miércoles, 11 de mayo de 2011

MAGIA EN POESIA DE CESAR TORO MONTALVO, Testimonio de Roger Santiváñez

1
CONOCI la poesía de César Toro Montalvo -en mi lejana adolescencia piurana- hacia 1972, vía un artículo aparecido en el diario “La Prensa” de Lima a propósito de su segundo libro de poemas ‘Las crías de los huevos de mármol’ hermosa y vanguardista edición de Víctor Escalante y su inolvidable taller Arte-Reda. Poco después viajé a Lima -en Julio de 1973- y me conseguí el libro en la legendaria librería de Juan Mejía Baca en el jirón Azángaro. En aquella oportunidad me llevé a Piura los ejemplares de la revista Mabú que César Toro Montalvo editaba con gran pasión. Allí me encontré –por ejemplo- con poemas de Omar Aramayo y Ted Joans, poeta beatnik norteamericano, del que luego conocería más aquí al llegar a los Estados Unidos. También me enteré del increíble Concilio de poetas mágicos llevado a cabo en Jauja (1970) bajo la convocatoria de Toro y al que asistieron –entre otros- Aramayo, Roger Contreras de la revista-grupo Girángora y Sergio Castillo, posteriormente miembro de Hora Zero. Por esa época (1973) se publicó la antología Estos 13 y allí José Miguel Oviedo menciona a César Toro Montalvo como uno de los firmes integrantes de la generación del 70.

2
HACIA 1976-77 y ya trasladado a Lima para estudiar Literatura en la Universidad de San Marcos, una buena mañana me encontré con el poeta en el Patio de Letras. Embarcados en una rica conversación de poesía, César tuvo la amabilidad de obsequiarme un ejemplar en la preciosa edición de la Editorial Ames, de su libro Especímenes, fabricado en finísimo papel couché. Obra que disfruté durante años por su fresca poesía visual o visible como caprichosamente la llamaba nuestro autor; sus caligramas, sus collages y toda una suma de artefactos letristas y experimentales. Recuerdo que el poeta me obsequió también un sobre lleno de tarjetas de mail-art del mundo entero que consolaban mis muchas tardes y noches de soledad poética. En aquel tiempo yo era un fanático buscador de libros de poesía en las librerías de viejo del centro de Lima y cuál no sería mi sorpresa: un crepúsculo dorado me encontré con la inhallable edición de Mágicas y Mabú, el meleno de la guitarra (1970) primer libro de César Toro Montalvo confeccionado en mimeógrafo electrónico y tapa en serigrafía con el rostro psicodélico del gran Jimi Hendrix, ídolo del rock mundial aquel instante.

3
ESTUVE en Petroperú la noche que César presentó ya en los tempranos 80s, su poemario Torres y praderas de Machu-Picchu y luego en la fiesta que hubo en su casa de Magdalena. La última vez que vi al poeta fue con ocasión de unos recitales que él organizó –durante el verano de 1998- en la Universidad Cristiana Particular La Inmaculada, específicamente con Leopoldo Chariarse y luego en el Queirolo del centro de Lima. He querido –gracias a la invitación de mi amigo el poeta Carlos Zúñiga Segura- sumarme con este pequeño testimonio, a la celebración de nuestro poeta homenajeado César Toro Montalvo, por toda una vida entregada a la poesía, a su talentosa creación y a su indesmayable difusión: aquí cito su importante revista Oráculo en los 80s y su fundamental contribución al conocimiento del surrealismo en el Perú, así como el rescate de la gran poesía peruana marginada como el magnífico libro Arte de Olvidar del extraordinario y casi desconocido actualmente Vicente Azar, genio de nuestra última etapa vanguardista a fines de los 30’s.
Salud y felicidad querido César! Siempre en poesía.


Roger Santiváñez. Ph. D. Temple University, Filadelfia, Estados Unidos, abril de 2011.


[Mensaje leído en un Homenaje recientemente tributado al poeta César Toro Montalvo, en la ciudad de Lima]

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