martes, 22 de junio de 2010

Balada de la piedra que canta de Juan Pablo Mejía, por Javier Ágreda

POESÍA VIVA

Juan Pablo Mejía. Balada de la piedra que canta (Dragostea, 2009)

Todas las semanas se realizan numerosos recitales de poesía en el llamado circuito cultural “alternativo”. Quienes ahí leen sus textos pertenecen a una nueva generación de poetas (jóvenes, inéditos o con un solo libro publicado) y aunque la experiencia nos dice que las voces más oídas no suelen pertenecer a los más talentosos o constantes en el trabajo literario, siempre hay poetas que se destacan. Es el caso de Juan Pablo Mejía (Lima, 1982), autor del libro Balada de la piedra que canta (Dragostea, 2009) y que con el grupo “Nudo de voces” suele participar en eventos literarios y recitales poéticos.

A diferencia de la mayoría de sus compañeros de generación, Mejía se acerca a la vertiente más artística y literaria de la poesía, a esa “otra margen” constituida por los simbolistas, surrealistas y seguidores. Estos 16 poemas, casi todos de temática “amatoria”, están escritos con versos sonoros, imágenes que vinculan al cuerpo humano con elementos cósmicos y también con muchas citas literarias (de un poema se dice que contiene “versos” de ocho autores), que van desde Basho hasta Alejandro Romualdo.

Por supuesto, una propuesta de este tipo tiene sus peligros: caer en la simple búsqueda de palabras bellas, la facilidad de ciertas metáforas o la acumulación de alusiones culturosas; todo ello en desmedro de la originalidad o los aspectos reflexivos de la poesía. Aunque no todos los poemas de Balada de la piedra que canta logran evitar esos peligros, en conjunto resultan un auspicioso debut literario para Juan Pablo Mejía.

Fuente: Libros

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