Este año no he podido leer la inmensa mayoría de poemarios
publicados en Perú. En los recuentos me he informado incluso de libros que no
sabía de su publicación. Voy a mencionar una incompleta lista de libros que me
gustaron:
Sin duda que la segunda edición de Splendor (2.0.1.3.
Editorial, Kodama Cartonera y la Asociación de Escritores de México A.C) de
Enrique Verástegui fue para mí el libro del año, puesto que en esas mil páginas
se agrupa libros como Monte de goce o Angelus novus, que deben ser los libros
más brutales de Enrique. El editor y poeta Yaxkin Melchy incluso vino a Lima
para presentar el libro en la ANTIFIL y yo pude participar en la mesa de presentación.
Otro libro importante es Hora zero (Óperas primas) recoge los libros Kenacort y
Valium 10 de Jorge Pimentel, Un par de vueltas por la realidad de Juan Ramírez
Ruiz y En los extramuros del mundo de Enrique Verástegui, este volumen ha sido
publicado por Amargord de España y estuvo bajo la coordinación de Rodolfo
Ybarra y Zachary Paine, solo habría que hacerle la salvedad al libro que está
un poco desprolijo el cuidado de edición. Bajo el nombre de Sagrado (PEISA),
Roger Santiváñez reunió su producción neobarroca entre los años 2004 y 2016
(dentro de ese período me gustan más libros como Eucaristía, Labranda y Roberts
Pool Crepúsculos). Danza para las calles que tiemblan de Florentino Díaz, propone una incursión por los terrenos de la memoria, que recuerda la época del fin de milenio y al grupo Inmanencia, el libro es de carácter artesanal y viene con dibujos del propio Florentino.
Otros libros para destacar: La silla en el mar (PEISA)
de Rossella di Paolo, quinto libro de la autora que vuelve a publicar luego de
15 años, rinde homenaje a algunos personajes de Melville; Andrea Cabel reunió
sus poemas en A dónde volver (Paroxismo) y los organizó de manera diferente
propiciando otras lecturas potenciales, además, incluyó una buena cantidad de
textos no recogidos en libro o inéditos; Perú (Buenos Aires Poetry) de Teresa
Orbegoso es el cuarto libro de la autora que ha publicado la mayoría de sus
entregas en la Argentina, Teresa indaga por la palabra, el mito y la historia
del Perú; Puentes para atravesar la noche de Juan Carlos de la Fuente, cuarto
libro del autor, junto con su anterior La belleza no es un lugar confirma un
espacio especial dentro de la lírica peruana; y And the owners of the world no
longer fea us (Cardboard House Press) de Victoria Guerrero, una plaquette con
algunos de sus poemas traducidos al inglés.
Como primeros poemarios destaco dos libros: Jaguar muerto
floto (Urkutútu) de David Pérez y Apostrophe (Hipocampo) de Gino Roldán.
En el campo de los estudios poéticos, Camilo Fernández
Cozman volvió a demostrar sus dotes con Interculturalidad y sujeto migrante en
la poesía de Vallejo, Cisneros y Watanabe (Universidad de Lima).
TAREA: Me queda pendiente conseguir la obra completa de
César Moro y Blanca Varela y la lectura de los nuevos libros de Óscar Málaga, Magdalena
Chocano, José Morales Saravia, Renato Sandoval, Mario Montalbetti, López
Degregori, Miguel Ildefonso, Manuel Fernández, Diego Alonso Sánchez, Kevin
Castro, Valeria Román, entre otros, y en el campo de la crítica el libro sobre
Blanca Varela de Montalbetti.
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