Flexionen el abanico luminoso y mojen el pie que simula la arritmia. Víbrenlo y salpiquen, la tinta indeleble desinflamará los coágulos. Vuelvan del lado más festivo de sus torsos y únanse sin escoger. Si el peso se los permite, podrán saltar así o voltear cuando les sacudan sustancias plateadas. Ahora canten y conviértanse en un embudo, inviertan los párpados cuando sientan el conocimiento en los vellos. Sus respuestas serán autorretratos, no desatiendan lo que les baja entre los muslos y gotea desde la luz. Toda construcción será sostenida por la delación de sus medios. Mientras mutan, ejerciten el ombligo (como una retina), no lo deben desaparecer porque la dimensión y la dinámica empiezan por mirarlo. Ahora mírame y pregúntate qué posibilidades soy.
Si pueden definirlo, retiren sus inhalaciones y expulsen las vibraciones del sádico disfraz. Si no, deberán mantenerme como una extensión cruda e inerte y preguntar a cada animal su imperativo al colgarse de alguno de sus dioses. Disfrutarán sus contracturas. Tú y tú se conmoverán al comparar el poema con una película pornográfica, los demás los vestirán con la última representación que rechazaron en la intimidad. Enuncien la singularidad de lo flexible, de eso se trata el festival. Tú puedes llamarle de la forma en que lo sueñes, incluso de la forma onomatopéyica.
Nuevamente, como coro litúrgico, compongan con un ordenador de acuerdo a sus metempsicosis y trasládenme sus características hereditarias. Yo quedaré encendido con leds de cabaret y ustedes rebanarán pepinillos encima de sus rostros. Recuéstense junto a un charco orgánico, sumerjan la lengua y escriban con ella: soy un trasplante, soy un traspaso, soy un traslado y equis. Alteren el ozono e inflamen el tubo, esa máscara les procurará labios y ojos sobresalientes. Alteren su aseo, toquen el poema antes que seque y negativísense en cada parpadeo, esta inversión contribuirá con la terapia de estilización. Dilaten y piensa por dónde sería mejor tu penetración. Los objetos sexualizados recogen nuestro activismo y se frotan contra el aprendizaje. A esta distancia ya sabes qué ropas interiores huelen a multiplicación.
B
En la parte bdsm del asunto amaremos máquinas diseñadas por los pezones heridos. Rojo es el invierno y la nieve roja ilumina los nudos que sujetan las succiones cuando les aplicamos el desfibrilador, el orden lo define la temperatura de los dedos. Los colgados bocabajo recibirán las descargas en las exageradas nalgas, latan el pie como al principio, los que están boca arriba nos servirán como columpios.
El tránsito de las sondas resistirá y recordaremos el tramplin del siquiatra y al puto cura transmitiéndonos el epicureismo del Cantar de los Cantares, luego nos daremos cuenta que el shibari es el diagnóstico y el refinamiento se notará en tu epidermis. Deberás decidir que glándula masticarás al donarle un músculo al otro. Yo prestaré mi perineo. Se trata de que cada destello se disfrute al elevarse
o levitar es sus sacrificios.
Es inútil negar las lesiones.
S
Giren la letra cada vez que terminen. El reloj es la ilusión óptica del monumento. Busquen la respuesta en las próstatas de las velas encendidas. Las eses perpendiculares que gravitan biónicas en sus lunas menguantes mientras le grito a los grillos ruinas de constelaciones, ahora se adhieren a sus nubes como ráfagas de recuerdos, esta noche las historias terminarán en las desagracias de los sentenciados. Mutilarán arlequines de crímenes no resueltos, con los desechos se nombrarán y atacarán entre ustedes. En sus ganglios existen nuevos cráteres chisposos de devastadora lava soñadora.
Esa S recorrerá las vocales de tus aúllos, los terciopelos. Someterá la primera letra de tu nombre, la paseará atada, le ordenará que lama las flemas y la alimente desde su boca. Reciban las instrucciones de aguante en el hecho de trasfondo. Destrucción de sus vanidades gracias al lengüeteo de sus almendras. Voraz tacle en el viento. Escondan los códigos por descifrar en el indiscreto lector. Fugaces fósforos rugirán contra la oscuridad.
Esa S también es el látigo que caerá pesadamente en tu destino. Los animales fornicarán en el graffiti mientras se marca la seda en el interior de tus dientes. Los cerros son las curvas de los cuerpos eróticos de una cumbia guerrillera.
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