domingo, 3 de abril de 2011

DOS INEDITOS RECIENTES DE ANDRES FISHER, ENVIADOS POR ROGER SANTIVÁÑEZ

Brevísimo Introito

CONOCI al poeta chileno-español pero nacido en Washington DC (1963) Andrés Fisher, en un Encuentro organizado por Eduardo Espina en College Station, Texas A&M University en abril de 2007. Contando con la presencia de José Kozer y Roberto Echavarren, aquel meeting fue histórico, toda vez que genuinos representantes de la nueva poesía del lenguaje como Marcos Canteli o Pablo de Cuba Soria, se dieron cita en aquella inolvidable jornada. De aquella ocasión me quedó un ejemplar de Hielo (2000) y posteriormente recibí Relación (2008). El año pasado me tocó compartir con Andrés Fisher –en España- las lecturas organizadas por Amargord de Madrid para presentar libros nuestros, en su caso la recopilación de su obra, denominada Series (1995-2010). De este título ha escrito Benito del Pliego: “La unanimidad que la serie enfatiza no es sinónimo de inmutabilidad, sino de la capacidad de variación de un sistema. La apertura al cambio dentro de una lógica recuerda la flexibilidad combinatoria de la lengua que con un número limitado de elementos es capaz de ofrecer todos los significados”. En efecto, el trabajo secuencial de Fisher –diestro en epifanías- nos pone ante insólitas visiones –más allá de su aparente fotográfica descripción, debido al moldeado y rítmico fraseo con que se construyen; como puede comprobarse en este par de inéditos que el poeta nos ofrece, a poco de su reciente estadía en la Argentina. [Roger Santiváñez]



SANTA MARIA DE LOS BUENOS AIRES

i.

Un Ford Falcon rosa metálico descansa mirando al río.

ii.

Rodeado por un verde subtropical que aun esplende a fines del verano.

iii.

Atronan las chicharras. Cañaverales junto al río entre abundantes desperdicios.

iv.

Palos de rugby, espléndidas casas, callejones de infravivencias bajo el mismo cielo azul celeste


SANTA MARIA DE LOS BUENOS AIRES I

i.

Los trenes, aunque algo decrépitos, siguen funcionando y a precios asequibles.

ii.

El tráfico circula mayormente por las calles y avenidas, al no abundar las circunvalaciones.

iii.

Hay dulce de leche sólido en tabletas y marihuana paraguaya prensada.

iv.

Hay muchos libros y librerías y un río turbio, que se confunde con el mar.



Andrés Fisher nace en 1963 en Washington DC, crece en Chile y en 1990 va a vivir a Madrid donde se doctora en sociología con una tesis crítica frente al discurso prohibicionista de las drogas. En poesía ha publicado Hielo (2000), Relación (2008), y Series, poseía reunida 1995-2010. También Hambre de Forma (2009), antología bilingüe de la poesía de Haroldo de Campos a la que le sigue Caballo en el Umbral (en prensas), antología de la obra de José Viñals hecha en conjunto con Benito del Pliego con quién además trabajan en traducciones de Antonio Gamoneda al inglés y de Gertrude Stein al castellano entre otro/as. Desde mitad de esta década vive en las montañas de Carolina del Norte donde es profesor en Appalachian State University.



(En la fotografía poetas españoles Benito del Pliego y Antonio Gamoneda junto a Andrés Fisher).

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