viernes, 31 de mayo de 2019

3 Poemas de La Guerrilla Elegante (2019), de José Natsuhara




He aquí unos 3 poemas pertenecientes al poemario La Guerrilla Elegante (2019) del poeta olvidado en vida José Natsuhara. Trabajo de ingeniería mecánica que, para poner en contexto, resume el poeta boliviano-peruano Nelson Gutiérrez con las siguientes palabras:

El jovencísimo me confiesa, alejados de la ciudad y de sus neuróticos peleles,  que la vida lo ha sorprendido con una tarea que cae a sus manos como un racimo de piernas o un martillo de guerra.  Que este no es un juego inocente.  Es el Wimbledon y él es el tenista de las palabras. Yo doy fe de ello, atestiguo, aviso al público y a los amargados que existen cuarenta y algo poemarios que conforman de momento un Corpus Christi, los proyectiles ordenados cual arañas en un baúl titulado Bastardía con crayolas, víctimas y duelos de pistolas al amanecer. Lo que te hace pensar que es un demente, un monje o las dos cosas y que su drive es imparable como el sueño de la realidad y la realidad del sueño.

Ser invencible bajo el cielo. Este es el objetivo del autor y de su obra. La Guerrilla Elegante es la primera entrega de un proyecto total que tomará más de 50 años. Un camino estético zen. Un puntapié a la sociedad líquida de zombies y zancudos que huyen del oficio, del honor, de la verdad y de los insecticidas. O también el manual espiritual y práctico para limpiar el corazón y el condado de serpientes, de corruptos del marketing, de poetas franeleros y endogámicos. El terreno que con elegancia se ha ido arando para su lectura el día de la cosecha. El canto a la vida más allá del espectáculo. El impredecible match point.



Saluden al poeta


Si ESTE poema no me redime, entonces elijo
el racumín, tanta huevada,                que presenten mis fracasos con su
sheriff, envarado mongol de turno,
que desenfunde sus puños se
                                            baje de su cuarto de milla

                                  −P e r u v i a n  P o e t i c  F a r  W e s t−
                                                                                           y me saque la entreputa.

El Peer-to-peer. O la lección de economía de Satoshi Nakamoto
aplicada a la producción de nuevos hombres. ¡Ésta, la poética de la testosterona!,
                                Un mano → mano
                                2 vasos de bilis y una Smith & Wesson
girando angelicalmente entre mis dedos
ambiciosos de pianista.

El mundo no necesita versos a ½ caña
ni albatros enarbolando la pobreza de los conos o el malditismo
huachafo de quien construye su leyenda en base a una cirrosis,
a estudios exégetas de uno que otro muertito =
The Walking Dead
                                                             = la crítica literaria es una enfermedad
de trasmisión sexual, VIH positivo,
y donde todo bachiller de letras es un raquítico productor de la estupidez peruana.

Aquí, donde se invoca el duelo sincero de los mundos,
                                                                       la vida es un vacilón,
y las amancaes florecen en las pistas de San Juan de Lurigancho,
y la escritura es una cuestión que no solo es escritura; es un pasaje ida
y vuelta −todo pagado− al Play Land Park, la pollería donde celebraba
con la familia mis victorias.

Necesitamos sí o sí estos dedos
                                                            de mañoso, alentado por el aroma
a menstruación de las olas en San Bartolo y las botellas de Pilsen
creciendo verdes y frondosas sobre el desierto y sus tonazos.

Ellos dirán que has perdido la chaveta y que te has contagiado, chibolo huevón,
de resentimiento.
Pero sabes bien que tú no dudas y que el poeta que duda es un cobarde
y que tu maquinaria de belleza funciona con la exactitud de las nuevas
páginas de la historia más jugosa
y más caleta, la fruta dulce,
la buena merca rotando de mano en mano entre los elegidos del recreo.

(teclas metafísicas que abren piernas insospechadas,
a ti también te vi desnuda
                                        28 de enero: probador con cerrojo zapatillas deportivas y
una empinada abusiva como si no tuvieses miedo a las alturas,
                                                                 arañita
                                                                     de
                                                                     mi
                                                                corazón,
y tu short rosa inaugurado por los siglos de los siglos AMÉN, la mecanografía
imprescindible de los que le vamos agarrando el truco a este negocio)

Un poeta que no sepa empotrar a su yegua x 40 Soles TV + Cable
y agua caliente / trinchar las carnes contra el suelo / el asado argento en plena terraza
de febrero / no es ninguna amenaza contra el Imperio,
Error 404, y usted no puede cursar “Movimientos Avanzados de Tango sobre el Poema”
sin haberse matriculado antes en la vida misma,
                                                           que es troncal con “Seminario para dejar de ser poeta
y comenzar a ser más bien una persona”, y mientras tanto
fuera de las aulas… en una galaxia muy muy lejana,

I’m dancing and todos los días son Sábado Gigante y hay juegos de azar
detrás de la barra libre, dirás que es una anécdota la Nintendo delante
de este sofá con olor a tabaco,
pero                       nada                    es coincidencia, hermanita,
                                y EXISTE una probabilidad de chuntarle de 1/37 y
ganar 36 veces lo apostado = el pleno cache, el pleno beso, εὐδαιμονία (eudaimonía),
ἀνερρίφθω κύβος (anerriphthō kubos),
o el recostarse en el pecho ambicioso, / quiero sentirme protegida
no solo acompañada, /
te quiero como amante y no como amiga /
eh! nebulizadora de ternuras bravas,
la poesía es una apuesta,
igual que el meterte hasta adentro esta dialéctica,
una cuestión de afilados dardos apuntando al culo del azul del cielo
en el azul del cielo en el azul del cielo en lo profundo de un tequila,
los carajos chesusmadres en la sonrisa pendenciera de los niños del 90
jugándose la partida de su vida,
el mejor de 3
luego de haber cobrado unos cuántos soles bien brillosos propinones
para corromper esta neblina tan limeña donde toda anécdota amorosa
es un manifiesto estético, por ejemplo:

Habría que probar la T de cobre la vasectomía el uso extendido del condón, dijiste, para recubrirnos el sexo y los libros que más queremos. Y llegaste toda chancona con tu edición del “Manual Avanzado de Ingeniería Mecánica” forrado con un condón XL de frambuesa. Loca mía interpretabas a la pesadilla de Occidente (mujer culta y despampanante, con una fertilidad de maíz morado) y agregaste que si te quería gilear tu canción necesitaba más picante, huaracas besando los cachetes de los fanáticos del Válium, y dedos millones de dedos de electricista de universos contenidos en Warhammer.

O en la teoría de cuerdas  −Que no especifica de forma única ni el espaciotiempo inducido, ni el conjunto de campos cuánticos que contiene, ¡José! ¿me manyas?

Te manyo, yo sigo todo lo novedoso y bello O esta otra teoría de los cables
eléctricos que he ido tirando sobre los techos de las escuelas estatales,
O de los supermercados donde el agua y el pan están más alejados de los usuarios.

La bóveda celestial de esta generación que me necesita pero que no me merece. Animales.

Voy a hablarles fuerte y claro, compatriotas:

Este país no existe. Los veo a todos en el amanecer ácido de la singularidad tecnológica augurada por Ray Kurzweil (un pedazo de emolientera cholaneitor agredida por el policía choloneitor cachueleando de guachi en pleno 2049). Y me pregunto me recontrapregunto qué pasará con los sicarios de toda esa pampa de mierda que no es Lima, con el sistema aracnoide de las drogas clandestinas. ¿Habrá anticucho, pancita, ceviche enlatado?, ¿comida siquiera?

He visto a las mejores mentes de mi barrio, a los prodigios románticos disidentes uniformados expertos en la filosofía postcolonial rectal latinoamericana en las escuelas de Lyon y de Azángaro; y nada que valga un choripán en finas hierbas. Todo conductor que no conduzca primero su propia vida es un sonso palta triste huevón cero kilómetros. He visto a las mejores mentes, digo y es un decir nomás, en los cuentos de hadas en Chespirito o en los animes de invierno en alguna nueva temporada que valga la pena (Ginga Eiyuu Densetsu, Uchu Kaizoku Kyaputain Harurokku)

El Imperio Inca ha sido un clickbait. Atahualpa vendió un cuarto repleto de pé a pá con todos nuestros culos. Y Cubillas no era quien dijo ser en las chapitas y los álbumes de Navarrete. Que si llegamos al mundial fue porque quizá Guerrero pateó un tiro libre bajo los efectos del chamo, que todo héroe nacional es un farsante, que lo entiendan los que se llenan los cachetes con el chamullo del futuro, de los cachaquitos amaestrados, del valor de la lectura del insípido tuberculoso de Vallejo. Prefiero mil veces Condorito y si no les diera vergüenza confesarlo seríamos mejores seres humanos y este poema sería una Iglesia. Todo poema sería un poema del corazón.

El joven de estos versos morenos (bronceado de inteligencia)
desciende, chamarra de cuero y agallas de púas, –eh! ángel del trash
metal / morirás sólo, compadre,
una mitad de este pogo te ama y                   la otra te prefiere bien muerto,
pendejito entrañable,
(si tu presencia no deja indiferente a nadie) entonces (que tu reino reemplace este chiquero)
 −He visto chanchos más saludables y audaces
que Kloaka y Hora Zero−
1. Jean Paul el Troglodita muerto con el corazón roto
2. El Poeta de la Calle muerto de cáncer, que es la misma vaina
y 3. Tripa y el mejor stand up comedy de este jardín despeinado y trinchudo,
Y se fueron, como quienes vinieron por una tangente (eso no te enseñan en San Marcos),
o quizá al revés (las flores en el cielo y el cielo con nosotros) y la poesía
no es una maldición de cómicos ambulantes y cantantes tomando baños de luna en la playa pelada,
porque, así sabrás que no te mentí y que te quiero a ti.

Tú que montas una station wagon destartalada, traes veneno para
contrarrestar este exceso de ausencias, Veneno pa’ tu piel, Veneno pa’ tu piel.
Yo vivo la madrugada, Soy los besos, Soy la cama, Y tu vives escondido, y solo hablas con tu almohada,
y derrapas en las curvas de la muerte como si se tratase de una groupie
−de lentes, de braquets y de actitud selectiva– ya saben, la perra estándar casi,
la representante de la chupada de pingas como deporte olímpico,
la cata de vino, la verdad de la milanesa también tengo unas palabras para ustedes:
este don no se hereda lamiendo semen, aunque existan
algunas artesanas de ese arte,
eh! la belleza de la juguería / el hambre interrumpe el verso o lo alimenta.

Y te cuadras / morirás estacionado en esa misma calle compadre /
o eso creen los cagones de la otra Manzana, muestras el balón de básquet nuevecito
y ocupas – como resacón de Viernes Santo −un espacio en esta loza del barrio
que te vio crecer derecho a su pesar (todo barrio es una trampa, evangelistas epilépticos
enseñando las buenas costumbres de la histeria y toda violación queda en familia),
La portería es más o menos así de grande: y enseñas tu costalón de poemas de tela y delirio,
doble asa,
y te mueves a la velocidad de la luz
 aunque no la pagues,
fintas de la NBA, cachita incluida,
y eso es suficiente para comprender que nadie más jugará contigo
en tu perra vida / morirás jugando solo compadre / Pa’ tu piel, Veneno pa’ tu piel.
Soy la magia, Soy el hada, Que se clava en tu mirada,
Soy la tentación prohibida, Que te va quemando el alma.

MUNDO POÉTICO: TALENTO + IDEALES = MUERTE
MUNDO REAL: TALENTO + IDEALES = VIDA a la N potencia.

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,
porque de ellos será el reino de los cielos,

En el confesionario un tal Gil Berto
se golpea el pecho, y
no te la pierdas, padrecito, me dice, que si no escribo me muero
(bueno sería, si la escritura no es vida yo no sé qué haces escribiendo,
¿eres emo?),
                               en otros tiempos lo hubiera cagado a trompadas,
¡Largo enfermo y la conchatumare!

¡Que vengan los monstruos de la dimensión desconocida!

Cavernícolas simpatiquísimos, refrigeradores repletos de animales
muertos y fermentados,
el regreso al Paleolítico,
los sharingans ensangrentados creciendo en los ojos,
atravesando las praderas, Colmillo Blanco de Konoha,
Caerá la lluvia ácida, el ninjutsu definitivo, sobre los hocicos de sus hijos,
gárgaras de vidrio y rotoplax,
y las ratas saldrán de sus guaridas
y ningún prólogo los rescatará
de este jardín minado de adjetivos y aires apocalípticos, la visión
descontrolada de la santidad, del milagro de la masacre,
no vine a traer la paz sino la espada.
Joven, arrástralos a todos,

¡Que venga, Tayta hermoso, el fenómeno del niño!
Limpia el mundo de la sarna, de los seres débiles
y torcidos, de los falsificadores de emociones / Si la corrupción de la escritura
tiene el tamaño de un ring de Vale Todo / Mi corazón tiene el tamaño de un puño /
Si nadie ha encontrado la redención en el poema,
que todo acto de valentía se anteponga a una tragedia
/ Y si mi pene es una brújula señalando sus corazones, a mí ya no me
importa que me sentencien al olvido siempre y cuando sea sincero,
porque el arte que no es sincero es homicidio,
y porque incluso yo, que reemplazaría toda
la poesía juvenil peruana por unas salchipapas,
les digo, a ustedes sarta de asesinos,
poetas atorrantes,
que la vida
ha encontrado un guardaespaldas.



Valse cervecero


La espuma en tu mar o en la cerveza, Salud, sírveme a tus pies hoy de tu mismo vasito
            rompiendo contra  las rocas o el hielo
se construye una orquesta,
                                               yunza y millones de cholos y cholas
                                   disputando la caída del árbol colmado de globos, billetes,
lavadores de plástico para que cuando pises un charco de lluvia
           yo te regenere, deje como nuevos todos tus vestidos.
Y no se me pasa así tu cariño ni se me pasa el silencio,
me doy de golpes suaves en la ventana del microbús, pienso en la cantidad de postes que debo contar hasta alcanzar la carretera pelada de Nazca el sencillo para marcar botones mágicos
            en locutorios / llamadas de loco a loca / qué miedo me da,
me da la taquicardia al ritmo de un valse cervecero y si apareciera de pronto en el cinema
                                                       la gente se reiría buena onda, se reiría conmigo
y no de mí,
se regalaría la canchita y la Pepsi,
los niños dejarían de patearte el asiento y se sonrojaría
ese señor de la 6b que perdió a su mujer
            y volvería en enero a comer tunas y observar el florecer de las azucenas.
            En el microbús ayayáu,
encuentro ese dolor inmune a los paracetamoles molidos con jugo de papaya
                        cuando me siento al lado de una vieja con cara de pocas telenovelas,
            usurpadora, en ese asiento de plástico y versos callejeros / central telefónica incluida /
que por el decreto nacional de mis santos huevos
siempre te va a pertenecer a ti y a ese culo estupendo.
   Mi alcoholismo pasea por la alameda y qué miedo ya no me da, ya no me da
            tambalearme entre las bancas entre los gatos del parque Kennedy,
entre mi bolsa de tela donde guardo paquetes de embutidos
                                   y las revistas de la National Geographic
            donde subrayo los holocaustos, las guerras en medio oriente y comienzo a llorar
como un velociraptor observando a lo lejos
            el apocalipsis,
y no hay a dónde correr esta especie le canta a la bomba atómica, a los cochebombas a los ministerios de cultura,
            y yo, hip, aprovecho el tiempo y canto este poema a viva voz
hasta quedarme ronco (me caigo y me levanto como Jesucristo)
            y la gente dice que estoy ebrio
                        y luego me quieren botar entonces les explico que es un poemón, mi hermano
(unas muchachas universitarias coquetean
                  me defienden de la tombería
                                   y dicen que soy un chico tranqui
                        que fui su profesor de literatura y que enseñaba graciosaso),
Y yo me reí mucho Trilce, en el tiempo en que te tengo
            toda la orquesta me lleva como mi maestra a los 5 años a las orillas de Punta Negra
y yo dibujo los cangrejos, las malaguas picándolas con palos,
                        las ollas de comida criolla
   y los heladeros,
caigo a los bares como las hojas de otoño sobre la nostalgia obligatoria
de todo poeta en la solapa, payasadas,
cojudeces, yo solo me siento bebo y me embrutezco
y si me dicen machirulo les digo que, en efecto, yo soy Pedro Picapiedra
y eructo y continúo sonriendo me enchicho me sazono
yo por dentro que tengo una cocinita donde mezclo imágenes de tus cachetes
y tu tatuaje de Reptar
ahora que eres transparente
            y me devuelves, esta alegría envolviéndome como el platino de un sublime
me voy convirtiendo en un dulcero comelón,
            correteando en Chabuca Granda
las carretillas de arroz con leche y selva negra,
            escuchando a los maestros cajoneros
            y a los cómicos ambulantes paliando las tragedias de un país
que bien en el fooooooooooondo no es tan trágico,
            hay sus cositas lindas,
            #1, la yapa del emoliente para refrescar el hígado y el pan con torreja
            #2, sentarme en el borde del río Rímac desbordado de tesoros
ver a los mocosos
jugando al vóley achorado
            que la pelota ruede hasta mí
y me sienta más cerca de mí mismo
             y #3, la luna llena sobre las ruinas de Pachacamac una tarde en la que el viento sopla del altar hacia la esquizofrenia de una escritura bendita.



La Bibliografía de la Poesía Peruana


El siguiente texto es un Poema-Bibliografía incluido como parte final del prefacio del poemario La Guerrilla Elegante En él se resume una parte fundamental de la poesía nacional peruana. Una guía de lectura para los hijos del trompo y del emoliente.


-Vallejo, César. (1892: La Libertad). Poeta que saliste de la nada a bendecir el mundo: Despertaste & tienes conciencia. Caminaste 100 kilómetros de los barrios con la nariz rota & en línea recta por cada medio verso que destilaste de los labios - a la máquina - de esta máquina - a mis labios - & de sus labios - al universo entero. Despertaste & nos despiertas. Tienes conciencia &  pesadillas & gritamos nonsense por las noches, & sobre tus camisas abiertas & sensuales estalla el ritmo de una ciudad similar a Las Vegas & a Viviana sola cantando salsa en la escalera. Ave César, sonero que da la clave de los desayunos en familia, nuestra patria era una orquesta pero tú eras aún más grande & te moriste, en París & en aguacero & rodeado del silencio te rajaste derecho a cuestionar al creador.

He ahí un poema humano también bellamente incomprensible. Hay un ritmo que acompaña el ritmo de la balsa tostada La Estrellita donde los pescadores huelen luminarias entre las novedades de la lírica del trompo & los peces saltan directo al limón & al navajazo. Esa escena marinera & marinada donde la forma no es superior a la materia & donde a

-Hernández, Luis. (1941: Lima). no lo pescaron (pejerrey experto en aspavientos) con el carrete de Yellow Submarine en el interior celeste de su saco, en aquella plena función que nos proyectan & nos resistimos cholos teeeeeercos a ver de punches cruzados, como si el arte sucediera sin los chicos bravos que devoran frioricos & sin los amigos que cayendo van en fila porque los devora el friofeo. Yo amo el sol lila & lo recuerdo soleando la soledad de mis cabellos & caballos.

También tú te moriste, Billy The Kid, & tus cuadernos de medicina garabateados de epígrafes del rock and roll de los 60’s, sin los antidepresivos mezclados con papaya & con la caligrafía, la silueta del alma, el pan nuestro de cada día con el que untabas las frazadas. & no nos dijiste nada, nos mostraste. Wovon man nicht sprechen kann, darüber muß man schweigen. Que los locos & las anónimas combas tenemos el derecho a no prostituirlo todo con la publicación mediática del texto. Que regalar en verso & en exclusiva a los compadres & comadres era mejor para la aeronáutica & para las sagradas cuestiones del nuevo milenio.

Recién escapado palomilla del psiquiátrico, eh! tú, ahora que te conozco & contigo ese mundo inexplicable. Tú te lanzaste, te zambulliste (salto del fraile) a un tren que iba cargado de curas & patitos para saludar a Betty & tocata & fuga(r) en Re menor con Betty, the mother of cuack’s. & ahora que sabemos lidiar con la mugre que nos nublaba el parabrisas le dejamos constancia a la salud mental & a la rechoncha burocracia que: De amor sí se puede morir. Aunque de amor se viva. Pero yo vivo la vida más bacán. & me sublevo como

-Chambi, Estela. (1954: Puno). que corretea las vicuñas con una alegría de mística niñita & las campanas de la Iglesia tañen a lo lejos los quinuales & se confunde la cojuda el evangelio de San Marcos con un grito aymara más antiguo & más sagrado: La resurrección de las festividades & el consumo indiscriminado de la carne de uno mismo, la ingeniería inversa, el psicoanálisis. & me viene el flashback del bus a la frontera junto al amigo conspirando sobre el lago Titicaca & el Tratado del Magneto. Estos artefactos naturales que son nudos tapizados de estática & visiones lisérgicas & que unen un pueblo con un pueblo, la Guerrilla Elegante con otros títulos hermanos (el Drunken Fist, Sansei,  Mecánico Migrante) & mis deseos de casarme de civil con la replicante, aunque ya dis que me odie & represente también un pasado histórico que haga temblar la identidad altiplana & sus 206 huesitos.

Aquí no hay dónde colaborar con el progreso, preferimos la tecnología prohibida de la extravivencia & Estela guarda los animalitos de la mina & la ruptura de cabezas, de los tajos abiertos en el cuerpo enriquecido de los infantes, que como buscando cobre los inversionistas, los grandes cocodrilos vienen a chapotear & no admitimos mentir al respecto a la prensa por un táper & unas tabas. A veces se padece lo impadecible & el verso se tasajea bien adentro & se asemeja a un cuadro de mi Arguedas donde la sangre de su sangre sonríe & toda desgracia es pasajera, porque a pesar de tanto aquí conviven los matices & nos oponemos rotundamente contra aquellos poetas populistas abusando de las descripciones de la pobreza, exageraciones, efectismos comparables a los programas de talk show & a los panfletos. Aquí las recalcitrantes diablezas, los lobos amapolas tenemos el derecho a revolcarnos en las huertas & colocar un yonke al lado de la tumba del abuelo & pelar el camote con cariño para el hermano aún cachorro & tan solo manteniendo esta verdad se podrá construir un país robusto & transparente & elegante como él solo, como los conciertos de violín de Bach &

-Valdelomar, Abraham. (1888: Ayacucho).  jironeando por las calles del centro de la bestia con el salto & seña de los dandys & la mirada tensa a los árboles frutales dominando las bocas de los hombres, o como él decía al pie de los cañones: “El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert & el Palais Concert, soy yo”. & el Palais Concert es hoy un mercado de perfumes & relojes & cambistas & lo único decente será una que otra baldosa rezagada, este síntoma líquido de la agonía de la estética que se aprende fuera de las discos frente al mar con esos lentes ridículos de Claudia. O la pirotecnia de un amanecer, vestido de Dionisio,  filosofando acerca de la labor del genio en una época cruel, casi una blasfemia, una cachetada con el revés de la sandalia.

A ti te odiaron así, tal cual, hasta la médula de inventarse que te habías muerto ahogado ebrio de cara en un silo respirando caca & tú que te habías caído & quebrado el cuello en una escalera no eres el único, este es un huayco que pretende arrastrar la casa de los ángeles & que no sofoca ningún himno. Preguntabas en una carta por estos enemigos de las letras: “¿aún me odian esos mierdas?” & aquí estamos los pura cepa, los ekekos orgullosos de hacer el contrapeso, nuestros lúgubres mezquinos llevan también libros como panes bajo el brazo (bromatosos, muy mal redactados). & tú llevas una bella danza de tijeras & ellos chillan ante tus acrobacias, tu bata de Balboa & esta gallística espartana que acerca los prodigios a los juegos de luces de los puentes & a la locura de quien salta con garrocha más allá de los camales.

-Chirinos, Guillermo. (1946: Lima).  con esa misma azul ezquizofrenia llenaba sacos de patatas con poemas & los remataba a sol cincuenta a quien tuviese ojos para ver, bolsillos para meditar. Voy buscando un hombre, voy buscando un hombre, gritaba hecho Diógenes con un plato de escabeche haciendo equilibrio en la cabeza. Idiota del Apocalipsis, te ganaste mis respetos & te internaron para que tu prosa sea un atentado a la yugular de los imberbes. & un buen día cruzaste el portal de una elegida Iglesia & gritando & llorando fuiste desperdigando tu manojo de poemas arrepentido de haber escrito tantas barbaridades que lo queman todo & nos conducen como un taxi embalado a las postrimerías del infierno. Sube, sube, al fondo hay sitio.

Eres lo que pronosticó el SENAMI, una tormenta que espantó a toda la escena musical, una bandada de pájaros surcando el smog como aviones de propulsión a chorro. Te comprometiste con la problemática nacional del autoestima & no de programas políticos de empresarios ajenos a la gastada de suela una tarde en las que se busca refugio en los hoteles. Idiota del Apocalipsis, quizá estamos encerrados en una simulación del Tártaro, sorteando vagabundos que llevan cultura en triciclos de chatarra & donde buscamos incansablemente el secreto de la producción de la bondad a mitad de precio, la máquina de escribir de

-Hinostroza, Rodolfo. (1941: Lima). que tú lanzaste de las escaleras de su casa cuando te respondió dónde & cómo escribía la contranatura de los salmos. Idiota del Apocalipsis, la hiciste añicos & él te expectoró a patadas de su cueva como nos contó una noche, pero repetía con cariño & de memoria tus poemas. & esto sucedió en tu casa, Rodolfo, viejo huevón tú también te nos fuiste & no fue posible publicar mi entrevista contigo, la cagada. & nos invitaste bocaditos, queso, jamón, galletas e Inka Kola. Aún guardo la versión del Tractatus Lógico-Philosophicus que me obsequiaste & era una versión gigante con el texto trazado con pinceles &  gráficos colmados de experiencias laborales en períodos de hambre, lucidez. & cuando salimos de tu sala a conversar fumando a escondidas en el jardincito, los snobs de una revista especializada de España ya se habían ido & decidimos que el telón se había cerrado & podíamos ser solo un poeta colmado de bendiciones & dos aspirantes que no llegaron en condición de fans ni de discípulos (un joven siempre debe de estar a la altura de las circunstancias). Recuerdo cómo hablamos sueltamente, sueltos de huesos como se dice. & cómo mi amigo te contaba entusiasmado el proceso de pelar pollos en un mercado de Ventanilla. Esa noche regresamos a nuestros conos & vimos cada quien el peligro de insistir en un oficio que puede arrebatar la vida de un día para otro paseando distraído en las esquinas de un país ingrato & malandrín & yo opté por hacer el kamikaze pero a mi amigo no lo vi más & para mí está un poco muerto (porque dejó de escribir) & me ha dejado aún más responsabilidades bajo los hombros.

-Watanabe, José. (1945: Trujillo). tampoco abandonó esa senda jedi de los coyotes & les dijo a sus hijas que adoraba que no lo hicieran elegir entre su amor a ellas & el amor a la poesía, Amaterasu. La depresión se configura como una cigarra empapada de pasados donde el colegio es más brillante que el cáncer destrozando la piel de los bañistas. Laredo me suena a un dulce restaurante de campo a las afueras del cemento & los cenáculos, Laredo sirve platos criollos & hay un río con truchas dispuestas a la comunicación psíquica alienígena. & al lado está Macondo, Comala, Urgunda & Okinawa; Amaterasu.

La poesía encalla en las herencias familiares. Yo mismo, cuando esté más afilado & eso es hoy, escribiré de mi abuela japonesa & de sus aventuras en una hacienda poblada de fuego & de fantasmas & cómo se dirige mi familia como un ejemplo de amor & matriarcado. Eh! mi abuelita que es todo lo que soy & en lo que me convertiré, porque yo no soy yo, yo soy una multitud, yo soy un continente & mi apellido proviene de un exótico pirata golpeado por la guerra & que nos lee (de derecha a izquierda & pescando & criando animales en las páginas rosadas de los puertos iqueños). & tú, Watanabe me acompañas con esta tristeza de saberte uno & yo soy muchos & entonces ya no eres solo uno, somos ambos & esta cobardía posmoderna de no saber ni cómo ni cuándo ni dónde estamos parados no nos toca, Amaterasu. Somos ya un pueblo abierto dentro de otro pueblo & somos libres de llamar a

-Hidalgo, Alberto. (1897: Arequipa). & encarar los procesos históricos que signifiquen un paso hacia la libertad de los escritores más allá de los telediarios que nos enfrentan unos contra otros bajo la bandera de dos o tres corporaciones. Te paseas con esa barba de chivo & con una capa roja & las seños guardan a sus hijos & les dicen que eres el anticristo & los líderes políticos te odian porque expones la mentira & del insulto haces tu arte & del anarquimo tu praxis metafísica.

Gran perro negro tus ladridos retumban los tímpanos de las civilizaciones, existe el jilguero & su entrópica medusa de cables & señales del satélite ebrio, la inmediata baba inconexa entre jóvenes asustados & debilitados por los colores fosforescentes de la propaganda & el exceso. Pobres trozos de carne, basuras biológicas, alimento de gusanos. Luego se preguntan por qué la revuelta se apaga & por qué la sombra llega tarde a opacar las avenidas, & llegas con el ladrido gutural que se torna carcajada & explicas: El error de toda revolución está en la especie.

O es que cabe un pié de página o un proyecto totalizante en el que la humanidad o ciertas milagrosas niñas malas de la historia se salven & esto es una propuesta,

-Cornejo, María Emilia. (1949: Lima). no deslumbrando, alumbrando la ruta oscura de un club de Toby & con ese apetito que daba hasta temor perder los dedos que se cortan con las páginas de los inéditos recién impresos, apuntando hacia el boom de una superestrella. Apareciste & te esfumaste como quien no quiere la cosa ni pertenece a un planeta que nos impide ser un hit con nuestras primeras canciones & que se mece entre las cargas de lo que deberíamos ser & lo que verdaderamente somos & que a veces no es posible contener en el mero pecho… & esta es una propuesta, es más fructífero una colega que no llegue al país como una invitada sino como una sutil integrante de los sueños, & que luego

otros poetas ya envejecidos jurados poéticos no vengan con los achaques oenegeros & premien en concursos a mujeres por una estúpida cuota de género. Esta es una guerra santa en la que solo pesa el poder de las palabras, el ritmo perfeccionado de los sables & las flechas, seas quien seas, vengas de donde vengas, comas lo que comas, vistas lo que vistas & con este hoyo en el estómago que amenaza con devorar a los padres & a los espíritus chocarreros; solo importan las palabras & el oficio. & se eleva el trigo limpio & María Emilia es Juana de Arco & allí donde está está por sus propias manos & por sus propios medios; esto es lo que en las culturas bélicas & soberanamente tiernas llamamos genio & esto es la propuesta, la belleza que rocía a todos los seres & que

-Verástegui, Enrique. (1950: Cañete, departamento honorífico del fuego). sistematiza en un proyecto ambicioso & matemático como saltar la soga & beber una infusión de yerbaluisa. La dorada mente en la intemperie que transpira tras los arbustos construyendo magníficos aceleradores de partículas, betatrones de orgasmos proféticos, sentado grácilmente en una carretilla en Mauritania desde donde se constata que aún es posible aportar partituras peruanas a la expansión del firmamento.

Este sistema implica la integración de un número nuevo más poderoso que el uno & más poderoso que el cero, como nos lleva de la manito Fabiana para superar el temor a las alturas & visualizar el manto ancestral de la ciudad desde los teleféricos. & alcanzado este punto el poema es una máquina cuyos ojos son pianos donde tocamos una música triunfal. Verástegui recita como el operador de metáforas que son robots, inteligencias artificiales destinadas a la procreación del falansterio & en los salones se deja oír como una pesadilla o un diálogo sublime (doloroso) que nos postra acariciando el suelo, Asgårdsreien (1872) de Peter Nicolai Arbo, el trote & los cascos de caballos descendiendo divinamente con martillos & relámpagos al nivel mortal de los guardianes de la rosa.

Escribir esto en posición de loto en medio de los cláxons & los niños perdidos en la miseria de la prostitución & de los preparados, anular la tantísima bulla que nos embrutece & patear latas en las plazas & saludar a los campesinos armados con la verdad en frente de un estado policíaco. Quizá escribir desde la juventud pero sin esa otra juventud que saca el rédito económico & de ego a las batallas comunales, a los hombres & mujeres que solo viven & gozan sin la fotografía alzada de los puños & los viajes pagados alrededor del globo para implementar proyectos combativos desde un hotel & el disonante “¿ya viste la nueva agenda? está en mi insta story”. Escribir en ayunas & escribir inmediatamente después de haber practicado el coito & producir ondas de calor a tu paso & levitar por segundos sobre tu computador & ver una mujer pantera recostada en la cama comiendo uva Italia & soplar detrás de sus orejas & decirle “realmente te admiro & te respeto”

-Sensi, Flaviana. (1930: Amazonas). respondería a esto con un silencio sepulcral en una blanquísima hamaca bamboléandose magistralmente en Chachapoyas, pero sonreiría & ofrecería una adorable tarde en el jardín probando tiritas de cecina & Cabernet Sauvignon, eh! respondería Flaviana con el gesto que también es un poema, la dama educada en posesión de un secreto enterrado en el paraíso  & vuela mi sombrero & nos sube a la cabeza el tranquilo tiempo & con las mejillas sonrosadas se confunde la terraza con el exterior salvaje del duelo. Da la impresión intuitiva e insana, que lo único que nos salva de ser engullidos por el caos demente de la jungla es ella & su mirada de bestia, el incendio diabólico que esconde en la alacena & que mantiene a raya las trampas deformes del vacío, el mondo & lirondo espacio que nos venda.

“Galopa el hambre / & lleva en el hocico la piel rosada de las musas, Ave Aneurisma / se escucha el aullido de Allen & Stockhausen: los niños terminales orgullosos de la estafa de la vida / en la cultura / de la cultura de la vida. / Galopa el hambre. & los centauros se acercan aplastando margaritas.

Au revoir, al misericordioso arte de los jóvenes / los colegas verdes que conspiran / Inflando entre ellos la flácida bengala / globos de aire / emociones líquidas / la diarrea / & su lamentable Pedomancia”

& galopa Flaviana recitando Withman & pasajes de los vedas, & aparecen unas huellas de otorongo tras la verja, o es quizá el paso & el peso de un ciego & alcohólico arquitecto, ese que con su nombre

-Adán, Martín. (1908: Lima). se convierte así nomás en el primer hombre en redactar una tesis doctoral sobre el barroco, desde las instalaciones del manicomio Larco Herrera. & en el bar Cordano Ginsberg se escandalizó, típico aprendiz de budista, cuando aplastaste una araña que te salía del sombrero. & le preguntaste sincero & picaresco “¿por qué escribe usted porquerías?” & desde ese momento ambos se hicieron uña & mugre & la calidad del maestro quedó atestiguada para la posteridad en las servilletas & posavasos de estas murallas citadinas. Adán exiliado por cuenta propia de la fama & las labores “estupendas” del trabajo.

Le mandaste una carta de respuesta a una periodista argentina donde le recomendaste que si quería saber algo de ti mejor se fuera a ver el mar, es decir que se fuera un poquito a la otra acera, pero que intensase rodearse de seres queridos porque cuando uno se hace viejo la soledad no alcanza para estar ni solo ni tan siquiera viejo. & mostrándole las calles del centro a mi jirafa hurgamos con ella los puestos de libros usados & leímos a viva voz La Casa de Cartón mientras pedía más picante en las porciones de rachi & anticucho. Yo casi lloro, ¿a ella tampoco la volveré a ver? Pero tu libro no deja de florecer en mi recuerdo, tus ojos de adolescente barranquino como un colegial & tu idioma de salamandra, ofreciendo el fuego de tu espaldita a las parejas (yo & tú que ahora de seguro me estás leyendo, yo te digo que regreses, aquí tienes un azulito playero & un koala), todos podrán argumentar que acabamos del mismo modo en el mismo complejo de tumbas & claveles, pero ese no es el quid del asunto, lo esencial es cerrar los ojos & saber que no se desperdiciaron oportunidades &

-Campofé, Cristóbal. (1939: ¿?). aún fascine a los amigos en las cevicherías bravas & porte como estandarte de las causas perdidas & ganadas una carpeta guinda de poemas. En Chorrillos & en la presencia de nuestra señora santísima Eris discordiana se tiñeron de sangre las residenciales, se cuenta que perseguiste desnudo a un tal Álvaro Salgado & con un martillo le abriste en canal el cráneo & todo ello por haberte robado & recitado uno de tus textos frente a la bella línea de bodegas. Todo esto se cuenta de ti Cristóbal & cae la tarde como una parálisis que nos mimetiza con los transeúntes que van de la oficina de correo – al paradero – al mercado a comprar papel higiénico & arroz & aceite de oliva & algo más que lleva las iniciales de las próximas palmeras creciendo saludables & señalando el enigma de desarrollarte a pesar del clima & la topografía, vamos, lo que es dominar tu entorno & convertirte en el depredador más ecléctico de la cadena evolutiva.

Tú conociste de cachuelos, cargaste sacos de camotes & te fortaleciste como un adonis & las hernias fueron tan solo un mito de los griegos, zarpaste en un barco de mercancías a Sudáfrica & te sentaste a descansar & a creer en ti mismo como un advenedizo rival del trono porquerizo. Creo que boxeaste en el gimnasio de tus tíos & gritaste que la década del 60 era el prefacio de tu carne siendo la eucaristía o un ritual pagano de vikingos. & un gancho tuyo era el fin de cualquier otro poeta & ahora llega el conjunto suculento, tus campeonatos mundiales, tus partidos de tenis, tus rugidos de lápiz, tus impulsos de quirófano, tus alas de platino, tus goles de media cancha, tu campo visual expandido por las lentes telescópicas del revólver, tus caras multifacéticas de actor de cine, tu verso limpio & puntiagudo como un silencio asesino. & esto es un aviso de lo que vendrá a continuación

-Varela, Blanca. (1926: Lima). alcanza el satori. & la ecuanimidad se origina en lo profundo del corazón de un recuento fragmentado del talento: Perú. El rocío de la jora & el sudor espléndido de un mochica enfurecido. / Don’t touch me, I’m a real live wire /. Yo no opto por las antologías, opto por los panteones & la consecuente guerra todos contra todos, la eugenesia literaria. & fue menester una chamba ardua en la que mis nalgas se coronaron de músculos & los días & las noches cayeron sobre mi escritorio, sobre la bitácora de viaje, en cada uno de los ojos desorbitados de la infamia & la impaciencia. Varela se deshizo de esta pose que arrastró medio país por el desagüe, la bohemia, el destino trágico, la debilidad de los albatros, la feria clown multitudinaria de las artes, las familias disfuncionales & su prosopagnosia, la histérica voz de la razón emputecida por la liquid society.

& aquí estamos, aquí resistimos & almorzamos cuy chactado

-Varios Autores. (00000000: vera effigies). Tomás Ruiz & una editorial llamada Camión & su paso por las rejas al ganar un concurso de poemas. Este Tigamfs, planeta de sci-fi que leí en un rito caoísta o cómo hacerle al Sechura el desayuno en luna llena. Arturo Corcuera & un Tarzán que es Johnny Weissmuller creyendo ser Tarzán & balanceándose en el manicomio & carteando a Jane que no responde al llamado Auuuuuua ni ella ni Chita que eran varias monas contratadas por la Metro-Goldwyn-Mayer. & Sebastián Salazar Bondy & el retrato de una Lima la Horrible que atrae como polilla a la Santa Anarquía que zapatea en los bautizos, a la innumerable araña que medita en los parques transparentes de los soliloquios & es vereda que compite con la franca muerte. “Una veredita alegre / Con luz de luna o de sol / Tendida como una cinta / Con sus lados de arrebol” & Chabuca Granda & toda esta herencia de valses & cajones & cucharas marcando el paso del caballo de paso. “Perfumada de magnolia / Rociada de mañanita / La veredita sonríe / Cuando tu piel acaricia”. &  Antonio Cisneros & sus cuatro boleros maroqueros & esta alegría de saber que si estamos solos durará más el nescafé & las cuchillas de afeitar el triple & tu voz es una dulce caña de azúcar, mi amor. & Enriqueta Beleván & sus discos de Bob Dylan & Raúl Deustua & su arquitectura del poema, que aquí yo convertí en la arquitectura del suspiro que es un plagio necesario de tus ojos & Juan José Lora Olivares & la lluvia que hace li la li la la li & Eielson enmascarado de cosmos & que comenzó a vendernos un montón de nudos & pavadas & Juan Gonzalo Rose & la dimensión exacta donde te canto & viroleo & con esa voz de Lucha Reyes tan violenta & tan huayruro. Todos juntos resistimos, los despiertos & concientes, los poetas que salieron de la nada a bendecir el mundo.

Lo que en poesía significa: Somos muy hermosos, una casa de campo, unos conejos libidinosos, una aceitada bicicleta de guerra. & esto es una propuesta, un resplandeciente futuro. Amén.


BONUS TRACK.  Lo siguiente es un reto abierto hospedado al final de La Guerrilla Elegante a modo de chispa para encender una fogata y poner los puntos sobre las íes:

Dadas las condiciones paupérrimas de la poesía mundial actual, me aburro. Y como el aburrimiento se me hace injusto para las bibliotecas de los niños del mañana, voy a aceptar mi responsabilidad histórica. Es así que hoy, lunes 24 de noviembre del 2018, lanzo este reto en la cara pelada de todos ustedes. Entrenen sus palabras más allá de las mafias literarias, las reseñas de kinder, las palmaditas en la espalda y el marketing agresivo; y publiquen sus mejores obras. Si es posible júntense entre varios y unan fuerzas como nuevas “generaciones” o clubs de moda. Los desafío a superar éste y mis siguientes trabajos.
Yo solito me basto.

José Natsuhara (Lima-Perú, 1990). Director de Tríada Primate (plataforma libertaria y discordiana de arte / www.tridadaprimate.com). Ha estudiado  Filosofía en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Electrotecnia e Inglés Británico. Actualmente estudia Psicología en la Universidad Autónoma del Perú.  Ha publicado la revista Monólogo (2009), la revista Primate (2017-actualidad), la Antología de Poesía del Grupo Primate (2017), y el poemario La Guerrilla Elegante (2019). Conduce el podcast Radio Primate y escribe las columnas Hola! Ciudad-Ano y TESTOSTERONA.


CINCO POEMAS DE JAVIER DÁVILA DURAND (Iquitos, 1935-2024)

EPÍSTOLA A JUAN OJEDA Te recuerdo una tarde de la patria mía. Volvías del Brasil desengañado. Acababas de quemar tus naves en el Puerto...