Leoncio Bueno en el taller Túngar, década del 70. (Archivo personal del autor. Foto tomada de http://www.casadelaliteratura.gob.pe/?p=18959)
LÁZARO
A VÍCTOR MAZZI
poeta y obrero de andamio
poeta y obrero de andamio
Pienso
entre mi fondo,
aquí donde el viento está bobo
y no llega el murmullo de las cosas,
¡pienso todavía!
aquí donde el viento está bobo
y no llega el murmullo de las cosas,
¡pienso todavía!
Antes, que
había sido de mí?
Donde están las voces fraternas?
Habrán niños durmiendo bajo los puentes?
Seguirán adelante la lucha los obreros?
Esta temporánea muerte
debe abonar un germen de futuras rebeldías.
Así será. No importa pudrirme en la mazmorra
Es dichoso estar muerto a medias,
en trance de un mañana decisivo, comprobando
que se proyecta vida a otros más muertos.
Donde están las voces fraternas?
Habrán niños durmiendo bajo los puentes?
Seguirán adelante la lucha los obreros?
Esta temporánea muerte
debe abonar un germen de futuras rebeldías.
Así será. No importa pudrirme en la mazmorra
Es dichoso estar muerto a medias,
en trance de un mañana decisivo, comprobando
que se proyecta vida a otros más muertos.
La carne me
abandona,
pero
quédanme fieles las uñas, el coraje
y las ganas
crujientes de nuevos alaridos.
En torno de
mis huesos
mis ánimos erizan sus fogatas.
No moriré, quiero pegar el último aletazo.
Fuera de mi morada gallinazos estólidos.
Lázaro saldrá. Lázaro vive…. ¡Lázaro!... ¡Lázaro!.....
mis ánimos erizan sus fogatas.
No moriré, quiero pegar el último aletazo.
Fuera de mi morada gallinazos estólidos.
Lázaro saldrá. Lázaro vive…. ¡Lázaro!... ¡Lázaro!.....
CARTA A MI MADRE EN EL DÍA DE SU CUMPLEAÑOS
Colonia Penal El Frontón, 17 de
mayo de 1954.
Mamá Sara:
Estás leve
y anciana,
tus pulmones se encorvan
cual dos águilas ciegas.
tus pulmones se encorvan
cual dos águilas ciegas.
¿Hasta
cuándo se extiende tu condena?
Desde niña, bajo el mando
de la rígida patrona.
¡Cuántas veces he escuchado
tu sollozo en las penumbras
de las lúgubres cocinas!
¡Que duro nos costó medio vivir!
Desde niña, bajo el mando
de la rígida patrona.
¡Cuántas veces he escuchado
tu sollozo en las penumbras
de las lúgubres cocinas!
¡Que duro nos costó medio vivir!
Pero
entonces, eras fuerte campeona,
te incitaban la esperanza
y los destellos de mis ojos cuando niño.
te incitaban la esperanza
y los destellos de mis ojos cuando niño.
Han pasado
muchos años,
años de soledad, de golpes y batallas.
Ahora, soy un hombre,
y por serlo de veras
me han clavado en las rocas.
años de soledad, de golpes y batallas.
Ahora, soy un hombre,
y por serlo de veras
me han clavado en las rocas.
Y tú madre,
prendida a la batea,
hoy te duermes de vejez, de cansancio
en lo mejor de la tarea,
con tu dulce cabeza medio hundida en el agua
como nube de blanco amanecer.
hoy te duermes de vejez, de cansancio
en lo mejor de la tarea,
con tu dulce cabeza medio hundida en el agua
como nube de blanco amanecer.
Y pensar
que la vida no mejora,
que seguimos crispando los puños por el grano,
que nos tapan la boca con máuseres y plomo,
que lustramos con sangre la faz de los metales.
que seguimos crispando los puños por el grano,
que nos tapan la boca con máuseres y plomo,
que lustramos con sangre la faz de los metales.
¡Los
patrones siempre quieren ser más ricos!
Por eso estoy fiero,
mi voz, un estallido que se agranda.
Y quisiera hacer algo, ¡arrancar muchas cabezas!
Pero hoy, sólo me salen estos versos,
esta espiga de amor que quiere hacerte joven.
Por eso estoy fiero,
mi voz, un estallido que se agranda.
Y quisiera hacer algo, ¡arrancar muchas cabezas!
Pero hoy, sólo me salen estos versos,
esta espiga de amor que quiere hacerte joven.
EN BUSCA DE LA FELICIDAD
Un día
arrojé a los vientos todas mis vestiduras
mi persona postiza
mi dentadura postiza
me quedé igual que cuando vine al mundo
bailando al son de la zampoña tocada al pie del lago
por un colla
y vinieron a mí los peces y las aguas y las
golondrinas arrechas de la comarca
juntos realizamos las más increíbles orgías
fui tomando mi auténtica figura
mi inconfundible olor
comprendí que la felicidad
consiste en andar completamente desnudo
invadiendo la tierra.
mi persona postiza
mi dentadura postiza
me quedé igual que cuando vine al mundo
bailando al son de la zampoña tocada al pie del lago
por un colla
y vinieron a mí los peces y las aguas y las
golondrinas arrechas de la comarca
juntos realizamos las más increíbles orgías
fui tomando mi auténtica figura
mi inconfundible olor
comprendí que la felicidad
consiste en andar completamente desnudo
invadiendo la tierra.
WAYNO DE COMAS
Hablo
aquí, en este lugar, atrapado
al
alambre de púas del combate social.
Hablo
aquí, donde antes no había nada,
siento
cada día aumentar mi jaleo.
mi
voz, bien subversiva en esta tierra tomada
al
impulso de tantos.
Somos
700,000 mil artistas preñados de violencia moderna,
entre
ellos, muchos mejores que yo
hablan
y escriben vaticinios.
Soy
uno de tantos arrimados parábolas en un papel rayado.
Confieso:
estoy experto en tomarles la palabra a quienes me rodean,
las
tomo, les doy vueltas las meneo,
devuelvo
de tal forma que ni los mismos padres reconocen a sus hijas.
Un
día la masa dijo ¿somos o no somos?
Tomamos
estos cerros, he aquí, se alza una obra grande
enganchada
al remolino de la era espacial.
Mañana
vendrán historiadores gringos: sociólogos,
psicólogos,
antropólogos.
Dirán:
“Qué interesante… ¿Koumas ega un paisaje lunag?”
Exacto.
Vinieron los hombres de la masa,
no
tenían agua para beber
pero
sembraron árboles.
ASNOGRAFÍA
Cojo la pluma y
nada
cada vez soy más zopenco
Quevedo
cada vez soy más zopenco
Quevedo
Tumbo y
retumba pero aun no suena,
ni truena
mi escuálido quirquincho.
Siembro, podo, barbecho. Siembro,
vuelvo a podar, aparejo
sin descanso, mas no veo
crecer mi verdolaga.
Ando, trajino, sudo
la gota gorda hollando
estrambóticos senderos,
y siempre estoy reptando a tientas
lejos de mi propio recoveco.
¿Hasta cuándo no voy a articular mi rebuzno propio?
Hiervo, cocino, aderezo, sirvo
y a la postre cuaja, pero no cuaja
mi propia salsa.
Tiempo ha que machaco y le doy de alma
a esta mollera chúcara
por saborear deveras mi sandía.
ni truena
mi escuálido quirquincho.
Siembro, podo, barbecho. Siembro,
vuelvo a podar, aparejo
sin descanso, mas no veo
crecer mi verdolaga.
Ando, trajino, sudo
la gota gorda hollando
estrambóticos senderos,
y siempre estoy reptando a tientas
lejos de mi propio recoveco.
¿Hasta cuándo no voy a articular mi rebuzno propio?
Hiervo, cocino, aderezo, sirvo
y a la postre cuaja, pero no cuaja
mi propia salsa.
Tiempo ha que machaco y le doy de alma
a esta mollera chúcara
por saborear deveras mi sandía.
Leoncio Bueno (Hacienda La Constancia, La Libertad,
1921). Libros: Nacimiento del canto (Lima : Ed. Primero de Mayo, 1957); Perú, esta es tu hora (Lima: Editorial Chaupimayo, 1963); Uvas de pial (Lima: Chaupimayo, 1963); Al pie del yunque (Lima: Grupo
Intelectual Primero de Mayo, 1966); Este
Gran Capitán (Lima: Editorial Tungar, 1968); Pastor de truenos (Lima: Ediciones
Túngar, 1968); Invasión poderosa (Lima: Ediciones
Túngar, 1970); Rebuzno propio o la dicha de los dinamiteros (Lima:
Arte/Reda, 1976); La guerra de los runas (Lima: Ediciones
Túngar, 1980); Los últimos días de la ira (Lima: Edición del
autor, 1990); Hibrys: poesia erótica reunida: cancionero informal (Lima, 1995); Memorias de mi desnudez (Lima : Nido de cuervos, 2014).
1 comentario:
QUÉ POEMAS DE CALIDAD! 86
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