[Ge / jota]
a Galia
y entrábamos en la agilidad de las nubes
a Galia
y entrábamos en la agilidad de las nubes
en el desorden de la garúa
en la estación de los retornos
en el paisaje de las primeras caricias del geranio
sobre la disculpa
aérea y mortal de un vacío.
Concupiscencia,
hablabas para componerte
para detener los cabellos estrechos
de la columna rota entre el espanto,
y como una estatua inmóvil ante la turba
los jardines danzan desnudos en sus estrellas de vidrio,
como un muro repetido de árbol
y como un sueño entre cordeles de aire y hierbas de agua
huyes del lejano oído
de la enfermedad que era una necesaria venganza
para tus ojos de 11 cm. inmunes al cielo,
para aprovechar los muertos que corrían
tras tu talón que surte enredaderas de escombros,
como una mancha del cielo
sobre el acuario del sueño
que cimbran huevos y raíces
hojas y signos,
cielos y muertos,
y como un desastre irreversible
te sumerges un mar
igual que el pie de luz de los árboles
de las espadas de sal que te suscriben y te buscan profundamente
sobre el mar esbelto de los cernícalos de vientre
sobre el placer y la pena,
sobre esta melancólica burbuja que soy yo,
tumulto sediento de postrarse en el pecho
el huracán de tus hierbas
de días clandestinos de muertos
en la adormecida montaña que frecuenta la tarde
el secreto taciturno
de las contemplaciones
conífera de momento extinguible en la rama
John López Morales (Chimbote, 1983). Estudiante de derecho por la Universidad Nacional de Ancash Santiago Antúnez de Mayolo – Filial Barranca. Publicó “Inicio del Mundo” (2006). Recientemente, fue invitado al V Festival Internacional de poesía joven Novísima Verba, 2006.
Concupiscencia,
hablabas para componerte
para detener los cabellos estrechos
de la columna rota entre el espanto,
y como una estatua inmóvil ante la turba
los jardines danzan desnudos en sus estrellas de vidrio,
como un muro repetido de árbol
y como un sueño entre cordeles de aire y hierbas de agua
huyes del lejano oído
de la enfermedad que era una necesaria venganza
para tus ojos de 11 cm. inmunes al cielo,
para aprovechar los muertos que corrían
tras tu talón que surte enredaderas de escombros,
como una mancha del cielo
sobre el acuario del sueño
que cimbran huevos y raíces
hojas y signos,
cielos y muertos,
y como un desastre irreversible
te sumerges un mar
igual que el pie de luz de los árboles
de las espadas de sal que te suscriben y te buscan profundamente
sobre el mar esbelto de los cernícalos de vientre
sobre el placer y la pena,
sobre esta melancólica burbuja que soy yo,
tumulto sediento de postrarse en el pecho
el huracán de tus hierbas
de días clandestinos de muertos
en la adormecida montaña que frecuenta la tarde
el secreto taciturno
de las contemplaciones
conífera de momento extinguible en la rama
John López Morales (Chimbote, 1983). Estudiante de derecho por la Universidad Nacional de Ancash Santiago Antúnez de Mayolo – Filial Barranca. Publicó “Inicio del Mundo” (2006). Recientemente, fue invitado al V Festival Internacional de poesía joven Novísima Verba, 2006.
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