hernán Castañeda. Día: miércoles, 13 de julio. Hora: 7:30 p.m. Lugar: Restaurante Pescados Capitales (Av. La Mar 1337, Miraflores). Los comentarios estarán a cargo de los escritores Iván Thays y José Herbozo. ENTRADA LIBRE.

El protagonista y narrador de esta historia es Carlos, un peruano treintón y escritor sin reconocimiento, que ha migrado a los Estados Unidos, donde labora como profesor de español en la Canyon City State University (CCSU). Su vida rutinaria se ve trastocada cuando, sorpresivamente, recibe un e-mail de Casaverde, un antiguo compañero de las aulas universitarias limeñas con el que tuvo una complicidad turbia. Ricardo Casaverde, poeta frustrado reconvertido en próspero comerciante nacionalizado norteamericano y dueño de una cadena de tiendas de artesanías, le anuncia que irá a visitarlo.

El encuentro de estos dos personajes que aman la literatura pero que han debido abandonar tempranamente su vocación, desencadena una profusión de historias corrosivas en las que uno y otro fabulan, con grandes dosis de humor negro, sobre las grandezas y miserias que les ha deparado la vida como migrantes latinoamericanos en el país del norte. Estas historias se enhebran hasta desembocar en la trama delirante urdida por los Shining Roosters: una secta rebelde formada por estudiantes universitarios de la CCSU que han descubierto los textos subversivos de Calavera de Gallo, un fantasmal escritor a quien adoptan como su mentor.

La noche americana es el nombre del plan que urde Casaverde con la finalidad de infiltrarse en el cogollo de la secta maldita. Ambos compinches se sienten profanados por cuanto en sus años juveniles habían rendido culto a Calavera de Gallo. Carlos acepta colaborar con su antiguo compañero, pero no por convicción, sino por una rara incapacidad de rechazar a Casaverde, cuyos misteriosos desplazamientos parecerían sindicarlo como el líder de los “gallos resplandecientes”.

En esta sorprendente y divertida novela Luis Hernán Castañeda nos invita a celebrar, a través de la imaginación sin límites de la que ha dotado a sus personajes, la ocasión de escapar de la banalidad, pero también nos lleva a reflexionar sobre los riesgos del delirio.

Presentación del libro "Balada del asesino" de Mixha Zizek

Presentación del libro "Balada del asesino" de Mixha Zizek. La presentación estará a cargo de los poetas Domingo de Ramos, Roger Santivañez y Carmen Ollé. Editado por: Travías editores de Cecilia Podestá. Día: Martes, 12 de julio a las 7 p.m. Lugar: La Noche: Bolognesi 307, Barranco.

Mixha Zizek (Lima-Perú). Licenciada en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Mayor de San Marcos. Postgrado en Educación Universitaria en La Universidad de Lima. Master in Fine Arts in Creative Writing in Spanish otorgado por New York University. Ha publicado en diversas revistas. Actualmente enseña español en New York University.

jueves, 7 de julio de 2011

COLOQUIO INTERNACIONAL WESTPHALEN ABOLICIÓN DEL SILENCIO

ALABANZA DEL DESORDEN. La poesía peruana del siglo XX, por Tulio Mora

Algunos suelen decir que la poesía peruana es la más importante de la lengua hispanoamericana. No voy a sumarme a ese coro chauvinista, pero sí reconocer que ocupa un lugar de privilegio. Su variedad es su mejor cualidad, aunque no ha sido fácil lograrlo en un escenario dominado por todas las adversidades imaginables.

Hagamos un crucigrama de fechas. Que la poesía peruana de este siglo nació más o menos puntualmente, en 1901, con el breve “Minúsculas”, de Manuel González Prada, es solo una convencionalidad académica. Podría empezar en realidad con el mismo autor, pero en 1935, cuando Luis Alberto Sánchez, exiliado en Chile, edita “Baladas peruanas”, escrito por su maestro antes de la guerra del Pacífico (1879-1883) y que se negó a publicar en vida. Luego podemos retroceder a 1906, cuando José Santos Chocano da a conocer “Alma América”.

Si el flashback funcionara en la historia, lo mismo que en las novelas, esta debió ser la inauguración lógica de la modernidad poética en el Perú. Es que “Alma América” y “Baladas peruanas” están vinculadas por el mismo signo que las diferencia: la construcción de un imaginario, de una identidad del colectivo Perú. El de Chocano tiene el rostro de un mestizaje de parada militar y el de González Prada de la peripecia que ha sido el tema dominante del siglo XX. Basta detenernos en algunos de sus personajes: Chocano: un indio emperador, conquistadores epopéyicos, momias de reyes, cóndores que dominan de un aletazo el horizonte ya poblado de trenes; GP: un nativo amazónico y una mujer andina huyendo de los blancos mientras los descendientes de los tiahuanaco, a quienes califica de “raza de gigantes”, se han transformado, por la ponzoña de un enano (el conquistador), en indolentes indiodolentes.

Antes que Brecht, GP sabía que la historia la construyen los pueblos, pero la escribe el poder. Incomprensiblemente, sin embargo, despojó a su libro del privilegio de haber sido el alegato formidable con que los disidentes hubieran deseado abrir las puertas del siglo XX, aportándonos con este error el mensaje de que aquí ni siquiera los libros se publican a su debido tiempo.

Seamos justos con él: sobre esa delicadeza de violines que derraman sus libros publicados, en 1911 Eguren introducirá sus pesadillas personales. “Minúsculas” y “Exóticas”, títulos de GP, hubieran sido ideales para la obra del barranquino (recuérdese su cámara fotográfica, sus acuarelas en granos de arroz), pero no por su discreción, sino por el reduccionismo de su estilo que colisiona con el grandílocuo Chocano.

Quizá ha sido el puneño Emilio Armaza el que mejor ha reparado en la perturbación anímica, los sobresaltos y la fractura de la racionalidad que producen los escenarios y personajes de Eguren. Una cierta locura germana, más amable, pero locura al fin, se instala como disidencia de la oratoria poética.

¿Qué terrores albergaban esas primeras décadas del siglo para que un alma bondadosa, como la de Eguren, que en nada disentía con la aristocracia republicana, diese cuerda a sus fantasmas, más que a su fantasía? Alberto Flores Galindo, ese escrutador de lo no escrito, afirmaba que en esos años el terror de los blancos era que un día los indios se sublevaran. El inconsciente colectivo peruano: a medias entre la esquizofrenia, el juego y la paranoia, frontera indefinida donde la imaginería feudal emerge de la niebla resistiéndose a los desafíos industriales, urbanos, capitalistas del siglo. Porque Eguren, nuestro primer gran poeta, no pudo salir de ese mundo privativo, tan privativo que uno de sus pares de clase, Ventura García Calderón, encargado por el dictador Benavides, el año 38, de dirigir la ambiciosa “Biblioteca de Cultura Peruana”, publicada en París, no lo incluyó en la primera antología completa. Tampoco, por supuesto, a Oquendo de Amat (que ya había muerto en España, luego de las torturas que le infligiera la policía de Benavides en una cárcel de Arequipa) y Vallejo, que estaba por morir.

Hasta esa primera década nada avizora la rebelión, sino la alabanza o el tono menor. Pero de algún modo ya se había puesto una pica en Flandes: la poesía peruana, que Riva Agüero lamentaba por su mimetismo con la española (1905), se va alejando de la mala junta. Se lo debemos a GP; por eso, si no hubiera escrito “Baladas peruanas”, su voluntad de traerse abajo la aduana española bastaría para ubicarlo como el fundador de los modos y las escrituras poéticas del siglo XX. Eguren y luego Vallejo nacen, uno de su poesía, y el otro de su radicalismo.

Cuando surge Valdelomar con sus aires de dandy iqueño, más en el estilo de Wilde que de Baudelaire, debe agregarse al cosmopolitismo de GP y Eguren, otro universo que abrirá posteriormente un cauce de sonoridad variada: el tema de la provincia, pero en su caso no necesariamente conflictivo, de siervo, sino de señor rural. Valdelomar no dejó libro de poesía, otra ausencia lamentable, pero alentó con sus poquísimos y notables poemas la primera producción de Vallejo, “Heraldos negros” (1918).

¿Qué decir de “Heraldos negros” que ya no se haya dicho? Una sola cosa: supongamos que Vallejo no hubiera escrito más que este libro, su nombre seguiría siendo inmenso. El le da, como dijo alguna vez Arguedas, carta de ciudadanía internacional al mundo andino, con atrevimientos agregados que jamás se hubieran permitido ni GP ni Eguren: incorpora el vedado lenguaje popular, hasta hoy bocado de crítico, funda un erotismo deshinbido y rebaja el paradigma de lo estético al nivel de una tabla de planchar. Eso era demasiado: Eguren, como hoy el buen Marco Aurelio Denegri, creía que había palabras no poéticas y jamás aceptó “poto de chicha”. Y ya sabemos la historia de Clemente Palma: su nombre ha cruzado el siglo más por lo que dijo contra Vallejo que por su breves (y decorosos) cuentos.

Entre el primer libro de Eguren y el de Vallejo surgen otros nombres: el arequipeño Percy Gibson y el huancaíno (por accidente) Parra del Riego. Con ellos definitivamente el dique se rompe: sus polirritmos (el polirritmo, por cierto, es otro logro de GP) nos acercan a la marea vanguardista que ya ha llegado a costas americanas. El fútbol, el box, las carreras hípicas (es decir los nuevos símbolos de las concentraciones urbanas) ingresan ruidosamente en los poemas de pesada solemnidad. De ahí al relajo no hay más que un paso. Como en Europa, nuestros vanguardistas sellarán el destino de toda la poesía del siglo XX.

Dato curioso: también como en Europa, las vanguardias estallan cuando las circunstancias sociopolíticas las propician: entre “Pan Grande” (apelativo de Guillermo Billinghurst), curioso aristócrata con devaneos anarquistas, que llega a presidente y es derrocado por su clase dos años después (1912-14), y Leguía, el dictador ilustrado de su segundo periodo (1919-30), pasan bajo el puente todas las libertades que podía permitirse una poesía incipiente, de escasa tradición y autonomía. En cambio, cuando las compuertas se cierran a bala y lodo (1930-56), la poesía vuelve al tono menor y formal. Ocurrirá lo mismo en los 70 con el velasquismo, cuando las oportunidades creativas se abren gracias a las reformas que liquidan de manera definitiva a la república aristocrática, como veremos más adelante.

En los 20 las provincias se sublevan, surgen grupos en Trujillo, Puno, Arequipa y Huancayo y los nombres se multiplican: los tres Alberto (Hidalgo, Guillén y Ureta), los hermanos Peralta, Alejandro y Arturo (Gamaliel Churata), los hermanos Bolaño (Serafín Delmar y Julián Petrovik), que eran de Tayacaja, en fin una familia extensa y desconocida entra a la fiesta de la palabra sin invitación ni traje.

Era lógico (aunque nada es lógico en poesía) que de esa multitud chonguera quedasen algunos nombres imborrables: Westphalen y Moro (léase también como una unidad), Oquendo de Amat, Martín Adán, Alejandro Peralta y Gamaliel Churata acompañarán desde entonces al selecto grupo de Eguren y Vallejo. Podría agregarse a Magda Portal para ponernos a tono con el discurso de género. Una antología reducida solo a estos nombres bastaría para revelar las enormes transformaciones que sufre la poesía peruana en apenas 30 años y para fundar una tradición. En adelante, todo lo que se haga, o no se haga, se hará en función de ellos. Eso es lo que se llama una tradición.

La profecía de Mariátegui se llega a cumplir: para que una poética sea nacional (a estas alturas tal obsesión ya no es importante) era necesario primero pasar por la falsa puerta del colonialismo y luego del cosmopolitismo. No había otra. Al fin y al cabo, la poesía peruana siempre se atraca en la pregunta hamletiana: el ser o no ser comienza por el legítimo alegato de quienes nos atribuyen una viejísima edad, con su poesía incluida, pero la historia escrita nos da otro inicio más reciente, como agrega, también legítimamente, su contraparte. Además desde Huamán Poma y Garcilaso escribimos en el idioma de nuestro segundo bautizo y por mucho que alcancemos la utopía de una escritura plural, al menos en las dos lenguas más numerosas después del español (quechua y aymara, como ha ocurrido), eso no modificará las reglas.

Más que ser o no ser, somos y no somos. Somos plurales, híbridos, diferentes, otros; no somos occidentales ni andinos en su versión original. Ser habitantes de la indefinición tiene sus beneficios, el más evidente y saludable: la poesía peruana goza de prestigio internacional merecido básicamente por su pluralidad.

Permitámonos aquí la herejía jurásica del genealogismo, tan menospreciada por los críticos académicos de hoy. El vanguardismo se acalla en los 30 pero no impide que los poetas correctos que aparecen después se sirvan todavía del banquete. Aunque los grandes ejes dicotómicos siguen siendo cosmopolitismo/nativismo, urbano/rural, mitológico/histórico, las variables escriturales pasan de un lado a otro. Westphalen y Moro eran surrealistas, como en gran parte lo era el grupo Orkopata, pero lo que más los diferencia es su fijación frente al uso de la palabra que arrastra una concepción ideológica (por procedencia, formación cultural, adhesión de clase). De los primeros surgen los llamados poetas puros de los 40-50 (Eielson, Sologuren, Varela); de los segundos, pero sobre todo de Vallejo, que en sus insuperables “Trilce”, “España, aparta de mí este cáliz” y “Poemas humanos” contiene todos los ismos, Mario Florián y el cholo Nieto, Efraín Miranda y los llamados poetas sociales (Romualdo, Rose, Valcárcel). Vallejo es también el referente de los puros, Belli y Eielson, por ejemplo.

Releyendo a los poetas del 50 uno descubre un hecho curioso: el tono menor y comedido de los puros (exceptuando a Eielson y Belli, quienes podrían ocupar un lugar entre los fundadores), es una escritura transicional que no servirá a los que vengan después. De hecho, y sorprendentemente, ocurre al revés. Serán los más jóvenes, ya en los 60 y 70, los que renueven al 50. Sologuren pasará a interesarse en la cultura peruana sólo después de los “Comentarios reales” de Antonio Cisneros y Wáshington Delgado incorpora al silencio de sus parques la avenida Abancay, mientras que Pablo Guevara publica su célebre “Hotel del Cusco” tres años después que Hora Zero ha hecho un proceso judicial a toda la poesía peruana. Mucho más adelante, Blanca Varela dotará a su poesía de un tono directo, personal, en el discurso de género y de cuerpo que ponen en escena María Emilia Cornejo y Carmen Ollé.

El 50 tarda en ponerse al día por la situación mundial de la guerra y local del cuarto de siglo más negro del siglo que les toca vivir entre Sánchez Cerro y Odría, época en que la nurocracia fascista nacional elaboró un index de libros prohibidos, entre ellos los de Vallejo y otros autores de la izquierda internacional que se estaba renovando después de la II Guerra Mundial. También, tal vez, por no renovar sus fuentes formativas: la poesía española, en buena cuenta, es la hermana menor de las vanguardias (con todo lo que supongan Aleixandre, Guillén y Salinas) y la francesa había cedido su protagonismo a lo que Paz llama la vanguardia del modernismo anglonorteamericano (Pound, Eliot, Williams).

Volvamos al crucigrama de fechas. El 60 no nace en los 60 sino en el 67, con la publicación de “Los nuevos”, la antología de Leonidas Cevallos. Más que una generación, en su caso hay un deseo generacional interrumpido por la muerte trágica de Javier Heraud (nuestro otro Oquendo de Amat). Será por eso que tras de ellos no hay, como ha advertido Ricardo González Vigil, un movimiento intelectual que los respalde (pintores, dramaturgos, narradores, científico-sociales), aunque poéticamente a veces deja la sensación de una vasta sociedad secreta, porque en Los Nuevos no están, por ejemplo, Luis Hernández, Juan Ojeda, Juan Cristóbal, Hildebrando Pérez, ni siquiera Calvo y Corcuera.

Esos años son claves porque con Cisneros, Hinostroza y Martos, se cuela también Manuel Morales, algunos de cuyos poemas, como “Al amigo que toca tambor”, “Requiem por Jack Quintanilla” y “Al napolitano que chupó conmigo”, publicados luego en su único “Poemas de entrecasa” (1969), aparecidos en 1968 en la legendaria revista Harawi, marcan de manera imborrable el tono que asumirá la poesía joven. Entre el 67 y el 70 aparecen “Estación reunida”, la revista sanmarquina con poemas de escándalo de José Rosas Ribeyro, que Mirko Lauer condena en el estilo de Eguren y Palma a Vallejo, y las revistas de la Villarreal “Gleba”, de Ricardo Falla, y “Hora Zero”.

Hora Zero se legitima como la vanguardia porque hay un marco sociopolítico que lo propicia. El velasquismo no sólo descostra a la vieja oligarquía agraria, también crea vacíos de control en el campo estético, ocasionando una crisis resuelta a medias a fin de siglo, no obstante una guerra que costó 70 mil vidas y el gobierno dictatorial más corrupto de nuestra historia.

Esta crisis tiene un componente social muy visible: la urbanización del país. Caótica o no, la migración produce una poética que borra definitivamente las fronteras de lo reconocible hasta los 60. Hora Zero (Pimentel, Ramírez Ruiz, Nájar, Ollé, Cerna, la lista es larga y abarca varios países) se encuentra en la calle con el fenómeno y se instala en él. Y como toda vanguardia que se respeta propone una poética, el “Poema Integral”, en el que formalmente cabe de todo, como en una caja de sastre: la prosa, el verso, el ensayo, el lenguaje de las mass-media. Pero "Integral" tenía un antecedente en la discusión programática del Perú de los años 20. Se hablaba entonces de un "Perú integral", conjunción salomónica del todo que debía reconocerse proporcionalmente en sus partes contrariadas.

Junto a HZ, para confirmar que la del 70 sí es una generación, surgen también numerosos nombres, la mayoría de ellos de provincia, como en los 20. A riesgo de quedar mal con muchos de ellos, solo destacaré el de José Watanabe, de Laredo, gran recreador de los temas de provincia, Aramayo y Ayala, de Puno, Cárdich, de Huánuco, Molina, de Ayacucho, Matayoshi y Ocampo, de Huancayo, Garrido, de Cerro de Pasco, Alvarez y Oré, de Ancash, Toro Montalvo, de Chiclayo, Cesáreo Martínez, de Arequipa, Burgos, de Pacasmayo, Cerna, de Chachapoyas, y los limeños José Rosas Ribeyro, Verástegui, Sánchez León, López Degregori, La Hoz, González Vigil, Sánchez Hernani, etc. El 70, por donde se lo mire, siempre tendrá una calidad voluminosa (solo en HZ hay más de 60 nombres), incluso superior a la vanguardia. Su otro gran aporte será la poesía escrita por mujeres, quienes publican en mancha, aunque algunas tardíamente: Rosina Valcárcel, Sonia Luz Carrillo, Otilia Navarrete, Ana María García, Carolina Ocampo, Marita Troiano, Patricia Alba, Tatiana Berger, Mariella Dreyfus hasta Roxana Crisólogo.

La nueva poesía peruana adquiere un rostro tan complejo e indefinible que llevará a autores de solvente formación, como Antonio Cornejo Polar y Wáshington Delgado, también a Oquendo y Lauer, a renunciar a su categorización.

Entre los 80 y este fin de siglo los jóvenes reemplazarán la tradición de la vanguardia por esta otra más reciente, que va de Eielson y Varela (50), pasa por Hinostroza y Hernández, tal vez también por Ojeda (60) y concluye, incluso negándolo, en HZ, o complementándolo con los aportes de Verástegui, Watanabe y Sánchez León (70).

La hibridez alcanza versiones curiosas, como José Carlos Yrigoyen, en cuyo “Libro de las señales” pueden reconocerse dicciones de Eielson, Hinostroza y HZ, o de Domingo de Ramos, quien al igual que Crisólogo y Miguel Ildefonso es un valioso referente del nuevo sector social ilustrado, el de los migrantes (en la tradición poética que funda Arguedas con su extraordinario “Katatay”, a comienzos de los 60) y que como parte del grupo Kloaka radicaliza (lumpeniza sería más correcto decir) el tono de HZ. Ese será también el tono de los grupos Neón y Noble Katerva. Otros jóvenes, en cambio, han preferido recrear la olvidada herencia barroca, no siguiendo a Martín Adán o a Lezama Lima, sino al rioplatense Néstor Perlongher y al cubano norteamericano José Kozer. Los caminos y discursos son felizmente numerosos y multicéntricos y van desde la ecopoesía y la perfopoesía hasta el neofeminismo y la poética con estructura de historieta o de videogames. La hegemonía del canon ha desaparecido porque los poetas, provincianos y limeños, se autoimponen sus propios códigos de lecturas y comentarios críticos gracias a medios más consistentes y nutridos en las redes sociales de internet. De esta pluralidad, aún no inventariada, quiero destacar a Jerónimo Pimentel. Su más reciente libro, “La muerte de un burgués” (2010), tiene una agudísima mirada de la calle, aprendizaje de los 70, pero en su caso no sólo desarrolla una narratividad con mucha solvencia formal, sino sobre todo con una inteligencia para revelarnos brillos, detalles, guiños, muecas, símbolos, recurrencias históricas escondidas en la opacidad urbana, convenientemente camuflada por la niebla limeña.

Para terminar solo agregaré que hemos atravesado el siglo XXI con un cuerpo poético constituido sólidamente. Y en esa tarea -citaré por milésima vez a Eliot quien expresaba que una tradición está constituida por sus picos altos y bajos- no se puede prescindir de ningún nombre.

miércoles, 6 de julio de 2011

ORÍGENES DE LA MODERNA POESÍA PERUANA, Por Roger Santiváñez

LA POESÍA PERUANA de la contemporaneidad –o moderna- comenzaría con Abraham Valdelomar (1888-1919) sin dejar de mencionar a Manuel González Prada (1844-1918) su más remoto ancestro. Para situar estas coordenadas históricas debemos señalar –en este período – la égida de Rubén Darío y su Modernismo en todo el ámbito hispánico (incluyendo la península ibérica) lo que en el Perú significó la presencia insoslayable de un gran maestro de la versificación llamado José Santos Chocano (1875- 1934): “Soy el cantor de América autóctono y salvaje/…/ Cuando me siento Inca, le rindo vasallaje / al Sol que me da el cetro de su poder real: / cuando me siento hispano y evoco el Coloniaje, / parecen mis estrofas trompetas de cristal”. Efectivamente parecen trompetas altisonantes sus versos, si las comparamos con éstos de González Prada: “Vengas de Londres, de Roma o París, / Sé bienvenida, oh exótica voz,/ Si amplio reguero derramas de luz”. De allí que –para muchos críticos- el autor de Minúsculas (1901) y Exóticas (1911) haya sido el más cabal modernista peruano e incluso una especie de adelantado postromántico parnasiano-simbolista en nuestras letras. En González Prada puede rastrearse la insólita poesía de José María Eguren (1874-1942) generalmente considerado post-modernista, pero cuyo ritmo es imposible desvincularlo del genio rubendariano. Eguren fue el poeta guía de los vanguardistas de los años 20 y 30 y él llegó a consignar: “Saludo a la Vanguardia transparente” en la revista Amauta (1926-1930) de José Carlos Mariátegui, quien –a su vez- proclamó a González Prada “el primer instante lúcido de la conciencia del Perú” debido a la dimensión de agitador anti-clerical y anti-oligárquico que Don Manuel encarnó en la pacata y reaccionaria Lima de aquel entonces. En este sentido son esenciales sus Baladas peruanas publicadas póstumamente en 1935.

En la citada Lima de hace cien años, el joven poeta de más brillo era indudablemente Abraham Valdelomar, creador de Tristitia cuya estrofa inicial reza: “Mi infancia que fue dulce, serena, triste y sola/ se deslizó en la paz de una aldea lejana, / entre el manso rumor con que muere una ola/ y el tañer doloroso de una vieja campana”. Y de –según el estudioso y finísmo prosista Luis Loayza- el verso más hermoso de la poesía peruana, insert o en el primer terceto de dicha composición: “y luego el soplo denso, perfumado del mar”. En este ambiente –al que Valdelomar escandizó con sus tennis y sus solapas rociadas de éter en el ultramontano Jirón de la Unión limensi- publicó la revista Colónida (1916) rescatando de la marginalidad a José María Eguren, cuya poesía desde Simbólicas (1911) había puesto en la picota de la obsolencia a toda la poesía peruana anterior. Incomprendido, aislado y solitario el Peregrín cazador de figuras –como tituló unos de sus poemas- Eguren abría el cauce por donde iba a fluir el gran río de la poesía peruana de todo el siglo XX. Para muestra un botón: “En el pasadizo nebuloso / cual mágico sueño de Estambul, / su perfil presenta destelloso/ la niña de la lámpara azul./ Agil y risueña se insinúa, / y su llama seductora brilla, / tiembla en su cabello la garúa / de la playa de la maravilla”. Hacia 1918 cuando César Vallejo (1892-1938) ya estaba en Lima, procedente de Trujillo –adonde bajó desde su andino pueblo de Santiago de Chuco- entrevistó a José María Eguren para una colaboración periodística, manifestándole su gran aprecio y admiración. Y también es fama el encuentro entre Vallejo y Valdelomar ocurrido en el Palais Concert del Jirón de la Unión, quien ante el saludo reverencial del genio de Trilce le respondió: “Ya puede usted decir en Trujillo que ha estrechado la mano de Abraham Valdelomar”.

Si bien la poesía de Valdelomar abrevó en esa fuente inagotable llamada Rubén Darío, la crítica ha visto un sesgo post-modernista en ella: sus paisajes costeros rurales y el ambiente de la provincia familiar, lo que en cierto modo lo vincularía al mexicano Ramón Lopez Velarde- línea que habría influenciado toda la sección denominada “Canciones de Hogar” del primer libro de nuestro gran César Vallejo: Los Heraldos Negros (1918) pero recien puesto en circulación en 1919, demora debida a la espera por el prólogo que iba a escribir Abraham Valdelomar, pero que jamás pudo realizar por su muerte súbita en un penoso accidente. Otra nota sui-generis en Los Heraldos Negros son sus marcas indigenistas, dispersas en todo el libro y no sólo en la más evidente sección “Nostalgias Imperiales”. Citemos el arranque del visitado poema Idilio muerto: “Qué estará haciendo a esta hora mi andina y dulce Rita / de junco y capulí;/ ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita / la sangre, como flojo cognac, dentro de mí”. Bizancio es Lima, para el joven poeta provinciano sufriendo las inclemencias de la gran ciudad. Quizá debido a aquella impronta étnica es que Mariátegui en sus Siete ensayos escribió que Vallejo es el orto de la poesía peruana. Mas –indudablemente- son el hondón metafísico y la dimensión ontológica, los que otorgan la estatura universal de Vallejo, quien tras publicar Trilce (1922) –una de las cumbres del arte de vanguardia mundial- y una absurda experiencia carcelaria por una gresca inter-barrios en su Santiago de Chuco natal durante unas vacaciones; abandonó el Perú en 1923 para no volver jamás. “Me moriré en Parí con aguacero,/ un día del cual tengo ya el recuerdo./ Me moriré en París –y no me corro-/ tal vez un jueves, como es hoy, de otoño” –escribió- y efectívamente así sucedió. Estos versos son de su libro póstumo Poemas Humanos (1939) que contiene también España, aparta de mí este caliz, conjunto editado el mismo año por los soldados de la República española en plena guerra civil. A partir de entonces Vallejo pasa al plano mítico. Como bien dijo Rodolfo Hinsotroza en una especie de manifiesto personal de 1967: “Vallejo no es un poeta, Vallejo no es un hombre, Vallejo es un mito”.

Ahora entonces podemos entrar de lleno a la vanguardia –avizorada por Valdelomar en su Luna Park-. Así como aceptamos que Ecuatorial (1918) de Vicente Huidobro es el primer poema de vanguardia escrito en lengua española, podemos afirmar que Alberto Hidalgo (1897-1967) fue el primer poeta peruano con vocación y voluntad vanguardistas. En efecto, Hidalgo –influenciado por el Futurismo- publicó en 1916 Arenga lírica al Emperador de Alemania, para –según el crítico Clemente Palma de la prestigiosa revista limana Variedades- “servir a Marinetti, a la electricidad y al autmóvil”. Pero su lenguaje todavía es tributario del modernismo. Habrá que esperar hasta Química del espíritu (1923), Simplismo (1925) –único ismo de la poesía peruana de vanguardia- y Descripción del cielo (1928) para encontrarnos al verdadero vanguardista que habitaba en Hidalgo: “Mi biografía es una esquina / soy el punto de choque de dos vientos/…/A veces cae una música desde el quinto piso/ para dar a mi arritmo un ritmo atónico/…/ Una desarmonía me armoniza con el todo/…/ soy una esquina en marcha”. Como puede observarese se trata de una suerte de fusión personal de creacionismo huidobriano y ultraísmo español, que –en realidad- fue el tono que primaría en casi toda la expresión vanguardista hispanoamericana. Probablemente el único capaz de despegarse de dicha impronta –debido a su genialidad- habría sido César Vallejo, como queda claro con la ruptura absoluta que plantea el insólito Trilce (1922) libro imposible de explicar sin el contexto de la vanguardia, pero que supera ampliamente sus marcos referenciales por el sello personal vallejiano, el cual lo convierte en pieza única del arte moderno en primera línea: “Grupo dicotiledón. Oberturan / desde él preteles, propenciones de trinidad, / finales que comienzan, ohs de ayes / creyérase avaloriados de heterogeneidad,/ !Grupo de los dos cotiledones!”.

Para el poeta Mirko Lauer –uno de los más importantes estudiosos del período- la vanguardia habría sido una estación revuelta, un instante por el que atravesaron la mayoría de los poetas peruanos de esa hora, pero en el que prácticamente nadie se detuvo para quedarse. Antes de entrar al grupo –o grupos- de vanguardia propiamente dichos, es conveniente mencionar a Juan Parra del Riego (1894-1925) y sus Himnos del cielo y los ferrocarriles (1925) publicado en Montevideo, donde radicó y murió; el cual contiene el futuro-mundonovista Polirritmo dinámico a la motocicleta. Pues bien, el grupo de individualidades más talentosas de nuestra vanguardia lo integrarían Martín Adán (1908-1985), Carlos Oquendo de Amat (1905-1936), Xavier Abril (1905-1990), Enrique Peña Barrenechea (1904-1988), César Moro (1903-1956), Emilio Adolfo Westphalen (1911- 2001) y Vicente Azar (1913-2004). Caprichosamente podríamos hacer un paralelo entre ellos y el conjunto de los “Contemporáneos” de México. Esta pléyade –diríamos- son los “Contemporáneos” del Perú. Aunque no tuvieran una revista que los unificara, los peruanos –todos ellos excepto Azar- estuvieron vinculados al mensuario Amauta de JC Mariátegui, quien –por su actitud- podría pasar perfectamente como un intelectual de vanguardia, más allá de que él pronto se definiera en los términos del socialismo científico.

Martín Adán es quien mejor ejemplificaría la propuesta de Lauer. En efecto, luego de publicar en Amauta los anti-sonetos de Itinerario de primavera (1928) y el preámbulo de ellos, poema titulado “Gira” que lee: “una chimenea anarquista arenga a los campos campesinos / la humareda prende un lenin bastante sincero / un camino marxista sindica a los chopos / y usted señora con su tul morado condal absurda”; el gran poeta volvió al orden de la métrica hispana, la elbaoración barroca y la exploración ontológica en libros fundamentales como La rosa de la espinela (1939), Travesía de extramares (Sonetos a Chopin) (1950), Escrito a ciegas (1961) o La mano desasida (Canto a Machu Picchu (1964). Mas antes de todo ésto había publicado la nouvelle vanguardista La casa de cartón (1928) donde inserta los increíbles poemas underwood. Para muestra un botón: “Prosa dura y magnífica de las calles de la ciudad sin inquietudes estéticas /…/ Las casas rumian sus paces de buey/…/ Me gusta andar por las calles algo perro, algo máquina, casi nada hombre/…/No quiero ser feliz con permiso de la policía”. Como puede verse en la poesía vanguardista de Adán: Revolución bolchevique, humor anti-burgués, pirueta de lenguaje, el espectro mágico de “Zona” de Apollinaire, la marca de la invención moderna y una audacia a toda prueba, nos pintan de cuerpo entero al joven maravilla de fines de los turbulentos años 1920’s en el Perú.

Concluiremos sintéticamente esta nota al vuelo. Carlos Oquendo de Amat escribió un solo libro: Cinco metros de poemas (1927) constituído por una sola tira de papel plegable (cinco metros) y con un intermedio a la manera fílmica. Poemas cargados de un lirismo exquisito en su imaginería ultraísta: “Para ti / tengo impresa una sonrisa en papel japón / Mírame / que haces crecer la yerba de los prados/…/ déjame que bese tu voz / tu voz / QUE CANTA EN TODAS LAS RAMAS DE LA MAñANA”. Oquendo, comunista de corazón, viajó a España para pelear en la guerra civil, pero sucumbió de tuberculosis en Navacerrada, poniéndose una camisa roja para morir. Xavier Abril, amigo de André Bretón y los surrealistas en París fue el primer poeta peruano en reivindicar dicho movimiento –suma y cifra de la vanguardia- desde las página de Amauta. Publicó Hollywood (1931). Y luego –con un vanguardismo ya mediatizado- dos hermosos libros denominados Difícil trabajo (1935) y Descubrimiento del alba (1937). Enrique Peña Barrenechea lanzó Cinema de los sentidos puros (1931) brillantes poemas en prosa de lograda fusión vanguardista. Tuvo una larga vida de diplomático y prolongó su obra con títulos más moderados pero siempre de nivel. Igualmente diplomático Vicente Azar fue el último vanguardista del Perú, dando a conocer su magnífico Arte de Olvidar en 1942: allí están las hermosísimas prosas poéticas de “Hypnia”. César Moro, surrealista de la primera hora en Paris, 1925, se mantuvo fiel toda su vida a la actitud radical de dicho movimiento –a pesar de su ruptura con Bretón en un determinado momento-. Vivió en México donde trabó gran amistad con Xavier Viillaurrutia. Debido a su choque con el puritano y atrasado medio limeño de los 1950s, estampó la famosa frase Lima, La Horrible que ha entrado a la historia cotidiana y futura de la ciudad. También en esta década editó su único libro en español La tortuga ecuestre (1958) –aunque compuesto en los 1930s. Toda su obra restante es en francés. Emilio Adolfo Westphalen –quien también vivió en México escribió dos libros deslumbrantes Las ínsulas extrañas (1933) y Abolición de la muerte (1935) en los cuales su muy personal apropiación del lenguaje surrealista le permiió forjar una de las expresiones más altas de la poesía en idioma castellano: “He dejado descansar tristemente mi cabeza / En esta sombra que cae del ruido de tus pasos / Vuelta a la otra márgen / Grandiosa como la noche para negarte /…/ He abandonado mi cuerpo / Como el naufragio abandona las barcas / O como la memoria al bajar las mareas / Algunos ojos extraños sobre las playas”.

No podemos dejar de mencionar al grupo vanguardio-indigenista Orkopata (voz nativa que quiere decir centro de la montaña) de Puno, en el sur anidno del Perú. Acogidos por Mariátegui, sus poetas principales publicaron asíduamente en Amauta: Alejandro Peralta, Luis de Rodrigo y sobre todo su líder intelectual Gamaliel Churata (1897-1969) autor de un libro inclasificable titulado El pez de oro (1957). Oquendo de Amat era de Puno como los Orkopatas pero viviendo en la capital fue el enlace con el grupo vanguardista de Lima (1926), editor de la revista de nombre camnbiante: Trampolín-Hangar-Rascacielos-Timonel –para cada número- conformado por Magda Portal, Serafín Delmar y Julián Petrovick. Igualmente fueron ampliamente publicados por Mariátegui en Amauta. Ya en los años de 1940, la vanguardia histórica –como tal- había sido clausurada. Sin embargo, una nueva generación de poetas peruanos liderada por el talentoso y joven autor de Reinos (1945) Jorge Eduardo Eielson (1924-2006) surgió a la palestra, con un lenguaje de post-vanguardia pleno de suntuosa originalidad que abriría uno de los principales cauces de la llamada promoción poética peruana de 1950. El otro sería el de la –así nombrada- poesía social de Alejandro Romualdo (1926-2008). Pero todo ésto –la generación de la post-vanguardia- ya sería tema de un próximo artículo.

[Collingswood, New Jersey, 4 de Julio de 2011, junto al río Cooper]

Roger Santiváñez: Poeta peruano radicado en Estados Unidos. Su último libro ‘Amaranth precedido de Amastris’ salió en España, Ed. Amargord, 2010. Es catedrático de literatura latinoamericana en Rutgers University.

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