martes, 29 de junio de 2010

DOS POEMAS DE MARIA NEGRONI


El espejo del alma

Como el alma que canta por sí misma
en su limpia casa de cristal

Hermann Broch

Tuve que viajar a Nevada para verte. Una gran planicie rodeaba la casa donde me esperabas con una túnica blanca, más alta que de costumbre.
Presentí que la casa existía en la memoria, cosa que confirmaste atravesando con tu brazo el hielo que suplantaba ahora a las paredes. Acostumbrada a esconderme en las palabras, quise darte una carta. Esa carta hablaba de las diferencias del río: lo que fue, lo que es, lo que será. Pero vos eras el río y la imagen del río, visto desde la altura (quiero decir, la furia misma). Me miraste, morada de ternura, bajo el color inconstante de la niebla. Terminé por tratar de pinchar la carta a tu plumaje pero te negaste, afable, como quien aprecia el esfuerzo de simular lo imposible. El pico tembló ligeramente. Me dejaste a merced de la felicidad, contemplándote, ahora que eras un enorme pájaro blanco.


Ut pictura poesis

habría que decir
un trazo
de ningún lado a ningún lado

o bien esa minúscula
alegoría de lo abstracto

el mundo
acaso
-----efímero
------------tejiendo

signos imprecisos
de un alfabeto olvidado

o estrellas
donde comienza el deseo

de no morir
y morir

esas ganas de arder
en lo incompleto

como un rojo que colmara
una ausencia con su ausencia

habría que decir lo que promete
una moneda a la absoluta
casa imaginaria

y trae siempre
lo que tuvo que traer

como deriva luminosa
de un fracaso


María Negroni (Rosario, Argentina, 1951). Tiene un doctorado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Columbia, Nueva York. Ha publicado varios títulos de poesía: De tanto desolar (Libros de Tierra Firme, 1985); La jaula bajo el trapo (Libros de Tierra Firme, 1991); Islandia (Monte Avila Editores, 1994; Station Hill Press, N.Y. 2001); El viaje de la noche (Editorial Lumen, 1994; Princeton University Press, 2002); Diario Extranjero (Pequeña Venecia, 2000; Maison des Écrivains Étrangers, 2001); Camera delle Meraviglie (Quaderni della Valle, 2002), La ineptitud (Alción, 2002), Arte y Fuga (Pre-Textos, Valencia 2004), y Andanza (Pre-Textos, Valencia, 2009). También publicó cuatro libros de ensayos: Ciudad Gótica (Bajo la luna, 1994, segunda edición, 2007), Museo Negro (Grupo Editorial Norma, 1999), El testigo lúcido: La obra de sombra de Alejandra Pizarnik (Beatriz Viterbo Editoras, 2003), y Galería Fantástica (Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI, México, 2009), dos novelas: El sueño de Ursula (Seix-Barral, Biblioteca Breve, 1998) y La Anunciación (Seix-Barral, Biblioteca Breve, 2007), y un libro-objeto en colaboración con el artista plástico Jorge Macchi, Buenos Aires Tour (Ediciones Turner, Madrid 2004; reeditado en Aldus, México 2006). Tradujo, entre otros, a Louise Labé (Sonetos, Lumen, 1998); Valentine Penrose (Hierba a la luna y otros poemas, Ediciones Angria, 1995); Georges Bataille (Lo arcangélico, Fundarte, 1995); H.D. (Helena en Egipto, Ediciones Angria, 1994), Charles Simic (Totemismo y otros poemas, Alción, 2000), Bernard Noël (Contra-muerte y otros poemas, Alción, 2005) y la antología de mujeres poetas norteamericanas (La pasión del exilio, Bajo la luna, 2007). Obtuvo las siguientes becas: Guggenheim (1994), Fundación Rockefeller (1998), Fundación Octavio Paz (México, 2002), New York Foundation for the Arts (2005), Fundación Civitella Ranieri (Italia, 2007) y American Academy in Rome (Italia, 2008). Su libro Islandia recibió el premio del PEN American Center al mejor libro de poesía en traducción del año (Nueva York, 2001). Actualmente enseña Literatura Latinoamericana en Sarah Lawrence College, Nueva York.

Fuente: Poéticas en diáspora

1 comentario:

javier bustos dijo...

Excelente escritura María Negroni. Atesoro palabras que arden y brillan como el fuego. Gracias!!

Javier

Cinco poemas de Nuno Júdice

SINFONÍA PARA UNA NOCHE Y ALGUNOS PERROS De noche, un perro empieza a ladrar, y después de él, todos los perros de la noche se ponen a ladra...