Cafés literarios
Comencemos con la (triste) definición:
Café: es la primera vez en mi vida que tomo café a las seis de la tarde. A las doce del mediodía empiezo con el whiskey.
Literario: que tiene que ver con la literatura (dícese: el acto de hacer el payaso gratuitamente).
Tema: periodismo cultural. Ejem. Mejor no comentar el tema. ¿Qué es el periodismo cultural? El arte de enriquecerse a través de los pobres (y conste que mi nivel de compromiso con el proletariado es cuasi-nulo).
Sigamos con la agradable (y muy humana) realidad:
El sábado asistí (aunque nadie se lo pueda creer como interlocutor y/o invitador) al IV encuentro del Café Literario del Café Niram (nótese que hay dos cafés, dícese que demasiada cafeína). Fue un encuentro breve y agradable, un encuentro amistoso y belicoso, un encuentro extraño y cercano.
¿Respeto? Vivo en España, para mi desgracia, cualquier parecido con el respeto por un escritor en España es pura coincidencia. Europa es diferente. Me gustaría extenderme pero aún me dura la resaca. Es éste un texto extraño, también un texto admirativo hacia las personas que aún mantienen la ilusión por los breves momentos, ésos que hacen nuestra vida agradable y sincera, ésos que vivían Unamuno y Ortega, los momentos verdaderos y los únicos que merece la pena vivir.
Gracias por esos encuentros literarios sin café, por los momentos compartiendo ideas y momentos y sueños e ideas, gracias Sanda, gracias Bogdan, gracias Romeo… gracias una y mil veces por la magia que se esconde detrás de una absenta, detrás de un whiskey o detrás, quién sabe, de una buena taza de café.
Nota: me dejaron fumar, gran aliciente, grandes personas.
--
Martín Cid
http://www.martincid.com
Comencemos con la (triste) definición:
Café: es la primera vez en mi vida que tomo café a las seis de la tarde. A las doce del mediodía empiezo con el whiskey.
Literario: que tiene que ver con la literatura (dícese: el acto de hacer el payaso gratuitamente).
Tema: periodismo cultural. Ejem. Mejor no comentar el tema. ¿Qué es el periodismo cultural? El arte de enriquecerse a través de los pobres (y conste que mi nivel de compromiso con el proletariado es cuasi-nulo).
Sigamos con la agradable (y muy humana) realidad:
El sábado asistí (aunque nadie se lo pueda creer como interlocutor y/o invitador) al IV encuentro del Café Literario del Café Niram (nótese que hay dos cafés, dícese que demasiada cafeína). Fue un encuentro breve y agradable, un encuentro amistoso y belicoso, un encuentro extraño y cercano.
¿Respeto? Vivo en España, para mi desgracia, cualquier parecido con el respeto por un escritor en España es pura coincidencia. Europa es diferente. Me gustaría extenderme pero aún me dura la resaca. Es éste un texto extraño, también un texto admirativo hacia las personas que aún mantienen la ilusión por los breves momentos, ésos que hacen nuestra vida agradable y sincera, ésos que vivían Unamuno y Ortega, los momentos verdaderos y los únicos que merece la pena vivir.
Gracias por esos encuentros literarios sin café, por los momentos compartiendo ideas y momentos y sueños e ideas, gracias Sanda, gracias Bogdan, gracias Romeo… gracias una y mil veces por la magia que se esconde detrás de una absenta, detrás de un whiskey o detrás, quién sabe, de una buena taza de café.
Nota: me dejaron fumar, gran aliciente, grandes personas.
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Martín Cid
http://www.martincid.com
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