jueves, 17 de julio de 2014

23 julio: Presentación del libro de poemas “En las aguas de la noche” de Ina Salazar























Los poemas de Ina Salazar

César Franco Cortés

... ... Los poemas de Ina Salazar (1959) empezaron a circular casi clandestinamente en Lima hacia fines de los setentas. Se trataba de una pequeña plaqueta azul que apareció cuando tenía 18 años, contenía 8 poemas y llevaba como título El Tacto del Amor. Dicho título delataba sin ambages su filiación sentimental, adhesiones literarias y afectos familiares, pues se reconocía el vínculo que guardaba con El Tacto de la Araña, libro cuyo autor era su tío Sebastián Salazar Bondy, sin duda el más perdurable, escrito por este poeta, dramaturgo, animador cultural y crítico literario peruano. En esta primera entrega adolescente de Ina dominaba la celebración del amor como tema recurrente: Llego hasta las sábanas, escondo entre los plieges/el dulce encuentro ante la muerte de los días/ante nuestro temprano suicidio/ acomodo tu recuerdo a mi lado/y espero la llegada/ del sueño/ o del olvido. En 1978 Ina se fue a trabajar y estudiar a París, ciudad donde la conocí, aunque, en realidad, debería decir la reconocí porque ya alguna vez la había entrevisto en su casa familiar de Barranco, cuando yo, a la sazón, colaboraba con su padre, el educador y filósofo Augusto Salazar Bondy en la cátedra de Introducción a la Filosofía de la Facultad de Letras de San Marcos. Consigno estos datos por un doble motivo: porque sugieren el ambiente familiar en donde Ina se desenvolvía antes de viajar a Francia, marcado por la presencia de intelectuales rigurosos y creativos comprometidos con las realidades de su tiempo, influencias que heredó y que repercutirán en las nuevas circunstancias de su periplo europeo; y también porque este artículo que quiere saludar la aparición de En Tregua con la vida, poemario que estoy seguro ocupará un lugar de importancia en la poesía peruana actual, se nutre, qué duda cabe, del conocimiento que resulta de mi larga amistad con ella. Ya en la capital francesa Ina es profesora de español en un centro de idiomas y luego ingresa a la embajada peruana en donde permanece algunos años. Estos trabajos los combina con sus estudios que finaliza de modo brillante, pues aprueba todos los grados del currículo universitario hasta obtener la agregación y el doctorado. Ello le permite enseñar en planteles de educación secundaria, ejercer la docencia universitaria y convertirse, desde 1994, en profesora de Literatura Latinoamericana de La Sorbona. Durante este periodo lleva a cabo varias investigaciones que giran sobre autores y tendencias de la literatura peruana: la poesía de Blanca Varela, la obra de Westphalen ñtema de su tesis que merece la aprobación entusiasta del juradoñ, Moro y los surrealistas, Arguedas y Los Ríos Profundos, los poetas de la Generación del 50. Algunos de ellos aparecerán en publicaciones universitarias francesas. He tratado de deslindar la voz de Ina a fin de reconocer de dónde procede, de qué influencias se nutre y cuáles son sus raíces más hondas. Mi primera diligencia fue la de comparar este poemario con el anterior y comprobar que entre ambos hay, en medida importante pero sin confundirlos, una continuidad de tema, el amor, desde la dulzura, el asombro, la apetencia embriagadora y cómplice que provoca. Tu voz llega a mí/ con la leve seguridad de las aves/ al posarse viajera y errabunda. Colmada/ de la sonora inmensidad del aire/ Escamas de horizonte /en el pico/promesas que la palabra no apresa/ llega rumorosa como la ola que nadie detiene/ beso de sal y espuma/ en la deseosa arena. No obstante y a diferencia del poemario anterior, el amor deja de ser el tema exclusivo, pierde intensidad su carácter celebratorio y se convierte en espacio que alberga en sus meandros el dolor que provoca su caducidad. Es bajo la advocación de esa tristeza que se mete en todas partes que Ina crea uno de sus mejores poemas: Archipiélago /era el nombre del café/ la caprichosa geografía del deseo/ la lluvia exuberante/ resbalando/con la lenta certeza del latido / en la humedad del estío interior/ archipiélago/ como extremos remotos/ del beso que adolece/ tierra de nadie/ en la noche/ de neones ácidos y de cinc/ éramos el sueño/ que se desprende del archipiélago/ su ilusoria forma del encuentro/ el amor que perdió/ su hora y su lugar/ como se pierde el tren o / el barco/ el último archipiélago/ las hileras de sillas apilada se yerguen/ murallas de lo ordinario/ y las letras se extinguen/ una tras otra/ en la oscura matriz de mañana.

http://www.larepublica.pe/20-08-2002/los-poemas-de-ina-salazar


Lea un ensayo de Ina Salazar sobre Elqui Burgos:
http://www.revistasolnegro.com/sol%20negro/InaSalazar.htm

No hay comentarios.:

CINCO POEMAS DE JAVIER DÁVILA DURAND (Iquitos, 1935-2024)

EPÍSTOLA A JUAN OJEDA Te recuerdo una tarde de la patria mía. Volvías del Brasil desengañado. Acababas de quemar tus naves en el Puerto...