jueves, 8 de noviembre de 2007

Cinco poemas de Yamileth Latorre Quintana


Estamos creciendo solos

Hoy me he volteado a verte
y he visto que hay una selva que te nace
en la médula espinal
(un león está alojado justo en tu coronilla
y un ave revolotea sobre tu ombligo)
Me he cubierto los ojos por respeto a tu pudor
y –para no alarmarte– te he dicho:
Estamos creciendo solos
ausentes del mundo
desnudos, sin rumbo, solos, solos
Y tú has estallado en llanto
porque (sólo hay leones y aves y alucinaciones)
no hay cataplasma frío para la fiebre
ni madres deseándonos las buenas noches
Estamos creciendo solos
huérfanos, resignados, tristes, tristes
Nos estamos haciendo salvajes
dándole a las rocas para
ver nacer el fuego.

.
Confidencial

Ejerzo oficio de espía
oculta
liviana
serena
me alío con la penumbra
avanzo contra la pared
disimulo cada paso
me cuido la espalda
escapo de los gatos delatores
del ajuste de cuentas
de otra sombra anónima
de las prostitutas de esquina
de las linternas y faroles
de los vigilantes de la noche
(y la lumbre de sus cigarros)
del repentino plenilunio
escapo
espío
escapo
espío
reviso el manual de sospechas
y anoto todo lo que veo
pero callo todo lo que anoto.

.
María para los dilopantes

Hay terquedad en esta agonía
Me cae el sol y no lo esquivo
Me sofoca la lluvia y no la aparaguo
Mienten los dilopantes –ésos, todos– y los encubro
Legitimo sus falsos testimonios en contra mía
Los tolero
Los enaltezco
Los justifico
–Así– dándole muerte a este poco que respiro de vida
Con lágrimas
Con silencios
Con omisiones
Despierta José, allá vienen ellos: los todos
¿Y la agonía?
Hablaba de mañana, José, de mañana
Hoy, barniza bien los maderos
Que –de nuevo– han de comprar cruces los dilopantes
Pero, antes, veme cómo le doy con los dientes al pan duro
Y no me alivio, porque –sí– hay terquedad en esta agonía.

.
No bailo

Están celebrando
afuera:
simulando
que entienden
que no son infelices
están celebrando
con sus trajes
de pintas
nudos
rayas, rayas
y anzuelos
El que ha venido
está llamando
al que no
al que se quedó
porque se hizo tarde
porque se murió
y no se dio cuenta
Están brindando
aún queda noche
maquillaje
sombras
sonrisas
espadas
Ellos son
y están
se quieren quedar
para siempre
yo los voy dejando.

.
La piedra nos alcanzará

Arrojar una piedra, ocultar la mano y correr. Decir te amo, esquivar la boca, callar los ojos y correr. Tropezar, caer, volver a pensar te amo. Levantarse y seguir corriendo. La piedra nos alcanzará.


[Poemas inéditos de la colección titulada No bailo]


Yamileth Latorre Quintana (Cusco). Escritora y poeta peruana. Es periodista y docente universitaria, pero ha realizado trabajos de inteligencia secretos. Prefiere la clandestinidad, le gustan los tulipanes y mirar a la gente pasar. A los diez años emitió su primer programa de radio. Sus poemarios, volúmenes de ensayo y ficción permanecen inéditos por voluntad propia. Participó en el encuentro latinoamericano de poetas El Vértigo de los Aires (Ciudad de México, octubre de 2007) y ha sido incluida en su libro-antología.

2 comentarios:

Dylan Forrester dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Wow, I really like your poem, Creciendo Solos. It speaks so much to me, I see the imagery and I understand. Great Poem, truly one of the best I've ever read.

Peace

Cinco poemas de Nuno Júdice

SINFONÍA PARA UNA NOCHE Y ALGUNOS PERROS De noche, un perro empieza a ladrar, y después de él, todos los perros de la noche se ponen a ladra...