LOS SOLDADOS SUBIERON HASTA ESTAS MONTAÑAS
buscando guerrilleros
de sendero luminoso. Solo encontraron nubes, frío y una lluvia fina
intermitente. Los comuneros cosechaban papas y pastaban sus ovejas. Los
soldados se llevaron las papas y las ovejas. También a los jóvenes y a las
mujeres. Nunca supimos donde los enterraron.
A
TI TE CONOZCO HAMBRE
(a
la manera de Juan Ramírez Ruíz)
Te conozco. Tú rebuscabas por mí,
hurgando en mis bolsillos huecos y desgajados. Y me encontrabas mirando el
suelo, el cielo y los gallinazos. Siempre solo y absorto. Intentando adivinar
mis errores con mis cien manos y mis cien dedos extendidos. A ti te conozco
hambre, te conozco. Tú mecías mi mente con un zumbido permanente. Ese dolor de
cabeza que no se apaga. Que no desaparece. Ese zumbido que ya es parte de mí,
de mi cuerpo. Que ya es yo. Que yo es ya. A ti te conozco hambre, te conozco.
Pero si oscuro y sucio corre el río rímac, lo que ocultas corre más sucio y
oscuro todavía. A ti te conozco hambre. Te conozco. Tú ya no me puedes engañar.
Te conozco.
Solo he salido solo de mi casa
Con el destino con sé para dónde
VENGO A
BUSCARTE EN ESTOS CAMINOS
En estas rocas, en estas aguas, en estos
pajonales. Tus ovejas desaparecieron. Tus vacas desaparecieron. El aire, el sol
y las montañas permanecen. Las rocas permanecen. Inmutables. Vengo a recorrer
tus pasos en estos caminos madre. Ushaaaaa oigo cantando a las tayas, a los
pajonales. Ushaaaaa oigo tu voz llamando a tus vacas. La negra, la pinta, la
colorada con su campanita colgada al pecho corren a tu encuentro. Lamen la sal
de tus manos. Se regocijan. Tu perro salta, corre, ladra, mueve la cola. Se
regocija. El viento sigue cantando. Ushaaaa ushaaaaaaa a las tayas, a los
pajonales. Madre, Siscay tiene el rastro de tus pisadas. ¿Como no buscarte
entonces?¿Como no seguirte?
¿Pajonal
pampa porque lloras?
¿Pajonal
pampa porque sufres?
¿Acaso tu eres
como yo?
Solitito en
este mundo
Solitito en
este mundo
JRR CRUZA EL PUENTE DE
PALOS DE VIRUNHUAIRA
Tulio Mora mira los eucaliptos. Frente a un espejo MMM sonríe
mirando a JRR cruzar el puente y a Tulio absorto frente a los eucaliptos. Yo
tomo esta fotografía.
ESPERA A DÓNDE VAS
APRESURADO?
Descansa tu caballo sudoroso mostrenco y pajarero. Vamos
a tomarnos una cervecita (cervecita blanca caraceña). Te vas para Lima? Vas a
dejar estas montañas? (Eso no se toma sin su dueño). Las nubes en estas
montañas se mueven, caminan, nos envuelven, van alejándose (Si es que lo has
tomado caro cuesta). Yo no me iré (Veinticinco libras la docena) no me iré.
Salud compa. Papagayo choclero, tú que vuelas alto y ligero,
llévate esta carta para mi amigo Juan Ramírez Ruíz. Dile que deje de vagar jodido en Lima, que se venga. Que sea feliz en estas
montañas. No hay de otra, se va a morir. Lima lo va a matar. Juan vente, vente
ya. Virunhuaira te espera poeta. Pucha Juan vente, corre, salta, brinca, vente
ya. No te dije? Ya te moriste.
YA
NO ESTÁ LA TÍA LOLA
a la que enterraron después de ese gran
huayco cruzando a huaro el río de Virunhuaira. Ya no está Pía Tena Verano. No
está más la tía Valencia Verano. Mi madre también partió. Este poblado por
primera vez me parece triste. Al subir la lomada de Macla los eucaliptos
parecen doblarse. Los tumbos yacen dormidos. Los mitos tienen las orejas
gachas.
He llegado o no he llegado
Linda palomitay
En la puerta de tu casa
Forasterito soy
Sin consuelo estoy
Las lágrimas riegan mis mejillas. Corren
por la acequia. Llegan al rio de Aray. Se espuman en el mar de Barranca.
Forasterito estoy. Sin consuelo soy. ¿He llegado o no he llegado, linda
palomitay? Ya no es lo mismo llegar a Virunhuaira. Puta vida.
TRUENOS Y RELÁMPAGOS POR TODOS LADOS
Allí arriba está lloviendo. Y el rio baja bravo echando espuma
por la boca. Devora los palos del puente de Virunhuaira. Allá se van cabalgando
el barro los troncos de eucalipto de Tomasito Rivera. Quién sabe cuánto tiempo
estaré sin visitar a Blanca Salazar en el poblado de Rajanya.
ya
se va ya se va
la
luna ya se va
me pregunto cuándo será
cuándo que te vuelva a ver
CON EL RESPLANDOR DE LA LUNA
amarillando sobre los cabellos canos de las montañas, de las
alturas los comuneros bajan cantando. Descargan sus arrobas. La plaza de
Virunhuaira se llena de niños y alegría. Los caballos lucen cansados. Un búho
vuela y se pierde entre en los eucaliptos.
LA LLUVIA CONOCE SU PROPIA TEMPORADA
y llega justo en el momento preciso. En la noche se desliza
con la brisa. Silenciosa moja todo lo que encuentra. Las nubes se vuelven
oscuras y los caminos resbalosos. El amanecer nos muestra Virunhuaira empapada
y tiritando. Las aguas goteando de las calaminas. Encogidas las ramas de los
árboles.
CON LAS PRIMERAS LLUVIAS
en Virunhuaira retoñan las flores y las plantas. Las perdices
cantan alegres y retozan los gorriones. Las montañas se cubren de verde y las
flores lucen más frescas todavía. Un pétalo vuela y el viento se lo lleva lejos
lejos.
CUANDO LLUEVE
agradable es dormir bajo un techo seguro. Hay música de lluvia
en las calaminas de los tejados. La lluvia golpea fuerte y danza sin
acobardarse en los tejados. Por todas partes se oye el canto de la lluvia. El
viento y la lluvia susurran en nuestros oídos. Me pregunto cómo amanecerán los
maizales y los alfalfares en Virunhuaira.
LOS POETAS BEBEN Y SE EMBORRACHAN
Cantan canciones de la guerra civil española. Juran que se
irán a vivir a París y se morirán en Europa. No conocen a la Pastorita
Huaracina ni saben las canciones de la Flor Pucarina. Algunos apenas cantan
Adiós Pueblo de Ayacucho. Yo prefiero cantar las canciones de Pelayo Vallejo.
Ruben Urbizágastegui miembro histórico del movimiento Hora Zero. Poemarios: De la vida y la muerte en el matadero (1978), Caminando y cantando sobre la mansa barriga de una vieja lagartija (1996), Virunhuaira (2011). Actualmente es bibliotecario en la Universidad de California, Riverside.