Dorada Apokalysis es el recientemente estrenado blog del poeta Domingo de Ramos ahí podemos encontrar poemas, fotografías, artículos, videos, etc. A continuación un poema de su primer libro Arquitectura del espanto (Asaltoalcielo, 1988):
En la fresca tarde de mayo
En la fresca tarde de mayo
blanca y calurosa
en la escena de ayer donde filmamos un trozo de lo que hoy vivimos
habíamos hablado tanto
recorriendo en la memoria los sitios angustiantes de nuestra niñez
“Aquel barrio oscuro de las fábricas
de donde salen rostros ahumados
rumbo a las casas destartaladas por el viento
llenas de aliento de sueños palpitando
sobre catres que rechinan de tanta soledad
y tu asma azul y tu asma azul...”
(El ruido de motores apagados / voces por la acera
el entrechocar de botellas / noche embriagada y el murmullo de la
gente)
“Y cómo acordarme de ti
tenías la apariencia de un perro salvaje
y nosotros que nos burlábamos de tu cara
de lo huraño que eras mordiendo a los que te perseguían a palos
y cansado te refugiabas en nuestra covacha
llena de pulgas y allí mismo yo traje unos panes de ayer
junto con Saúl, tanto tiempo en pocas horas
como si fuera hoy el invierno en que nuestros padres
tuvieron que acampar a dos leguas de las estrellas
cerca al mar mientras nos desalojaban de nuestras prendas
para ir desnudos al río donde todo se detenía
como el charco plúmbeo que nos cobija
de los rayos del sol...”
(El viento húmedo levantando polvo / el café humeado sorbido
por labios temblorosos / los pasos irreconocibles desde la otra orilla
calles húmedas y el murmullo de la gente)
Se había hecho tarde y no pude detenerme para avanzar
Caminando / perdido / quieto como una roca me deslicé
calle abajo y vi un letrero que dice bar subí y pedí
ron para la sed y humedecí mis recuerdos cuando me encuentro
conversando contigo frío hinchado de vaho con un bloque
de hielo entre las manos
“Sí, fue en verano apenas llegué y pesqué una terrible
insolación porque anduvimos muchos días por estos desiertos
donde Dios jamás alcanzó a mirar...”
Recuerdo las noches en que nos escapábamos al cerro más alto
allí hacíamos fogatas y devolvíamos a las pálidas casas
esas llamas que desgarraban / La noche
casi nos devora con todo nuestros
deseos y maldiciones y rodamos y nos apretujamos
como una bola de nieve hasta alcanzar la edad para tener una mujer
y borrarnos los barritos de la cara. Me acuerdo yo tuve que
abandonar la casa la escuela y la hembrita con quien soñé
masturbándome
hasta altas horas de la noche y que tú hacías tu mujer en mi ausencia
desde entonces toda la mancha me trataba con indiferencia
y me odiaban
porque era un cholo y un anciano que ya no servía para nada
y huí / huí a dos cuadras para caer a cántaros bajo una madeja de niebla
y ciego irrumpí de un puntapié en mi cuarto
y escribí lustros atrás “esto sucedió frente al mar y ninguna botella
me trajo noticias de mis padres” No estaba escribiendo ni pensando
el tiempo cayó en mi garganta como una suave anestesia
y todo se alejaba cada vez más cada vez más...
(Noche embriagada con una canción de cantina / los rostros sudorosos
los gestos nerviosos / la respiración asmática de un reloj de plástico
La densa luz entrando como un arco hasta el pecho violado de la mesa
y el murmullo de la gente)
Se acabó la calurosa tarde
y estoy solo / los trazos débiles de algunos rostros
se esfuman y tú te vas con esa multitud como una bandada de
pájaros asustados / ya nadie me espera en el siguiente paradero
la avenida se angosta y veo una sombra tensa y la detuve gritándole
volteó rotando como un planeta y se quedó paralizada
absorbiendo mi llamado como si lo hubiera escuchado en otro tiempo
y me preguntó ¿Quién eres tú? / su pasmada figura
contuvo el aire
(Oh maldito recuerdo ¡No me aceches! ¡aléjate concíbeme el olvido!
hazme intemporal sin memoria y sin raíces! no merezco
mi difunta muerte no la quiero dócil inválida y desarrapada
rondándome
por las esquinas ¡Lábrame un cráneo donde mire el blando cuerpo
del suicidio para esta torva imagen que me han levantado los que
quieren verme muerto entre los muertos!)
(Gritos destemplados / los sentidos se opacan / los miembros
fletados a las sillas / las cabezas giran intermitentemente
torpes pasos ágiles / el piso enlodao de aserrín /
noche embriagada / y la música que es una nube que baja y sube
respirando como un pulmón enfermo / Su contenida mirada era
una flecha ardiéndome en los párpados:
¿Quién eres tú? ¿Te conozco de algún sitio?
(Los dientes brillando como el lomo de las moscas / la radiola rayando
un disco lejano / los viejos desmuelados mirando el oscuro horizonte
el mozo despeinado como un cerro bombardeado / más allá la niebla
humedeciendo los parques y el estertor de las almas que huyen
espantadas por el alba)
No hubo palabras sólo un remezón en el vacío y un dolor
incandescente en el suelo donde yace el pasado como un poste
y una sórdida imagen se diluía a trancos por entre densas humaredas
por entre carretillas y hervideros de yerbas.
Me incorporé como la tarde se extiende antes del ocaso / dejé
a un lado la noche
tomé altura y me alejé
(¿lo había visto? ¿era él? Porque esa maciza sombra me tumbó
sobre tantas preguntas y me hace ver la luz de unos ojos que acaso
hoy recuerde cuando miro a esta mujer que tomo desde la
cintura y le acaricio los senos y la arrojo a un costado)
¡Sí! por eso huiste, ahora tus palabras me suenan como el
tableteo de un martillo.
No, no la maté; para qué ensuciarme las manos
me puse a ruletear mi vida apreté el gatillo y salió un sonido
hueco y cambió todo, menos
la ciudad que apesta como aquellos
que dicen puras huevadas de lo que hice o no hice / Dime si con todo
esto
puedo vivir en paz morir en paz no faltará algún cojudo
que se acuerde de mí y entonces nada será mío ni mi fresca locura
ni mi hermosa soledad mi detestable soledad mi malparida soledad...
Y así anduve buscándolo perdiéndome (Ingrávido y pesado como
un sueño irrealizable) y me marché hasta la última tarde en que violé
la Impecable blancura de tu muerte.
DOMINGO DE RAMOS (Lima, 1960) Poeta co-fundador del Movimiento Kloaka (1982-1984). Estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los libros: Arquitectura del espanto, 1988; Pastor de perros, 1993; Luna cerrada, 1995; Ósmosis, 1996 (Premio COPE de Poesía Petroperú); Las cenizas de altamira, 1999; Erótika de Klase, 2004 (Premio de Poesía Erótica "Carlos Oquendo de Amat"); y Pastor de perros (Antología), 2006. Asimismo, es autor de los Cd´s multimedia Pastor de perros Vol.1 y Erótika de Klase Vol.2. Poemas suyos han sido recogidos en diversas muestras nacionales e internacionales. Hace poco inició una gira internacional: asistió al Encuentro Internacional de escritores en México, Monterrey, y luego a la ciudad de Boston leyendo en las universidades de Tufts y Harvard, Nueva York en la NYU, DePaul University de Chicago,Temple de Filadelfia y finalmente en el Festival Latinale de Berlín, Alemania, organizado por el Instituto Cervantes de esa ciudad y de Bremen. Tiene inédito los poemarios Dorada Apokalipsis, Hotel Kalifornia y actualmente prepara sus obras completas para el Fondo Editorial del Congreso del Perú.
DORADA APOKALYPSIS: http://domingo-de-ramos.blogspot.com/
En la fresca tarde de mayo
En la fresca tarde de mayo
blanca y calurosa
en la escena de ayer donde filmamos un trozo de lo que hoy vivimos
habíamos hablado tanto
recorriendo en la memoria los sitios angustiantes de nuestra niñez
“Aquel barrio oscuro de las fábricas
de donde salen rostros ahumados
rumbo a las casas destartaladas por el viento
llenas de aliento de sueños palpitando
sobre catres que rechinan de tanta soledad
y tu asma azul y tu asma azul...”
(El ruido de motores apagados / voces por la acera
el entrechocar de botellas / noche embriagada y el murmullo de la
gente)
“Y cómo acordarme de ti
tenías la apariencia de un perro salvaje
y nosotros que nos burlábamos de tu cara
de lo huraño que eras mordiendo a los que te perseguían a palos
y cansado te refugiabas en nuestra covacha
llena de pulgas y allí mismo yo traje unos panes de ayer
junto con Saúl, tanto tiempo en pocas horas
como si fuera hoy el invierno en que nuestros padres
tuvieron que acampar a dos leguas de las estrellas
cerca al mar mientras nos desalojaban de nuestras prendas
para ir desnudos al río donde todo se detenía
como el charco plúmbeo que nos cobija
de los rayos del sol...”
(El viento húmedo levantando polvo / el café humeado sorbido
por labios temblorosos / los pasos irreconocibles desde la otra orilla
calles húmedas y el murmullo de la gente)
Se había hecho tarde y no pude detenerme para avanzar
Caminando / perdido / quieto como una roca me deslicé
calle abajo y vi un letrero que dice bar subí y pedí
ron para la sed y humedecí mis recuerdos cuando me encuentro
conversando contigo frío hinchado de vaho con un bloque
de hielo entre las manos
“Sí, fue en verano apenas llegué y pesqué una terrible
insolación porque anduvimos muchos días por estos desiertos
donde Dios jamás alcanzó a mirar...”
Recuerdo las noches en que nos escapábamos al cerro más alto
allí hacíamos fogatas y devolvíamos a las pálidas casas
esas llamas que desgarraban / La noche
casi nos devora con todo nuestros
deseos y maldiciones y rodamos y nos apretujamos
como una bola de nieve hasta alcanzar la edad para tener una mujer
y borrarnos los barritos de la cara. Me acuerdo yo tuve que
abandonar la casa la escuela y la hembrita con quien soñé
masturbándome
hasta altas horas de la noche y que tú hacías tu mujer en mi ausencia
desde entonces toda la mancha me trataba con indiferencia
y me odiaban
porque era un cholo y un anciano que ya no servía para nada
y huí / huí a dos cuadras para caer a cántaros bajo una madeja de niebla
y ciego irrumpí de un puntapié en mi cuarto
y escribí lustros atrás “esto sucedió frente al mar y ninguna botella
me trajo noticias de mis padres” No estaba escribiendo ni pensando
el tiempo cayó en mi garganta como una suave anestesia
y todo se alejaba cada vez más cada vez más...
(Noche embriagada con una canción de cantina / los rostros sudorosos
los gestos nerviosos / la respiración asmática de un reloj de plástico
La densa luz entrando como un arco hasta el pecho violado de la mesa
y el murmullo de la gente)
Se acabó la calurosa tarde
y estoy solo / los trazos débiles de algunos rostros
se esfuman y tú te vas con esa multitud como una bandada de
pájaros asustados / ya nadie me espera en el siguiente paradero
la avenida se angosta y veo una sombra tensa y la detuve gritándole
volteó rotando como un planeta y se quedó paralizada
absorbiendo mi llamado como si lo hubiera escuchado en otro tiempo
y me preguntó ¿Quién eres tú? / su pasmada figura
contuvo el aire
(Oh maldito recuerdo ¡No me aceches! ¡aléjate concíbeme el olvido!
hazme intemporal sin memoria y sin raíces! no merezco
mi difunta muerte no la quiero dócil inválida y desarrapada
rondándome
por las esquinas ¡Lábrame un cráneo donde mire el blando cuerpo
del suicidio para esta torva imagen que me han levantado los que
quieren verme muerto entre los muertos!)
(Gritos destemplados / los sentidos se opacan / los miembros
fletados a las sillas / las cabezas giran intermitentemente
torpes pasos ágiles / el piso enlodao de aserrín /
noche embriagada / y la música que es una nube que baja y sube
respirando como un pulmón enfermo / Su contenida mirada era
una flecha ardiéndome en los párpados:
¿Quién eres tú? ¿Te conozco de algún sitio?
(Los dientes brillando como el lomo de las moscas / la radiola rayando
un disco lejano / los viejos desmuelados mirando el oscuro horizonte
el mozo despeinado como un cerro bombardeado / más allá la niebla
humedeciendo los parques y el estertor de las almas que huyen
espantadas por el alba)
No hubo palabras sólo un remezón en el vacío y un dolor
incandescente en el suelo donde yace el pasado como un poste
y una sórdida imagen se diluía a trancos por entre densas humaredas
por entre carretillas y hervideros de yerbas.
Me incorporé como la tarde se extiende antes del ocaso / dejé
a un lado la noche
tomé altura y me alejé
(¿lo había visto? ¿era él? Porque esa maciza sombra me tumbó
sobre tantas preguntas y me hace ver la luz de unos ojos que acaso
hoy recuerde cuando miro a esta mujer que tomo desde la
cintura y le acaricio los senos y la arrojo a un costado)
¡Sí! por eso huiste, ahora tus palabras me suenan como el
tableteo de un martillo.
No, no la maté; para qué ensuciarme las manos
me puse a ruletear mi vida apreté el gatillo y salió un sonido
hueco y cambió todo, menos
la ciudad que apesta como aquellos
que dicen puras huevadas de lo que hice o no hice / Dime si con todo
esto
puedo vivir en paz morir en paz no faltará algún cojudo
que se acuerde de mí y entonces nada será mío ni mi fresca locura
ni mi hermosa soledad mi detestable soledad mi malparida soledad...
Y así anduve buscándolo perdiéndome (Ingrávido y pesado como
un sueño irrealizable) y me marché hasta la última tarde en que violé
la Impecable blancura de tu muerte.
DOMINGO DE RAMOS (Lima, 1960) Poeta co-fundador del Movimiento Kloaka (1982-1984). Estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los libros: Arquitectura del espanto, 1988; Pastor de perros, 1993; Luna cerrada, 1995; Ósmosis, 1996 (Premio COPE de Poesía Petroperú); Las cenizas de altamira, 1999; Erótika de Klase, 2004 (Premio de Poesía Erótica "Carlos Oquendo de Amat"); y Pastor de perros (Antología), 2006. Asimismo, es autor de los Cd´s multimedia Pastor de perros Vol.1 y Erótika de Klase Vol.2. Poemas suyos han sido recogidos en diversas muestras nacionales e internacionales. Hace poco inició una gira internacional: asistió al Encuentro Internacional de escritores en México, Monterrey, y luego a la ciudad de Boston leyendo en las universidades de Tufts y Harvard, Nueva York en la NYU, DePaul University de Chicago,Temple de Filadelfia y finalmente en el Festival Latinale de Berlín, Alemania, organizado por el Instituto Cervantes de esa ciudad y de Bremen. Tiene inédito los poemarios Dorada Apokalipsis, Hotel Kalifornia y actualmente prepara sus obras completas para el Fondo Editorial del Congreso del Perú.
DORADA APOKALYPSIS: http://domingo-de-ramos.blogspot.com/
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