1
La capital del deseo en un texto raro
El deseo por ti es el advenimiento de la cosa definida
O es la cosa puesta en tu cuerpo tan lejos de ese dolor
Que azuza con trampas para hacerte morir
Es ese el buen morir
Un rechazo que para renacer había envuelto su deseo
Midiendo la distancia del otro que había ganado
Todo el campo donde las ambiciones se vestían modernamente
Y he ahí el primer fastidio de tenerlo
Lejos o ya aproximándose después de sus asaltos
Letra viva encarnecida pero muda todavía con sus ganancias
Así verdadera en su primera matanza
Frente a tus adefesios a los míos o a los que trae el aire
Que están dando forma a la oscura decisión
El acto frente al oprobio de un ser indefenso
Que especula con sus muertos el deseo ganado
Pero el deseo ya no es tu cuerpo
Quiera que no sea tu cuerpo el deseo porque veo
Dispuestos otros ritmos que son frecuentes
En el renacimiento simbólico de la forma
Donde la muerte ya no es un pronunciamiento
Muerte es sobretodo un ejercicio de la vanidad
Y he ahí vida y tu deseo por cultivar
Ese campo oscuro
Perspectiva vertical como una daga
Arma que recuesta un panorama real
E imaginario también
Perfecto para mis ojos que no verán tu sepultura
agosto, 2007
2
TU ÚLTIMO POEMA es la incomprensión de mi vida
Y sin ojos he tenido que nadar sobre tu mar violento hacia
la totalidad de la visión que define nueva forma de escritura
Así debe ser seguro el primer látigo de nuestro silencio
para componer el último episodio de un suceso menos doloroso
cuando admitimos a la muerte,
el canto barrendero
Porque ahí
echa un mar de fondo
mientras traspasaba la ventana por donde te descubrió
(o tú la descubriste
siento que la descubriste con su piel de sapa,
vagabunda sin reproches, estúpida en su silencio)
repercutía un sonido que posibilita las nuevas claridades
vale decir
celebración del escape de las emociones en gracia
Porque tu risa
tus lágrimas escondidas
tu rabia
no son los clichés del otro ni de la forma bella
del pensamiento
Porque no estás condenada
ni bendecida
Hay un canto perfecto
una urgencia por limpiar, también, el campo de tanto manantial
y tú
la otra voz
le confiere al pensamiento su constancia,
la claridad de que es eterna
la lucha contra el demonio
Willy Gómez Migliaro
Miraflores, octubre 2007
La capital del deseo en un texto raro
El deseo por ti es el advenimiento de la cosa definida
O es la cosa puesta en tu cuerpo tan lejos de ese dolor
Que azuza con trampas para hacerte morir
Es ese el buen morir
Un rechazo que para renacer había envuelto su deseo
Midiendo la distancia del otro que había ganado
Todo el campo donde las ambiciones se vestían modernamente
Y he ahí el primer fastidio de tenerlo
Lejos o ya aproximándose después de sus asaltos
Letra viva encarnecida pero muda todavía con sus ganancias
Así verdadera en su primera matanza
Frente a tus adefesios a los míos o a los que trae el aire
Que están dando forma a la oscura decisión
El acto frente al oprobio de un ser indefenso
Que especula con sus muertos el deseo ganado
Pero el deseo ya no es tu cuerpo
Quiera que no sea tu cuerpo el deseo porque veo
Dispuestos otros ritmos que son frecuentes
En el renacimiento simbólico de la forma
Donde la muerte ya no es un pronunciamiento
Muerte es sobretodo un ejercicio de la vanidad
Y he ahí vida y tu deseo por cultivar
Ese campo oscuro
Perspectiva vertical como una daga
Arma que recuesta un panorama real
E imaginario también
Perfecto para mis ojos que no verán tu sepultura
agosto, 2007
2
TU ÚLTIMO POEMA es la incomprensión de mi vida
Y sin ojos he tenido que nadar sobre tu mar violento hacia
la totalidad de la visión que define nueva forma de escritura
Así debe ser seguro el primer látigo de nuestro silencio
para componer el último episodio de un suceso menos doloroso
cuando admitimos a la muerte,
el canto barrendero
Porque ahí
echa un mar de fondo
mientras traspasaba la ventana por donde te descubrió
(o tú la descubriste
siento que la descubriste con su piel de sapa,
vagabunda sin reproches, estúpida en su silencio)
repercutía un sonido que posibilita las nuevas claridades
vale decir
celebración del escape de las emociones en gracia
Porque tu risa
tus lágrimas escondidas
tu rabia
no son los clichés del otro ni de la forma bella
del pensamiento
Porque no estás condenada
ni bendecida
Hay un canto perfecto
una urgencia por limpiar, también, el campo de tanto manantial
y tú
la otra voz
le confiere al pensamiento su constancia,
la claridad de que es eterna
la lucha contra el demonio
Willy Gómez Migliaro
Miraflores, octubre 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario