martes, 11 de noviembre de 2008

POESÍA CONCRETA EN LAPSUS NÚMERO 10


Acaba de aparecer el número 10 de Lapsus y de entre el variado material que publica hay una sección dedicada a la poesía concreta, lo mejor de esta edición: Malas buenas, ¡Tampoco vea esto! y la imperdible sección La Divina, reproducimos la presentación a la sección de poesía concreta:

PRESENTACIÓN
Campos de Batalla Carnal

Por Felipe Mayuri Poma

Si nos situamos dentro del campo de batalla sexual, no llegamos a enfatizar el odio al enemigo, sino el de querer conquistarlo. Por medio de frases y palabras de guerra tratamos en adentrarnos rudamente hacia un territorio de placer hecho signos y movimientos. Estos actos son similares al trabajo de Christians Luna y sus poemas concretos sobre el sexo, palabra que sirve de soporte para innumerables procesos y estados de transición que encontramos antes de llegar al fin del asunto.

Y es que el placer se encuentra en medio, no al final y peor al comienzo. En medio de la situación íntima que nos muestra, en medio del éxtasis progresivo del acto coital, en medio de la inercia de los cuerpos, es que se llega al gozo. Los diversos poemas nos exponen ciertas partes, momentos y personalidades que nos son narradas en capítulos. Podemos ser testigos de multiplicidades sonoras, ecos simbólicos tan familiares y tan humanos que en vez de identificarnos hace que nos sintamos dentro del poema.

La visualidad desordenada, muestra un sexo desequilibrado, lleno de orgasmos textuales, homenajes a ciertas zonas protagónicas y rabietas espontáneas que se vierten en un ritmo de caos. No me imagino un sexo pausado, lleno de pasividad y orden, a menos que sea una fase inicial como en 'Héchate en la cama' y que termine con el brutal 'ano' o en un juego de abusos, mandatos y obligaciones, caso de 'putita'.

Las imágenes, letras y palabras, recurren a una repetición casi reproductiva, y a reflejos de un espejo al mirarnos. Las fuerzas y monumentalidades jerárquicas en algunos, son aplastantes momentos antecedidos y depuestos por otras de menor tamaño. Poemas llenos de onomatopeyas humanas, gemidos fantasmales, gritos, visiones, tactos y sabores cercanos a nosotros, se convierten en ejemplos fieles de una necesidad animal ajena a las caricias, ternuras y sentimientos que nos volverían a entrar en sí.

1 comentario:

Felipe Mayuri Poma dijo...

Hola Paul
te agradezco por colgar mi texto en tu blog...
estaré revisando tu blog a menudo, muy bueno eh...

saludos
Felipe Mayuri Poma

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