Metafóricamente la mirada de este animal, es el propio libro. Una mirada que además lleva la carga del cordero, animal que asociamos al sacrificio. De ahí que este libro sea un trabajo sobre el lenguaje sacrificado. Pero antes de que suceda.
¿A qué me refiero con un lenguaje sacrificado? Aquí: a los vestigios latentes de una tradición campera, a los lazos familiares-privados, a un religar del hombre a la tierra real no maqueteado entre el buen salvaje y el aldeano ejemplar. Todo esto con naturalidad prosaica. Con un estilo fluido, llano, cercano, nada de radical. Pero cuya gracia va en la distancia –madura y nada afectada- con que ocupa su lugar de cronista poético en la familia. A pesar de lo prosaico –diríase- nunca pierde el dejo de la poesía. Ni se enfrasca en una letanía nostálgica y retórica sobre el pasado o sobre la vida rural.
Arens escucha, deja hablar en sus poemas, mantiene fresco, vivo, el lenguaje a pesar de tensarlo por la memoria y la muerte (los misterios de la muerte a propósito del poema Cordero).
¿Hablé de viaje? Bueno, ir a la memoria lo es. Y, por lo demás, todo libro que se precie de tal, lo es. Ahora, en particular, éste lo es de regreso. Y Germán Arens (Bahía Blanca, 1967) –es el Ulises- que sabe nuevos trucos, curtido por la vida. Pero, claro, aquí no vuelve de la Guerra de Troya ni es su única tierra de llegada posible mientras Penélope tolera pretendientes dispuestos a desposarla. Es el hijo de los hijos que emigraron de la tierra, el nieto de los hijos pródigos, uniendo las distancias, atendiendo las diferencias.
El atento cronista de Robi Arens que va y viene, viene y va, dando cuenta de un modo a la contra de hacerse la vida, en un sentido irónico del citadino, en un modo profundo de viajar, nada de pastoril o bucólico en su sentido anquilosado como términos para referirse a la vida en el campo.
En fin, Los Ojos del Cordero (El suri porfiado, 2010) a pesar su demarcación campechana y rural, no pierde un ápice de generalidad y llegada a un publico citadino o culterano. O la sabiduría del sentido común y del arraigo propios del carneado y siembra. Germán se mueve en ambas como pez en el agua. Comprende la raíz popular de la lengua viva, pero también los pilares que componen la culta. Y sabe conjugarlas con pericia, es decir, con simpleza, que resisten el tirón y el deguelle.
No dejes de mirar por Los Ojos del Cordero.
Ficha bibliográfica
Autor: Arens, Germán
Título: Los Ojos del Cordero
Número de edición: Primera edición
Editorial: Ediciones El Suri Porfiado
Lugar y año de publicación: Buenos Aires (2010)
Condición Editorial: Poesía argentina
ISBN: 978-987-1541-24-9
Número de páginas: 48
Temática de la obra: Poesía
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